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1Nuestra galaxia es la vía Láctea, formada por 100.000 millones de estrellas.

Es una galaxia
espiral normal formada por gran cantidad de conglomerados individuales de estrellas que
forman las unidades de materia que definen la estructura granular del universo.

El sistema solar es un conjunto de cuerpos del cual el 99% de la masa la conforma el sol y los
cuerpos planetarios. La diferencia fundamental entre éstos es que los planetas son incapaces
de crear reacciones de fusión nuclear. El sistema solar está compuesto por:

1 estrella: el Sol.

8 planetas conocidos y un planetoide (plutón)

32 satélites

Más de 30.000 asteroides

Innumerables meteoritos

100.000 millones de cometas

Polvo, gas atómico y molecular.

2formacion del sistema solar

Los científicos piensan que el Sistema Solar se formó cuando una nube de gas y polvo en el
espacio fue alterada. Quizás debido a la explosión de una estrella cercana llamada Supernova.
Esta explosión provocó ondas en el espacio las cuales provocaron que la nube de gas y polvo se
contrajera. Esta contracción hizo que la nube comenzara a colapsar a medida que la gravedad
provocaba que el gas y el polvo se atrajeran entre sí, dando origen a una nébula solar. Al igual
que una bailarina gira más rápidamente cuando acerca los brazos a su torso, de igual manera
la nube comenzó a girar a medida que se iba colapsando. Eventualmente, la nube se fue
calentando más y más y se hizo más densa en el centro, con un anillo de gas y polvo que la
envolvía, siendo más caliente su centro y más fríos sus extremos. A medida que este anillo se
hacía más y más delgado, las partículas comenzaron a unirse y a formar grupos. Algunos de
estos grupos se hicieron más grandes a medida que se le adherían partículas de grupos más
pequeños, los cuales eventualmente formaron planetas o lunas. Hacia el centro de la nube,
donde ya se habían formado planetas como la Tierra, el material rocoso era el único que podía
resistir el calor extremo. La materia helada se ubicó en otras regiones del anillo junto a
material rocoso, y se formaron planetas gigantes como Júpiter. A medida que la nube
continuaba a girando, el centro se hizo tan caliente que generó un viento estelar que lanzó a la
mayoría del gas y polvo fuera del nuevo Sistema Solar y se convirtió en estrella, el Sol. Al
estudiar a los Meteoritos, se piensa que estos son restos de esta primera fase de formación del
Sistema Solar. Los científicos han establecido que el Sistema Solar ¡tiene aproximamente 4600
millones de años!
formacion de la tierra y conformacion de su estructura

FORMACION:

La historia de la humanidad se queda en un dato insignificante en comparación con la historia


del origen de la Tierra. Mientras que la vida en nuestro planeta no llega a los 4.000 millones de
años, la Tierra se remonta a más de 4.500 millones de años. Un tercio de vida si lo
comparamos con los 13.700 millones de años que nos separan del Big Bang. Durante todo este
tiempo, la Tierra ha sufrido grandes transformaciones que han ido dejando huella hasta
nuestros días. Hoy queremos coger una máquina del tiempo y explorar la historia del origen de
la Tierra.

Aunque la duda que se nos plantea a todos es qué máquina del tiempo utilizan los científicos
para saber la edad de la Tierra. La última datación (4.470 millones de años) fue realizada por
John Rudge, del Departamento de Ciencias de la Tierra de la universidad de Cambridge. Para
ello se basó en el decaimiento de hafnio 182 en tungsteno 182. También se sirvió de técnicas
de fechado radiométrico de material proveniente de meteoritos de los primeros años de vida
de la Tierra.

CONFORMACION DE SU ETRUCTURA

Vivimos en un planeta muy complejo y completo que tiene innumerables aspectos que lo
hacen mantenerse en un equilibrio y permitir la vida. La estructura de la Tierra se divide en dos
partes fundamentalmente. Primero se analiza el interior de nuestro planeta. Es importante
conocer lo que hay en el interior de la Tierra para comprender muchos aspectos externos.
Después, también es necesario analizar todas las partes externas para, en su conjunto, conocer
el planeta donde vivimos.

Estructura interna de la Tierra

La Tierra presenta una estructura formada por capas concéntricas donde se van alternando
todos los elementos que la componen. El hecho de que estén separadas por capas lo podemos
saber gracias al movimiento de las ondas sísmicas cuando se produce un terremoto. Si
analizamos el planeta desde el interior al exterior, podemos observar las siguiente capas.

Núcleo

El núcleo de la Tierra es la capa más interna donde se encuentran grandes cantidades de hierro
y níquel. Está parcialmente fundida y es la causante de que la Tierra tenga campo magnético.
Es llamado también endosfera.
Los materiales se encuentran fundidos a causa de las altas temperaturas a la que se encuentra
el núcleo. Algunos de los procesos internos de la Tierra se manifiestan en la superficie.
Podemos ver los terremotos, el vulcanismo o el desplazamiento de los continentes (tectónica
de placas).

Manto

El manto terrestre se encuentra por encima del núcleo y está formado en su mayoría por
silicatos. Se trata de una capa más densa que el interior de la tierra y menos densa conforme
se acerca a la superficie. También es llamada mesosfera.

A lo largo de esta capa tan ancha tienen lugar numerosos fenómenos de convección de
materiales. Estos movimientos son los que hacen desplazar a los continentes. Los materiales
más calientes que proceden del núcleo ascienden y cuando se enfrían, vuelven de nuevo al
interior. Estas corrientes de convección del manto son las causantes del movimiento de las
placas tectónicas.

Corteza

Se trata de la capa más externa del interior de la Tierra. Es llamada también litosfera. Está
compuesta por silicatos ligeros, carbonatos y óxidos. Es más gruesa en la zona donde se sitúan
los continentes y más delgada donde se encuentra los océanos. Por ello, se divide en corteza
oceánica y continental. Cada corteza tiene su propia densidad y está formada por
determinados materiales.

Se trata de una zona geológicamente activa donde se manifiestan muchos de los procesos
internos. Esto es debido a las temperaturas del interior de la Tierra. También se dan procesos
externos como la erosión, el transporte y la sedimentación. Estos procesos se deben a la
energía solar y la fuerza de la gravedad.

Estructura externa de la Tierra

La parte externa de la Tierra también se compone de varias capas que agrupan todos los
elementos terrestres.

La hidrosfera

Es el conjunto de toda la zona del agua que existe en la corteza terrestre. Se pueden encontrar
todos los mares y océanos, lagos y ríos, aguas subterráneas y los glaciares. El agua de la
hidrosfera está en continuo intercambio. No permanece en un lugar fijo. Esto se debe al ciclo
del agua.

Tan solo los mares y océanos ocupan las tres cuartas partes de toda la superficie terrestre, por
lo que su importancia a nivel planetario es grande. Es gracias a la hidrosfera por lo que el
planeta tiene su característico color azul.

En las masas de agua se encuentran grandes cantidades de materia disuelta que están
sometidas a grandes fuerzas. Las fuerzas que actúan sobre ellas están relacionadas con la
rotación de la Tierra, la atracción lunar y los vientos. A causa de ellas se producen movimientos
de masas de agua como las corrientes marinas, el oleaje y las mareas. Estos movimientos
tienen gran repercusión a nivel global, puesto que afectan a los seres vivos. El clima también se
ve afectado por estar corrientes marinas con efectos como el Niño o la Niña.

En cuanto a las aguas dulces o continentales, podemos decir que son muy importantes para el
funcionamiento del planeta. Esto se debe a que constituyen los agentes erosivos más
condicionantes de la superficie terrestre.

Atmósfera

Es la capa de gases que rodea toda la Tierra y son fundamentales para que se desarrolle vida.
El oxígeno es el gas condicionante para que haya vida tal y como la conocemos. Además,
muchos gases ayudan a filtrar las radiaciones solares que podrías ser letales para los seres
vivos y los ecosistemas.

La atmósfera a su vez se divide en distintas capas, cada una con una longitud, función y
composición diferente.

Empezando por la troposfera, es aquella que se encuentra directamente sobre la superficie


sólida de la Tierra. Es muy importante porque es en la que vivimos y la que da lugar a los
fenómenos meteorológicos como la lluvia.

La estratosfera es la siguiente capa que se extiende por encima de unos 10 km de la


troposfera. En esta capa se encuentra la protección de los rayos UV. Es la capa de ozono.
La mesosfera sigue a más altura y también contiene algo de ozono.

La termosfera se denomina así porque, por efecto de las radiaciones solares, se pueden
superar los 1500°C de temperatura. En ella se encuentra una zona denominada ionosfera, en la
que muchos átomos pierden electrones y se encuentran en forma de iones, liberando energía
que constituye las auroras boreales.

Biosfera

La biosfera no es una capa en sí de la Tierra, sino que es el conjunto de todos los ecosistemas
que existen. Todos los seres vivos que habitan en nuestro planeta compone la biosfera. Por
ello, la biosfera forma parte de la corteza terrestre, pero también de la hidrosfera y la
atmósfera.

Las características de la biosfera es la llamada biodiversidad. Se trata de toda la gran variedad


de seres vivos y formas de vida que se encuentran en el planeta. Además, existe una relación
de equilibrio entre todos los componentes de la biosfera que es responsable de que todo
pueda funcionar correctamente.

INTERIOR DE LA TIERRA

La estructura interna de la Tierra está formada por tres capas concéntricas de diferente
composición y dinámica, la corteza, el manto y núcleo, que en conjunto forman la geósfera,
también conocida como tierra sólida.

En la física aristotélica, la palabra geósfera se aplicaba a cuatro lugares esféricos naturales,


anidados concéntricamente alrededor del centro de la Tierra, como describe Aristóteles en sus
lecturas Física (Aristóteles) y Meteorológica, donde explica el objeto de la ciencia
meteorológica o atmosférica. Se creía que explicaban los movimientos de los cuatro elementos
de la antigüedad: tierra, agua, aire y fuego.

En los textos modernos y en la ciencia del sistema Tierra, la geósfera se refiere a las partes
sólidas de la Tierra; se usa junto con la atmósfera, la hidrósfera y la biósfera para describir los
sistemas de la Tierra. En ese contexto, a veces se usa el término litosfera en lugar de geósfera
o tierra sólida. La litosfera, sin embargo, solo se refiere a las capas superiores de la Tierra
sólida (rocas de la corteza oceánica y continental y el manto superior).

Como la de otros planetas terrestres (planetas formados principalmente por material rocoso),
está dividida en capas de densidad creciente. La Tierra tiene una corteza externa rocosa
compuesta por silicatos, un manto viscoso, y un núcleo subdividido en dos capas, una externa
líquida, mucho más fluida que el manto y una interna sólida. Muchas de las rocas que hoy
forman parte de la corteza se formaron hace menos de 100 millones de años, durante el
periodo Cretácico. Sin embargo, las formaciones rocosas más antiguas conocidas tienen 4400
millones de años, lo que nos indica que el planeta ha tenido una corteza sólida desde
entonces.

Gran parte de nuestro conocimiento acerca del interior de la Tierra ha sido inferido de otras
observaciones. Por ejemplo, la fuerza de la gravedad es una medida de la masa terrestre.
Después de conocer el volumen del planeta, se puede calcular su densidad. El cálculo de la
masa y volumen de las rocas de la superficie, y de las masas de agua, nos permiten estimar la
densidad de la capa externa. La masa que no está en la atmósfera o en la corteza debe
encontrarse en las capas internas de la tierra. La fuente más fiable de la estructura interna de
la Tierra la proporciona el estudio de las ondas sísmicas, cuya velocidad está en función de los
diferentes parámetros físicos y químicos de los materiales que atraviesan.

PLACAS TECTONICAS Y FENOMENOS ASOCIADOS

Una placa tectónica o placa litosférica es un fragmento de litosfera (que engloba la corteza y
parte del manto superior de la Tierra) relativamente rígido que se mueve sobre la astenosfera,
una zona relativamente plástica del manto superior. Toda la litosfera está dividida en placas
tectónicas, quince de ellas de gran tamaño y más de cuarenta microplacas. En los bordes de
las placas se concentra actividad sísmica, volcánica y tectónica. Esto da lugar a la formación de
grandes cadenas montañosas y cuencas sedimentarias. La palabra tectónica deriva del griego
antiguo τέκτων, τέκτωνος: nominativo y genitivo de singular de constructor, carpintero, y del
sufijo ικα: relativo a.1

La tectónica de placas es la teoría que explica la estructura y dinámica de la superficie


terrestre. Establece que la litosfera (la zona dinámica superior, la más externa y rígida de la
Tierra) está fragmentada en una serie de placas que se desplazan sobre la astenosfera. Esta
teoría también describe el movimiento de las placas, sus direcciones e interacciones y explica
fenómenos como el cinturón de fuego del Pacífico, los arco-isla o las fosas oceánicas.2

La Tierra es el único planeta del sistema solar con placas tectónicas activas, aunque hay
evidencias de que en tiempos remotos Marte, Venus y alguno de los satélites galileanos, como
Europa, fueron tectónicamente activos.

FENOMENOS ASOCIDOS

La tectónica de placas es una teoría que explica la forma en que está estructurada la litosfera
(porción externa más fría y rígida de la Tierra). La teoría da una explicación a las placas
tectónicas que forman parte de la superficie de la Tierra y a los deslizamientos que se observan
entre ellas en su movimiento sobre el manto terrestre fluido, sus direcciones e interacciones.
También explica la formación de las cadenas montañosas (orogénesis). Así mismo, da una
explicación satisfactoria al hecho de que los terremotos y los volcanes se concentran en
regiones concretas del planeta (como el Cinturón de Fuego del Pacífico) o a la ubicación de las
grandes fosas submarinas junto a islas y continentes y no en el centro del océano.1

Las placas tectónicas se desplazan unas respecto de otras con relativa lentitud, a una velocidad
nunca perceptible sin instrumentos, pero con tasas bastante diferentes. La mayor velocidad se
da en la dorsal del Pacífico Oriental, cerca de la Isla de Pascua, a unos 3400 km de Chile
continental, con una velocidad de separación entre placas de más de 15 cm/año y la más lenta
se da en la dorsal ártica, con menos de 2,5 cm/año. 23 . Dado que se desplazan sobre la
superficie finita de la Tierra, las placas interaccionan unas con otras a lo largo de sus fronteras
o límites provocando intensas deformaciones en la corteza y litosfera de la Tierra, lo que ha
dado lugar a la formación de grandes cadenas montañosas (por ejemplo las cordilleras de
Himalaya, Alpes, Pirineos, Atlas, Urales, Apeninos, Apalaches, Andes, entre muchos otros) y
grandes sistemas de fallas asociadas con estas (por ejemplo, el sistema de fallas de San
Andrés). El contacto por fricción entre los bordes de las placas es responsable de la mayor
parte de los terremotos. Otros fenómenos asociados son la creación de volcanes
(especialmente notorios en el cinturón de fuego del océano Pacífico) y las fosas oceánicas.

Las placas tectónicas se componen de dos tipos distintos de litosfera: la corteza continental,
más gruesa, y la corteza oceánica, la cual es relativamente delgada. A la parte superior de la
litosfera se la conoce como Corteza terrestre, nuevamente de dos tipos (continental y
oceánica). Esto significa que una placa litosférica puede ser continental, oceánica, o bien de
ambos tipos, en cuyo caso se denomina placa mixta.

Uno de los principales puntos de la teoría propone que la cantidad de superficie de las placas
(tanto continental como oceánica) que desaparecen en el manto a lo largo de los bordes
convergentes de subducción está más o menos en equilibrio con la corteza oceánica nueva que
se está formando a lo largo de los bordes divergentes (dorsales oceánicas) a través del proceso
conocido como expansión del fondo oceánico. También se suele hablar de este proceso como
el principio de la "cinta transportadora". En este sentido, el total de la superficie en el globo se
mantiene constante, siguiendo la analogía de la cinta transportadora, siendo la corteza la cinta
que se desplaza gracias a las fuertes corrientes convectivas de la astenosfera, que hacen las
veces de las ruedas que transportan esta cinta, hundiéndose la corteza en las zonas de
convergencia, y generándose nuevo piso oceánico en las dorsales.

La teoría también explica de forma bastante satisfactoria la forma como las inmensas masas
que componen las placas tectónicas se pueden "desplazar", algo que quedaba sin explicar
cuando Alfred Wegener propuso la teoría de la Deriva Continental, aunque existen varios
modelos que coexisten: Las placas tectónicas se pueden desplazar porque la litósfera tiene una
menor densidad que la astenosfera, que es la capa que se encuentra inmediatamente inferior
a la corteza. Esto hace que las placas "floten" en la astenosfera y el magma líquido más
caliente va hacia arriba y el más frío hacia abajo, generando una corriente que mueve las
placas. Las variaciones de densidad laterales resultan en las corrientes de convección del
manto, mencionadas anteriormente. Se cree que las placas son impulsadas por una
combinación del movimiento que se genera en el fondo oceánico fuera de la dorsal (debido a
variaciones en la topografía y densidad de la corteza, que resultan en diferencias en las fuerzas
gravitacionales, arrastre, succión vertical, y zonas de subducción). Una explicación diferente
consiste en las diferentes fuerzas que se generan con la rotación del globo terrestre y las
fuerzas de marea del Sol y de la Luna. La importancia relativa de cada uno de esos factores
queda muy poco clara, y es todavía objeto de debate.

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