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Polinización

La polinización es el proceso de transferencia del polen que desde los estambres hasta
el estigma o parte receptiva de las flores en las angiospermas, donde germina
y fecunda los óvulos de la flor, haciendo posible la producción.

El transporte del polen lo pueden realizar diferentes agentes que son llamados vectores de
polinización. Los vectores de polinización pueden ser tanto bióticos,
como aves, insectos (principalmente abejas), murciélagos, etc.; como abióticos, por
ejemplo agua o viento.

Existe una gran variedad de vectores bióticos, entre ellos


los himenópteros (abejorros, abejas y avispas), lepidópteros (mariposas y polillas)
y dípteros (moscas), así como colibríes, algunos murciélagos y en casos raros algunos
ratones o monos.

Algunas flores pueden ser polinizadas por muchos vectores, en cuyo caso se dice que son
flores generalistas en cuanto a polinizadores; o, por el contrario, sólo pueden ser polinizadas
por un género o especie debido a que la morfología tanto de la flor como del polinizador se
han acoplado a lo largo de la evolución, en cuyo caso se dice que las flores son especialistas.
La especialización de la polinización genera un beneficio tanto para la planta como para el
polinizador por lo cual ésta se vuelve muy eficiente pues el insecto volará con seguridad a
otra flor de la misma especie y depositará el polen en el estigma de esta flor. Entre
las orquídeas es común encontrar una gran especialización en la interacción con los
polinizadores (Véase, Xanthopan , morganii y praedicta).
Sin embargo, la importancia de la polinización para la seguridad alimentaria y para la biodiversidad es
incuestionable. Sólo en Europa 84% de los cultivos y el 80% de las flores silvestres dependen de la
polinización animal, en particular de los insectos). El valor de la polinización es inconmensurable, pero
solo para la agricultura europea se estima en unos 22 mil millones de euro anuales y a nivel mundial de
unos 153 mil millones de euros y lo más impresionante es que la polinización es un servicio ecológico
gratuito que regalan los insectos.

En España su importancia no es una cuestión menor (sería paradójico no defender este recurso, puesto
que tenemos la mayor cabaña apícola y somos el principal productor de miel y polen de Europa)

Pero, ¿por qué es importante la polinización? La polinización es uno de los mutualismos más fascinantes
de la Naturaleza y es lo que permite la fecundación de las plantas. En este proceso, las abejas melíferas
asumen una importancia destacada: son unas de las más eficientes y además han sido las principales
protagonistas de una actividad humana milenaria y sin duda una de las más sostenibles, la apicultura.
Pero no están solas ya en el mundo existen al menos 20.000 especies de abejas silvestres y en Europa
cerca de 2.500. Y no nos olvidemos del resto de polinizadores.

Sin embargo, desde hace años las poblaciones de abejas domésticas y de otros insectos polinizadores
están sufriendo un declive importante. Son muchas las amenazas a las que se enfrentan estos insectos
tan beneficiosos: el cambio climático, pérdida y deterioración de hábitats, cambios en el uso de los suelos,
prácticas de la agricultura industrial (monocultivos, plaguicidas, transgénicos...), parásitos y
enfermedades (la investigación realizada en España en este campo es puntera), especies invasivas...

Mientras las abejas están en su letargo invernal muchas cosas han ocurrido en la Unión Europea. La
Comisión Europea (CE) ha dado un primer paso, pero insuficiente, para proteger a las abejas, proponiendo
la prohibición parcial de tres plaguicidas neurotóxicos.

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