A ti que acuden quienes necesitan protección, ayuda y consuelo escúchame en estos
momentos en los que necesito de tu intersección y amparo. Tú que acogiste a Jesucristo, acógeme a mí en tu manto de protección para que pueda resolver mis problemas. Asumo que la imperfección reina en mí ser y que no estaré nunca a tu altura pero te pido escuches mi petición. (Realizar petición) Te suplico por todo lo que significa el amor y la bondad tengas a bien escuchar mi suplica y recibir de ti la luz que guie mi camino para resolver mi actual situación. Tu que tuviste la suerte de ver el rostro de Jesucristo aquí en la tierra y que ahora estas cerca de él intercede por mí y por los míos para que podamos vivir en armonía y paz. Tanto si atiendes mi petición, como si por cualquier causa no es posible satisfacer la misma, siempre estaremos venerando tu nombre y el Dios por siempre. Ahora rezaremos tres Avemarías y tres Glorias.