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Piedra de Mar: el libro más leído de Monte Ávila Editores

«Estoy a punto de escribir de lo que me


dé la gana»

CORCHO

Piedra de mar nos ha cambiado la vida a todos. Publicada cuando su autor contaba 24
años, sustenta una poética vital y fresca, renovadora de la tradición literaria de
nuestro
país. A través de un estilo desenfadado, Massiani delimita las esperanzas y las
frustraciones adolescentes de Corcho, un personaje construido desde el lenguaje y
las
representaciones fundantes del imaginario de los muchachos caraqueños de la época.

Leer a Massiani es divertido. Uno termina sintiéndose cómplice de los repentinos e


intensísimos enamoramientos de Corcho, de sus pretensiones literarias, de sus
tragedias
cotidianas y hasta de sus «bolserías». Las tragedias de Corcho, en realidad, son
tragicomedia: por eso recordamos Piedra de mar con una sonrisa. Sin embargo,
también
encontramos en los personajes de esta obra el desconcierto y la desesperación ante
las
reglas que rigen su mundo. En este orden de cosas, resulta inevitable recordar con
ternura las palabras que el padre de Pancho, Felipe Massiani, le atribuye a éste en
un
prólogo que escribe para una edición de Piedra de Mar: «Viejo, si tú me quitas mi
literatura y mi pintura me asfixio».

La escritura de Massiani nos demuestra que la literatura no necesita de argumentos


extraordinarios o de recursos estilísticos excesivamente elaborados. Entonces,
mientras
pasamos las páginas, nos asalta esa sensación de estar entregándonos a la
literatura
como nos entregamos a la vida y a los cuentos de los amigos. Quizás, debido a esa
sensación que genera en los lectores, esta novela fue incluida en los programas
escolares, reemplazando textos demasiado lejanos de la experiencia subjetiva de
nuestros estudiantes y que, invariablemente, terminaban por resultarles aburridos.

No en vano, Piedra de Mar de Francisco Massiani es el libro que cuenta con más
reediciones en la trayectoria de Monte Ávila Editores Latinoamericana. Esta novela
fue
publicada originalmente en 1968, el mismo año en que esta casa editorial abrió sus
puertas. Incluso, desde antes de ser escrita esta obra mantuvo un vínculo curioso
con la
institución. Y podemos verlo reflejado en el prólogo que acompaña la 14ª edición de
Piedra de mar, en donde José Balza recuerda la génesis que Pancho Massiani atribuye
a
esta obra:

Debo confesar que mi primera novela nació de una mentira. El que entonces
era director
del INCIBA, Simón Alberto Consalvi, me preguntó si yo tenía alguna novela.
Se
acababa de crear la Editorial Monte Ávila. Y mientras se la contaba, la
sentí tan verídica
y posible de escribir que la inicié ese mismo día. Tardé año y medio en
terminarla.
Supongo que el resto de los trabajos que he escrito han partido de mentiras
similares y
siguen siéndolo.

Más de veinte órdenes de reedición, e incontables órdenes de reimpresión, han hecho


que la carpeta de este título en los archivos de Monte Ávila cobre las dimensiones
de un
tomo enciclopédico. Piedra de mar es el título número 34 del catálogo histórico
que,
tras más de 42 años de esfuerzo sostenido, ha logrado agrupar alrededor de 2.500
títulos. Pero más allá de las cifras y los cálculos, estamos seguros de que la
novela de
Massiani trascendió el estado de pieza de catálogo y se convirtió en parte de la
memoria
afectiva de miles de lectores.

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