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1.

EL ÉXITO NO ES FRUTO DEL AZAR

Sino de la aplicación consistente de unos principios. Para triunfar hay que saber qué te
hace triunfar (principios) y, a partir de ahí, tener la disciplina para aplicar esos principios
de manera férrea. Detrás de cualquier logro notable hay características comunes que se
repiten de manera recurrente. Por eso, hay que leer, observar y estudiar a "los mejores", a
aquellos que ya han llegado donde tú también quieres llegar y preguntarse: ¿Qué hicieron
para conseguir lo que consiguieron? (ver El éxito se resume en media docena de cosas).

2. TODO EMPIEZA POR CREER EN UNO MISMO.

La mayoría de la gente piensa que los millonarios —o la gente que logra algo
excepcional— son personas especiales, dotadas por la diosa naturaleza de talentos que el
resto no obtienen o algo parecido. La consecuencia es peligrosa, porque nada influye
tanto en nuestro comportamiento como la creencia sobre nuestra capacidad para hacer
algo: creer que uno puede hacer algo, te moviliza a ir a por ello; creer que uno puede
hacer algo, te lleva a lo contrario. En definitiva: la gente se fija metas pequeñas porque se
siente pequeña. Y al final, eso es lo que consiguen. Lo que crees, creas. La vida te da lo que
le pides (a un nivel subconsciente). Es la falta de confianza en uno mismo lo que aniquila el
potencial que hay dentro de cada persona (ver Todo cambia empieza cuando mejoras el
concepto de ti mismo).

3. TODO SE PUEDE APRENDER.

Si has aprendido a conducir, a andar en bicicleta o a cocinar, también puedes aprender el


resto de las cosas: a vender, liderar, negociar o hablar en público. Todo es cuestión de
estudio, práctica y feedback sin abandonar nunca hasta alcanzar la maestría. No hay más.
Lo decía Peter Drucker, incluido en Aprendiendo de los mejores (Alienta, 10ª edición):
«Emprender no es una ciencia ni un arte, es una práctica». Y lo mismo para el resto de las
cosas. La genialidad no es otra cosa que la práctica diaria, y quien más practica más lejos
llega. De ello hablamos precisamente en: Nadie es mejor que tú, sólo se ha convertido en
alguien mejor que tú.
4. HAZ LO QUE TE GUSTA.

Y siempre lo harás mejor y darás más de ti mismo. La pasión te permite trabajar más duro,
no venirte abajo tan fácil, ser ambicioso, buscar la excelencia, generar entusiasmo a tu
alrededor y otros muchos beneficios derivados. El éxito está en hacer del ocio un negocio.
El éxito está en convertir tu pasión en profesión, en tangibilizar lo que sabes hacer mejor
en productos o servicios para comercializarlos. Casi siempre, pasión y excelencia suelen ir
unidos, y la excelencia siempre produce réditos (ver 8 claves para ponerle pasión a tu
vida).

5. SI QUIERES TRIUNFAR, APRENDE A VENDER.

Da igual a lo que te dediques (coach, conferenciante, escritor, profesor...), todos vivimos


de lo que vendemos, ya sean productos o servicios. O estás vendiendo o estás fallando. Tu
eres tus clientes. Y vender es tener vocación de servicio; vender es querer ayudar a los
clientes a que les vaya mejor. Cuando vendes vas a dar, y como consecuencia de que das,
recibes. Vender es ofrecer soluciones. No pain, no gain. Vender es relacionarse
honestamente con otras personas para ofrecerles algo de valor para ellas. Saber vender
aporta siempre buena calidad de vida.

6. FALTA DE CONCENTRACIÓN, FALTA DE RESULTADOS.

Toda la gente de éxito tiene un rasgo común: son expertos en algo; y para ser experto en
algo hay que tener FOCO. La gente excelente hace una sola cosa muy bien; la gente
normal hace muchas cosas a un nivel mediocre. Lo hemos dicho en otras ocasiones: a las
personas brillantes, les ofrecen oportunidades brillantes; a la gente normal,
oportunidades normales; y a la gente mala, ninguna oportunidad. Conoce todo sobre tu
negocio, presta atención a todos los detalles, analiza a la competencia, ten
benchmarkings... (ver El rasgo principal que diferencia a la gente de éxito).

7. EL SENTIDO DE URGENCIA GENERA ACCIÓN Y ENERGÍA.


Porque el sentido de urgencia es lo que te lleva a la acción; y lo contrario a la inacción, a
que pase el tiempo y todo siga igual. A menudo, la mejor alternativa es no tener
alternativas. Sin un sentido de urgencia el deseo inicial pierde el fuego y se va apagando
poco a poco hasta que desaparece. Los sueños (metas) hay que alimentarlos o se
desvanecen. A veces el sentido de urgencia es la frustración, otras el miedo, o el reto, o lo
que sea. Pero es algo que te remueve por dentro tan fuerte que te lleva a ir a por ello sin
dilación (ver post La importancia del sentido de urgencia).

8. SIN UN COMPROMISO INCONDICIONAL SERÁS UNO MÁS.

Michael Jordan decía en una ocasión: «No hago las cosas a medias, porque si lo hago sólo
puedo esperar obtener resultados a medias». El compromiso es la lealtad con tus metas.
Es darlo todo (no casi todo) por una causa: ganar o morir. All in en la apuesta de la vida. El
compromiso se tiene o no se tiene. No existe el compromiso a medias. No se puede estar
un poco comprometido porque eso es lo mismo que no estarlo. El compromiso es decir 'sí'
a algo y 'no' a todo lo demás (ver Falta de compromiso = Falta de resultados).

9. QUIEN RESISTE, VENCE.

Lograr algo grande implica hacer frente a dos inconvenientes habituales: el fracaso y el
rechazo. El precio de pensar en grande es la incomprensión y el precio de pensar en
grande es tener que superar obstáculos de mayor tamaño. La experiencia demuestra que
la mayoría de la gente, ante estos inconvenientes, abandona su sueño a mitad de camino.
Y precisamente abandonar es lo que no te lleva a no cumplir tus sueños. La experiencia
demuestra que muchas veces el éxito no tiene nada de especial, sólo se trata de seguir
avanzando cuando otros han renunciado. Si sigues adelante, tendrás más experiencia y
menos competidores. Por ello, la resistencia emocional, ser mentalmente fuertes de
espíritu, es algo crítico para el éxito (ver El factor más importante del éxito).
10. NO EXISTEN LOS LÍMITES.

Lo único que existen son las limitaciones, que no son otra cosa que limitaciones mentales;
ideas de la mente que dibuja a partir de sus creencias subconscientes. Si quieres llegar
lejos, nunca seas razonable. Nada grande se ha logrado siendo razonable. La gente que
consigue cosas extraordinarias es gente que siempre ha desafiado el estatus quo, lo
estándar, lo normal, lo previsible. Razonar no es por sí mismo malo, pero razonar siempre
parte de unas creencias, y esas creencias muchas veces son falsas. La gente que ha
logrado cosas grandes, es gente que ha decidido lo que quería —sin cuestionarse si era o
no posible— y luego no ha parado a través del ensayo y error hasta dar con la
combinación que habría la caja fuerte. En Tu futuro es HOY (Alienta, 2ª edición) se
recogen las palabras de Will Smith: «Ser realista es el camino más frecuentemente
transitado por la mediocridad».

Existen otras lecciones también importantes que aparecen en el texto como: la


importancia de tener claridad de metas, el deseo ardiente por conseguirlas o el papel
clave de las relaciones para crecer y avanzar.

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