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Texto inicial: “Pero temo que como la serpiente engaño a Eva, vuestros
sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo”. 2
Corintios 11:3.
En san Juan 14:30, El Señor Jesús dijo que satanás es el príncipe de este
mundo, “Satanás es el dios de este mundo; su influencia está encaminada a
pervertir los sentidos, dirigir la mente humana hacia el mal y conducir a sus
víctimas a la violencia y el crimen. Siembra discordia y entenebrece el
intelecto”. FV pág. 314.
Fue por la influencia de satanás que los dirigentes judíos querían matar al
Señor Jesús, en san Juan capitulo 8, Jesús dijo a los Fariseos que ellos eran
participantes de las obras de satanás, porque estaban armando un complot
para matarlo, se decían llamar hijos de Abraham pero querían cometer
asesinato. Sus sentidos estaban entenebrecidos, guiados por aquel que se
revelo en cielo, y ahora tenía cautivos a los dirigentes judíos de la época.
Dios habla de una manera clara, en cambio el enemigo usa disfraz y sutileza.
¿Pero porque desobedecer a una orden tan directa? ¿No era mejor prestar
atención, y obedecer?
Una vez que nos separamos de Dios, y buscamos nuestros propios caminos,
viene la desgracia…
Esto fue precisamente lo que ocurrió en Eva. Dios ya había advertido a la santa
pareja de lo ocurrido en el cielo, acerca del querubín rebelde, y les aconsejo
que juntos podían estar más seguros, en especial a Eva, se le dijo que estaba
más segura junto a su esposo que lejos de él. Pero distraída en sus agradables
labores, inconscientemente se alejó del lado de su esposo. . . Muy pronto se
encontró extasiada, mirando con curiosidad y admiración el árbol prohibido. El
fruto era bello, y se preguntaba por qué Dios se lo había vedado. Esa fue la
oportunidad de Satanás. Como discerniendo su pensamientos, se dirigió a ella
diciendo: "¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?". . .
Génesis 3:2-3 “Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del
huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto
dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocareis, para que no muráis.
Esto ocurre cuando hay cercanía con el pecado, este (el pecado) llega ser tan
atractivo y placentero que ciega la mente y oscurece el alma.
A medida que Eva iba platicando con la serpiente, más sus sentidos iban
cambiando.
Génesis 3: 4-5 “La serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino sabe Dios que el
día que comáis del él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios,
sabiendo el bien y el mal.
Después que presento todo este escenario, Dios, viene se acerca a la pareja
en el huerto a investigar todo lo ocurrido, como si no supiese nada, empezó a
preguntar a Adán por lo que había pasado.
Cuando la mujer fue interrogada: "¿Qué es lo que has hecho?" contestó: "La
serpiente me engañó, y comí." "¿Por qué creaste la serpiente? ¿Por qué la
dejaste entrar en Edén?" Estas eran las preguntas implícitas en sus disculpas
por su pecado. Así como Adán, ella culpó a Dios por su caída. El espíritu de
autojustificación se originó en el padre de la mentira; lo manifestaron nuestros
primeros padres tan pronto como se sometieron a la influencia de Satanás, y se
ha visto en todos los hijos e hijas de Adán. En vez de confesar humildemente
su pecado, tratan de justificarse culpando a otros, a las circunstancias, a Dios,
y hasta murmuran contra las bendiciones divinas.
Aquí en la escena vemos que ninguno quiso aceptar el error del pecado que
habían cometido. Y ahora después de eso querían disfrutar del hermoso edén,
que Dios les había dado, pero solo lo podían tener si se mantenían en
obediencia.
Pero el pecado es tan grave a la vista de Dios, que no se les podía permitir
seguir viviendo en el huerto, Adán dijo a Eva, que Dios es tan misericordioso,
que los iba a disculpar por algo tan pequeño.
Pero todo pecado por pequeño que sea es pecado a la vista de Dios. Adán y
Eva pensaron que estando en pecado podían disfrutar de la belleza del hogar.
Una palabra clave en este pasaje, el que peca contra Dios… sabemos que se
comete pecado días tras día, ¿pero será que comprendemos el significado de
pecar?
El apóstol Juan lo define muy claro: “Todo aquel que comete pecado, infringe
también la ley, pues el pecado es infracción a la ley. 1 Juan 3:4.
Eso fue lo que se acarreó Adán y Eva la muerte eterna, y por estar sometidos
al pecado, vino la desgracia y depravación tanto física como mentalmente en
ellos.