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la historia de la chica insomniada

ella era de apariencia muy normal, cuasi agradable,


rasgos finos delicados y cabellos despeinados; de dia
nadie se percataba los demonios que la acechaban al
ponerse la luna.
el dia pasaba inadvertido, no era disfrutable para la
chica normal, lo veía pasar como si estuviese viendo
una de esas películas en las que el mundo se va a
terminar pero nadie lo advierte todavía, y al
atardecer siempre le entraba un bienestar con la
caída del sol como cuando a uno le vuelve el alma al
cuerpo.
todos los dias asi, pero las noches....ay las
noches...como le dolían!
siempre todo era llevadero mientras permanecían
despiertos a su alrededor, si se oían televisiones
desde las casas vecinas, ruidos de cubiertos, perros
ladrando, así todo iba bien; los problemas
comenzaban cuando ya nadie hacía ruido, y así
empezó su lucha.
imaginemos, cerremos los ojos abiertos solo para
leer y pongamos a la chica tal y como esta en este
momento, en esta noche obscura y silenciosa en la
que tampoco podrá dormir, todos los pensamientos
la acechan, las preocupaciones del día, del mes, de
sus últimos 20 años están todos jugando con su pelo,
entonces ella que estaba en la cama con la cabeza
tapada por una almohada de gomapluma, se
levanta.
la vemos como camina de puntitas hacia el sillón que
esta iluminado por una tenue luz que entra desde el
patio por la ventana de vidrio repartido que traspasa
la cortina de hilo, donde hay siempre una manta y
una taza grande en la mesita redonda.
con suerte de no tropezar ningún dedo meñique del
pie en ningún mueble, llega hasta la taza y va a
cargarle agua para calentar su té; y vemos como
humea, sin azúcar, lo lleva abrazado y se apoltrona al
mismo tiempo que se acobija los hombros cual
Sebastián en "la historia sin fin" al empezar su
preciado libro.
seguimos observando su ritual sagrado y sabemos
que se esta preguntando, -cuando será la ultima
noche en vela?.
la chica amanece como siempre hecha un bollo de
cobija, pijama raído y un sueño de campo, comienza
otro dia igual de bueno y nadie se percata como
siempre.
en general lleva ropa parecida al dia anterior, pero
hay que prestar atención especial a los colores, que
tienen mucho que decir sobre uno, si lleva algo rojo
(rara vez)es un buen augurio, pero si lleva algo gris
es igual que cuando viste un colorinche, simboliza
que hoy tampoco cambio nada.
todos nos preguntamos -que hacia la chica entre el
té y el sueño de campo? no?
una noche, en apariencia igual a las demás, cuando
todo se volvio siniestro y los pensamientos
empezaban a trenzar su pelo, al dejar el té en la
mesita subió la vista y lo vio, en el patio de baldosa
ahi parado; al parecer la había acompañado todas
aquellas noches desde el juramento que nunca
rompió, ella estaba entre espantada y llorosa sin
saber bien que hacer, rápidamente logro salir por la
cocina hacia el patio sin pasto, pero ya no estaba ahí.
en su lugar, donde ella había visto claramente la
silueta de su padre, ahora había un hermoso gato
pardo, de bellos ojos grandes y verdes como los de
aquel hombre, y quedó petrificada.
lentamente y con mucha parsimonia la criatura se le
fue acercando, hasta tocar una oreja con el tobillo
de la chica y provocarle un cosquilleo que le arrancó
una media sonrisa.
ella se dio media vuelta y enfiló hacia adentro
enjugándose las lágrimas y pensó- si me sigue seguro
se queda para siempre, si se va, es porque tendrá
alguna casa donde vivir- lo que pensamos todos al
ver una mascota colada en nuestro patio.
resulta que de desde esa noche la chica y el
gato-pardo fueron inseparables, pero lo más curioso
es que al caer la noche se acurrucaban uno con el
otro, y dormían placidamente hasta la mañana
siguiente, ella dejaba la manta y la taza siempre en
su lugar por las dudas, pero nunca jamas volvio a
usarlas.
cuando sus nietos encontraron una caja debajo del
viejo sillón de cuero, descubrieron un total de 5400
cuentos cortos escritos a mano por ella durante
todas esas noches en vela, eran los mas lindos
sueños infantiles jamás contados, algunos los
transformaron en canciones y los demás fueron
publicados con dibujos y coleccionados por infinidad
de lectores; todas las siguientes generaciones de
nuestra alunada escritora vivieron del dinero ganado
con los "cuentos insomniados".
esto nos demuestra que las noches no solo se
hicieron para dormir, y que podemos transformar
algo siniestro en bello siempre que tengamos el
valor de salir al patio oscuro y enfrentarnos a
nuestros miedos.

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