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Todo delirio es suplencia

Si, los delirios pueden ejercer una función de suplencia como en el caso de Schreber. Pero
una suplencia no siempre significa estabilización y allí vale hallar una diferencia. El
delirio llega a inscribirse en la falta y el vacío propio de la psicosis.

Hay suplencias que enloquecen que a veces empujan al pasaje al acto, y hay
suplencia que logran abrochar algo, estabilizar algo. (Millas & Ragone)

En Schreber encontramos la figura persecutoria de Flechsig que llega a ocupar el vacío


de la perplejidad ante los fenómenos el cuerpo. Allí el delirio funciona como suplencia
más no como estabilización.

El delirio cargado de lo simbólico nace allí como una suplencia que no es única. El delirio,
las figuras fantasmagóricas que viven en él y el registro imaginario que lo compone, están
pensadas en el marco de suplir a la metáfora que nunca ocurrió. (Gómez, 2006) Para
hablar de suplencias en las psicosis debemos pensar en ese objeto a que guarda el
psicótico en el bolsillo y del cual no se ha desprendido, la suplencia es una respuesta del
sujeto al vacío que se presenta como delirio.

Al caer las identificaciones por la contingencia de lo real, se cae todo y se requiere un


nuevo armado es allí donde entra el delirio como suplencia.

Bibliografía
Gómez, C. (3 de Junio de 2006). Suplencias. III Conversaciones Siso-Villacián.
Millas, D., & Ragone, M. (s.f.). Las suplencias en la neurosis y en la psicosis.

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