Parábolas del Evangelio

INTRODUCCIÓN
(Marco de referencia para dar sentido a las parábolas evangélicas)

Jesús (el hijo de María) fue asumido por Cristo (el Hijo de Dios, enviado
al mundo para salvarnos).
La obra salvadora de Jesús-Cristo es el REINO DE DIOS (su sentido
verdadero es dinámico: el REINADO DE DIOS).

NOTA:
1. No hay que confundir “Reino de Dios” con “salvación eterna”.
2. “Reino de los cielos” (dicho únicamente por San Mateo, por razones
típicamente judías) es igual que “Reino de Dios”.

Jesús lo anunció como una “buena noticia para los pobres” (Lc 4,18 ) y
lo declaró cercano (Mc 1,15).
No lo define; él no es escritor ni ideólogo.
Por su doctrina y comportamiento, descritos en los cuatro Evangelios
(historias de esa “buena noticia”), se deduce lo siguiente: ese Rein[ad]o de
Dios es una sociedad nueva, una comunidad en la que todos podamos
llamarnos y ser de verdad HERMANOS; que empieza aquí (en esta vida) y se
consuma allí (en la otra).

Esto es lo específico cristiano.

Sus características esenciales son:

• Justicia: «Buscad, lo primero, el Reino de Dios y su justicia...( Mt
6,33).
• Amor: «En eso se notará que se es cristiano [discípulo de Cristo]
(Jn 13,35).
• Unidad: «Que sean uno, para que el mundo crea que yo soy tu
Enviado» (Jn 17,21).

UNA COSA ES LO CRISTIANO; OTRA, LO CATÓLICO; OTRA, LO

RELIGIOSO.
Lo cristiano es lo de Cristo (como lo “agustiniano” es lo de Agustín,
como lo “antoniano” es lo de Antonio...).
Lo católico es una de las varias formas existentes (protestante,
ortodoxa, anglicana, etc.) de interpretar lo cristiano.
Lo religioso es la manera de relacionarse con Dios.

La doctrina moral no es específicamente cristiana, sino común a otras: la

ley natural, el budismo, el confucianismo, etc.
En vivencias individuales, hay gente extraordinaria que no es cristiana,
p.e. Gandhi.
Religiosidades colectivas, hay varias: la islámica, la judaica, los monjes
del Tibet... En religiosidad individual..., la tira. Formas, infinitas, a cual más
compleja.

Por José Navarro Chaparro 1

Introducción

A Jesús lo llamamos “salvador”. ¿De qué nos salvó? El catecismo de

Ripalda responde: «De nuestro pecado y del cautiverio del demonio»
(respuesta que ha pasado a ser la oficial católica).

SALVACIÓN ETERNA
¿Es ESA salvación —se sobreentiende eterna— específicamente
cristiana?
No, aunque la Iglesia, durante siglos, ha pretendido que sí: “O te
bautizas o vas al infierno”. Esto es absolutamente insostenible.

CASO DEL “JOVEN RICO”

(Mt 16,24 ss):
«En esto se le acercó uno y le preguntó:
—Maestro, ¿qué tengo que hacer para conseguir la vida eterna?
Jesús le contestó:
—Guarda los mandamientos.
El le preguntó:
—¿Cuáles?
Jesús le contestó:
—“No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, darás falso
testimonio, honra a tu padre y a tu madre y ama a tu prójimo como a ti mismo”.
El joven le dijo:
—Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me falta?
Jesús le declaró:
—Si quieres ser perfecto, vende lo que tienes, dáselo a los pobres y
sígueme a mí.
Al oír aquello, el joven se fue entristecido, pues tenía muchas
posesiones.
Jesús dijo a sus discípulos:
—Os aseguro que con dificultad entrará un rico en el Reino de Dios. Lo
repito: Más fácil es que entre un camello por el ojo de una aguja, que un rico en
el Reino de Dios».

NOTA: La frase de Jesús “si quieres ser perfecto” ha sido interpretada

en los medios católicos como la perfección individual, que, poco a poco, ha ido
reduciéndose al “estado de perfección” conseguido en ambientes especiales
(órdenes religiosas) mediante los votos de pobreza, castidad y obediencia. La
pobreza (el espíritu de pobreza) es condición imprescindible para el Reinado de
Dios, pero la castidad y la obediencia no aparecen en el Evangelio por ninguna
parte.
La palabra perfecto viene del latín per-factum = muy hecho. Lo que
Jesús quiso decir a ese joven es: “Si quieres ser un hombre “hecho y
derecho”... Para salvarte en la otra vida, te basta el cumplir los mandamientos,
pero, PARA ENTRAR EN MI GRUPO (hacerte cristiano)..., eso no basta;
tienes que empezar por dejarte en la puerta tus riquezas y dignidad humana y
SEGUIRME.

CASO DE ZAQUEO
(Lc 19,1-10):

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 Parábolas del Evangelio

Zaqueo era “jefe de recaudadores y muy rico”, con riqueza, al parecer,

injustamente adquirida por él mismo.
—Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres, y si a alguien he
defraudado se lo restituiré cuatro veces.
Y Jesús le dice:
—Hoy ha llegado la salvación a esta casa.
Zaqueo repara su injusticia y se salva, pero Jesús no lo invita a su
grupo.

Una cosa es cumplir los Mandamientos y, otra, ser discípulo de Jesús, o

sea comprometido en la obra del Reino de Dios, la sociedad nueva, la
comunidad cristiana PROFÉTICA = anunciadora (testimonialmente) de que
Cristo tiene razón.

EL LLAMADO “JUICIO UNIVERSAL” (“PARÁBOLA DE LOS “ATEOS”)

(Mt. 25,31 ss.)

—«Todo lo que habéis hecho con cualquiera de estos hermanos míos

tan pequeños, lo hicisteis conmigo».
Los “hermanos tan pequeños” son sus discípulos, no son unos pobres
cualesquiera: «el que cumpla el designio de mi Padre es hermano mío y
hermana...”(Mt 12,50)
Los que están a favor del grupo de Jesús o de los valores
representados por el grupo de Jesús, esos, tienen la vida eterna. Los que
están en contra del grupo o de los valores representados en el grupo de Jesús,
esos, no.
Su grupo es el que continúa su mensaje. Los que están a favor del
mensaje, que es la liberación del hombre, esos se salvan. Los que están en
contra condenan.

La salvación eterna no es, pues, específicamente cristiana. Todo

hombre honrado que se porta bien con su prójimo, en cualquier fe, en
cualquier credo, en cualquier religión, y sin religión, se salva.

LA SALVACIÓN EN ESTE MUNDO

Es el cambio que efectúa el Espíritu de Dios dentro del hombre, a nivel
individual. Se llama “nacer de nuevo”: una ruptura total con lo de antes (la Ley
Antigua), tan grande, que se puede decir que este hombre empieza a vivir de
nuevo.
Esto lo da solamente el Espíritu.

Pero ¿es esto lo especifico cristiano?

Desde luego, si no se tiene esto, no se es cristiano («Si el hombre no
nace de nuevo, no puede entrar en mi grupo», Jn 3,5); si el bautismo no ha
producido este fruto (desarraigar del hombre su egoísmo fundamental, para
darle la nueva tendencia de amor al prójimo), ese bautismo no ha servido para
nada, es un rito vacío. El Evangelio no es de ritos, sino de realidades.

Pero no se puede decir aún que sea lo especifico cristiano. Este cambio
interior del hombre puede darse en otras religiones, en hombres que no sean

Por José Navarro Chaparro 3

Introducción

cristianos ni conozcan el cristianismo. Hay figuras increíbles, en las que, sin

duda, el Espíritu ha obrado. Pero esto ha sido a nivel individual.

Por tanto, no confundamos salvación eterna ni perfección

individual con ser discípulo de Jesús.

No nos queda, pues, más que el nivel social, LA COMUNIDAD (LA

COMUNIÓN). San Pablo lo denominará “cuerpo místico”; Jesús lo comparará
con la vid y los sarmientos...

FE CRISTIANA: fiarse de Cristo y creer en esa UTOPÍA.

UTOPÍA: proyecto de vida no practicado en ningún sitio, sin estrenar.

FE CRISTIANA es mi adhesión personal a Jesús, el Cristo, poniéndome

a su disposición para realizar la obra del Mesías, que es cambiar el rumbo de la
historia de la humanidad, para empezar una sociedad nueva (el “hombre
nuevo” y la “nueva comunidad”), que vive de los valores opuestos a los de la
sociedad existente (“su Reino no es de este mundo”). El no viene a reformar
esta sociedad, que es irreformable.

Esto es lo específicamente CRISTIANO.

La sociedad que los hombres han creado —el “orden establecido”— se

basa en tres principios o actitudes:
Tener: Dinero.
Mandar: Dominio.
Sobresalir: Posición.
Estas son las tres ambiciones básicas de la sociedad existente (lo
que el diablo ofrecía a Jesús en el desierto -Lc 4,3ss-). Por eso,
necesariamente, es una sociedad injusta en cualquier hipótesis, con cualquier
régimen, en cualquier sistema social que no desarraigue del mundo esas tres
ambiciones.
La sociedad existente es irreformable.
Jesús no es un reformador. El viene a proponer la alternativa de Dios a
esta sociedad, con otra, cuyos valores fundamentales son:
Compartir: No hay “mío” ni “tuyo”, sino “nuestro”.
Igualdad: No hay menor ni mayor.
Servicio: Nadie manda y todos sirven.

Y Jesús,
que es un hombre del pueblo,
para hacerse entender por el pueblo,
habla en PARÁBOLAS.

Parábola es una narración simbólica de la que se desprende una

enseñanza, que no todos pueden entender, sino el que está bien dispuesto
para ello (Mt 13,9-11): «El que pueda entender, que entienda» [la gente sencilla
está mejor dispuesta que los “sabios y entendidos” (Mt 11,25)].
TODAS la parábolas del Evangelio se refieren a algún detalle del
Rein[ad]o de Dios (estructura, opción fundamental, actitudes del discípulo...):

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 Parábolas del Evangelio

“EL REINO DE DIOS —LA COMUNIDAD CRISTIANA—

SE PARECERÁ A...”:
[La clasificación siguiente es, nada más, una sugerencia, pero el criterio de
interpretación de cualquier parábola debe confluir en la idea del seguimiento
de Cristo para la construcción de un mundo nuevo, no de la imitación de
Cristo ni la práctica de la virtud para la perfección individual, ideas muy de San
Pablo y muy arraigadas en la tradición católica, pero ajenas al Evangelio].

ESTRUCTURA Y FUNCIONAMIENTO

El Sembrador (Mt 13,18-23; Mc 4,1-20; Lc 8,4-15).

El crecimiento de la semilla (Mc 4,26-29).
El grano de mostaza (Mt 13,31-32; Mc 4,30-32; Lc 13,18-19).
La levadura (Mt 13,33-35; Mc; 4,33-34; Lc 13,20-21).
El tesoro escondido (Mt 13,44).
La perla preciosa (Mt 13,45-46).
La red de pescar (Mt 13,47-50).
El dueño que cuida de lo nuevo y de lo viejo (Mt 13,51-52).

DISPOSICIONES DEL DISCÍPULO

La oveja perdida (Mt 18,11-14; Lc 15,1-7).

La moneda perdida (Lc 15,8-10).
El hijo pródigo (Lc 15,11-32).
El fariseo y el publicano (Lc 18,4-14).
El Buen Pastor (Jn 10,1-21).
Los dos deudores (Mt 18,13-35).
El buen samaritano (Lc 10,25-37).
El mayordomo infiel (Lc 16,1-13).
El rico y Lázaro (Lc 16,14-31).
El rico insensato (Lc 12,13-21).
Los dos hijos (Mt 21,28-32).
El edificador de la torre (Lc 14,28-30).
El Rey que va a la guerra (Lc 14,31-33).
Sobre el amigo que pide los panes (Lc 11,5-8).
El juicio injusto (Lc 18,1-8).
Los labradores malvados (Mt 21,33-46, Mc 12,1-12).
La higuera estéril (Lc 13,6-9).
La fiesta de bodas (Mt 22,1-14, Lc 1,16-24)
Los sirvientes (Mt 24,45-51, Lc 12,42-48).
Sobre los labradores que recibieron el mismo sueldo (Mt 20,1-6).
Sobre los esclavos que esperan la venida del amo (Mt 24,42 44, Lc
13,35-40).
La vid y los sarmientos (Juan 15,1-8).

ESCATOLÓGICAS

Las diez vírgenes (Mt 25,1-13)

Los talentos (Mt 25,14-30 )

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Introducción

La cizaña. Mt 13,24-30  36-43.

El siervo vigilante (Mc13,34-37 )
La higuera (Mt 24,32,34; Mc 13,28-30; Lc 21,29-32)
El padre de familia (Mt 24,43-51)
Los “ateos” (Mt 25,31-46)

NOTA: “Escatología” procede del griego esjatos y logía = lo referente a

la vida después de la muerte, el cumplimiento definitivo del Reinado de Dios.
Por favor, no confundirla con otra palabra que también suena
“escatología”, pero que procede del griego eskatos y significa lo relativo a la
mierda (con perdón).
El mundo la utiliza en el segundo sentido, pero el Reinado de Dios no es
de este mundo.

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