Está en la página 1de 1

MAXWELL Y LOS «BICHOS RAROS»

Del capítulo XXIII, Maxwell y los “Bichos raros”, se puede pensar en lo acertado
que esta Carl Sagan con respecto a los prejuicios dados por décadas a quienes
son incomprendidos, escasos y efímeros, como lo son los científicos. Ellos que
dedican su vida y viven por la ciencia, pero han pasado a segundo plano por
implicaciones políticas.

El desarrollo de una sociedad se consolidad con estudio, con la creación de


ciencia virtuosa que pueda manejar grandes problemas y tenga las herramientas
para solucionarlo, es por eso por lo que en lugares donde la inversión ha sido
prioridad en campos de la educación e investigación, aflora el desarrollo de
novedosos artículos, estructuras y manejo de información que en este siglo es lo
más poderoso que se puede tener. Lo que trato de rescatar del texto es la manera
en la que se atribuye el desarrollo tecnológico a la base de toda creación, a la
investigación por parte de aquellos “Bichos raros”.

Colombia no tiene tal inversión como la que se hacen en países de occidente, la


guerra fría fue un evento que motivo a las potencias a invertir en investigación de
armas y demás, tal vez sea eso lo necesario para que Colombia también empiece
a inyectar flujos de dinero a este sector de la economía que recompensara ese
gasto en un futuro no más de un par de décadas.

Considerando lo avances que hemos obtenido en tan poco tiempo y la poca


brecha de innovación que se tiene por los recursos académicos cultivados, me
atrevo a decir que cada día es más difícil para lograr la invención de un articulo
que no asemeje a uno ya creado. Aunque junto con eso también se hace énfasis
en que quienes aportan dinero a la ciencia son aquellos parlamentarios que con
poco conocimientos y poca inversión piden resultados que ni ellos mismos serían
capaces de entender ni medir,

También podría gustarte