Las emisiones de algunos gases como el metano, óxidos de nitrógeno y otros generados de
manera antrópica han producido un cambio físico y químico en la alta atmosfera conocido como
el efecto invernadero. Este efecto ha generado alteraciones en el clima, una de las
consecuencias de ello es el denominado calentamiento global que trae consigo impactos. Los
modelos permiten proyectar estos impactos a futuro tanto para los ecosistemas naturales, la
economía, como para los sistemas socioecológicos (Castilla, 2015).
Con los modelos se simula la evolución de las condiciones climáticas observadas a lo largo de
los últimos años, en donde se tienen en cuentan diferentes variables como la concentración
atmosférica de gases de efecto invernadero (GEI’s) y de aerosoles, albedo, temperaturas y
demás. Los principales componentes que deben ser considerados en la construcción de un
modelo del sistema climático son: Radiación (entrada y absorción de la radiación solar y la
emisión de radiación infrarroja); dinámica (movimiento de energía desde las latitudes bajas a las
altas, y movimientos verticales; procesos de la superficie (cambio resultante en el albedo, el
poder emisivo y los intercambios de energía superficie-atmosfera); y resolución en el tiempo y
el espacio (el intervalo de tiempo del modelo). Los resultados obtenidos se comparan con los
registros climáticos disponibles para evaluar la calidad de los modelos. Una vez comprobado
que son capaces de reproducir aceptablemente el clima observado se pueden tomar medidas
de prevención y/o mitigación (Castro, 2014). Recientemente, el uso de modelos ha mejorado
mucho nuestro conocimiento del sistema climático. El uso de modelos puede ayudarnos a
evaluar más claramente el rol de cada elemento involucrado y la magnitud del cambio climático
asociado a un elemento en particular.(Urías, 2007)
1
Como respuesta ante esta situación ambiental se desarrollan acciones para reducir la magnitud
de tales cambios (mitigación) y para preparar a las comunidades ante las nuevas condiciones
climáticas (adaptación). Con el propósito de sustentar las diferentes medidas de esta respuesta,
diversos países desarrollan el estudio de la expresión regional del cambio climático y proyectan
a mediano y largo plazo las posibles condiciones climáticas del futuro con el fin de orientar la
planificación para una óptima adaptación. (IPCC, 2007)
Para finales del siglo XIX, se intentó explicar el patrón general de circulación atmosférica
aplicando las leyes de la física a un planeta que rota con diferencias térmicas entre polos y el
ecuador. Solamente se pudieron obtener simples argumentos. Todos los esfuerzos fallaron en
derivar una solución matemática real. Para mediados del siglo XX, Vilhelm Bjerknes
(meteorólogo noruego) desarrollo un conjunto de siete “ecuaciones primitivas” para describir el
comportamiento del calor, movimiento del aire y humedad. La solución de estas ecuaciones
podría, en principio, describir y predecir los movimientos atmosféricos a gran escala.(Ghil, 1989)
Entre 1965 y 1969, Edward Lorenz indicaba en su teoría del caos que era imposible realizar
predicción atmosférica más allá de diez días. La creciente comunidad de modeladores del clima
como Mikhail Budyko, William Sellers o Julián Adem (científico mexicano) fue fortalecida por
mejores sistemas de cómputo, sin embargo, esto requirió mucho trabajo de parametrización.
Dos años después surgen modelos atmosféricos más reales con la incorporación de la
circulación oceánica, los cuales mejoraron la predicción numérica a largo plazo. Los sistemas
de cómputo más poderosos y la incorporación de observaciones por satélite fueron la novedad
en esta época. A principios del siglo actual, surge la incorporación de la química atmosférica a
dichos modelos, con procesos en la criosfera, microfísica de nubes y el trabajo en equipo de las
principales potencias mundiales. Juntos a las supercomputadoras, han logrado entender y
predecir con mayor confianza al sistema climático.(Lorenz, 1963)
Se ha realizado algunos estudios de predicciones sobre los impactos negativos que traerá
consigo el calentamiento global en zonas como Brasil y La Amazonia. El modelo del Centro
Hadley, de la Oficina Meteorológica del Reino Unido, muestra una catástrofe completa, y la
selva amazónica se eliminó esencialmente en el año 2080 como resultado del calor y la sequía;
otros modelos muestran un secado más modesto pero todavía grave en la Amazonía, incluido
el modelo del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR) de los EE. UU. (Fearnside,
2009).
En lo que respecta a Colombia, el tema del cambio climático reviste especial importancia por las
siguientes razones: 1) Con sus emisiones de gases de efecto invernadero originadas en
diversos procesos antrópicos, aunque en menor proporción (según IDEAM, el consolidado
nacional de emisiones constituye el 0,37% del total mundial), el país contribuye en la
generación del problema global; 2) Experimenta los efectos de la expresión regional del
fenómeno global, lo que impactará el medio biofísico, los ecosistemas y el sistema
socioeconómico de sus regiones; 3) Se afecta por las medidas que se tomen en la Convención
Marco de la Naciones Unidas sobre de Cambio Climático.
3. Ejemplo de aplicación.
Ejemplo de modelo de simulación para el proceso de calentamiento global. Aplicación en la
ciudad de Cartagena de Indias, Colombia (Año 2012)
Simulación realizada en tres escenarios diferentes, empleando 3 variables: brillo solar, albedo,
concentración de gases de gases de efecto invernadero CO2. En la Tabla 1 encontramos las
variables de los tres escenarios diferentes:
2
Escenario Cartagena actual: Representar a la ciudad de Cartagena con las
condiciones actuales.
Resultados: Según la representación de los tres escenarios se puede analizar en cada una de
las siguientes figuras.
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Figura No. 2 Escenario Cartagena Verde Se puede observar que la
temperatura sigue en aumento
pero de forma gradual lo que
quiere decir que con una serie de
actividades que mitiguen este
impacto, es posible lograr
aumentar un poco el albedo y así
hacer evidente, que el calor ha
dejado en gran parte, de ser
absorbido para empezar a ser
reflejado por las diferentes tipos
de superficies presentes.
Fuente: Los Autores (2019)
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Bibliografía
Arroyo, R., & Castillo Caro, C. (2010). Modelación de albedo utilizando satélites y modelos. Diferencias y
Semejanzas. . Universidad de Chile. Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas. , 20.
Castilla, J. C. (2015). Tragedy of the common pool resources and environmental ethics individually liable
to global warming. Acta bioethica , 6.
Fearnside, P. M. (2009). Global warming in Amazonia: Impacts and Mitigation. Acta Amazonica , 10.
Ghil, M. (1989). "Deceptively-Simple Models of Climate Change" and Climate and Geo-Sciences. A
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240.
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