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PPrence Générale des poids et me- (875-1975, Sevres, sips, PM. vention du Metre, Sivres, ates. 76. México, Gustavo Casasoa. De Mexico Medidas dela Secretaria de Indus- lalde Ingenieria y Arquitectura. lo de Cultura Econémica, fco, ceNam., {uobre les proctipos de metro y tladoxpor el Departamento de ‘co, Oficina Tipogrifica de la Sniversicé de Paris Del metro universal al mexicano: controversias en el México del siglo xix sobre el sistema métrico decimal y la estandarizaci6n Laura Chdézaro En nuestros dias medir metros y pesar kilos son pricticas que nos parecen demasiado cobvias, “naturales” y hasta irrenunciables. El métrico decimal es un sistema estindar, preciso y casi universal que permite medir miltiples actos de nuestra vida econémica y politica. En la memoria colectiva quedan rastros del argumento de que ese sistema deriva de la verdadera medida de la tierra es decir, que el metro es igual ala diezmi llonésima parte del cuadrante del meridiano terrestre. En el siglo xtx en México, y ‘en muchos otzos paises de América Latina, ese argumento y otros relacionados con la posibilidad de uniformar los intercambios piblicos, se usaron para imponerlo como el sistema legal de medicién. Y pese a que tal proceso de imposicién duré més de un siglo, atin existen regiones donde el sistema métrico no se usa, El metro, kilo y el lito (derivados del metro) sustituyeron a otras medidas, la ‘mayoria antropométricas y organizadas en un sistema duodecimal, como las varas, las cuartas (mano), las libra, los cuartillos (cubo), los almudes. Dice Witold Kula (1984: 26) que, en todas ls sociedades desarrolladas, es el poder el que dispone de las medidas. Es decir, es la fuerza legal de quien gobierna la que unifica las medidas ‘en un tertitorio; se trate de un poder absoluto 0 del Estado nacional, establece y mo- nopoliza los “prototipos” (étalons) de medida y penaliza a todo aquel que no lo use. Diversos estudios han mostrado también que, entre el siglo xvitty el x1X, en Jos lugares donde se dicté su obligatoriedad se suscitaron movimientos de oposicién y resistencia (Alder, 1995: 39-71). Generalmente se atribuye al Estado y a sus le- yes la sustitucién de las antiguas medidas y la adopcién del metro como estindary los obsticulos en esa empresa “modemizadora” se identifican con la obstinada igno- rancia popular y cl apego a sus medidas tradicionales. Se volvié sentido comin y material de ensefianza, que tal sistema era producto de la ciencia, un canon narwral _y universal: si de region en regi6n las varas y otras medidas variaban, no asi la medida dela tierra, base del valor del metro. Una de ls interrogantes que animan este eserito es justamente scémo se eres ‘en México esa cultura de estandarizacién métrica? Hay evidencias de que sélo la fuerza legal y fisica contra la tradicin no explican del todo por qué, a pesar de las resistencias, a principios del siglo xx se habia desarrollado una cultura de medicién adaptada al metro, a pesar de las pervivencias del viejo sistema de la vara. He optado B7 e 138 Laura Chézaro 3380 tara Ca por investigar las pricticas de medicién locales y situadas, y econsiderar la idea de la universalidad del sistema métsico decimal y de la compulsién moderna por me- dir de manera uniforme y precisa. Las pricticas y los conocimientos generados por medio del sistema métrico decimal, responden a razones histéricas singulares. La “aniversalidad” del proceso esti anclada en experiencias singulates que dan lugar a 1s sobre lo medido, como son los cuerpos, los terrivotis y las pobla- ciones: po iversos de la estandarizacién numérica, base para admi- nistrar y regular la vida piiblica o para investigar la naturaleza. Si reconocemos que iedir es un proceso que incluye acciones y afirmaciones evaluativas y locales, lejos de ser accesotias, estas valoraciones son partes esenciales del proceso de medicién, Son actos epistémicos (cruciales para el conocimiento objetivo) y para su circulacién ‘como unidad legitima (Derksen, 2000: 803-804). Para introducitme a los saberes y pricticas de medicién, me centré en las discu- siones sostenidas sobre el sistema métrico decimal entre ingenieros, gedgrafos y as- trénomos de la Sociedad Mexicana de Geografia y Estadistica (swy®); funcionarios y cientficos del Ministerio de Fomento y las reacciones populares desatadas ante clos. Encontré que estos grupos representan intereses y expetiencias distintas con respecto a las pricticas de estandarizacién que gener6 el medir segin los criterios del nuevo sistema métrico.' Entre los politicos, legislar en torno al sistema métrico decimal implicaba reforzar una cierta idea de nacién y de politica; entre los cientifi- cos generé posiciones dividas los que se resistian a copiar el “metro francés", como «le llamé en esa época, pues supontan que deberia adaprarse a un sistema “m« ano”. Para ellos, estandarizar significaba homogeneizar en un sentido nacionalisas asi, medir con el metro se convirtié en un medio para crear imagenes estandarizadas de identificacién nacional que, segiin sus impulsores, no habia Mis allé de los argumentos legales y cientificos los cotidianos enfrentamientos piblicos entre consumidores y comerciantes revelan otros sentidos del concepro de homogeneidad nacional y de las pricticas de estandarizacién. A la gente comin no le interesaba decidir si el sistema métrico debia ser duodecimal o decimal y si ello cera matemticamente consistente. El “pueblo” se enfrent6 a una burocracia con poca capacidad y recursos para imponer en la vida cotidiana el sistema métrico. Todo pa- rece indicar que el “estilo nacional” en la creacién de una culeura métrico decimal se ‘caracteri26 por una cierta resistencia politica del Estado y de los propios cientificos 4 uniformizar en una sola medida las diferencias de todos. Una endémica carencia de instrumentos de medicisn legalizados (balanzas y pesas) y la escasez de “metros” Diverse lecturas me han inspirado estas reflexiones sobre el sistema mético, entre ot Wise (1995), Poreer (1995), Kula (1984) y Chatterjee (1993). Del metro un confiables y estand: Para converttlo en tica de uniformidad cenfrentaban a reglas ‘cultura métrico dec rizacién (Weber, 19 CON LA LEY NO Br LOS SUCESIVOS IN} Uno de los problem cimal es a inconstar de su obligatoriedar darlo a conocer ¢ ie las propias aucorida autoridades y ciuda pesar de las resisten dn legitimo y ade No cabe aqui tos que se expidiero (Vera, 2007: 87-10 ‘Cémara de Diputac tuna propuesta pare 1849: 1). Hacia po na, eircunstancia q) los principios del estas tesispoliticas] nal”; al menos los (en ese momento F dudas sobre la naty tablemente, la pro} bajo esta divisién decimal era critical Lapropuestad enla Ley de Pesosy sistema decimal (E peto excluye todo| y reconsiderar la idea de alsién moderna por me- simientos generados por histéricas singulares. La agulares que dan lugar a bs territorios y las pobla- imérica, base para admi- 2a, Si reconocemos que ‘aluativas y locales, lejos €l proceso de medicién, vo) y para su circulacién «me centré en la discu- genieros, gedgrafos y as- 52 (sMaye); funcionarios ‘opulares desatadas ante ‘periencias distintas con tedir segin los criterios tomo al sistema métrico olitica; entre los cientifi- metro francés”, como arse a un sistema “mexi- un sentido nacionalista; imagenes estandarizadas bia. idianos enfrentamientos eentidos del concepto de ‘n. Ala gente comiin no ‘imal o decimal y si ello tuna burocracia con poca itema métrico. Todo pa- Tura métrico decimal se feos propios cientificos Una endémica carencia ylaescasez de “metros” tema métrico, entre otros, Del metro universal al mexicano: controversias en el México del siglo xx 139 confiables y estandarizados, profundiz6 el rechazo de la gente al nuevo sistema. Para convertirlo en un sistema de medidas creibles y efectivas, hacia falta una pol tica de uniformidad; al menos los ciudadanos ~ilustrados 0 no constantemente se cenfrentaban a reglas locales y heterogéneas en las que era muy dificil integrarse a esa ‘cultura métrico decimal, que exigia identificarse con cierta uniformidad y estanda- rizacién (Weber, 1982: 1060; Bendix, 2000:363-382; Porter, 1995:193-4).. CON LA LEY NO BASTA: LOS SUCESIVOS INTENTOS POR CONVERTIR AL METRO EN UN ESTANDAR Uno de los problemas més claros en el proceso de adopcién del sistema métrico de- cimal esa inconstancia y debilidad de las auroridades para hacer efectivo el mandato dd su obligatoriedad. Por mis de medio siglo ¢! Ministerio de Fomento bregé pata darlo a conocer ¢ imponerlo, pero multiples dificultades impedian ala poblacién ya las propias auroridades locales adoptarlo. Todavia en el siglo xx, siendo obligarorio, autoridades y ciudadanos siguieron usando medidas antiguas 0 locales. Con todo, a pposar de ls resistencias, la mayoria acabé por aceptarlo como un sistema de medi ién legitimo y adecuado, propio de los “mexicanos”. ‘No cabe aqui hacer un recorrido por todas y cada una de las leyes y reglamen- tos que se expidieron a lo largo del siglo x1x con respecto al sistema métrico decimal (Vera, 2007: 87-104), pero vale la pena recordar que el 26 de enero de 1849, en la ‘Cimara de Diputados, una primera Comisién Especial de Pesos y Medidas presents tuna propuesta para introducir el sistema métrico decimal (Cémara de Diputados, 1849: 1). Hacta poco menos de un afio de la guerra de intervencién norteamerica- na, circunstancia que propicié un profundo cuestionamiento de los conservadores a Jos principios del federalismo, la Constitucin y la soberania del pueblo. Para ellos, ‘estas tesis politicasliberales habian motivado, hasta entonces, la “disgregacién nacio- nal”; al menos los habia enfrentado a una controversia politica entre conservadores (en exe momento partidos de la monarquia) y liberales, sembrando en los primeros ddudas sobre la naturaleza misma de las leyes y la legitimidad de los gobiernos. Inevi- tablemente, la propuesta de adopcidn del sistema métrico decimal fue interpretada bajo esta divisién politica: para la mayorla de los conservadores el sistema métrico ‘ble por ser un producto francés y, por lo tanto, “revolucionario” nas modificaciones, decimal era La propuesta de la Comisién de 1849 fue retomada, con al cena Ley de Pesosy Medidas del 15 de marzo de 1857 que legaliz6, por primera ver, ral sistema decimal (Decreto, 1857). La ley recoge las ideas de la Comisin de 1849, pero excluye todo lo relativo a la acufacién de monedas y adopta el sistema métrico 140 Laura Chézaro decimal tal y como fncionaba en ese momento en Francia. Su implementacién prictica se dividié en dos momentos: primero, hizo obligatorio el uso del metro y sélo para las operaciones y comisiones de los funcionarios (ingenieros y cientficos) dependientes del Ministerio de Fomento. En una segunda etapa, que inicié el 1 de enero de 1862, se adopraria el sistema métrico en su totalidad. Esperaban que cinco ais fueran un “tiempo suficiente para que los profesores de la instruccién primaria, desarrollen en la juventud todos los conocimientos necesarios en la aplicacién del sistema métrico decimal’, el uso de las unidades de longitud, peso, capacidad y la moneda (E! Monitor Republicano, 24 de octubre de 1857: 4). La Ley de Pesos y Medidas de 1857 incluyé la creacién de una Comisién Cien- tifica cuyas labores estaban destinadas a ensefiar el nuevo sistema, propiciar conoci rmientos para controlar sus usos y resguardar los prototipos o cinones de medicién. Su principal misién fue calcular las equivalencias 0 relaciones entre as medidas y pe- sos usados en ese momento en la Repiiblica mexicana (vara, libras, onzas, cuartillos, arrobas, etcétera) y las del sistema métrico decimal (metro, kilos y litros); con ello formaron tablas de reduccién de las antiguas y nuevas medidas, especialmente des- tinadas al conocimicnto del “pueblo”. Asimismo, debian generar informacién para reformat las leyes de amonedacién para que, aios después, ls monedas entraran tam- bién al régimen decimal. En septiembre de 1857 se publicé El sistema métrico oficial Tablas que establecen la relaciin que existe entre las antiguas medidas mexicanas y las del nuevo sistema legal, cuyas tablas cubren medidas lineales (agrarias, superficiales), cuadradas y eabicas, de capacidad, ponderales y monedas (Ministerio de Fomento, 1857). Como si estuviera previsto, se destin6 para las céleulos y operaciones nece- saris alas comisiones de los directores de caminos y los ingenieros empleados en el Ministerio de Fomento (El Monitor Republicano, viernes 29 de febrero de 18: martes I de septiembre de 1857: 4, 5 de septiembre de 1857:2). La Comisién se convirté en la Direccién General de Pesos y Medidas de la Re~ pailica, entidad con calidad de Direccién Cientifica. Por medio de esta Diteccién, el Ministerio de Fomento traté de controlar la produccién de los manuales y tablas de equivalencias que se publicaban, con el fin de ensefar a la gente a usar el nuevo sistema métrico decimal. El primer manual publicado por el Estado para difundir el nuevo sistema de medidas fue EU sistema métrico oficial. Tablas que establecen la rela- cién que existe entre las antiquas medidas mexicanas y las del nuevo sistema legal (Mi nisterio de Fomento, 1857). Pronto, desde la década de los afios sesenta, prolifera~ ron estos manuales, libros y articulos periodisticos, esritos por los encargados del ® Los decrecos de 1857 y 1862 también estin en ef Archivo General de la Nacidn, Fomento-Pesery Medidar (en adelante: sow, Peas y Medidas), caja 1, exp. 1, 6.13. De Ministerio y por par y los atificios mate dda uno reclamaba se métodos aritméticos 18 de agosto de 189 llos no era profundiz resolver el cotidiano fiado en las transacei 6305 textos no tenia sos y Medidas buscé ciencificas, sencillasy Exposiciin del sistema cargado de la oficina errores porque hizo’ ademés de “mencion por el Ministerio”. C lo hacia incorrecto 0 ingeniero Francisco de oficial por adecua ‘gencia de ilustrar al Las difcultadesg «0, nacen princip para formarse un como de las oper: didas en otras, yj sistema, de un ge bre hace referr s Segiin la Ley de! tifica de Fomento, velar por el correcto Fomento organizé la mé en la Oficina de! los instrumentos de mercio, incluso en la 5 Aan, Pes y Medi ‘ia. Su implementacién ‘orio el uso del metro y ingenieros y cientificos) apa, que inici6 el 1 de id. Esperaban que cinco {a instrucci primacia, fos en la aplicacién del sd, peso, capacidad y la ‘tema, propiciar conoci- © cdnones de medicién. sentrelas medidas y pe- libras, onzas, cuartillos, kilos y litros); con ello idas, especialmente des- snerar informacién para ‘monedas entraran tam- Elsistema métrco oficial. ‘medidas mexicanas y las (agratias, superficiales), Ministerio de Fomento, los y operaciones nece- enicros empleados en el 9 de febrero de 1856: 72). sos y Medidas de la Re- redio de esta Direccién, de los manuales y tablas fa gente a usar el nuevo | Estado para difundir el las que establecen la rela- nuevo sistema legal ( afios sesenta, proifera- + por los encargados del © General de la Nacién, ‘aja I, exp. 1, ff 1-3. Del metro universal al mexicano: controversias en el México del siglo xx 141 Ministerio y por particulares, para dar a conocer al “vulgo” as tablas de conversi6n y los artifcios marematicos para pasar de las antiguas medidas al nuevo sistema. Ca da uno reclamaba ser el mis util, correcto y ficil de entender, sencillos consejos y mérodos aritmétios de conversién (Diaz Covarrubias, 1862; El Siglo Diez y Nueve, 18 de agosto de 1896: 2; Beguerisse, 1857). El propdsito de todos estos euaderni- llos no era profundizar en conocimientos matemiticos sino uniformarcriterios para resolver el cotidiano asunto de medir y, en algunas ocasiones, para evitar ser enga- ado en las eransacciones comerciales. Sin embargo, hay que norar que muchos de es0s textos no tenian la “aprobacién” oficial. A lo largo del siglo, la Direccién de Pe~ 0s y Medias buscé controlar el contenido de esas tablas de conversion: debian ser tificas, sencillas y apegadas a lo que indicaba la ley. Por ejemplo, al cuadernillo ‘Exposiciin del sstemna mésrico decimal y tablas de equivulencia (Péret, 1896), del en- ‘argado de la oficina de Fiel Contrast, el ingeniero Ezequiel Pérez, se le encontré ‘errores porque hizo adiciones de “las medidas hidriulicas y los niimeros romanos’, ademas de "mencionar los de capacidad ingleses’, temas que no estaban “aprobadas inisterio”. Cualquier adenda no mencionada en las leyes de pesos y medidas, lo hacia incortecto 0 no fie Otro de los manuales que produjo Fomento fue el del ingeniero Francisco Diaz Covarrubias (1833-1889), publicado en 1862, con el sello de oficial por adecuarse ala Ley de Pesos y Medidas, ademds de cumplir con la ext gencia de ilustrar al pueblo, conservando un carictercientfio Las dficultades que son consiguientes la introduccién de un nuevo sisterma mi «co, nacen prineipalmente del crabajo que encuentra la masa general de la pablacién para formarse una idea clara de la nueva unidad, de sus miitiples subdivisiones, asl ‘como de las operaciones aritméticas que son indispensables para convert unas me- ddidas en otas, y para calcular los precios que corresponden a las unidades del nuevo, Sistema, de un gran alimero de articulos de uso continuo, y que una larga costum- bre hace refer siempre al antiguo. (Diaz Covarrubias, 1862: 3) Segiin la Ley de 1857, los profesores de las esculas primariasy la Ditecc tifica de Fomento, estaban obligados a enseiiat al pucblo a usar el sistema métrico y velar porel correcto uso de esas medidas. Bajo ese mandato, el Comité Cientiico de Fomento organizé la Oficina de los Felazgos y Almotacenes, que en 1862 se transfor men la Oficina de Fiel y Contraste. Se ocupé de proveer, veificar y controlar todos Ios instrumentos de medicidn (lineales, de peso y volumen) que sirvieran en el co- ercio, incluso en las farmacias. La labor de vigilancia de los instrumentos de peso y nan, Psat y Medidas, c. 4, exp. 2, ff 114, 142 Laura Chézaro ‘medicién: pesas, romanas, files, platillos y metros, fue central para la Divisién Cien- tifica. Si verificar y calibrarinstrumentos de medicién reclama muchas habilidades yy conacimientos los oficiales del Ministerio padecieron de la carencia de prototipos adecuados al sistema métrico. A lo largo del siglo xn se vivid una verdadera penuria por ese tipo de instrumentos, ya que précticamente no habfan constructores espe- cializados en ellos, y habia que adquiritlos en el extranjero (EI Monitor Republicano, sibado 18 de octubre de 1862: 4). Con la Ley 1895, que reftendé la legalidad del sistema métrico decimal, se es- tablecié que la Oficina de Fel y Contrast deja de circunscribirse ala ciudad de México yy adquiere carécter nacional y, dada la adhesién en 1890 del gobierno de México 4 la Convencién Internacional del Metro (1875), se decide que el prototipo oficial en México “seré igual d la longitud del Metro reconocido y adoptado como patrén y prototipo del Sistema Métrico Internacional” (Ministerio de Fomento, 1895: 1). Por medio del ministro de Negocios Extranjeros, el gobierno de México solicits a la Convencién Internacional dos modelos de metro (uno a bouts y otto a tntits)* ade- ids un prototipo de kilogramo, construido con una alianza de platino-iridio.> Fue hhasta entonces que la Comisién cientifica y la oficina dle Fiel Contraste del Minis- terio de Fomento poseyeron cinones calibrados por la Convencién Internacional, a partir de los cuales verficaron la precisién de los instrumentos para pesar y medir, ademds de tener tun patrén para construitlos en México. LOS POLITICOS: EL SISTEMA METRICO DECIMAL Y LA UNIFICACION NACIONAL Segiin Héctor Vera (2007: 97-98), los debates habidos contra las propuestas de los politicos en favor del sistema métrico decimal se suscitaron porque no existan razones evidentes para preferir el metro sobre la vara (el patrén oficial previo al metro) y no © Metro nats, signifiaba un metro que contiene la divisién marcada y el metro @ ows, ‘sua pieza que inicalalongitud de la unidad lineal Secretaria de Relaciones Exteriores, baja de Francia en £ 1 Ly 22, En septiembre de 1890, cuando se solicitaron ala Convencién los prototipos de metro y de kilogramo se valuaron aproximadamente como sigue: 6 000 francos para dd metro y 3 105 para el modelo de kilogramo, mas lo que importaran los estuches. > sng, artpce, best, Gustavo Baz, “Convencién Internacional del Metro, Pesas y Medidas”, leg. XXV, exp. 14, 2-28. Baz fue uno de ls protagonists dela adhesin de México a li Convencién, entonces era el encargado de Negocios de México en Paris. Del metro uni habia una metrficact duda, estas razones ts ‘nueva forma de med verdad 0 universalida que el Estado pudoe ‘oslo anterior, nto: Las controversia calizan entre 1849 y asociado al metro y+ paron en esas temps, La decision politica necesidad de “unifor en los Ambitos pili: sentidos le dicron lo: cestindar y uniformia trolégica (Porter, 19 Sin duda, alo lat métrico decimal fuer de la Comisién de ls bilidad de converties cequivalente al del me discusiones avanzaro} de ser cuestién de la 1998: 9 y ss). Segiin medidas invariables¢ tercambios cen cualquier interear econémicas y de met Para los enemigt «estas medidas prowoe los telativos a la uni¢ politica del antiguo la uniformidad deb al proyecto de introe uniforme era laa cho después de la co? Destruyése la tal para la Divisién Cien- ama muchas habilidades Ib carencia de prototipos i6 una verdadera penuria bian constructores espe- (ElMonitor Republicano, 1 métrico decimal, se es- itsea la ciudad de México del gobierno de México que el prototipo oficial radoptado como pattén > de Fomento, 1895: 1). ode México solicits ala tuts otto a taits* ade- a de platino-irido.* Fue jel Contraste cel Mi vencidn Internacional, a nos para pesar y medit, IFICACION NACIONAL «tra las propuestas de los Darque no existian razones fal previo al metro) y no ftarcada y el metro 4 bouts, lade Relaciones Exterores, |, Embajada de Francia en Hida, leg: XXV-bis, exp. 14, in los prototipos ‘sigue: 6 000 francos para portaran los estuches Metro, Peas y Medidas, lela adhesin de México a Del metro universal al mexicano: controversias en el México del siglo wx 143 habia una metrificacién internacional que justficara cambio tan dréstico y dific dda, estas razones tienen cierto peso, pero muchas intertogantes siguen latentes. Una nueva forma de medi no se explica por su supuesta “naturalidad’, tampoco por la verdad o universalidad de la misma; menos podemos aludira la fuerza (fisica 0 moral) que el Estado pudo emplear para imponerla como estindar de medicidn. Si acepta- ‘mos lo anterior, entonces habsria que pensar en los actores y sus rizones y desacuerdos, Las controversias que enfrentaron alos politicos, cuyos momentos dlgidos sc lo- calizan entre 1849 y 1857, no tocaron el caricter supuestamente cientifico 0 preciso asociado al metto y al sistema decimal. Mis bien, como los cientificos que part paron en esas tempranas discusiones, los legisladores aludicron a razones politicas. La decisién politica de implantar el sistema métrico decimal en México apel6 a la necesidad de “uniformidad” y “estandarizacién” de las pricticas de medicién, tanto cn los ambitos publicos como en los privados. Por eso, habria que respondernos qué sentidos le dieron los opositores y defensores del sistema métrico a esas nociones de ‘estdndar y uniformidad contra la costurnbre, los habitos locales y la disparidad me- twologica (Porter, 1995: 224). Sin duda, alo largo del siglo x1x, los argumentos en favor y en contra del sistema, métrico decimal fueron cambiando, Pasaron de iniciativas de ley, como la propuesta de la Comisién de la Cémara de Diputados de 1849, a interrogantes sobre la posi- bilidad de convertir el sistema de medicin de los mexicanos a otro estandarizado y cquivalente al del mundo Europeo del que provenia. Paralelamente, a medida que las discusiones avanzaron, la supuesta uniformidad que aseguraba el sistema métrico de) de ser cuestién de la ciencia para convertirse en asunto de la politica nacional (Pati, 1998: 9 y ss. Segiin los defensores del sistema métrico decimal, por estar basado en. medidas invariables de la naturaleza, adoprarlo acarreaba la posibilidad de generar in- tercambios uniformes ¢ imparciales, ya fuera en el comercio, la ciencia y en general ‘en cualquier intercambio, Con dicho sistema los asuntos de politica, las cuestiones ‘cconémicas y de mercado se volverian transparentes 0 menos subjetivos e iregulares. Para los enemigos del sistema métrico decimal, el problema era justamente que ‘estas medidas provocarian desequilibrios en acuerdos politicos previos, especialmente los relativos a la unidad nacional. La independencia habfa roto con la uniformidad politica del antiguo régimen, del mismo modo el metro irrumpia desordenando Ja uniformidad de los intercambios econdmicos. En 1849, uno de los opositores al proyecto de introduccién del metro decia: ‘niforme era la administracion de justicia, igual la de hacienda [...] Qué se ha he- cho después de la Independencia por el efecto del sistema politico adoptado en Méxi- cot Destruyése la unnidad nacional: la unidad en ls leyes y administracién de justicias 144 Laura Chézaro i on ch A PS ES ddestruyése la unidad en el sistema de hacienda [...] En medio de esta gigantesca obra de destruccidn, quedaban sin cocar la moneda, los pesos y las medidas el congreso actual parece que ha quetido reservarse la triste gloria de introducir también el desorden cen esto, que hasta ahora habia caminado sin contrast. (EI Universal, 22 de marzo de 1849: 1)° Para el autor de ese articulo, el metro era un modo de medir adecuado al sistema politico francés, no asi para el orden politico mexicano. No consideraba el metro, como hoy lo suponemos, una entidad aplicable de forma universal, ni una medi dda constante. Con ese sentido lanzé la pregunta: “todas esas medidas (metro, kilo) tienen una exactitud infalible?” Segin él, si diferentes geémettas con instrumentos distintos volvieran a medir el arco meridiano, no era inverosimil suponer que en- contrarian un metto distinto al entonces establecido, Por eso cuestionaba: zpor qué preferir como “la unidad métrica, el meridiano que pasa por Paris a todos los demés ‘meridians que por la varia configuracién de las diversas partes del globo podrin ser diferentes de aquel?” (El Universal, 22 de marzo de 1849: 2). La linea que separaba a la politica (el deseo de una burocracia por uniformar la vida piblica) y a la ciencia (inserta en esa burocracia) se volvia cada vez més frigil ‘6 borrosa (Cimara de Diputados, 1849; Decreto, 1857), Esos argumentos no pre- tendian desacreditar la ciencia del exterior sino la politica federalista del interior, porque no aseguraban la unidad nacional. La oposiciin a la estandarizacién del metro respondia ala idea de que un cambio en las formas establecidas de medicién implicaba una mayor disgregacién, desobediencia y diferencias entre los habitantes del pais. Lejos d car la posibilidad de crear una nacién, el metro y su sistema acrecentaban las diferencias entre indios, mestizos ycriollos, no s6lo separados por la raza, sino también por las costumbres. Justo ahi disentfan los legisladores que votaron cen favor del metro. La estandarizacién metrolégica, en el espititu de la Ley de 1857, segtin lo captd un periodista, era “establecer la uniformidad de los pesos y medidas en todo el mundo y la de poder realizar, por medio de las transacciones comerciales, el empleo de un solo idioma” (ET Monitor Republicano, 24 de octubre de 1857: 4). © Hay que notar que en esa época El Universal era la vor del grupo conservador, en el que figaraba Lucas Alaman; fueron eriticos del gobierno de José Joaquin Herrera y polemi- zaron con los liberales de aquella primera Repiblica ests itimos a través de las paginas cde El Monitor Republicano. El aticulo de El Universal arriba citado hizo mella, pues t0- davia en 1854 un editorialsta de EI Sigh Dice y Nueve lo recuerda y pretende refurar uno ‘uno sus argumentos (EI siglo Dies y Nueve, 2 de noviembre de 1854: 3). Del metro univers La Ley de 1857, los de 1895 (que reinstalé « apoyaron en el argumet medidas, pero también de abandonar sus antiga dad de uniformizar con el “pueblo” adoprara ot vencido un polemista y+ pues si bien a algunas ttico] en prictica ye [...] Est sistema bas inapreciables venta} los céleulos.[...) Es aprende lo que no s rma, se puede decie d El metro se convieti dia oponerse era el puch) dad, habia que ilustrarlo oftecia el sistema métric No podemos reduc sistema métrico decimal y los departamentos de tar enfrentamientos con 1963: 119, Mayer, 1966 Ia reforma del sistema nificaba desconocer Ia i constitucionales de sus puso en juego fue la noe estandarizar los inter tioné sila estandarizacié privados era una condie Este debate politice ‘miembros de ls socieds enel cambio de régimen discusién en el mismon pues pronto se dieron & cedio de esta gigantesca obra ¥ylas medidas, y el congreso sroducir también el desorden Wniveral, 22 de marzo de medir adecuado al sistema No consideraba el metro, universal, ni una medi- ssas medidas (metto, kilo) Smetras con instrumentos © gpor qué rods los demas artes del globo podran ser 2). troctacia por uniformar la volvia cada ver. mas frigil Esos argumentos no pre- ta federalista del interior, 1a la estandarizacién del establecidas de medicién incias entre los habitantes 46n, el metro y su sistema 9s, no s6lo separados porla Slegisladores que votaron sspiritu de la Ley de 1857, ad de los pesos y medidas transacciones comerciales, de octubre de 1857: 4) srupo conservador, en el que E Joaquin Herrera y polemi- limos a través de las pginas ‘citado hizo mella, pues to- senda y pretende refutar uno de 1854: 3), Del metro universal al mexicano: controversias en el México del siglo wx 145, La Ley de 1857, los decretos de 1862 (que posponian la Ley de 1857) y la Ley de 1895 (que reinstalé el sistema métrico) relativos al sistema métrico decimal, se apoyaron en el argumento de que tal sistema traeria a posibilidad de unificar las medidas, pero también de crear un sistema que vencieta las resistencias populares de abandonar sus antiguos sistemas de medicin. De algin modo, crear la posibi dad de uniformizar con cl sistema méttico implicaba generar condiciones para que el “pueblo” adoptara otras leyes que tegulaban la vida del Estado, De eso estuvo con- vencido un polemista y defensor del sistema métrico, quien opinaba: pues si bien a algunas (personas) les parece muy dificil que se ponga [el sistema mé- ‘tico] en prictica y encuentran dificultosa su nomenclacura para la clase del pueblo [...] Est sisema basado todo l en un tipo tomado de la naturaleza (...] nos da las inapreciables ventajas de la uniformidad de medidas y pesos, y la facilidad de los cileulos. ..,] Es necesario tener una mejor idea del pueblo: el pucblo solo no pues lo mismo que se dice de este nuevo siste- aprende lo que no se le ensed ‘ma, se puede decir del antiguo. (Gallardo, 1861: 1) El metro se convirtié en parte de la agenda educativa nacional: el Gnico que po- dia oponerse era el pueblo ignorance y para acabar con la heterogeneidad y desigual- dad, habia que ilustrarlo y hacerlo participe de una vida estandarizada, como la que oftecia el sistema métrico decimal. ‘No podemos reducit la experiencia inglesa en el siglo x1x con respecto al caso del sistema métrico decimal, pero se dice que una de las razones por las que el gobierno y los departamentos de la época se opusieron a adoptar el sistema métrico, era evi- tar enfrentamientos con los ciudadanos, la clase trabajadora que los eligié (Semel, 1963: 119, Mayer, 1966: 117-119). En cambio, para el grupo opositor mexicano a la reforma del sistema de medidas, la mayoria conservadores, imponet el metro sig- nificaba desconocer la inexistencia del ciudadano, ése que postulaban los decretos constitucionales de sus enemigos liberales. En ese debate sobre el metro lo que se puso en juego fue la nocién misma de Estado, en el sentido desi era legal uniformar 6 estandarizar los intercambios entre ciudadanos: puesto en otros términos, se cues- tioné sila estandarizacién de las medidas que median en los intercambios piblicos y privados era una condicién para construir un pais moderno. Este debate politico tuvo su correlato en las controversias que sustentaron los miembros de las sociedades cientificas de la época. Para los ingenieros involucrados en el cambio de régimen de medicién, el sistema métrico decimal se volvié materia de discusién en el mismo momento en que éste intervenia en la vida piiblica y privada, pues pronto se dieron cuenta de que el metro, mas alld de representar una medida jsa, era también producto de acuerdos politicos ¥ juridios. Una ver que esa medida, la dizmillonésima parte del cuadrante terse the, se volvia unidad para uniformizar la vida pablica, se volvié también materia de ifica, en este caso, cémo convertir una medida “francesa” en w icana” se transformé en el correlato cientifico de las discusiones po- Iiticas en torno al metro. de la “naturaleza’, abstracta y pr LOS CIENTIFICOS: EL METRO © LA VARA MEXICANA Partidaris y adversaios del sistema métrico y sus subdivisiones decimales coineidtan en que una de sus ventajas era que s©tataba de un valor independiente del caprcho yhumano, Silos patrones del metro se destrufan ose deformaban, su exacta medida po~ dis eneontrarse midiendo otra vez al arco del meridiano. Por ello el sistema podia ser isto como un conjunto de valores wniversals, vlido para cualquier punto de la tierra, independiente dels preferencias 0 convenciones personales. Axiloreconocta Benigno Bustamante, miembro de la sMcyE y reconocido gedgrafo por sus conocimientos en sgeodesiay atronomia. Con prolijo deal, expli a sus leerres que el metro y “ls edidas de peso quedaron determinadas sobre bases romadas igualmente de la natu falea, y que nada ofrecen de arbitraro", estas élkimas resultado “de [..] numerosss txperincias (de M. Lefebre Guineaul” (Bustamante, 1852; 48). Con esto se tenia un Sinema, estindat y uniforme, en el que las medidas de longitud, de peso (kilo), de volumen (ltt) y sus fracciones se calcularon a partir del metro, equivalentes entre sh wh téeminos decimales, medidas opuestas alo arbitrario y lo singular. Sin embargo, atas caracteristicas, en principio ideales para los cientificos de la época, se convir- fieron en el blanco de sus criticos (El Monitor Republicana, 24 de Febrero de 1861: 1). “Algunos miembros de la sMaye, aunque admiraban el sistema de medicin mé- trica decimal, discutieron su implantacién en México. Siendo la mayoria ingenie- tos, topégrafos, geémetrasyfuncionarios del Estado, la cuestion del metro no les era tena, Asi, en 1850, un afo después de que el gobierno francés les donara un proto- tipo de metro, dicha sociedad se interesé en estudiar la cuestién y con tl objeto se forme la Comisin Especial de Pesos y Medidas, inregrada por Manuel Herrera el general Santiago Blanco y Leopoldo Rio dela Lora (1807-1876), quimico y médica, Une de los trabajos de esa primera comisién fue determinar la equivalencia de Ja vara con respecto al metro. En 1803, Alexander von Humbolde encontré que la vara mexicana media 0.83916 de metro, Pero la Comisién de a Sociedad de 1851 Uerermind que mis bien media 0.83730 (Bustamante, 1852: 49). En gran medida porque no habia un slo protoipo la labor de halla las equivalencis ene ls medidas antiguas y el sistema mé rentes tipos de varas: la q 05, construida en 1721 1759. En 1846, el gobie ‘en Francia por Barder, di tésimos. La comision enc en 0.838 metros. En, dela comisién de 1851¢ «s decir, adoptar el “mets en 1798, a partir de los» ecuador calculado por Bi francés aproximadament En 1854 una segue sistema métrico decimal sgrada, ademés del docto yyetano Moro y el period decision, sin embargo, s aque llamé el sistema frat no Moro, miembro del Bustamante adopts ‘mental sobre las nuews texto muy leido en Méx 4). Como Ciscér, Busta da con los métodos astt vible, garantia de preci! a obtener tal medida. S) vvaba de una convencidt diferencia ~aunque mi metro legal francés; es cen este iltimo caso ala Si d se oponta a co conocia que el metro, © de conveniencia politic: daa los habitos de los de una sola unidad, fu que con los habitos ext y estrpar de una vez lo ‘en las medidas” (Busta scto de acuerdos politicos tarce del cuadrante terres- ‘olvi6 también materia de fda “francesa” en unidad ico de las discusiones po- tones decimales coincidian adependiente del capricho tban, su exacta medida po- or ello el sistema podia ser salquier punto de la tierra, + Asilo reconocia Benigno por sus conocimientos en ‘stores que el metro y “las {as igualmente de la natue lado “de [...] numerosas 48). Con esto se tena un rgitud, de peso (kilo), de tro, equivalentes entre si lo singular. Sin embargo, 1s de la época, se convir- 24 de febrero de 1861: 1). sistema de medicién mé- tendo la mayoria ings tstidn del metro no les era incés les donara un proto- testién y con tal objeto se §2 por Manuel Herrera, el 1876), quimico y médico, ‘minar la equivalencia de lumboldt encontré que la inde la Sociedad de 1851 152: 49). En gran medida valencias entre las medidas Del metro universal al mexicano: controversias en el México del siglo xx 147 antiguas y cl sistema métsico resulté muy complejo. Hasta el siglo xvx, hubo dife- rentes tipos de varas: la que el virrey de Mendoza hizo traer en 1536; la vara de Bur- gos, construida en 1721; el “Padrén de la nobilisima ciudad de México” del aio 1759. En 1846, el gobierno mands construir el patron de la vane mexicana, hecha cn Francia por Bardet,dividida por un lado en pulgadas y dedos:y por el otro, en cen- ‘ésimos. La comision encabezada por Orbegozo, otro miembro dela smcyt, la calcul 0,838 metros. En gran medida esas variaciones generaron duidas entre los miembros de la comisién de 1851 con respecto ala pertinencia de introducir el metro “francés”, cs decir, adoptar el “metro legal” (cuya medida equivalia ala determinada en Francia ‘en 1798, a partir de los cileulos de Mechain) y la diezmillonésima parte del polo al ‘ecuador caleulado por Biot, Arago y Mathicu que excedia, segiin Bustamante, al metro francés aproximadamente en 13/100 de milimetro (Bustamante, 1852: 47) En 1854 una segunda comisién emitié un dictamen positivo para adoptar el sistema métrico decimal (EI Siglo Diez y Nucve, 8 de septiembre de 1854: 2-3). Inte- grada, ademas del doctor Rio de la Loza, por dos nuevos miembros: el ingeniero Ca- yetano Moro y el periodista conservador José Joaquin Pesado (Vera, 2007: 82). Esta decisién, sin embargo, se tomé con el desacuerdo de Bustamante, quien se oponia al que llam6 cl sistema francés, raz6n por la cual se confront6 con el ingeniero Cayet ‘no Moro, miembro de la segunda comisién y defensor del sistema métrico decimal. Bustamante adopts como guia la obra del espaitol Gabriel Ciscér, Memoria ele- ‘mental sobre los nuevos pesos y medidas decimales fundados en la naturaleza (1800), texto muy leido en México (EI Monitor Republicano, ssbado 24 de octubre de 1857: 4), Como Ciscér, Bustamante reconocia la verdadera longitud del metro, encontra- dda con los mécodos astronémicos y geodésicos correctos, constitula una base inamo- vible, garantia de precisién, ya que, pasara lo que pasara, siempre seria posible volver ‘a obtener tal medida. Sin embargo, para élla uniformidad del sistema métrico deri- vaba de una convencién o decisién de los gobiernos. No era trivial que existiera una diferencia ~aunque minima entre la verdadera medida del meridiano terrestre y cl ‘metro legal francés; esto resultaba del trabajo de adopcién a circunstancias locales, en este tltimo aso a la nacién francesa. Sil se oponia a copiar servilmente el “metro Francés” era justamente porque re- conocia que el metro, como cualquier otro sistema de medicién, respondia a razones, de conveniencia politica. En México, lo mas nacional era adoptar una medida adecua- daa los habitos de los mexieanos: “El establecimiento por la autoridad competente de una sola unidad, fundada en las razones de conveniencia piblica, y que no cho- {que con los habitos existentes, serd el modo de destruir esos elementos de confusién y estitpar de una ver los errores que necesariamente nacen de la falta de uniformidad fen las medidas” (Bustamante, 1852a: 57). 148 Laura Chizaro Ue ee El estaba de acuerdo en uniformar cl sistema de medidas y adoprar una medi- da verificable y universal; reconocia que el sistema mécrico ofrecia uniformidad y Sistematicidad. No estaba de acuerdo en que fuera una necesidad de copiarlo, pucs, segin él, era posible traducislo o adaprarlo a la vara mexicana, a unidad cle medida conocida y aceptada por el pueblo, evitindoles problemas. La existen medidas para calcular éreas, pesos y longitudes se debia a que el pais seh por ‘pueblos heterogéneos” y “conquistados", cuestién que no impedta un proyec- to de uniformidad. Bustamante propuso crear un sistema con las medidas entonces habiruales: el cuartillo, el almud, fa libra y la onza, entre otras, ‘Aunque recomendé no gastar ms tiempo en discernit la exacta relacin entre el metzo y la vara, l mismo se dio a la rarea de medir la vara de 1846 que determi- nné en 0.83733. Para su agrado, encontré que el valor de la vara equivalia a “a exacta relacién de 10 a 12.0 de 5a 6 relacisn tan sencilla como fic para los cileulos’ (Busta- ante, 1852: 52) Si en Francia se decidié que el metto equivaliaa la diezmillonésima parte del cuadant terrestre, en México lo mis rciona ra dare al vara el valor dela do~ cemillonésima parte del cuadrante; optar por un sistema duodecimal(basado en miitiplos ‘de doce), en lugar del sistema decimal. Esta propuesta no surgié sdlo en México; en otras circunstanciasy por otras razones, el inglés Herbert Spencer, reconocido hey por sus apor- tes ala sociologi, partcipé en tn debate piblico defendiendo un sistema de medicién inglés basado en miiktplos de 12 y no de diez (Spencer, 1896 y Slosson, 1896: 59-62). Ena argumentacién de Bustamante, aunque la medida de la vara con respecto al metro resultaba de cilculos, ésta la “unidad fundamental de todas las medidas" debia tener tun valor convencional: “que se fije [esa relacidn] racionalmente por la autoridad a quien ‘corresponde, esto es, por el Congreso General de la Nacidn, a fin de que rija uniforme- mente en todo ella, y sea reconocida por legal, en [el] esteror” (Bustamante, 1852: 51). rarones pricticas: segin él, dado que entre el metro y la vara realmente no habia diferencias, era mas ficil seguir con la vara. Si se cambiaba al metro, por la Fuerza de la costumbre se generarfan confusiones en las operaciones ‘comerciales, convirtiéndose en fuente de disputas y pleitos (Bustamante, 1852: 52). Casi inmediatamente Moro teaccioné ante la propuesta de Bustamante. No es- taba de acuerdo en conectar la conveniencia politica o piblica y las medidas. Segiin te, el valor del metro era “natural” y compelia a una adopcién universal, sin aten- ddera circunstancias locales. Moro fe explicio: los que inventaron el sistema métrico “no se ciieron 4 querer arreglar las medidas locales de Francia, sino que se prop ton presentar el tipo de un sistema universal de pesos y medidas, y nicamente s este sentido la utilidad del proyecto es inconcusa” (Moro, 1853:5). Si se queria adoptar un valor preciso, no tenfa sentido pensar en evita la “re- pugnancia que causan los cambios": es0 era inevitable. Creia ademis que ese cambio Esta conviccién tet afectaria sélo a pocos, pocos conocian los “tt medidas’ (Moro, 18 Bustamante queno ma decimal y optar pr el metro y la vara, sq caba: sus fracciones« 1852: 54). Para Mo ‘qué buscar las mejore: puede asegurar un sit sencilla con el metro, Lo central de ls SMGYE, era creer qué de la medida, adopt: ron era, justamente, de la uniformidad y ticamente de su natt Los cos de esta métrico decimal se w y matematicos, la mi se involucraron con la Secretaria de Fomy nieros notables, com y Ezequiel Pérez (185 clculos para adaptat de numeracién y cos miembros de la sac -meros, directores del tres, el mis conocido Observatorio Nacion nna para observar el px Los cientificos se tablas de equivalencé ‘como vigilantes de k parte de la Direccién Fiel y Contraste. Pri custodiar el canon de cencargados de verific fas y adoptar una medi- 0 offecia uniformidad y sidad de copiarlo, pues, ra, la unidad de medida Laexistencia de diversas tel pais se habia formado no impedia un proyec- oon las medidas entonces +a exacta relacin entre a de 1846 que determi- ‘ara equivalia a “la exacta ppara los céleulos” (Busta- ‘alia a la diezmillonésima ealavarael valor dela do- ‘imal (basado en miltiplos 6 lo en México; en otras bnocido hoy porsusapor- un sistema de medicién y Slosson, 1896: 59-62). fara con respecto al metro las medidas’ debia tener por la autoridad a quien fin de que rija uniforme- (Bustamante, 1852: 51). > que entre el metro y la tn vara. Si se cambiaba Siones en las operaciones (Bustamante, 1852: 52). 1 de Bustamante. No es- lica y las medidas. Segiin tcidn universal, sin aten- ataron el sistema métrico 4a, sino que se propusie- idas,y tinicamente es este 5). > pensar en evitar la “re- ademas que ese cambio ‘Del metro universal al mexicano: controversias en el México del siglo xx 149. afectaria slo a pocos, pues, deca, existe una “poblaci6n bastante limitada’; s6lo unos ‘pocos conocian los “rudimentos’ de aritmética y podian hacer “un uso inteligente de las medidas” (Moro, 1852: 53). El resto, la gran mayoria, eran indios ~el “pueblo” de Bustamante que no usaban esas medidas. La idea de Bustamante de rechazar el siste- ‘ma decimal y optar por uno duodecimal para asegurar tuna equivalencia de 5 a 6 entre cl metro y la vara, segiin su contendiente, lejos de simplificar la cuestién la compli- caba: sus fracciones eran inmanejables, se conociera 0. no de matematicas (Moro, 1852: 54). Para Moro, el metro no podia adaptarse a ningtin sistema local: gpara qué buscar las mejores equivalencias (con respecto a las medidas locales) slo Ginieo que pucde asegurar un sistema uniforme es el metro? En sus palabras, “La relacién mis sencilla con el metro, cs la del metro mismo” (Moro, 1852: 54). Lo central de la posicién de Moro, compartida con otios ingenieros de la sMoyE, era creer que la uniformidad del sistema estaba dada por la universalidad de la medida, adoptada por todo el mundo. Lo que Moro y Bustamante debatie~ ron era, justamente, si las convenciones locales y politicas entran o no en el asunto de la uniformidad y de la estandarizacién de las medidas, o si derivaban auromd- ticamente de su naturaleza universal Los ecos de esta discusién parece que se apagaron en 1857, cuando el sistema ‘métrico decimal se volvié legal y obligatorio en México. Desde entonces, ingenieros yy matemiticos, la mayoria miembros de la smaye y de otras comisiones cientificas, ‘se involucraron con la Direccién General de Pesos y Medidas de la Repiblica, de la Secretaria de Fomento, para difundir y vigilar el sistema métsico decimal. Inge- nieros notables, como Francisco Diaz Covarrubias, Francisco Jiménez (1824-1881) y Ezequiel Pérez (1854-1917), colaboraron en la redaccidn de instrucciones, flletos y cdlculos para adaprar el sistema antiguo al métrico, uniformizar las diversas formas de numeracién y convertilas en un estindar legitimo de medicién. Los tes fueron miembros de la swcye, oficiales mayores del Ministerio de Fomento; los dos pri- ‘meros, directores del Observatorio Nacional y el ingeniero Diaz Covarrubias, de los tres, el mas conocido, fue profesor de la Escuela Nacional de Ingenictos, director del ‘Observatorio Nacional (1862) y en 1874 dirigis la Comisién Astronémica Mexica- na para observar el paso de Venus por el disco del Sol (Moncada Maya etal, 1999). Los cientificos se integraron a la administracién del sistema métrico caleulando tablas de equivalencias entre el antiguo y nuevo sistema de medicién, pero también como vigilantes de los instrumentos y de las pricticas de medicién piiblica. Como parte de la Direccién Cientifica de Pesos y Medias, en 1857 se cre6 la Oficina de Fiel y Contraste. Primero se la pens6 como “felazgos y almotacén”, es decis, para custodiar el canon de medicién y, al mismo tiempo, para organizat alos funcionarios cencargados de verifica las pesas y medidas en el comercio. Esas actividades primero = se circunscribieron la ciudad de México, pero con la Ley de 1895 se hicieron n2- ser ae abreron oficinas en el interior de a replica. Ast las labores del sector Glowaffce del Ministerio personiicaban el “el” de a balana, personas dignas de far euyas labors implicaban confianza (rast) y acuerdos (El Monitor Republicans 15 de getubse de 1862: 3; F! Nacional, 28 de octubre de 1896: 3; El Monitor Repu blicano, 26 de septiembre de 1896: 1). ‘A pesar des esfurzos, es claro que el proceso socal de extandarizacin sf basiba Sus acciones, como ls del gobierno, dependian directamente de sus relaclo- aaa le poblacién, de tal mancra que propiciaran que el sistema métrico se vol Vers eultuta popular. EI “estilo nacional” en el proceso de convertr al metro en un vihon crefbley confiable de la vida piblica, confirma que no dependié dnicaménte Sai decisiones legals, tampoco de las aciones de os cientificos y de os miembros dela sca del Ministerio de Fomento (Wise, 1995: 11). El proceso de sdlopcién y estandaizacién del sistema métrico decimal respondia a as negocios nes entre el Estado, la ciencia y sus usuarios. 150 Lava Chézar0 LAS RUDAS MASAS Y “EL FIEL CONTRASTE” Fs important instr en que las unidades ce medicin previas al sistema mévico veda? (oara fancgas,almudes, tetera), resolvian de forma coherente las pri ee demedicin; se fundaban en innombrables experiencias repetidas de generacion tn generacin, consituyendo “un saber matemstico popular” (Kula, 1984: 36). Por Be dud, tom afos muar los procedimientos piblices y privados de medi Si pore sistema mético decimal. Sin la paricipacin de los usuarios! proyecto {de uniformizat las pricticas de medicién hubiera sido imposible, pero esta parti pacién no se dio sin contradiecionesy criticas ‘Una de las razones que la prensa politica y cientifica de la época invocd para cexplica las dificultades de las aucoridades para difundic cimponer cl wo del siste- se dirico decimal ealaignorancia del pueblo y la fidelidad a sus eadiciones. En pri Tos politicos ycienifica partidaros del sistema de medicién defend/an rovvvteelo que negaba esas otras formas de socabiidad y de valores tradicionales Iimponet, por medio dela educacin y la vianca el sistema meio, o ba al valgoa reedcarse, Francois Xavier Guerra (1985: 205) anow6 esta caracrrisicd del Sistema politico en el siglo xrx, desgarrado entre el impulso por crear una sociedad enemy la exstencia de un pueblo tradicional Especialmente, cuando s¢ «r= oer ntacion se habla dela intervencién de un Estado “lustrado” formador de * dieiduos dies a la sociedad, ciudadanos, mexicanos liberados de la ignorancia y del error equivalentes ake ed manejo aritmético de tuniformidad de los pesot ‘medio de las transaccionet ‘ano, “Pesos y medidas”, ‘Sin embargo, entre ke competencia del pueblo de los defensores de la int {que “los habitantes de b nunca a decir metro, de ‘mejor idea del pueblo: et mo que se dice de este mu yaalla poca credibilidad ¢ Mis que el rechazo a las} y se adaptaba a ls limica sistema de estandarizacié “FUNCIONARIOS EN Al ‘Como ingenieros y mat ‘medida del cuadrante d ‘André Méchain (1744- ‘Académie des Sciences de otra cuesti6n; los cient blas de conversién pero redicién fieles y vigilat actividades de esos par cn prictica cotidiana y) Contrast se enfrentarot bles y un aparato buro La Oficina de Fiely m6 lentamente sus obje de los instrumentos de cen los intercambios con de junio de 1895, se ac 1895 se hicieron na- las labores del sector + personas dignas de Monitor Republicano, 3: El Monitor Repu- tandarizacién los re- nente de sus relacio- ‘ema métrico se vol- jertir al metro en un spendi tinicamente sy de los miembros : 11). El proceso de dia a las negociacio- ss al sistema métrico coberente las pricti- ‘tidas de generacién Kula, 1984: 36). Por y privados de medi- ‘usuarios, el proyecto We, pero esta partici- 2 Epoca invocd para toner el uso del siste- sus tadiciones. En medicién defendian valores tradicionales. ‘meétrico, obligaba al esta caracterstica del vr crear una sociedad ete, cuando se tra- itrado”, formador de os de la ignorancia y Del metro universal al mexicano: controversias en el México del siglo xx__151 del error equivalentes a lo tradicional. Se pretendia que el pueblo fuera instruido en el manejo aritmético de las conversiones, pero que también pudiera “establecer la ‘uniformidad de los pesos y las medidas en todo el mundo y [...] poder realizar por ‘medio de ls transacciones comerciales ef empleo de un sola idioma” (EI Monitor Republi- ‘cano, "Pesos y medidas”, México, sabado 24 de octubre de 1857: 4). Sin embargo, entre los propiosilustrados de a época, la supuesta ignorancia e in- ‘competencia del pueblo debia matizarse. Como lo sefiald Constancio Gallardo, uno de los defensores de la introduccién del sistema métrico: “Es una idea muy triste” creer {que “los habitantes de la Repiiblica no podrin nunca acostumbrarse ni aprender nunca a decir metro, decimetro, centimetro, y etcétera [...] Es necesario tener una ‘mejor idea del pueblo: el pueblo, solo no aprende lo que no se le ensefia, pues lo mis- ‘mo que se dice de este nuevo sistema, se puede decir del antiguo” (Gallardo, 1861: 1) La resistencia del “vulgo” al sistema métrico decimal parece responder a una en- démica carencia de instrumentos de medicién adecuados al sistema métrico decimal ya la poca credibilidad en los funcionarios de las oficinas encargadas de legalizatos. Mis que el rechazo a las intenciones modernizadoras del Estado, la gente reaccionaba yy se adaptaba alas limitaciones de los funcionarios del Estado para imponer el nuevo sistema de estandarizacién. “FUNCIONARIOS EN APUROS: LOS INSTRUMENTOS DE MEDICION METRICA” ‘Como ingenieros y mateméticos los cientificos mexicanos no aportaron nada a la medida del cuadrante del meridiano, ésa habia sido la epopeya de Pierre-Frangois ‘André Méchain (1744-1804) y Jean Baptiste-Joseph Delambre (1749-1822), de la Académie des Sciences de Francia (Alder, 2004). La puesta en funcién del metro fue ‘otra cuestidn: los cientificos mexicanos crearian conocimientos como autores de ta- blas de conversién pero sobre todo como funcionarios, proveedores de aparatos de medicién fcles y vigilantes de su buen uso, En este ejercicio, reverso politico de las actividades de esos partidarios del metro, serevelan sus contradicciones. Para convertit en prictica cotidiana y estindar el sistema métrico decimal, los miembros de Fiel y Contraste se enfrentaron a las carencias materiales: instrumentos de medicién confia- bles y un aparaco burocritico interesado en asegurar su produccién y distribucién, La Oficina de Fil y Contraste, como parte de la maquinaria buroeritica, transfor- 1m lentamente sus objetivos privilegiando las actividades de vigilancia y legalizacién de los instrumentos de medicién. Con el tiempo se volvié primordial evitar fraudes, en los intercambios comerciales en los que intervenian mediciones. Con la Ley del 19 de junio de 1895, se adoptaron los prototipos internacionales (de longitud, masa y Laura Chazaro, de tiempo) construidos y verificados por la Convencién Internacional del Metro ins- taurada en 1875, A partir de ellos, Fil y Contraste tuvo un parimetro para verificar {que todas las pesas, alanzas, metros y demas instrumentos de medi que circularan cn el pais fueranlegalesy regulados (Ministerio de Fomento, 18953 £! Monitor Repi- blicano, 22 de octubre de 1896: 1; El Siglo Diez y Nueve, 31 de agosto de 1896: 2) ‘Dia con dia por incumplimicnto de las relas del sistema métrico decimal, se ¢o- setian una infinita variedad de delitos. La mayorfa de las infracciones cometidas se con- ‘ideraban administrativas, aunqule algunas se perseguian como delitos criminals, cati- gados con arreglo al Cédigo Penal del Distrito Federal (Ministerio de Fomento, 1895). ‘A pesar dela diversidad de casos, se puede hablar de dos tipos de deltos: los cometidos ‘con instrumentos fraudulentos,“arreglados” para pesar menos de un kilo o lito, para imedir menos del metro. Por ejemplo, en las puilquerfas y las maicerfas se denunciaba, frecuentemente, el uso de ltrs (para éridosy iquidos) con un “doble fondo”. Escomuin encontrar también denuncias de “pilones escas0s", pesos de 800 0 900 gramos en lugar deun kilo, Es usual encontrar casos en los que se vendian metros con varios centimetros “de menos, prcticamente de la longitud de la vara mexicana (84 centimetros). No eran ‘aros os casosen los que el infractor se aprovechaba para vender una vara l precio de un metto, Pero hay que subrayar que frecuentemente lo infractores cobraban con precios ntiguos, para evita los problemas de conversin venlin metros de tela del amafio de Ia varaa precios de vara. Los funcionarios de Fel y Contraste consideraban que aun en esos casos habia infraccién por no usar el sistema métrico decimal (EI Siglo Diez y Nue- te, 12 de octubre de 1896: 2; El Monitor Republicano, 15 de noviembre de 1896: 3). ‘Otra versién de estos fraudes era utilizar instrumentos no verificados por los fancionarios de la Oficina de Fiel Contraste 0 bien ostentar sell falsos de verifi cacibn.’ Estas infracciones, las mas reportadas, generalmente las cometian los ¢o- mmerciantes, por lo comiin en contubernio con los funcionarios verficadores de la Oficina de Fiel Contraste. Cuando esto sucedia, generalmente se trataba de funcio- ratios que vendian ilegalmente sellos (aprobatorios) para balanzones,fcles,plaillos ¥ pilones que en otra rvisién habian sido desechados por esa misma oficina. Tal fue Ykaso de Daniel Anguiano Puga de la oficina verificadora de Tacubaya, sentenciado on circel por autorizarjlegalmente (y cobrando dos pesos por cada uno) aparatos para pesar que ya habian sido desechados por incumplir ls normas de peso (Fl Sila Diez y Nucve, julio de 1896: 2).* 7 Para los anteriores y estos casos, véase “Oficina de Segundo Orden, Verificadora de Pesos y Medidas’, abril-junio de 1906 (ac, Pes y Medias aja 114, exp. 9, 1-10). 5 Para el caso de los dliros de Tacubaya, véae “Aviso de una verificaciin delictuosa, por un cmpleadlo dela ofcina verificadora de Tacubaya', marzo 26 de 1906 (ac, Pesosy Medidas, Del metro El sistema mée bios comerciales, e requerian de instru cco decimal. Més all tia de instrumentos ‘Almenos desde to distribuyera los ip. esas, romanasy lia tonces la ley prohibi pecialmente. Sin em delosincentivos par medicién en mucha los importadores no pocos importadores berto Bokery Cia.,y de bisculas (El Siglo, el Ministerio de For no hubiera psas, las de septiembre de 18 Frecuentement construir pesas, pus lo hace frigil y se hharto inservible. Poe tor Republicano, 26 en la época, se neg aque los artesanos al pulque (£1 Siglo E de octubre de 1896 Generalmente expresion del proce duccién de los bust populares. Pero sil plicados, en el Méx ple oposicién er centre ignorantes ¢ G5. ep. 7. Medides, caja 51, ional del Metro, ins- timetro para verificar medir que cireularan 195; El Monitor Repu- e agosto de 1896: 2). tétrico decimal, se co- ses cometidas se co Aitos criminales, cast ode Fomento, 1895). delitos: los cometidos leun kilo o litro, para iceris se denunciaba, Ible fondo”. Escomiin 9900 gramos en lugar centimetros). No eran na varaal precio de un ccobraban con precios cde tela del tamafio de 'sideraban que aun en (EI Siglo Diez y Nue- embre de 1896: 3). 10 verificados por los tells falsos de ve tas cometian los co- 0 verificadores de la se trataba de funcio- zones, fees, platllos nisma oficina. Tal fue ‘acubaya, sentenciado br cada uno) aparatos tmas de peso (El Siglo 1, Vetficadora de Pesos exp.9, 1-10), ‘cidn delictuosa, por un 6 (son, Pesos Medidas, Del metro universal al mexicano: controversias en el México del siglo wx 153 El sistema métrico decimal afectaba la vida cotidiana en cuestién de intercam- bios comerciales, en los que se requiere establecer equivalencias y valores. Muchos requerian de instrumentos de medicién, en este caso, los adecuados al sistema métri- co decimal. Mas alli del fraude, estas omisiones respondfan a unta constante cares- tia de instrumentos de medicién, principalmente para determinar peso y volumen. ‘Al menos desde 1862 se esperaba que el personal ilustrado del Ministerio de Fomen- to distribuyera los instrumentos prototipo y legals, previamentecalibrados, de metros, esas, romanas ylitros (EI Monitor Republicana, 18 de octubre de 1862; 4). Desde en- tonces la ley prohibié reproducir e importar artefctos de medicién antiguos, a vara es- pecialmente, Sin embargo, en 1896 el propio Ministerio de Fomento declara que a pesar de los incentives para facilitar su construccién e importacién, no habia instrumentos de ‘medicién en muchas regiones de México. Los artesanos mexicanos no los fabricaban y Josimportadores no los rain al pais, pesar de los incentivosfiscales otorgados. Habia ;pocosimportadores de este tipo de instrumentos, entre los ms publictadosestaban Ro- berto Boker y Cia, y Roberto N, Fairbanks, de Fairbanks Co. de Nueva York, fabricante de basculas (El Siglo Diez y Nueve, 31 de agosto de 1896: 2). Fuc tan gravela escasez, que el Ministerio de Fomento en 1896 se vio obligado a suspender temporalmente, en donde ‘no hubiera pesas, la aplicacin de la Ley de Pesos y Medidas (1 Monitor Republicano, 15 de septiembre de 1896: 1; 24 de septiembre de 1896, y 26 de septiembre de 1896: 3). Frecuentemente se decfa que los artesanos mexicanos tenian dificultades para construir pesas, pues “el metal del que se lo han hecho tiene una combinacién que lo hace frigil y se rompe con facilidad al tornearlo quedando la picza imperfecta y hharto inservible. Por otra parte, os buenos torneros son excasos en México” (ET Moni- tor Republicano, 26 de septiembre de 1896: 2). Los pulqueros, actives comerciantes en la &poca, se negaban a usar los litros legalizados, pues la mala calidad del metal aque los artesanos mexicanos utilizaban para fabricarlos descomponia répidamente al pulque (EI Siglo Dies y Nueve, 18 de agosto de 1896: 2; El Monitor Republicano, 24 de octubre de 1896: 2; La Libertad, 28 de agosto de 1898: 2). Generalmente se identifica la imposicidn del sistema métrico decimal como ‘expresién del proceso de modernizacién del Estado (se podria equiparar a la intro- duccién de los husos horatios), como signo del fin de las practicas tradicionales y populates. Pero silo vemos desde la perspectiva de los distintos actores locales im- plicados, en el México del siglo x1x la estandarizacién métrica no se revela como la simple oposiciSn entre lo tradicional y lo moderno, entre los ciudadanos y el Estado, entre ignorantes¢ ilustrados. caja 5, exp. 7. 34 y Medias, caja 51, ex. 7.6.5). 154 Laura Chazaro En el siglo x1x en México, la cuestién métrica tomé sentido y existencia cuando se lig6 ala cuestin de la peculiaridad nacional. Es ilustrativo que lo que discutian los, distintos actores politicos involucrados con la adopcién del metro, era cémo gober- nara la naci6n. Dependiendo de los intereses representados, el metro significaba una amenaza para la integracién del pafs o un medio para uniformizat y homogeneizar los intercambios nacionales. Sin embargo, en la prictica, cientificos y funcionarios se enfrentaron al hecho de que el Estado, impositor del sistema métrico y garante de la estandarizacién de los intercambios piblicos (comerciales en este caso), pare- cia impotente ante la carencia de los instrumentos de medicién, Paradéjicamente, fue la poblacién y no la Oficina de Fiel y Contraste la que dirimis y organia6, poco 4 poco, la adquisicién, construccién y calibracién de los instrumentos propios para tuna medicién de acuerdo con el sistema métrico decimal. fuerza legal ni la ciencia y su precisién podian imponer, per midad y homogencizacién de las medidas. Fue en la prctica, en los co acuerdos entre burdcratas,cientficos-funcionarosy la gente comiin, com el sistema ido, Ello revela que la adopcién y Ia estandarizacién de las pricticas de medicin implican una normatividad o marco legal que se imponia alos, usuarios, pero también regia sobre los que pretendian administrar con esa normas. En la prictica, estandarizar no significaba solamente adoptar tal sistema, sino tam- bign recrear las formas de administracién y gestién de los intercambios en el centro mismo de aquel Estado, ser capa de proveer instrumentos legales ~calibrados~ para hacer de la idea del metro una forma concreta cotidiana de medir. Archivos consultados Archivo General de la Nacién, Ministerio de Fomento, Peios y Medidas (now, Pesos y Medidas) Secretaria de Relaciones Exteriores, Archivo Hist6rico Diplomatico Genaro Estrada (sR, ‘nce, Embajada de Francia en México (FM), Convencién Internacional del Metro, Pesas y Medidas. Hemerografia ELMonitor Republicano, Diario de Politica, Literatura, Artes, Ciencia, Industria, Comer- cio, Medicina, Tribunales, Agricultura, Tatras, Modas y Anuncios, El Monitor Republicano, México, D. F, 1849-1896, EL Siglo Diez y Nueve, México, D. By 1857-1896. Del metro univ El Universal. 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Paradéjicamente, dirimié y organizé, poco astrumentos propios para mponer, per se, la unifor- ica. en los earidianos des- comin, como el sistema la estandarizacién de las legal que se imponia a los ainistrar con esa norma. ‘ar tal sistema, sino tam- intercambios en el centro legales ~calibrados— para emedir. 8 y Medidas (scx, Peso y ftico Genaro Estrada (sne, Donvencién Internacional Giencia, Industria, Comer- (as y Anuncios, El Monitor Del metro universal al mexicano: controversias en el México del siglo xix 155 El Universal. Periédico Independiente, México, D. E, 1849 La Libertad Bibliografia Auper, Ken’ “A Revolution to Measure: ‘The Political Economy of the Metric System in France”, en M. Norton Wise, The Values of Precision, Princeton, Princeton University Press, pp. 39-71 “The Measure of All Thing. The Seven Year Odssey hat Transformed the World, Londres, Abacus. Brcvenisse, Francisco 1857 Benorx, Renard 2000 Max Weber, Buenos Aires, Amorrort. 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