PROBLEMAS DE CONDUCTA DE NIÑOS DE 3 A 5 AÑOS EN EL AULA.
INTRODUCCIÓN. - La mayoría de niños que son tratados por problemas de
comportamiento perturbador, están en la edad escolar. Han estado comportándose mal en clase, ignorando o desafiando las directrices de los maestros, o siendo agresivos con otros niños. El problema de conducta en el aula de niños menores de 5 años se genera en la infancia, se deben en muchos casos a que los niños reciben más atención y más reforzamiento, cuándo tiene un mal comportamiento que cuándo actúan de forma adecuada. DESARROLLO. LOS PROBLEMAS MÁS COMUNES EN LOS NIÑOS. Rabietas. – Este es un problema muy frecuente en niños, que seguramente hayas experimentado en numerosas ocasiones, las pataletas de los niños, los gritos y llantos repentinos, constituyen una fuente de malestar en el aula en muchas ocasiones, los niños logran salirse con la suya actuando de este modo. Se considera dentro de la normalidad en la edad de 2 y los 3 años, siendo menos frecuentes en edades más avanzadas. Timidez e Inseguridad. – La timidez en niños está aumentando, puesto que está demostrado que los niños con habilidades sociales adecuadas, tendrán un mejor desarrollo académico social y familiar. PAUTAS PARA DAR SOLUCIÓN A LA TIMIDEZ E INSEGURIDAD. Indicarle cómo comportarse con los demás. Compórtate cómo un modelo a seguir. No le compares con otros niños. Refuerza los avances, que muestra, aunque sean pequeños. OBJETOS CONCRETOS CON LOS NIÑOS DE INICIAL. Regular la impulsividad. La impulsividad es la causa del comportamiento inadecuado, deteriora seriamente la capacidad de aprendizaje del niño y su buena adaptación a la escuela y a los compañeros, ¿cómo hacer esto?:
Definir normas de convivencia. – Consensuar y definir las normas
generales del aula, y decidir las consecuencias de su incumplimiento redactarlas en positivo, deben ser pocas, claras y consistentes, hacer un recordatorio de la normativa y colocarla en un lugar visible del aula. Mantener la calma. – Es muy importante que cuando se produzca un episodio de impulsividad extrema (rabietas, insultos, etc.), los padres, maestros o educadores mantengan la calma, tenemos que mostrarnos serenos y tranquilos, pero, a la vez contundentes y decididos. Hablar sobre las conductas inadecuadas. – Hacerlo siempre en privado, evitar comparaciones con otros niños, evitar comentarios negativos, alzar la voz, no decirle que es malo, sino que se ha portado mal por unos momentos. Trabajar la comunicación. – L a comunicación verbal que cada día establecen los padres y tutores hacia los niños posee una evidencia, una filosofía educativa, consciente o involuntaria, de la que se deriva toda una serie de consecuencias en el aprendizaje y la formación de la personalidad. Cuando se establece una comunicación positiva, se transmiten las cosas de forma clara, directa, teniendo en cuenta la situación y la persona que les permite comprender, aceptar su expresión y su conducta. Comprensión empática. – Cuándo nos dirigimos a él, comprender como se ve, así mismo, qué significado tiene para él las experiencias que ha vivido y como está vivenciando la situación, a veces los fallos y las malas conductas, la falta de autocontrol o la falta de habilidades.
Estimación, calor y respeto. – Transmitir afecto a través de las palabras,
gestos, caricias, miradas. Mostrarse abierto y receptivo, veamos decaídas o síntomas que le pasa algo. Autenticidad y congruencia. - Hablar con firmeza cuando nos dirigimos al niño, expresar las cosas de forma clara, directa y en un lenguaje sencillo, que no dé lugar a errores o malentendiéndolos mostrando siempre una actitud de autoridad, pero cercanos, siendo consecuente con las normas y las consecuencias.