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Capitulo III

Calamandrei sugiere una serie asuntos contrapuestos a los sistemas de control


constitucional como el sistema judicial o difuso y el sistema autónomo y
concentrado. El primer sistema es considerado como incidental o eventual, especial
y declarativo y supone que todos los órganos jurisdiccionales pueden adoptarlo. Y
el sistema concentrado al ser ejercitado por un solo órgano general es constitutivo.

Como también al referirse de binomios se entiende que son los dos sistemas
americano y kelseniano, pero al surgir la reforma constitucional de 1920 pone en
cuestión la solides de las diferencias binomiales. Y según Cappelletti en un mundo
contemporáneo se ve el hundimiento de ambos sistemas y hallándose en vía de
llegar a ser uno solo.

Una diferencia clara entre ambos sistemas es que en el sistema norteamericano


todos los órganos pueden pronunciarse ante una constitucionalidad mientras que en
el sistema kelseniano un solo órgano o ad hoc es el único encargado de pronunciarse
ante las mismas.

En la reforma de 1920 en su artículo 149 da la posibilidad de que se presenten las


constitucionalidades frente, un tribunal supremo y un tribunal de justicia
administrativa; y si ante estos se presentaba un conflicto de los vicios de la ley debía
presentarse ante el alto órgano jurisdiccional.

Dentro de la constitucionalidad según Rubio se va a tener una doble cuestión de


constitucionalidad una provisional y negativa que suscita por el juez del tribunal y
una definitiva que la lleva acabo el tribunal de constitucionalidad
Una de las novedades surgidas la reforma de 1929 era la posibilidad de combinar
ambos sistemas tanto que, mediante el control concentrado se podía dar el empleo
del instituto procesal preliminar para elevar las decisiones al tribunal constitucional.
Y dicho instituto procesal llego a hacer partícipes del proceso a los jueces.
Otra novedad que se puede hacer mención es que el control tiene un carácter
incidental y este se lleva por la vía procesal de la excepción de constitucionalidad y
el procedimiento se hace ante el tribunal constitucional y es ahí donde se encuentra
ante un procedimiento de impugnación directa. Kelsen en 1942 sostuvo que una
mayor diferencia entre ambos sistemas era el procedimiento por el cual una ley era
declarada inconstitucional. Una última y doble diferencia son los efectos de la
sentencia, en el sistema americano el juez declara la ley nula por lo que se limita a
implicarse porque se considera contradictoria con la constitución, y en el sistema
kelseniano la ley se veía derogada.

Y por lo tanto la opinión del legislador debía der se respetada se declarara o no


inconstitucional la ley, Cappettelli dice que si una ley es inaplicable en el sistema
norteamericano seguirá formado parte del ordenamiento pero que por la regla stare
decisis la convertiría en letra muerta. En España se admite de modo generalizado la
declaración de inconstitucionalidad de una norma legal entraña en su nulidad y con
ello su ineficacia ex tunc dentro de los márgenes legales establecidos. Y durante
estos procesos la solución más adoptada es los ordenamientos europeos es la del
modelo norteamericano.

En el sistema americano la corte suprema se presenta cada vez más de una forma
exclusiva para la justicia constitucional, control solamente a las cuestiones de mayor
relevancia, a finales del siglo XIX hubieron quejas de los magistrados por la
sobrecarga de trabajo por lo mismo que la corte suprema ya solo resolvía conflictos
de carácter constitucional y por ello la segunda ley judicial de 195 dispuso que la
mayoría de los casos llegaran al tribunal pero en forma de revisión pero que también
podía rechazar. A la vista de la evolución de la corte suprema y su situación actual,
se ha podido constatar que es muy próxima la doctrina de ambos sistemas.

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