El color de la piel y el lugar de nacimiento tenían gran influencia
sobre el estrato social al que pertenecía un individuo en la época
colonial. La ley escrita, las costumbres y un complejo sistema de ideas y prejuicios distinguían entre español –fuera peninsular o americano–, mestizo, castas e indios.
RIVALIDAD ENTRE CRIOLLOS Y ESPAÑOLES
Una de las quejas de muchos criollos, era que no se les permitía ocupar cargos políticos y el desplazamiento, durante toda dinastía borbónica, de los criollos en beneficio de los peninsulares (nacidos en EUROPA) Con respecto al desplazamiento de los criollos por los peninsulares a lo largo del siglo XVIII y a la voluntad de la Monarquía de la exclusión de aquéllos de los cargos políticos y administrativos. Los cargos burocráticos en la Monarquía Católica no estaban vinculados al lugar de nacimiento, a la “nacionalidad”, sino a las redes familiares de las que se formaba parte, importaba de quién se había nacido, no dónde se había nacido. Influyó también la propaganda insurgente que se utilizó para convencer a los criollos de que cambiasen de bando. Se les quería convencer de que los peninsulares eran sus enemigos, ya que en los inicios de la crisis, la rivalidad entre criollos/peninsulares fue, de hecho, extremadamente frágil. El enfrentamiento se exacerbó a medida que la propaganda de la insurgencia consigue modelar una imagen negativa de gachupines y chapetones como “el otro” hacia los españoles peninsulares. Además se pensó que convertir la guerra en un enfrentamiento entre “ellos” y “nosotros” fue ya comenzar a ganarla. Pero no fueron sólo las palabras sino también, y quizás sobre todo, los hechos los que acabaron definiendo dos comunidades aparentemente irreconciliables. El propio enfrentamiento bélico agudizó conflictos reales o imaginarios y el carácter sangriento y cruel de las guerras acabó construyendo un foso de odio entre los dos grupos Al fin y al cabo la élite criolla americana no dejaba de ser un grupo extremadamente reducido con respecto al conjunto de la población, no ya de la Monarquía sino incluso de América. DISCRIMINACIÓN DE ESPAÑOLES HACIA LOS MESTIZOS
A los mestizos, veces se les tomaba como españoles y otras como
indígenas, dependiendo de su físico; sin embargo, nunca tuvieron cabida en ningún grupo. A mestizos y mulatos, las leyes los separan de los indios, tienen libertad de movimiento y propiedad, sin embargo, la discriminación racial es contra ellos más fuerte que contra los indios; las penas por delito son más duras que las aplicables a los españoles. Los prejuicios separaban a los mestizos de la población blanca y los contraponía a los indios. Siempre fueron considerados como “gente vil”, sin derecho para ocupar puestos reales o eclesiásticos, tampoco podían ser funcionarios públicos ni gozar de repartimiento, por orden expresa de Carlos V en el año de 1549. El mestizaje se dio con mayor fuerza en Chile, esta población fue convirtiéndose en mano de obra de las haciendas y hacían labores domésticas. No se les permitía asumir puestos en el ejército, ni sacerdocio, ni menos cargos públicos En la sociedad de castas de la Nueva España, el ser mestizo era una tragedia, pues los españoles consideraban a las culturas indígenas como inferiores y a los nacidos de uniones tan desiguales unos seres sin ninguna valía social ni racial. Los mestizos fueron explotados terriblemente por los blancos, que se aprovechaban. Los mestizos estuvieron sometidos a muchas prohibiciones: no podían portar armas, ser escribanos, caciques, corregidores, alcaldes mayores ni protectores de los indios. Tampoco podían ser soldados, estudiar en las universidades o pertenecer a ningún cargo religioso. Así pues, los trabajos que les eran permitidos a los mestizos eran muy pocos; podían ser: artesanos, carpinteros, albañiles, o peones.