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Enzimas
Presentado a:
Fecha:
UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA
FACULTAD DE INGENIERÍA
PROGRAMA DE INGENIERÍA DE ALIMENTOS
ENZIMAS
Los enzimas son proteínas que catalizan reacciones químicas en los seres vivos. Las
enzimas son catalizadores, es decir, sustancias que, sin consumirse en una reacción,
aumentan notablemente su velocidad. No hacen factibles las reacciones imposibles,
sino que solamente aceleran las que espontáneamente podrían producirse. Ello hace
posible que en condiciones fisiológicas tengan lugar reacciones que sin catalizador
requerirían condiciones extremas de presión, temperatura o pH.
Prácticamente todas las reacciones químicas que tienen lugar en los seres vivos
están catalizadas por enzimas. Los enzimas son catalizadores específicos: cada
enzima cataliza un solo tipo de reacción, y casi siempre actúa sobre un único sustrato
o sobre un grupo muy reducido de ellos. En una reacción catalizada por un enzima:
Las propiedades de los enzimas derivan del hecho de ser proteínas y de actuar como
catalizadores. Como proteínas, poseen una conformación natural más estable que las
demás conformaciones posibles. Así, cambios en la conformación suelen ir asociados
en cambios en la actividad catalítica. Los factores que influyen de manera más directa
sobre la actividad de un enzima son:
PH
Las enzimas poseen grupos químicos ionizables (carboxilos -COOH; amino -NH2; tiol
-SH; imidazol, etc.) en las cadenas laterales de sus aminoácidos. Según el pH del
medio, estos grupos pueden tener carga eléctrica positiva, negativa o neutra. Como
la conformación de las proteínas depende, en parte, de sus cargas eléctricas, habrá
un pH en el cual la conformación será la más adecuada para la actividad catalítica.
Este es el llamado pH óptimo. (Para activar la animación de la Figura de la derecha,
pulsar la opción "Recargar" del navegador).
La mayoría de los enzimas son muy sensibles a los cambios de pH. Desviaciones de
pocas décimas por encima o por debajo del pH óptimo pueden afectar drásticamente
su actividad. Así, la pepsina gástrica tiene un pH óptimo de 2, la ureasa lo tiene a pH
7 y la arginasa lo tiene a pH 10. Como ligeros cambios del pH pueden provocar la
desnaturalización de la proteína, los seres vivos han desarrollado sistemas más o
menos complejos para mantener estable el pH intracelular: Los amortiguadores
fisiológicos.
Temperatura
En general, los aumentos de temperatura aceleran las reacciones químicas: por cada
10ºC de incremento, la velocidad de reacción se duplica. Las reacciones catalizadas
por enzimas siguen esta ley general. Sin embargo, al ser proteínas, a partir de cierta
temperatura, se empiezan a desnaturalizar por el calor. La temperatura a la cual la
actividad catalítica es máxima se llama temperatura óptima (Figura de la derecha).
Por encima de esta temperatura, el aumento de velocidad de la reacción debido a la
temperatura es contrarrestado por la pérdida de actividad catalítica debida a la
desnaturalización térmica, y la actividad enzimática decrece rápidamente hasta
anularse.
Las enzimas son altamente específicas, es decir, no reaccionan con cualquier cosa
ni intervienen en cualquier reacción. Tienen un cometido bioquímico muy puntual y
preciso, que llevan a cabo con un porcentaje bajísimo de errores.
CARACTERÍSTICAS DE LAS ENZIMAS
Las enzimas presentan una serie de características notables como las siguientes:
Estas características tan especiales pueden ser explicadas, según nuestro criterio,
mediante el concepto de Información. En el trabajo Una nueva teoría acerca de las
‘diluciones homeopáticas’, definimos a la Información como la disposición a actuar, y
de una determinada manera, que presenta un ente cualquiera en este caso, un ente
biológico, en presencia del receptor adecuado. La Información latente en la compleja
microestructura proteica de la enzima, representa una disposición a actuar que
solamente se puede hacer activa en presencia del receptor adecuado, que en este
caso es el sustrato correspondiente.
Regulación enzimática
La regulación del metabolismo celular se lleva a cabo regulando la actividad
enzimática. Existen varias formas de regular la actividad de una enzima que no son
excluyentes entre sí. Se puede regular su concentración, modificar su conformación
con ligandos activadores o inhibidores, modificar su localización celular o introducir
modificaciones covalentes como metilación o fosforilación que incluso pueden llegar
a alterar la enzima de forma irreversible. No todas las enzimas tienen la misma
importancia en la regulación de una ruta. Suele ser especialmente clave la regulación
de las enzimas que catalizan reacciones poco favorables con energía de activación
elevada. En muchos casos las reacciones termodinámicamente desfavorables se
acoplan a reacciones espontáneas favorables que les aportan energía. Éste es el
caso de la hidrólisis del ATP (reacción favorable) asociada a los procesos de
biosíntesis.
Usos de las enzimas
La fermentación alcohólica y otros procesos industriales importantes dependen de la
acción de enzimas, sintetizadas por las levaduras y bacterias empleadas en el
proceso de producción. Algunas enzimas se utilizan con fines médicos. En ocasiones
son útiles en el tratamiento de zonas de inflamación local; la tripsina se emplea para
eliminar sustancias extrañas y tejido muerto de las heridas y quemaduras.
INHIBICIÓN ENZIMATICA
Existen una serie de sustancias, llamadas inhibidores, que inhiben o anulan la acción
de los enzimas sin ser transformados por ellos. Su estudio resulta de gran utilidad a
la hora de comprender los mecanismos de catálisis, la especificidad de los enzimas y
otros aspectos de la actividad enzimática. La inhibición enzimática puede ser
irreversible o reversible, esta última comprende a su vez tres tipos: inhibición
competitiva, a competitiva y no competitiva.
Inhibición irreversible: Algunos inhibidores se combinan de modo
permanente con el enzima uniéndose covalentemente a algún grupo funcional
esencial para la catálisis con lo que el enzima queda inactivado
irreversiblemente. El estudio de este tipo de inhibidores ha resultado de gran
utilidad para identificar los grupos funcionales esenciales para la catálisis en
aquellos enzimas a los que inactivan. Este tipo de inhibición se conoce también
como "envenenamiento" del enzima. Por ejemplo, algunos compuestos
organofosforados tóxicos llamados venenos nerviosos, que se utilizan como
insecticidas, actúan inhibiendo irreversiblemente al enzima acetilcolinesterasa,
la cual interviene en la actividad del sistema nervioso. Se sabe que estos
compuestos organofosforados inactivan al enzima formando un enlace éster
fosfórico con el grupo hidroxilo de un determinado resto del aminoácido serina,
lo que demuestra que ese grupo funcional es esencial para la catálisis. Commented [Ui2]:
Inhibición competitiva
Inhibición no competitiva
El inhibidor puede combinarse con el enzima libre o bien con el complejo enzima
sustrato, interfiriendo en la acción de ambos. Los inhibidores no competitivos se unen
a un lugar del enzima diferente del centro activo provocando en él una alteración que
dificulta bien la formación del complejo enzima-sustrato o bien la descomposición de
éste para dar lugar a los productos. La unión con el inhibidor produce dos formas
inactivas.
Aunque podría pensarse que los distintos tipos de inhibición estudiados pueden
desempeñar algún papel en la regulación de la actividad enzimática, todo parece
indicar que no es así; la regulación de la actividad enzimática se lleva a cabo mediante
mecanismos que no se ajustan a ninguno de los modelos de inhibición estudiados y
que se describirán en el próximo apartado. El interés del estudio de la inhibición
enzimática reside más en su utilidad para comprender la estructura, mecanismos
catalíticos y especificidad de los enzimas, que en una importancia biológica real.
Aplicación de enzimas en la industria alimentaria
Otro ejemplo es la quimosina o renina del cuajo de ternera, uno de los pocos ejemplos
de enzimas de origen animal con aplicación industrial. Se emplea en la fabricación
del queso para cuajar la leche, al ser capaz de hidrolizar de forma específica el enlace
peptídico entre Phe105 y Met106 de la caseína k. Como alternativa al cuajo de
ternera, existen enzimas microbianas con la misma especificidad de sustrato como
las mucorpepsinas de Mucor pusillus o Mucor miehei, y la endotiapepsina de Endothia
parasítica.
También se pueden añadir lipasas microbianas que hidrolizan los triglicéridos para
liberar ácidos grasos que pueden convertirse en las distintas cetonas responsables
del sabor y aroma característicos de la leche de procedencia. Como ejemplo de
enzima de origen vegetal, cabe destacar la papaína procedente de las hojas y del
fruto sin madurar de la papaya (Carica papaya), utilizada en la industria alimentaria
para ablandar la carne.
Esta enzima es particularmente útil al ser estable al calor, por lo que su acción
continúa durante las primeras etapas del cocinado. Finalmente, hay un grupo amplio
de enzimas que se utilizan para mejorar las características organolépticas de ciertos
alimentos y bebidas después de su procesado. Por ejemplo, las lacasas se emplean
para oxidar los polifenoles en el mosto o en el té (responsables de su sabor y color
posterior); las tanasas permiten eliminar el elevado contenido en taninos
(responsables de la aparición de precipitados) en zumos, cervezas, vino y otras
bebidas; y la naranginasa permite hidrolizar aquellos compuestos amargos de
algunos cítricos como el pomelo, sin que se pierda el color natural de la fruta.
http://www.bionova.org.es/biocast/documentos/tema14
https://www.foodnewslatam.com/biotecnolog%C3%ADa/59-ingredientes/59-
la-aplicaci%C3%B3n-de-enzimas-en-la-industria-alimentaria.html
https://www.genome.gov/es/genetics-glossary/Enzima
http://www.homeoint.org/books3/enzimas/caracter.htm