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SERIES DE DOCTRINA BAUTISTA

Propiciación
2ª Timoteo 3:16 Toda Escritura es dada por inspiración de Dios, y es útil para doctrina, para
redargüir, para corregir, para instrucción en justicia.

Efesios 4:14 Para que ya no seamos niños, fluctuantes, llevados de aquí para allá por todo viento
de doctrina, por la estratagema de los hombres, que con astucia acechan para engañar.

PREFACIO

1ª Timoteo 4:1 Empero el Espíritu dice expresamente, que en los postreros tiempos algunos
apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores, y a doctrinas de demonios.
1ª Timoteo 4:6 Si propusieras estas cosas a los hermanos, serás buen ministro de Jesu Cristo,
criado en las palabras de la fe, y de la buena doctrina, la cual has alcanzado.
1ª Timoteo 4:13 Entre tanto que vengo, ocúpate en leer, en exhortar, en doctrina.

En estos días de confusión religiosa y de doctrinas distorsionadas es necesaria una enseñanza


clara de la doctrina bíblica. La doctrina bíblica es lo que siempre ha separado a la verdadera
iglesia de las organizaciones religiosas hechas por el hombre.
Es mi oración que estas lecciones ayuden, animen y eduquen a los santos de Dios, y a la vez
que también refuten las falsas enseñanzas.
El deseo de mi corazón es poner a la disposición de otros, una clara y simple enseñanza
doctrinal. No pretendo originalidad en estas lecciones. Nunca había sido tan cierto el dicho
antiguo: “Si es nuevo, no es verdad”

Hno. Frankey Bryant


Iglesia Bautista “Bendita Esperanza”

La Doctrina de la Propiciación
Romanos 3:24Siendo justificados gratuitamentepor su gracia, por la redenciónque es en
Cristo Jesús.25 Al cual Dios ha propuestopor propiciación por la fe en susangre, para
manifestación de sujusticia por la remisión de los pecadospasados, por la pacienciade
Dios;26 Para manifestación de su justiciaen este tiempo; para que élsea justo, y justificador
del que cree en Jesús.

Al iniciar nuestro recorrido por las Escrituras para estudiar esta doctrina de la propiciación,
un buen lugar para comenzar sería comprender claramente el significado de la palabra
misma. Desde la perspectiva humana, la palabra propiciación significa calmar a alguien que
está enojado, mayormente dándole un obsequio. En el sentido bíblico, significa satisfacer la
Ley Santa de Dios; cumplir con sus justas exigencias, para que Dios pueda perdonar libre y
completamente a los pecadores sin violar su naturaleza santa y divina.
Tenemos que entender que Dios tiene que ser, y es, consecuente consigo mismo. No puede
y no quiere quebrantar su propia ley ni violar su propia naturaleza. Dios nos dice en su
palabra que él es amor.

1ª Juan 4:8 El que no ama, no conoce a Dios; porque Dios es amor.

Y porque es amor, ama a los pecadores. También encontramos en las Escrituras que Dios
es Santo.

Salmo 99:9 Ensalzad al SEÑOR nuestro Dios, y adorad al monte de su santidad; porque el
SEÑOR nuestro Dios es santo.

1ª Pedro 1:16 Porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.

Porque es santo, tiene que castigar el pecado y regirse por su propia Ley de justicia, por lo
cual lo que tenemos es un Dios santo que ama y anhela perdonar al hombre pecador que ha
quebrantado la Ley de Dios y merece ser castigado. ¿Cuál es la solución? Lo que se necesita
es una propiciación que satisfaga la Ley Santa de Dios y haga posible que Dios perdone al
hombre pecador. Esta necesidad fue satisfecha plenamente por el Hijo amado de Dios,
nuestro Señor Jesu Cristo. Mientras estaba en la cruz, soportó y sufrió la ira de Dios, y
derramó su propia Sangre para pagar por los pecados de todo el mundo. Mientras satisfacía
las demandas de la Ley inquebrantable y justa de Dios, estaba también manifestando el amor
que Dios siente por los pecadores.

Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito; para que
todo aquel que en él cree, no perezca, mas tenga vida eterna.

Cuando estudiamos las Escrituras, encontramos que la palabra propiciación es usada sólo
en tres lugares.

Romanos 3:25 Al cual Dios ha propuesto por propiciación por la fe en su sangre, para
manifestación de su justicia por la remisión de los pecados pasados, por la paciencia de Dios.

1ª Juan 2:2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros,
mas también por losde todo el mundo.

1ª Juan 4:10 En esto consiste el amor, no que nosotros hayamos amado a Dios, sino que él
nos amó a nosotros, y envió a su Hijo para ser propiciación por nuestros pecados.

Aunque la palabra en sí se encuentra en pocos lugares, la doctrina misma se entreteje en las


Escrituras desde Génesis hasta Revelación. Es importante que comprendamos que esta
propiciación fue para el beneficio de Dios al igual que del hombre; permitía a Dios tener
comunicación con el hombre (lo cual él anhela) al igual que el hombre con Dios. ¿Cómo
puede un Dios Santo perdonar y aceptar a un pecador perverso? Es posible gracias a la
Propiciación. ¿Cómo puede un pecador perverso jamás encontrar la paz con Dios? Es posible
gracias a la Propiciación. ¿Quién necesita de este perdón y paz que pueden ser disfrutados
como resultado de la propiciación? Cada hombre, mujer, niño y niña sobre la tierra.

Romanos 3:10 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno.

Romanos 3:23 Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.

A medida que seguimos explorando esta gran doctrina, considerémosla desde las siguientes
perspectivas.

El plan de la propiciación.
Nuestro Dios soberano, por su conocimiento previo, sabía aun antes de crear al hombre,
que el hombre caería en pecado.

Romanos 5:12 Por tanto, así como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el
pecado la muerte y la muerte así pasó a todos los hombres por cuanto todos pecaron.

Dios también sabía que el hombre caído y pecador nunca podía, por sus propios medios,
volver a tener un estado de justicia y paz con Dios.

Proverbios 20:9 ¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón, limpio estoy de mi


pecado?

Eclesiastés 7:20 Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga bien y nunca peque.

Hemos dicho anteriormente que un Dios Santo no puede aceptar al hombre pecador
mientras no se haya satisfecho su Ley justa y se haya aplacado su ira contra el pecado. Por
eso Dios dio a su propio Hijo para sufrir y morir en el Calvario para expiar el pecado.

Romanos 3:25 Al cual Dios ha propuesto por propiciación por la fe en su sangre, para
manifestación de su justicia por la remisión de los pecados pasados, por la paciencia de Dios.

Tome nota de la frase “Al cual Dios ha propuesto por propiciación”. La identidad de al
cual es revelada claramente por el versículo anterior como Cristo Jesús. ¿Qué quiso
significar Pablo cuando dijo “Dios ha puesto”? Esta frase viene de la palabra griega que
quiere decir colocar enfrente de, exhibir, tener el propósito, proponer. Encontramos la misma
palabra traducida como “he propuesto” en Romanos 1:13 y como “había propuesto” en
Efesios 1:9. Al estudiar esta palabra también encontramos que el motivo de que Dios haya
propuesto a nuestro Salvador no fue únicamente para nuestro beneficio sino también el de
Dios. ¿Qué nos indica esto acerca de esta propiciación?

1. Desde antes, Dios propuso en su corazón llevar a cabo este plan de propiciación.

2. La propagación de la propiciación fue una exhibición pública para que todos la


vieran en el Calvario.

3. La presentación de la propiciación revela que la voluntad de Dios es que él anhela


que los pecadores sean salvos.

1ª Juan 4:10 En esto consiste el amor, no que nosotros hayamos amado a Dios, sino que él
nos amó a nosotros, y envió a su Hijo para ser propiciación por nuestros pecados.

El precio de la propiciación.
Romanos 3:25 Al cual Dios ha propuesto por propiciación por la fe en su sangre, para
manifestación de su justicia por la remisión de los pecados pasados, por la paciencia de Dios.

Vemos que el precio es la Sangre derramada del Señor Jesu Cristo. A través de la muerte
como sacrificio y como sustitución de Cristo y el derramamiento de su sangre, nuestra deuda
por el pecado fue pagada. Para que el pecador tenga vida espiritual y eterna, la propiciación
tenía que dar su vida.

Levítico 17:11 Porque la vida de la carne en la sangre está: y yo os la he dado para expiar
vuestras almas sobre el altar: por lo cual la misma sangre expiará el alma.

Mateo 26:28 Porque esto es mi sangre del nuevo testamento, la cual es derramada por
muchos para remisión de los pecados.

Romanos 5:9Pues mucho más, siendo ahora justificados por su sangre, por él seremos salvos
de la ira.

Efesios 1:7 En el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados según las
riquezas de su gracia.

Revelación 1:5 Y de Jesu Cristo, que es el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el
príncipe de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados en su
propia sangre.

El poder de la propiciación.
Esta propiciación que Dios se ha propuesto es suficiente para limpiar y redimir a aquellos
que están dispuestos a volverse a él y depositar su fe en la Sangre derramada de Cristo.
Aunque la mayoría se niegue a arrepentirse sus pecados y a confiar en Cristo, Dios no carga
con la culpa, porque él proveyó el camino de salvación.

1ª Juan 2:2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros,
mas también por losde todo el mundo.

Hebreos 2:9 Empero vemos a aquel mismo Jesús, que fue hecho un poco menor que los
ángeles por pasión de muerte, coronado de gloria y de honra, para que por la gracia de Dios
gustase la muerte por todos.

1ª Timoteo 2:6a El cual se dio a sí mismo en precio del rescate por todos.

Juan 1:29 El siguiente día ve Juan a Jesús que venía a él, y dice: He aquí el Cordero de Dios,
que quita el pecado del mundo.

Las únicas limitaciones puestas a la obra propiciatoria del Señor Jesús son puestas por el
pecador mismo, ya sea por negarse a arrepentirse o por no querer, con fe, confiar en la
Sangre de Cristo.

Decir que la propiciación propuesta por Dios no es suficiente es igual a:


• Negar las Escrituras
• Desafiar al Salvador
• Rebajar al Soberano

Alguien quizá pregunte: “¿Es esta propiciación lo suficientemente poderosa para redimir y
limpiar aun al más vil de los pecadores?” El apóstol Pablo declaró ser el principal de los
pecadores, no obstante, ¡Dios lo salvó (1ª Timoteo 1:15)!

Como ya lo he dicho, si hay un impedimento para que un pecador llegue a tener un


conocimiento salvador de Cristo, habiendo sido convencido y atraído por el Espíritu Santo, el
impedimento está en el individuo y no en Dios.

Ahora bien, consideremos la doctrina de la propiciación desde otra perspectiva.


Veamos:

1. La exposición de la propiciación.
Cuando pensamos en la propiciación, nos damos cuenta que fue expuesta incontables veces
en el Antiguo Testamento a Través de tipos y sombras. En repetidas oportunidades
encontramos al pueblo hebreo ofreciendo sacrificios como propiciación por sus pecados.
Estas ofrendas no limpiaban sus pecados, sino que meramente los “cubría”, a la vez que
presentaba una figura de Aquel que los limpiaría de su pecado.
Romanos 3:25 Al cual Dios ha propuesto por propiciación por la fe en su sangre, para
manifestación de su justicia por la remisión de los pecados pasados, por la paciencia de Dios.

Aquí vemos a Pablo declarando que esta propiciación limpió los pecados que pertenecen al
pasado. Todos los sacrificios realizados hacían rodar la deuda por el pecado hacia adelante
hasta que Cristo (al cual Dios propuso) cumplió el papel como nuestra propiciación.

Hebreos 9:11 Mas estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes que han de
venir, por el mayor y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de este
edificio; 12 Ni por la sangre de machos cabríos, ni de becerros, mas por su propia sangre,
entró una vez en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido redención eterna paranosotros.

Hebreos 10:4 Porque es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quite
los pecados.

Hebreos 10:10 Por la cual voluntad somos santificados, por la ofrenda del cuerpo de Jesu
Cristo hecha una sola vez. 11 Y ciertamente todo sacerdote está en pie cada día ministrando
y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; 12
Pero éste, habiendo ofrecido por los pecados un solo sacrificio una vez por siempre, se sentó
a la diestra de Dios.

Encontramos una tremenda representación de la propiciación en el siguiente pasaje del


Antiguo Testamento:

Levítico 16:5 Y de la congregación de los hijos de Israel tomará dos machos de cabrío para
expiación, y un carnero para holocausto. 6 Y hará allegar Aarón el becerro de la expiación,
que es suyo, y hará la reconciliación por sí y por su casa. 7 Después tomará los dos machos
de cabrío, y los presentará delante del SEÑOR a la puerta del tabernáculo de la congregación.
8 Y echará suertes Aarón sobre los dos machos de cabrío; la una suerte por el SEÑOR, y la
otra suerte por el chivo expiatorio. 9 Y hará allegar Aarón el macho cabrío sobre el cual
cayere la suerte por el SEÑOR, y ofrecerálo en expiación. 10Mas el macho cabrío, sobre el
cual cayere la suerte para ser el chivo expiatorio, lo presentará vivo delante del SEÑOR, para
hacer la reconciliación sobre él, para enviarlo a Azazel al desierto.

Aquí encontramos que en el Día de la Expiación, dos machos cabríos eran presentados por
medio del Sumo Sacerdote. Uno era escogido como sacrificio, era sacrificado y su sangre era
llevada al Lugar Santísimo donde era rociada sobre el propiciatorio. Este propiciatorio era la
tapa de oro que cubría al Arca del Pacto que contenía, entre otras cosas, dos tablas que
representaban la ley justa de Dios. Esto hizo posible que un Dios Santo pudiera encontrarse
con el hombre pecador al igual que el hombre encontrarse con Dios en base a la propiciación
que había sido ofrecida. ¡Cuando Dios bajaba su vista a la tierra, no veía la Ley contenida en
el Arca, veía la Sangre sobre el propiciatorio!
Era esta propiciación (la Sangre) que se interponía entre la Ley que condenaba y un Dios
Santo que tendría que condenar si no fuera por la Sangre. Si no fuera por la obra expiatoria y
el poder de esta “propiciación” (la Sangre) nada podría aquietar la demanda atronadora de la
Ley de que hubiera una ejecución del juicio divino.

Al observar la palabra griega (Hilasterion) de la que viene la palabra Propiciación en


nuestro idioma, encontramos que Hebreos 9:5 se traduce usando la palabra propiciatorio.

Hebreos 9:5 Y sobre ella los querubines de gloria que cubrían con su sombra al
propiciatorio: de las cuales cosas no podemos hablar ahora en particular.

Después de que el Sumo Sacerdote terminara su trabajo en el Lugar Santísimo, salía y


colocaba sus manos sobre la cabeza del otro macho cabrío y confesaba los pecados del
pueblo de Israel. El macho cabrío (chivo expiatorio) era llevado al desierto y puesto en
libertad para simbolizar que se estaba retirando lejos de los pecados de la nación de Israel.

Salmo 103:12 Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras
rebeliones.

Pero tenemos que comprender que todo esto era meramente una representación de la obra
de Cristo y hacía que Dios pudiera “pasar por alto” sus pecados y cargarlos al Calvario.

Éxodo 12:13 Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la
sangre, y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad, cuando heriré la
tierra de Egipto.

2. Las particularidades de la propiciación.


Al considerar esta doctrina de la propiciación, hay ciertas particularidades que demandan
nuestra atención.

La propiciación es una obra de SACRIFICIO

Hebreos 2:9 Empero vemos a aquel mismo Jesús, que fue hecho un poco menor que los
ángeles por pasión de muerte, coronado de gloria y de honra, para que por la gracia de Dios
gustase la muerte por todos.

La muerte de Cristo no fue un accidente; todo lo que sucedió durante la vida y muerte de
sacrificio de nuestro Salvador fue predeterminado por la voluntad de Dios.

Actos 2:23 A éste, entregado por determinado consejo y presciencia de Dios tomándole
vosotros, le matasteis por manos inicuas, crucificándole.
1ª Corintios 15:3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo yo recibí, que
Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras.

En la cruz, Cristo se dio a sí mismo para ser el sacrificio definitivo y pasó a ser nuestra
propiciación.

Filipenses 2:5 Haya en vosotros la misma mente que hubo también en Cristo Jesús: 6 El cual
siendo en forma de Dios,no pensó robo el ser igual a Dios: 7 Mas se despojó a sí mismo,
tomando forma de siervo, hecho a semejanza de los hombres; 8 Y siendo hallado en
condición como hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y
muerte de cruz.

La propiciación es una obra de SUSTITUCIÓN

La muerte de Cristo fue una obra de sustitución porque murió por otros.

Juan 10:11 Yo soy el buen Pastor: el buen pastor su vida da por las ovejas.

Era el hombre pecador caído quien necesitaba la propiciación, no Cristo.

Hebreos 9:14 ¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí
mismo sin mancha a Dios, purificará vuestras conciencias de las obras muertas para que
sirváis al Dios vivo?

1ª Pedro 3:18 Porque también Cristo padeció una vez por los pecados, el justo por los
injustos, para que él nos llevase a Dios, siendo ciertamente muerto en la carne, pero
vivificado por el Espíritu.

Mientras estaba en la cruz, Cristo sufrió POR los pecados; el Justo por los injustos. La
palabra “por” en este versículo es una preposición y significa: en nombre de o en lugar de.

La propiciación es una obra SUFICIENTE

Sé que he tratado este punto extensamente, pero permítame hacer unos comentarios
adicionales para beneficio de los que pretenden quitarle su gloria a mi Señor.

Hebreos 10:10 Por la cual voluntad somos santificados, por la ofrenda del cuerpo de Jesu
Cristo hecha una sola vez.

Somos hechos justos por medio de la ofrenda de Cristo, no por alguna forma de obras.

Hebreos 10:14 Porque por una sola ofrenda ha hecho perfectos por siempre a los que son
santificados.
Aquí encontramos la duración de este estado de justicia que Cristo compró para todos los
que han nacido de nuevo.

Judas 1:1 Judas, siervo de Jesu Cristo, y hermano de Jacobo, a los llamados, santificados en
Dios el Padre, y preservados en Jesu Cristo.

Tome nota de la palabra “preservados”. Significa guardar, conservar, retener para uno
mismo. Lo que Dios nos está diciendo es que somos retenidos POR Jesús, PARA Jesús. Por
su obra propiciatoria en el Calvario, los que somos salvos por gracia somos preservados en
un estado de justicia, por los méritos de su obra, NO de la nuestra.

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