De mí para ti:

Mi intención con esta carta es decirte una vez más que estoy muy contento de tenerte a mi
lado, de disfrutar de ti, de todos aquellos ratos, todos aquellos paseos, charlas, todos aquellos
besos y gestos en medio de la cotidianidad del día a día y aquellos no tan cotidianos que
aproximan mi corazón al tuyo y viceversa.

Gracias por apostar cada día por nosotros, por comprenderme y por tratar de hacerlo en
tantos momentos, por escucharme y por explicarme aquello que no soy capaz de ver, por
quererme como soy, gracias por todo lo que das, gracias por ser como eres, por hacerme
sentir que eres la mujer perfecta para mí. Porque estoy dispuesto a llevarme el pack completo,
que eres tú. Porque con tu sonrisa y tus lágrimas, con tus alegrías y tus tristezas, con tus días
soleados y aquellos más nublados y tormentosos, con todo: TE QUIERO CARMEN y deseo que
seas enormemente feliz. Yo, con mis aciertos y mis torpezas, me siento en este preciso
instante, enormemente ilusionado por contribuir a que sigas creciendo, sigas disfrutando, a
que tu alegría se multiplique porque la tuya será la mía, a que tu sonrisa no se pierda y se
mantenga, a que puedas experimentar lo que es vivir el cielo aquí en la Tierra. Yo me sentiré
enormemente afortunado por compartirlo contigo, por presenciar tu alegría y por
acompañarte en este camino que es la vida.

Brindemos por este día, por nosotros, porque nos queremos más que ayer pero menos que
mañana, por un futuro lleno de ilusión y esperanza, con los contratiempos y sorpresas que
pueda depararnos la vida. Brindemos por algún día llegar a amarnos con todo nuestro corazón,
todo nuestro intelecto y todas nuestras fuerzas. Brindemos porque somos afortunados por la
vida que tenemos y por todo lo que tenga que llegar.

Siempre, siempre, siempre a mejor preciosa.

Te quiero.

Álvaro.