LA VIOLENCIA COMO CONDUCTA NEGATIVA PARA DAR SOLUCIÓN A UN

CONFLICTO

Es necesario que se originen mecanismos de participación que permitan dar

solución a una problemática de nunca acabar más aún, si se continua permitiendo
el delito de la corrupción desplegar sus mejores jugadas para beneficiar a unos
cuantos; es lamentable sentir a Colombia como un país de pocos y de abundancia
de nadie, donde los recursos son manipulables entre los peores postores que
suman a la delincuencia que nutre al conflicto armado tanto en las zonas rurales
como en las urbes.
Existen diversas definiciones sobre el conflicto, una de ellas es el proceso de
enfrentamiento entre dos o más partes ocasionado, bien sea, por un choque de
intereses políticos, ideológicos, económicos, de valores; etc. Es importante
mencionar que los conflictos bien pueden ser positivos o negativos; según como se
determine; así que en este caso, tomamos la violencia como la conducta, negativa,
de solución de un conflicto. Así, y en este orden de ideas, la violencia ha golpeado
todas las regiones de Colombia, sin discriminar zonas urbanas, ni rurales, ni grupos
poblacionales y mucho menos clases sociales en el territorio nacional; a partir del
año 1989, con la caída del pacto internacional del café, en el departamento de
Caldas, se genera la crisis cafetera que, en gran parte, contribuyó a intensificar el
conflicto armado; así, el departamento de Caldas, las implicaciones en materia
social y económica, generan el empobrecimiento de gran mayoría de campesinos y
para los años noventa, la coordinadora guerrillera Simón Bolívar, anunció la
intención de tomarse el corazón cafetero de Colombia. Así que, Caldas no es la
excepción ante este flagelo que registran a diario a través de las noticias; y aunque
no sobresale la violencia experimentada del departamento, en el conjunto nacional,
por no presentar tan elevados niveles tanto del índice en el marco de la
confrontación armada o de criminalidad en las zonas urbes de los municipios; es
importante evidenciar que el nivel de deterioro de recursos naturales, la falta de
respeto a la integridad humana, la falta de cumplimiento de normas de convivencia
ante la colectividad, la desigualdades económicas y la falta de oportunidades de
educación; están cobrando cuenta de cobro en nuestro departamento de Caldas.
Las zonas más afectadas por el conflicto armado fueron Nor-Oriente y Nor-
Occidente de Caldas. De esta manera, los espacios de estas zonas que eran
ocupados por la institucionalidad y el sector del café, empezaron a ser ocupados
por grupos armados al margen de la ley; especialmente, en el departamento de
Caldas, el frente 47 de las FARC.
Ahora, cuando estos grupos inician a operar en estas regiones, trabaja con la
comunidad campesina a partir de ciertos ideales e imaginarios para que engrosaran
sus filas de batalla y en este aspecto no se ha trabajado lo suficiente para entender
que esos imaginarios por parte de los campesinos se tenía a la hora de ingresar a
las filas de grupos armados. Por tal razón se hizo necesario, desde el terreno de la
educación, crear estrategias que permitieran permanecer más tiempo a los jóvenes
en los salones de clase y dentro de la institución con el fin de evitar que fueran
convencidos por las ideologías de estos grupos al margen de la ley. De tal manera,
los docentes se convierten en las piezas claves a la hora de educar y generar
proyectos que brindaran posibilidades de realización de vida a los jóvenes; este rifi
y rafe, agotador por cierto, genera un mano a mano con la guerrilla en donde ambos
bandos (colegio y grupos armados) se quitaban miembros entre unos y otros.
Cuando el estudiante desertaba de ambos bandos, su opción más próxima era
migrar a la ciudad, lo anterior, incrementando el cordón de miseria en las urbes, la
inseguridad en las calles, la falta de tolerancia en el trato con los demás y la
autoridad, la sequía en los ríos y las tierras estériles para la productibilidad del
agro…
Bien dice el dicho: “la ambición rompe el saco”…. Y aplica al contexto que vivimos
porque el individuo prefirió apostar a la economía aceleradamente creciente, sin
prever el daño que ocasionaba al entorno natural…Ahora, los recursos hídricos se
agotan y no podemos visualizar un panorama próspero para un futuro próximo…
Más si sumamos a lo anterior, la pérdida de valores u de principios en la
construcción del ser como individuo social. Ya no importa dañar al otro, hacer la
trampa, el robo si lo importante es conseguirlo, obtenerlo...a cambio de qué? De
una sociedad mañosa y enferma de corrupción. Por tal razón, desde el componente
educativo, se está fortaleciendo saberes desde materias como: catedra de la paz,
competencias ciudadanas y democracias y ética; que permitan forjar estudiantes en
un desarrollo humano integral. Mas a esto le sumamos, programas generados,
desde entidades como Comité de Cafeteros, que afianzan en campo a través del
programa de escuela nueva, que permite a los estudiantes del sector rural, ser
productivos y proactivos, a través de proyectos pedagógicos productivos que les
permite generar ingresos tanto para ellos como para sus hogares.
Sin embargo, para lo anterior, es importante educar, no sólo desde los salones de
clase o los hogares; sino, a través de docentes comprometidos en incrementar
actores responsables de sus actos y no en evaluar evasores irresponsables que
pasan los años por pasar desde los salones de clase; más aún, sin reflejar criterios
de responsabilidad hacia las propuestas pedagógicas que ayudan a mejorar su
calidad de vida; de igual manera, desde los hogares, afianzar estructuras de familia
más unidad desde el componente ético que permitan generar un ambiente de
valores a partir del saber cumplir reglas como principios morales.
De este modo, y así como se ve el departamento, es importante incrementar
estrategias de cambio que inicien desde lo individual y repliquen en lo general y
quizá pensar que el efecto domino pueda originar un gran cambio desde el
desarrollo el humano integral.

CONCLUSION

Educarnos respecto a las problemáticas que predominan en nuestro país, es

importante para generar posturas autocriticas y críticas que permitan analizar y dar
reflexión ante situaciones originadas por los diversos tipos de violencia; en este caso
del departamento de Caladas. Por tal razón, en este ensayo se evidencia como
propuesta a este conflicto, la educación como alternativa de mejorar la calidad de
vida a partir del construir personas que se encaminen en sus proyectos de vida a
partir del conocimiento y del hacer en el campo.
De este modo, se hace necesaria una asignatura como pedagogía para la solución
de conflictos, que nos proporcione las herramientas necesarias para saber abordar
estas problemáticas que nos afecta como colombianos y poder intervenir de manera
pertinente. Así, con el desarrollo de este mapa conceptual y escrito analítico,
permiten ahondar respecto a las causas que sostienen a las violencias tratadas y
analizar los efectos que generan tales actos irracionales que fulminan cada día la
tranquilidad de un departamento.