a) Se imputa al trabajador hecho notoriamente inexistentes, falsos o imaginarios: los
hechos imputados no fueron demostrados, no se llega a discutir la responsabilidad del trabajador respecto de ciertos hechos, sino, que la existencia de los hechos que le fueron imputados para despedirlo no fueron probados, lo que demuestra que los hechos imputados fueron ficticios e irreales. Como lo señala la doctrina: a la inexistencia de causa, debe seguir la declaración de inconstitucionalidad del despido, porque viola el derecho al trabajo.
b) Se le atribuye una falta no prevista legalmente, vulnerando el principio de tipicidad:
Por ejemplo la “disminución de la productividad” no se encuentra tipificada como causa legal de despido. Art. 2 Inc. 24: PRINCIPIO DE TIPICIDAD: los hechos como infracciones punibles deben de estar tipificadas de forma expresa e inequívoca.
c) Se produce la extinción de la relación laboral con vicio de voluntad: cundo la renuncia
del demandante no es voluntaria, sino que la empresa obliga al trabajador, mediante presiones, a firmar el documento respectivo, configurándose su despido arbitrario.
Dentro del este despido: PRINCIPIO DE INMEDIATEZ: si al causa se extendió
condonada o perdonada por el empleador, la causa que existió, ya no existe. Si el empleador no sancionó oportunamente al trabajador, pretender hacerlo extemporáneamente, cuando por virtud del principio de inmediatez eso no es posible, revela una actitud y contraria a la buena fe.
Solo será procedente la vía de amparo cuando: el demandante acredite fehaciente e
indudablemente que existió fraude, pues en caso contrario, es decir cuando haya controversia o duda sobre los hechos, corresponderá a la vía ordinaria laboral determinar la veracidad o falsedad de ellos.
d) Mediante la fabricación de pruebas: remitir al trabajador a la vía judicial ordinaria,
para que ella demuestre el carácter fraudulento del despido, no configura solución alguna, pues de tener el trabajador éxito en su actividad probatoria, no obtendrá la protección efectiva.