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La esclavitud y la aparición del colonato

Roma presenta una gran complejidad y diversidad por lo que difícilmente se puede
llegar a establecer un conjunto de características generales que la definan. En ocasiones
se podían manifestar en un mismo individuo, a lo largo de su existencia, rasgos o
hechos contradictorios como la manumisión, la venta, el éxito material, la violación
física, etc. La gran variedad en el trato que los propietarios dispensaban a sus esclavos y
en la forma de vida de éstos impide una definición genérica.

La esclavitud en Roma debe considerarse como una institución social, entendida como
la relación que unía a esclavos (servi) y dueños (domini). Entre ellos se creaban una
serie de vínculos similares a los que se pueden dar entre emperador y súbdito, padre e
hijo, oficial y soldado..., pero con una diferencia sustancial: el propietario ejercía sobre
el esclavo un poder absoluto, éste se encontraba en todo momento a disposición del
amo, de un modo discrecional, sin posibilidad de desobedecer y sin condiciones, sin
compensaciones estipuladas de antemano. El señor esperaba de él sumisión y lealtad, de
lo contrario sería coaccionado y forzado a obedecer de la forma que el señor considerara
apropiada. No había entre ellos ningún acuerdo o fórmula de reciprocidad en derechos y
deberes, sino una relación dirigida unilateralmente para ejercer un derecho, el del
propietario, que consistía en la exigencia y satisfacción de servicios de índole muy
diversa a prestar por el esclavo.

La esclavitud no fue igual en todas las épocas. En los primeros tiempos de Roma
los esclavos eran poco numerosos y formaban parte de la familia como servidores. La
mayoría trabajaba en el campo. A medida que Roma va conquistando nuevos territorios,
llegan a la ciudad grandes cantidades de esclavos capturados como prisioneros de guerra
que se venden igual que cualquier mercancía.

Había dos tipos de esclavos: los públicos y los privados. Los primeros pertenecen
al Estado y trabajan en servicios públicos, como por ejemplo en las minas estatales,
que era quizás el trabajo más penoso. Los privados pertenecen a familias particulares
y suelen trabajar en el servicio doméstico o en la agricultura. Generalmente se les
trataba mejor que a los públicos. En cuanto al status jurídico del esclavo, al principio no
tiene ningún derecho. Se le considera una cosa (la palabra más antigua para referirse a
un esclavo es mancipium,de género neutro). No puede casarse ni tener propiedades.
Posteriormente, se permite el matrimonio entre esclavos, aunque los hijos son
también propiedad del amo. También se les permite ahorrar para comprar a otro esclavo
que le ayude en sus tareas o incluso comprar su libertad.

La manumisión (manumissio) era un procedimiento mediante el cual un esclavo


podía obtener su libertad. Había tres formas, aparte de comprarla con dinero, como
acabamos de decir:
 Manumissio per vindictam: consiste en tocar al esclavo con una varita (vindicta)
en presencia de testigos.
 Manumissio censu: el amo inscribe al esclavo en el censo de ciudadanos.
 Manumissio testamento: el amo concede la libertad al esclavo en su testamento.
El esclavo liberado por alguno de estos procedimientos pasaba a la categoría de
liberto, en la cual no tenía todos los derechos de que gozaba un ciudadano, pero ya
no era propiedad de nadie e incluso podía llegar a ser una persona importante en la
sociedad.
El ritmo de nuevas manumisiones al final del periodo de la República era tan alto, entre
otras cosas porque daba prestigio al propietario liberador, que hizo que Augusto
aprobara una ley restrictiva, la Lex Fufia Caninia, en la que se establecía un máximo de
liberaciones en función del número de esclavos que se poseía, pues este aumento de las
manumisiones unido a la disminución de la provisión de esclavos al terminar las guerras
de conquista, dieron como resultado un déficit de esclavos con el consiguiente aumento
del precio de éstos y por tanto una menor rentabilidad. La solución fue la sustitución de
esclavos por libertos, primero en el ámbito del tejido productivo urbano y más tarde en
las zonas rurales donde los esclavos fueron sustituidos por colonos, agricultores que
trabajaban en virtud de un contrato.

La estructura económica del Imperio Romano fue fundamentalmente agrícola, a pesar


del carácter urbano de su organización sociocultural
En correspondencia con la función económica de la agricultura, el criterio decisivo de
división social no fue tanto la posesión de dinero como la propiedad de la tierra. La
clase dirigente de la sociedad romana se componía de terratenientes y de aquellos que,
habiendo hecho su fortuna en otras actividades (comercio, producción, banca)
invirtieron sus ganancias en bienes raíces

Las clases más bajas fueron las dedicadas directamente a la producción agraria (Plebs
rustica, individuos libres pero sin propiedades) y los esclavos.

“Esclavos y colonos.-No obstante, a partir del siglo II, la agricultura racional cultivada por
esclavos a las órdenes de un villicus. Según el modelo republicano descrito por Catón, entro en
decadencia. En su lugar .los grandes dominios fueron divididos en pequeñas parcelas,
confiadas a campesinos libres, coloni. El término, que en época republicana se aplicaba al
agricultor propietario, paso. Pues, en época imperial, a designar al arrendatario, que cultivaba
tierras de los grandes propietarios a cambio de la entrega de parte de la cosecha
Se ha señalado, como causa de esta transformación del régimen del cultivo, la disminución del
número de esclavos, como consecuencia del agotamiento de las fuentes de aprovisionamiento.
Pero probablemente intervinieron otros factores, como las escasa productividad de la
agricultura intensiva y el aumento del absentismo entre los latifundistas que prefirieron
desentenderse de las preocupaciones del campo y confiar de sus finca a colonatos libres e
incluso esclavos, en el mismo régimen de arriendo...”(P.365)

De hecho, sobre todo durante el Alto Imperio, s.I-III, gran parte de las explotaciones
agrarias estaban en manos de un capataz (uilicus), que hacía las funciones de
administrador, mientras el propietario vivía en la ciudad y sólo durante cortas
temporadas utilizaba las estancias de la villa

La mano de obra utilizada para las faenas agrícolas era generalmente esclava, porque
con ella se rentabilizaba la producción. Sin embargo, a medida que disminuyen las
campañas bélicas, el aporte de esclavos fue cada vez menor, hasta llegar a ser
insuficiente para las grandes explotaciones. Su lugar fue ocupado de forma progresiva
por mano de obra libre bajo el sistema de colonato: el colonus tomaba en arriendo una
parcela de tierra a cambio de una renta que entregaba al señor A partir del s.III y, a raíz
de los profundos cambios sufridos por la estructura social y política del Imperio
(invasiones bárbaras, creciente importancia del ejército en el poder, regresión de la vida
urbana, etc) aumentaron las grandes propiedades latifundistas, únicas que pudieron
resistir la crisis económica, en detrimento de la pequeña y mediana propiedad.
En lo social el sistema del colonato se afianza y la explotación de los latifundios es
llevada por una mano de obra libre con una creciente dependencia del señor. Hasta el
punto de que a mediados del s.IV se considera al campesinado con adscrito a la tierra,
sin derecho alguno a la propiedad y sometido a la potestad de su señor. Se forma así una
población en torno a las grandes explotaciones dependiente de un dominus (señor), que
administra justicia y en momentos de inseguridad llega a contar con un ejército propio.
Estamos, pues muy cerca, de los señores feudales y de la relación social propia de la
Edad Media.

BIBLIOGRAFÍA:

 · BRADLEY, Keith (1998): Esclavitud y sociedad en Roma (Colección:


Historia, ciencia, sociedad, 276 .ISBN: 84-8307-160-6)
 (p.365)Historia de roma .José Manuel Roldan Hervas
 http://mural.uv.es/juasajua/esclavitud.htm?
fbclid=IwAR27qgYifXKiliszsigmxLDCpZt23BPVyO7qq9N4cqbQRUOOjsa1_
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