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a actual coyuntura política en el Perú, con la disolución del Congreso, no impactará de manera

significativa en la economía en los meses que restan para concluir el año, señaló Augusto Cáceres,
decano de la Facultad de Negocios en la Universidad Privada del Norte (UPN).

Dijo que ello porque los cimientos se mantienen sólidos y los agentes han perdido sensibilidad ante el
ruido político, fenómeno que ha cobrado mayor fuerza en los últimos tres años.

Señaló que los indicadores clave se mantienen dentro de las estimaciones; así el precio del dólar cerrará
en 3.40 soles y la inflación en 2%, dentro del rango meta del Banco Central de Reserva (BCR).

“La economía crecería hasta 2.7%, según el ente emisor, siendo lo más probable 2.5% similar al nivel de
hace dos años, por encima del 0.6% proyectado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para
América Latina”, apuntó.

Anotó que el nivel de reservas internacionales se ubicará alrededor de 29% del Producto Bruto Interno
(PBI) y representará cinco veces el total de las obligaciones externas de corto plazo.

“La macroeconomía peruana se mantiene sólida y con una ruta correcta desde los 90. Esta solidez
genera en los agentes, tanto nacionales como extranjeros, la sensación de que la situación política actual
no es una crisis económica”, sostuvo Cáceres.

De igual modo, el decano de la Facultad de Negocios de la UPN destacó que Perú mantiene sus
fundamentos económicos como son: libertad de mercado, un Estado no empresario, apertura comercial
al mundo y respeto a la propiedad privada, por lo que espera que las inversiones no se paralicen
impulsando el crecimiento.

“Confiemos que prevalezca la sensatez de nuestras autoridades, electores y futuros gobernantes ya que
no podemos olvidar que contamos con más de 9,000 millones de dólares en proyectos de inversión que
se encuentran pendientes y que el país necesita se materialicen con urgencia para continuar con su
solidez económica y crecimiento”, indicó.

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