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EUCARISTIA 31 DE MAYO 2019

NOVICIADO SALESIANO SAGRADO CORAZON DE JESÚS.

MONICIÓN DE ENTRADA
Queridos hermanas y hermanos de nuestra querida Familia Salesiana, una vez más
nos reunimos junto a María Santísima, para compartir la Palabra y el Pan que nos
da la Vida. Ella nos invita a estar dispuestos a hacer con prontitud la Voluntad del
Padre, con ella celebremos y glorifiquemos a Jesús Resucitado. Con alegría
iniciemos nuestra celebración.
MONICIÓN DE LECTURAS
La Santísima Virgen entendió que es necesario callar, hacer silencio y sólo así
podemos escuchar qué nos quiere decir el Creador. Dejando a Dios actuar,
podemos llevar a Jesús a donde quiera que vayamos. Con Jesús en el corazón, los
discípulos son capaces de ser sal y luz del mundo, porque tienen dentro algo
diferente, son capaces de irradiar la Misericordia infinita de Dios. Escuchemos con
alegría la palabra de Dios.

ORACIÓN DE LOS FIELES


Elevemos nuestras súplicas al Salvador, que quiso nacer de María Virgen, y
digámosle:
R. / Que tu santa Madre, Señor, interceda por nosotros.
Sol de justicia, a quien María Virgen precedía cual aurora luciente, haz que tu Iglesia
viva siempre iluminada por la claridad de tu presencia. R. /
Dios bondadoso, que quisiste que María custodiara y guiara a tu hijo aquí en la
tierra, ayuda a nuestro Papa Francisco y a todos los obispos de la Iglesia, para que
cuiden y guíen al pueblo de Dios, por el camino que lleva a tu Hijo. R. /
Palabra eterna del Padre, que enseñaste a María a escoger la parte mejor,
ayúdanos a imitarla y a buscar el alimento que perdura hasta la vida eterna. R. /
Salvador del mundo, tú que con la eficacia de tu redención preservaste a tu Madre
de toda mancha de pecado, líbranos también a nosotros de toda culpa. R. /
Redentor nuestro, tú que hiciste de la inmaculada Virgen María tabernáculo
purísimo de tu presencia y sagrario del Espíritu Santo, haz también de nosotros
templos de tu Espíritu.
Padre Eterno, que hiciste que María proclamara tus grandezas, concédenos
también a nosotros proclamar las maravillas que haces en cada hombre que vive tu
palabra. R. /
Señor escucha nuestra súplicas por medio de Tu Hijo que nació de tu escogida la
Virgen María, El que vive y Reina por los siglos de los siglos. AMÉN.

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