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FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS, ADMINISTRATIVAS Y CONTABLES

CONTADURÍA PÚBLICA – ÉTICA – 10.º C


LA MAQUILA Agosto de 2017

Los “amigos de Haití” y el gobierno haitiano cambian la producción de alimentos por la instalación de
maquilas con salarios de hambre

Hace 30 años, los asesores haitianos y estadounidenses del dictador Jean-Claude Duvalier compartían
la misma visión del futuro de Haití: el país debería ser el “Taiwán de El Caribe”. Es decir: un
gigantesco complejo de maquilas que garantizaría salarios de miseria en las industrias de textil,
electrónica y de fabricación de implementos de béisbol de Estados Unidos. La ‘reconstrucción’ del país
va por el mismo camino.

Tres décadas después de esta visión, el gobierno de Michel Martelly, la Comisión Interina para la
Reconstrucción de Haití (CIRH), el Departamento de Estado de Estados Unidos, el Banco Mundial(BM),
el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), otras instituciones financieras internacionales, George
Soros y otros actores implicados en la ‘reconstrucción’ de Haití planean lograr que 200 o quizás 500
mil obreras y obreros haitianos trabajen con salarios de hambre en las “zonas francas” y en los
“parques industriales” (eufemismo para nombrar las maquilas donde se ensamblan piezas importadas
libres de impuestos, que a su vez serán re-exportadas sin pagar impuestos).

La maquila y los calzones de una señora de Nebraska


22 de Febrero de 2014 - Humberto Montero

Los principales productos exportados en 2013 por El Salvador fueron, por orden: ropa interior y
complementos; prendas exteriores de vestir; cajas, bolsas, botellas, tapones y demás envases
plásticos. Les siguieron el hierro, el acero, el papel higiénico y agua, mucha agua. Natural con gas,
edulcorada o aromatizada.

Gracias al trabajo sin desmayo de la maquila, las exportaciones aumentaron casi un 3 %. Un registro
notable dadas las circunstancias. Sin embargo, la factura petrolera aumentó por encima del 6 %. El
saldo de la balanza comercial fue claramente desfavorable, de nuevo, en casi 5,000 millones de
dólares. Todo se mantiene a flote gracias a las cada vez más insuficientes remesas de los expatriados,
que a duras penas dan para nivelar el desfase pese a crecer un 1.5 %, hasta casi los 4,000 millones
de dólares. Hoy, el dinero que mandan cada mes los casi tres millones de salvadoreños en el exterior,
a un ritmo de unos 331 millones mensuales, supone nada menos que el 15.9 % del PIB. La
dependencia es brutal y supone un riesgo severo para el país pues solo si las cosas marchan
extremadamente bien en Estados Unidos, donde los 2.5 millones de salvadoreños allí residentes
tienen sus propios problemas, se podrá aumentar significativamente el flujo de capital.

Esto es una realidad empírica y huelgan comentarios partidistas, me da lo mismo el color de donde
provengan. La culpa de esta situación la tienen a uno y otro bando, y ya es hora de cambiar las cosas.
La economía de El Salvador no puede depender de que una señora de Nebraska –a EUA se destina el
91 % de la maquila– decida comprarse tres pares de bragas más al mes. Así, señores candidatos, no
se saca al país de la miseria. Se sobrevive a duras penas, y dando gracias al cielo cada día. Poco se ha
hecho desde la década dorada de los noventa, donde el crecimiento medio anual de la riqueza
rondaba el 6 %. Entonces los niveles de pobreza en el país declinaron significativamente entre 1991 y
2002 (cerca de 27 puntos porcentuales), la pobreza extrema bajó a la mitad en ese mismo período y
se registraron avances importantes en el área social, incluyendo aumento en los índices de matrícula
escolar y caída en mortalidad infantil y materna, así como mayor acceso a servicios de salud
reproductivos y agua potable.

Bendice Señor nuestro trabajo en un lugar digno del ser humano


HENRY ÉDGAR PERALTA BELTRÁN

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