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UNIVERSIDAD PRIVADA DE TACNA

FACULTAD DE INGENIERIA

Escuela Profesional de Ingeniería de Sistemas

Biografía de Gottfried Leibniz

Curso: Matematica I

Docente: Ing. Luis Nina

Estudiante: Maltrain Yañez, Soledad

Tacna – Perú
2019
Biografía de Gottfried Leibniz

Nació nació el 1 de julio de 1646 en Leipzig, Alemania, en el seno de una devota familia luterana
hacia el final de la guerra de los treinta años, que había dejado al país en ruinas.

Su padre, profesor de filosofía moral en la Universidad de Leipzig, falleció cuando Leibniz


contaba con seis años.

Durante la infancia fue educado en la escuela Nicolai, siempre acompañado de un aprendizaje


autodidacta en la biblioteca personal de su padre, que a su vez había sido heredada de un
profesor de filosofía moral de la universidad de Leipzig. De hecho, para la edad de 12 años
Leibniz había aprendido por sí solo latín, y al mismo tiempo estudiaba griego. A esta edad
empezó a interesarse por la lógica aristotélica a través del estudio de la filosofía escolástica.

En 1661 ingresó en la universidad de su ciudad natal para estudiar leyes, y dos años después se
trasladó a la Universidad de Jena, donde estudió matemáticas con E. Weigel. En 1666, la
Universidad de Leipzig rechazó, a causa de su juventud, concederle el título de doctor, que
Leibniz obtuvo sin embargo en Altdorf; tras rechazar el ofrecimiento que allí se le hizo de una
cátedra, en 1667 entró al servicio del arzobispo elector de Maguncia como diplomático, y en los
años siguientes desplegó una intensa actividad en los círculos cortesanos y eclesiásticos.

En 1672 fue enviado a París con la misión de disuadir a Luis XIV de su propósito de invadir
Alemania; aunque fracasó en la embajada, Leibniz permaneció cinco años en París, donde
desarrolló una fecunda labor intelectual. De esta época datan su invención de una máquina de
calcular capaz de realizar las operaciones de multiplicación, división y extracción de raíces
cuadradas. Finalmente se formó con Christiaan Huygens, quien resultó ser fundamental para el
posterior desarrollo de teorías sobre cálculo diferencial e integral de Leibniz.

Al criticar la Formulación cartesiana de las leyes del movimiento, conocida como Mecánica,
Leibniz se convirtió, en 1676, en el fundador de una nueva formulación, conocida como
dinámica, que sustituyó la energía cinética para la conservación del movimiento. Al mismo
tiempo, comenzando con el principio de que la luz sigue el camino de menor resistencia, él creía
que podía demostrar el orden de la naturaleza hacia un objetivo o causa final. Leibniz continuó
su trabajo, pero aún no tenía un puesto que produjera ingresos.

En 1676 fue nombrado bibliotecario del duque de Hannover, de quien más adelante sería
consejero, además de historiador de la casa ducal. A la muerte de Sofía Carlota (1705), la esposa
del duque, con quien Leibniz tuvo amistad, su papel como consejero de príncipes empezó a
declinar. Dedicó sus últimos años a su tarea de historiador y a la redacción de sus obras
filosóficas más importantes, que se publicaron póstumamente.

Después de realizar varios viajes por distintos lugares de Europa, y de haber conocido a los
filósofos más representativos de la época, Leibniz establece una Academia de las Ciencias en
Berlín, donde tuvo una actividad constante.

Leibniz falleció en Hanover en 1716, en ese tiempo, vivía tan fuera de lugar que ni George I, que
estaba cerca de Hanover en ese instante, ni algún otro cortesano aparte de su secretario
personal asistieron al funeral. A pesar de que Leibniz fue órgano fijo de la Royal Society y de la
Academia de Ciencias de Berlín, ninguna de las dos ordenaciones creyó oportuno enaltecer su
fallecimiento.

Su tumba no fue marcada por más de 50 años. Leibniz fue elogiado por Fontenelle, ante la
Academia Francesa de Ciencias en París, que lo había admitido como miembro extranjero en
1700. El elogio fue combinado por orden de la Duquesa de Orleans, sobrina de la Electress
Sophia.

Filosofía

Leibniz data de su comienzo como filósofo de su Discurso sobre metafísica, que compuso en
1686 como comentario sobre una disputa entre Nicolas Malebranche y Antoine Arnauld. Esto
condujo a una extensa y valiosa correspondencia con Arnauld; y el Discurso no se publicaron
hasta el siglo XIX.

En 1695, Leibniz concibió su ingreso público a la filosofía europea con un artículo llamado
“Nuevo sistema de la naturaleza y la comunicación de sustancias”. Entre 1695 y 1705, acomodó
su New Essays on Human Understanding, una amplia opinión sobre John Locke.

Un ensayo sobre el entendimiento humano, pero al enterarse de la muerte de Locke en 1704,


perdió el deseo de publicarlo, por lo que los nuevos ensayos no se publicaron hasta 1765. La
monadología, compuesta en 1714 y publicada póstumamente, consta de 90 aforismos.

Filosofía de Spinoza
Leibniz conoció a Spinoza en 1676, estudió ciertos de sus escritos inéditos, y desde entonces se
sospecha que se arregló de algunas de las ideas de Spinoza. Mientras que Leibniz extasiaba el
poderoso intelecto de Spinoza, también se sentía claramente afligido por las conclusiones de
Spinoza, especialmente cuando éstas eran inconsistentes con la ortodoxia cristiana.

Al contrario de Descartes y Spinoza, Leibniz tenía una instrucción universitaria consuma en


filosofía. Fue mediado por su catedrático de Leipzig, Jakob Thomasius, quien también
inspeccionó su tesis de licenciatura en filosofía. Leibniz asimismo leyó ávidamente a Francisco
Suárez, un español venerado inclusive en los institutos luteranos. Leibniz estaba profundamente
interesado en los nuevos métodos y conclusiones de Descartes, Huygens, Newton y Boyle, pero
veía su trabajo a través de una lente fuertemente matizada por nociones académicas. Sin
embargo, sigue siendo el caso que los métodos e inquietudes de Leibniz a menudo anticipan la
lógica, y analítica y Filosofía lingüística del siglo XX.

El cálculo y Newton

Para esta época existo cierta polémica acerca del cálculo que fue un argumento entre los
matemáticos del siglo XVII, Isaac Newton y Gottfried Leibniz, iniciado o provocado en parte por
sus discípulos y asociados sobre quién había inventado primero el estudio matemático de
cambio, cálculo.

Es una pregunta que ha sido la raíz de una significativa discusión intelectual, que empezó a hervir
a fuego lento en 1699 y reventó con toda su fuerza en 1711. Newton afirmó haber iniciado a
trabajar en una forma de cálculo, que designó el método de fluxiones y fluidos, en 1666, a la
edad de 23 años, pero no la publicó solo como una anotación menor en la parte posterior de
una de sus publicaciones décadas más tarde.
Gottfried Leibniz empezó a ocuparse en su variante de cálculo en 1674, y en 1684 divulgó su
primer documento que lo emplea, “Nova Methodus pro Maximis et Minimis”. L’Hôpital publicó
un texto sobre el cálculo de Leibniz en 1696. Mientras tanto, Newton, aunque expuso su forma
geométrica de cálculo en la Sección I del Libro I de los Principia de 1687, no declaró su notación
fluxional eventual para el cálculo en letra impresa hasta 1693, y 1704 en su totalidad.

Calculo diferencial e integral

El adelanto moderno del cálculo universalmente se abona a Isaac Newton en 1643-1727 y


Gottfried Leibniz en 1646-1716, que suministraron encauces independientes y agrupados para
la diferenciación y los derivados. La meta, sin embargo, que les totalizó este crédito, fue el
teorema esencial del cálculo que incumbe la diferenciación y la integración, está arcaica hizo
obsoletos los procesos anteriores para calcular áreas y volúmenes, que no se habían
desarrollado significativamente desde la época de Ibn al Haytham.

El mayor avance en la integración llegó en el siglo XVII con el descubrimiento autónomo del
teorema fundamental del cálculo por Newton y Leibniz. El teorema manifiesta una conexión
entre integración y diferenciación. Esta conexión, acordada con la facilidad de diferenciación
comparativa, puede utilizarse para calcular integrales.

En exclusiva, el teorema fundamental del cálculo admite resolver una clase de problemas mucho
más amplia. Igual de significativo es el marco matemático integral que ampliaron Newton y
Leibniz. Dado el nombre de cálculo infinitesimal, consintió un análisis preciso de las funciones
entre los dominios continuos. Este marco últimamente se convirtió en cálculo moderno, cuya
notación para integrales se desenvaina directamente del trabajo de Leibniz.

El racionalismo

De los tres grandes racionalistas, Leibniz propuso la doctrina más completa de las ideas innatas.
Para Leibniz, todas las ideas son estrictamente hablando innatas. En un sentido general y
relativamente directo, este punto de vista es una consecuencia directa de la concepción de
Leibniz de la sustancia individual.

Aunque las razones más generales de Leibniz para abrazar ideas innatas se derivan de su única
clase de metafísica de sustancia, Leibniz entra en el debate sobre ideas innatas, por así decirlo,
abordando las preguntas más específicas sobre la fuente de determinados tipos de ideas, sobre
todo en su compromiso dialógico con la filosofía de Locke, Nuevos ensayos sobre el
entendimiento humano.

Leibniz reúne varias consideraciones en apoyo de su punto de vista de que la mente no siempre
es consciente de sus ideas. El hecho de que podamos almacenar muchas más ideas en nuestro
entendimiento de las que podemos tener en cuenta en un momento dado es una. Leibniz
también apunta a la fenomenología de la atención; no atendemos todo en nuestro campo de
percepción en un momento dado; más bien nos enfocamos en ciertas cosas a expensas de otros.

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