Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Fecundación
Para entender qué ocurre durante la fecundación es importante hablar primero del ciclo ovárico
durante la fase menstrual. El ciclo ovárico consta de tres fases:
Fase folicular: maduración del folículo (normalmente uno), que contiene un óvulo
Ovulación: liberación del óvulo maduro por parte del folículo, que se rompe y se vacía
Fase lútea: desarrollo del cuerpo lúteo a partir de lo que queda del folículo
En la fase folicular se desarrollan muchos folículos y el ovocito primario aumenta de tamaño. Las
células de la granulosa convierten después la hormona esteroide (andrógena) en la hormona
sexual femenina estradiol. Las células de la granulosa se dividen formando varias capas y
alrededor del ovocito primario se forma la zona pelúcida, que es una especie de coraza protectora
importante a la hora de controlar la entrada del espermatozoide en el ovocito durante la
fecundación. Unos 12 días después del inicio de la fase folicular, en las células de la granulosa se
empieza a acumular un líquido que forma una cavidad llamada “antro”. Los otros folículos que se
han desarrollado hasta este momento, disminuyen.
En la última fase, la fase lútea, el folículo colapsado da vida a las células lúteas que se preparan
para el embarazo.
Durante el orgasmo masculino, el esperma expulsado a través del pene, alcanza la parte superior
de la vagina. Este líquido contiene, de media, unos 300 millones de espermatozoides.
Los espermatozoides que consiguen escapar del moco continúan su ascenso hacia la parte
superior del útero, a lo que seguirá la entrada en la trompa.
Por lo general, la fecundación tiene lugar el mismo día en el que el folículo ovárico libera el óvulo.
De hecho, el ovocito maduro solo puede sobrevivir como mucho 24 horas después de ser
liberado. En cambio, los espermatozoides depositados por el hombre pueden resistir hasta cuatro
días en la mucosa cervical y desde ahí subir lentamente hacia las trompas. Normalmente, la
fecundación tiene lugar en su parte distal, es decir, en el tercio más cercano al ovario.
Debemos recordar que solo uno de ellos conseguirá fecundar el óvulo. Este último está protegido
por una capa de células conocida como la corona radiada. Después de haber superado este
primer obstáculo, el espermatozoide se encuentra con otra barrera de naturaleza glicoproteica, la
zona pelúcida. Para poder atravesarla, los espermatozoides liberan unas potentes encimas
presentes en el acrosoma, una vesícula localizada en la parte superior de su cabeza. Este
proceso permite a los espermatozoides crear una pequeño canal para la fecundación del óvulo.
La fusión de las dos membranas celulares es muy importante porque:
La unión de los dos núcleos da lugar a una nueva célula llamada cigoto, de 46 cromosomas, 23
de ellos heredados del espermatozoide paterno y 23 del óvulo materno. El cigoto experimentará
después una serie de divisiones mitóticas.
La anidación o implantación
Aproximadamente tres días después de la fecundación, el embrión estará compuesto por 12-16
células que se disponen formando una estructura similar a la de una mora. Entre el 5.º y el 6.° día
se forma en su interior una cavidad llena de líquido y se habla de fase del blastocisto. En esta
fase, el embrión estará compuesto por unas 100 células.
Durante esta fase, el embrión ha llegado al útero y para sobrevivir tiene que “implantarse”
o “adherirse” al endometrio, que es el tejido interno del útero.
La implantación tiene lugar en tres fases que duran unos siete días:
Así, la verdadera implantación termina más o menos 14 días después de la fecundación. El éxito
de la implantación determina el desarrollo del embarazo.