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INTERBOLSA

Interbolsa, la historia de un desplome


Economía
8 Nov 2012 - 4:52 PM
David Mayorga

Los días posteriores a la liquidación de la principal


comisionista de bolsa del país van dejando
incertidumbre en el mercado y lecciones de cómo las
practicas riesgosas pueden llevar a la caída de un
grande de la bolsa.
A agosto pasado, Interbolsa tenía activos valorados en $1,5 billones. Su participación en el mercado
bursátil era de 34%. / Archivo

Un abrir y cerrar de ojos. Eso fue lo que le tomó a Interbolsa, la principal


corredora de bolsa del mercado bursátil colombiano, pasar de ser una
compañía ejemplo a un descalabro de grandes proporciones. La flamante
firma, que a agosto pasado tenía $1,5 billones de activos y era el principal
jugador del mercado de valores colombiano esta hoy en el ojo del huracán y es
mirada con recelo por sus antiguos colegas, muchos a quienes hoy los puede
haber dejado en problemas.
La historia de la firma es muy parecida a la de muchos grandes jugadores del
mercado, a quienes el exceso de confianza, el exceso de riesgo o simplemente
los malos cálculos y los giros inesperados a los que están acostumbrados los
comisionistas de bola les jugó una mala pasada.

Creada en 1990, Interbolsa fue el vehículo por el cual el ingeniero químico


Rodrigo Jaramillo entró al mundo bursátil en la ya desaparecida Bolsa de
Valores de Medellín. Sus primeros años fueron los típicos de una firma de su
talante: hacer estudios sobre el rumbo del mercado, conseguir clientes que
quieran invertir en instrumentos, cobrar una comisión, crear productos propios
para volver a invertir. Hasta que a mediados de los años 90 apareció un
personaje que terminaría siendo clave en toda su historia: Juan Carlos Ortiz,
un comisionista de bolsa expulsado en 1997 de la Bolsa de Valores de Bogotá
por prácticas que, entonces, se consideraron poco transparentes.

Su amistad con Tomás Jaramillo, hijo del fundador de Interbolsa, lo llevó a


invertir una fuerte suma de dinero en la firma comisionista, a instalarse en
Medellín e implantar como sello corporativo la llamada posición propia: con
los recursos de caja, se invierte en el mercado accionario aprovechando los
momen

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