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Capítulo
E10
Alteraciones convulsivas
en el niño y en el adolescente.
Epilepsias. Cefaleas
María José Aguilar Cordero

ÍNDICE
Objetivos  e-242 Terapia antiepiléptica  e-245
Introducción  e-243 Terapia no farmacológica  e-245
Etiopatogenia  e-243 Controles del niño con epilepsia  e-245
Evaluación diagnóstica  e-243 Necesidades familiares y personales  e-245
Clasificación de las epilepsias  e-243 Convulsiones febriles  e-246
Epilepsias y síndromes epilépticos neonatales Episodios paroxísticos no epilépticos  e-246
(0-3 meses)  e-243 Cefaleas en la infancia  e-247
Epilepsias y síndromes epilépticos de la lactancia Migraña  e-248
y de la primera infancia (3 meses-5 años)  e-243 Aura migrañosa  e-248
Epilepsias y síndromes epilépticos del escolar Cefalea tensional  e-249
(5-9 años)  e-244 Bibliografía  e-249
Estado de mal convulsivo  e-244

O bjeti v o s
● Definir los conceptos de convulsiones en la infancia, epilepsia ● Reconocer la terapia de urgencia en las convulsiones.
y cefaleas. ● Reconocer las necesidades personales, familiares y sociales
● Identificar las causas más frecuentes de las convulsiones del niño epiléptico para proporcionar soporte y asesoramiento
de la infancia. a la familia.
● Explicar los problemas que puede presentar el niño con ● Identificar los distintos tipos de cefalea que puede presentar
cefaleas, migrañas y cefaleas tensionales. el niño y formular la necesaria orientación familiar ante ella.
● Establecer las características de las principales crisis ● Adquirir conocimientos para aplicar los diagnósticos de
convulsivas según la edad, e indicar la terapia de elección enfermería. Caso clínico.
en el tratamiento de la epilepsia.

Introducción j Crisis epiléptica. Se llama así la aparición de fenómenos


electroquímicos anormales y excesivos a nivel neuronal.
La epilepsia no constituye una única entidad patológica, sino Dichos fenómenos suelen cursar con movimientos bruscos
un grupo heterogéneo de síndromes con características dife- y sorpresivos, producidos por las descargas excesivas de un
rentes como son: edad de comienzo, semiología clínica, agentes grupo de neuronas hiperexcitadas.
causales, respuesta y evolución, pero que por otra parte tienen j Epilepsia. Es una afectación crónica, de etiología diversa,

en común cursar con crisis epilépticas. caracterizada por crisis epilépticas recurrentes y que se aso-
Así pues, pueden establecerse cuatro conceptos: cia eventualmente con diversas manifestaciones clínicas.

e-242 © 2012. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos


Capítulo E10 – Alteraciones convulsivas en el niño y en el adolescente. Epilepsias. Cefaleas    e-243

j Síndrome epiléptico. Es un trastorno epiléptico caracteri- Clasificación de las epilepsias


zado por el conjunto de signos y síntomas que habitualmente
ocurren juntos. La última clasificación de las crisis epilépticas y de las epilepsias
j Estado epiléptico. Corresponde a una crisis epiléptica que
y síndromes epilépticos es la propuesta por la comisión para la
se prolonga más de 30 minutos o, lo que es más frecuente, la clasificación y terminología de la International League Against
sucesión de crisis breves durante un período de tiempo Epilepsy (ILAE) en 2010. Esta clasificación establece tres nuevos
superior a 30 minutos, sin que el paciente recupere la cons- subtipos de epilepsia según su etiología: genética, de causa
ciencia entre ellas. estructural o metabólica y de causa desconocida.
j Causa genética. Cuando es resultado de un defecto genético,

y las crisis constituyen el síntoma cardinal del trastorno.


Etiopatogenia j Causa estructural-metabólica. Existe evidencia de un tras-

torno estructural o metabólico definido y asociado a un


En la actualidad se sabe que el cerebro humano posee más de incremento sustancial del riesgo de sufrir una epilepsia. En este
100.000 millones de neuronas, todas ellas conectadas entre sí. grupo se enmarcan aquellas epilepsias secundarias a lesiones
La información es transmitida entre ellas mediante unas sus- cerebrales (ictus, traumatismos craneoencefálicos, etc.).
tancias químicas denominadas neurotransmisores. Ahora bien, j Causa desconocida. Aquellas epilepsias en las que se ignora
estudios recientes informan de la existencia de varios tipos de su sustrato etiológico. Son ejemplos de este tipo las siguientes:
neurotransmisores, unos inhibidores, encargados de reducir la j Epilepsia de la lactancia con crisis focales migratorias.
actividad de las células receptoras, y otros excitadores, que j Epilepsia rolándica benigna.
elevan la actividad del receptor, si bien, en condiciones norma- j Epilepsia occipital benigna de Gastaut.
les, ambos tipos de neurotransmisores funcionarán de forma j Síndrome de Panayiotopoulos.
armónica y equilibrada. En aquellos casos en los que se origina
un problema entre ambos, con predominio de los excitadores,
las células se tornan hiperexcitables, lo que da lugar a las deno- Epilepsias y síndromes epilépticos
minadas crisis epilépticas.
Desde un punto de vista etiopatogénico, podemos distinguir
neonatales (0-3 meses)
dos grandes grupos de epilepsias: las idiopáticas y las sintomá-
Durante el período neonatal, las convulsiones son indicativas
ticas. Las epilepsias idiopáticas son aquellas en las que existe un
de una disfunción en el sistema nervioso central (SNC). En
componente genético determinante y en las que los factores
ocasiones pueden pasar desapercibidas, sobre todo en el recién
ambientales desempeñan un papel mínimo o nulo. En el caso de
nacido pretérmino. Ello se debe a que no suelen tener convul-
las epilepsias sintomáticas, éstas se subdividen en tres subtipos:
siones definidas con patrones difíciles de reconocer, lo que se
j Lesiones fijas. Debidas a accidentes cerebrales sufridas a lo
relaciona con el desarrollo anatómico, bioquímico y fisiológico
largo de la vida y que dan lugar a una lesión cerebral, la cual
del SNC durante la época neonatal, y pueden manifestarse del
originará con posterioridad las crisis epilépticas.
siguiente modo:
j Enfermedades degenerativas progresivas. En este caso, las
j Epilepsias ocasionales. Constituyen crisis agudas, debidas
crisis epilépticas serán una manifestación más del deterioro
a agresiones puntuales sobre el SNC, tales como la encefalo-
neurológico, derivado de la propia enfermedad de base.
patía hipóxico-isquémica.
j Epilepsias criptogénicas. No tienen causa conocida y las
j Verdaderas epilepsias. Convulsiones recidivantes, con clínica
pruebas complementarias suelen resultar normales. En ellas
bien definida y etiología desconocida.
se suele sospechar de una causa subyacente.
Durante el desarrollo de la historia clínica, se deben esclarecer
los antecedentes familiares del embarazo y del parto. La explora-
ción clínica completa, los exámenes bioquímicos generales, el
Evaluación diagnóstica EEG y la ecografía transfontanelar completan una primera fase.
En la actualidad estos pacientes reciben tratamiento con
El proceso de evaluación de la epilepsia es esencialmente clínico,
fenobarbital. El tiempo de tratamiento se establece, salvo en
basándose sobre todo en la descripción precisa de los eventos
casos de alteraciones del desarrollo cerebral, en una semana sin
padecidos por el paciente, durante y después de una crisis, así
crisis, con examen neurológico normal, y con EEG y ecografía
como lo visto por los testigos presentes en el momento de la
craneales normales.
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misma. Los datos obtenidos se completan con la exploración


Por lo general, estos recién nacidos acumulan una serie de
general y neurológica, y con los exámenes complementarios,
patologías y déficits que van desde la parálisis cerebral infantil
entre los que destaca el electroencefalograma (EEG). Dicha
a trastornos sensoriales (sordera, hipoacusia, ceguera), y retraso
prueba consiste en la colocación de electrodos en diferentes
psicomotor.
regiones del cráneo para evaluar así la actividad eléctrica cere-
bral. En el caso de una crisis epiléptica, el trazado que describen
las ondas cerebrales resulta peculiar, y aparecen ondas en forma
de espigas, lo que facilita el diagnóstico.
Epilepsias y síndromes epilépticos
Pronóstico. El pronóstico de los pacientes con epilepsia de la lactancia y de la primera
variará en función de diferentes factores, como son su etiología, infancia (3 meses-5 años)
tipo de crisis, edad de comienzo y la rapidez con la que se ins-
taure el tratamiento. En general, el pronóstico es tanto peor Durante esta etapa no existen mecanismos inhibidores, lo que
cuanto mayor sea la evidencia clínica de las lesiones orgánicas provoca que el cerebro esté muy excitable, con tendencia a
cerebrales. producir crisis generalizadas.
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Epilepsia mioclónica benigna del lactante j Mioclonías periorales con ausencias. Se trata de ausencias
de 2-4 segundos de duración, con mioclonías rítmicas aso-
Suele aparecer entre los 3 y los 6 meses y los 3 años de edad, y ciadas de la musculatura perioral.
es muy frecuente entre niños con desarrollo psicomotor normal j Epilepsia con ausencias mioclónicas. Tienen su inicio entre
y antecedentes familiares de epilepsias o convulsiones febriles. los 2 y los 17 años de edad. Cursan con retraso mental previo,
Suele cursar con contracciones musculares (mioclonías) que afectación variable del nivel de conciencia, así como con
afectan al eje corporal y a los miembros. sacudidas mioclónicas bilaterales y rítmicas de hombros,
miembros superiores y tronco.
Epilepsia mioclónica grave del lactante El tratamiento de la epilepsia generalizada idiopática consiste
en la administración de valproato sódico, con el que se consigue
Forma parte de los síndromes epilépticos criptogénicos o la remisión del cuadro en hasta un 80% de los pacientes pediá-
indeterminados. En su etiología es frecuente encontrar ante- tricos.
cedentes familiares de epilepsia y convulsiones febriles en hasta Parciales. Todas ellas tienen en común el estar determinadas
un 30% de los niños. Clínicamente se caracterizan por ser niños genéticamente, así como el mantenimiento de una integridad
con un desarrollo psicomotor normal hasta el inicio de las neuropsíquica. Además, son crisis autolimitadas a una etapa
crisis. Las primeras crisis son, habitualmente, tónico-clónicas concreta de la maduración.
generalizadas, para evolucionar con el tiempo hacia mioclonías j Epilepsia parcial benigna con paroxismos rolándicos. Cursa

o atonías con caída al suelo. De forma paralela a las crisis, tiene con crisis parciales, con semiología motora o sensitiva, anar-
lugar un deterioro de la maduración neuropsicológica. tria o dificultad para articular sonido e hipersalivación. En
ellas el EEG muestra paroxismos (exacerbación súbita) en la
zona rolándica.
Síndrome de West j Epilepsia parcial benigna con paroxismos occipitales.

Supone el síndrome epiléptico más frecuente durante esta etapa, Implica el desarrollo de crisis parciales con síntomas visua-
y afecta a uno de cada 5.000 niños. Se caracteriza por el desa- les o motores, asociados con cefaleas graves. En el EEG se
rrollo de espasmos infantiles, un trazado electroencefalográfico observan paroxismos occipitales que se bloquean con la
denominado hipsarritmia y deterioro psicomotor. El 90% de apertura de los ojos.
los casos inician los espasmos antes de los 12 meses de edad, y j Epilepsia parcial benigna con semiología afectiva. Cursa

pueden ser de flexión o de extensión, en general bilaterales y con crisis de semiología afectiva de terror, síntomas automá-
simétricos, de unos segundos de duración y tanto diurnos como ticos y automatismos orales. Son tanto diurnas como noc-
nocturnos. El desarrollo psicomotor es normal antes del inicio turnas. El EEG confirma la existencia de paroxismos
de las crisis en los casos criptogénicos, pero no ocurre así en los parietotemporales unilaterales o bilaterales.
niños con una lesión cerebral previa. El diagnóstico suele esta- j Epilepsia parcial primaria con paroxismos frontales. Este

blecerse mediante la tríada indicada: espasmos infantiles, hip- tipo se caracteriza por el desarrollo en el paciente de obnu-
sarritmia y deterioro psicomotor. bilación, enrojecimiento facial y desviación óculo-facial con
giro. El EEG evidencia la existencia de alteraciones eléctricas
en la región frontal contralateral.
Epilepsias y síndromes epilépticos
del escolar (5-9 años) Estado de mal convulsivo
Se define como estado de mal convulsivo (EMC) toda crisis o
conjunto de crisis recurrentes que duran más de 30 minutos
Epilepsias idiopáticas sin recuperación de la conciencia. Otros autores refieren la
Generalizadas. Constituyen un grupo que tiene como común duración de una hora o más. Se presenta entre el 1,3 y el 6,76%
denominador estar determinadas genéticamente. Se caracte- de los pacientes con epilepsia, aunque en modo especial en los
rizan por mantener una integridad psiconeurológica y EEG primeros años de vida.
con actividad basal. Este grupo de epilepsias son frecuentes Etiopatogenia. Desde un punto de vista etiológico, en la
en la adolescencia, y se manifiestan de diferentes formas actualidad se contemplan tres posibles causas situaciones clí-
clínicas. nicas. La primera es la existencia de fiebre en un niño neuroló-
j Epilepsia con ausencia. Aparece a los 4-9 años de edad. Se gicamente normal, entre las edades de 6 meses y 5 años. La
caracteriza por la disminución o pérdida de la conciencia, segunda opción es el desarrollo de un estado de mal convulsivo
con inicio y final súbitos, y sin confusión después del ictus no asociado a fiebre. En este caso se subdivide en tres posibles
epiléptico. Los pacientes presentan interrupción de la acti- subtipos: idiopático, sintomático agudo (meningitis, encefalitis,
vidad motora, asociada o no a automatismos o fenómenos accidente vascular) y sintomático lejano (trastorno del desa-
autonómicos. Estas manifestaciones se traducen en comple- rrollo cerebral congénito o adquirido). Las consecuencias del
jos punta-onda lentos y generalizados en el EEG. EMC son las siguientes:
j Mioclonías palpebrales con ausencias. Crisis de 3 a 6 segun- j Aumento del metabolismo neuronal, con incremento del

dos. Se manifiestan mediante sacudidas de los párpados, consumo de oxígeno y glucosa, lo que favorece cambios en
asociadas con desviación de los ojos con retrovulsión ocular el flujo sanguíneo cerebral que llevan al desarrollo de edema
y movimientos clónicos. Suelen cursar con una moderada cerebral.
afectación del nivel de conciencia, así como con manifesta- j Estímulo del sistema nervioso neurovegetativo (simpático)

ciones autonómicas (apnea y rubicundez facial). con hipertermia, hipertensión, taquicardia e hiperglucemia.
Capítulo E10 – Alteraciones convulsivas en el niño y en el adolescente. Epilepsias. Cefaleas    e-245

j Hipoxia sistémica y cerebral, ya que los espasmos muscula- Terapia no farmacológica


res de la convulsión reducen la ventilación pulmonar.
j Dificultades para deglutir, acumulación de secreciones,
Terapia quirúrgica. El tratamiento quirúrgico de la epilepsia en
vómitos y neumonía por aspiración. el paciente pediátrico implica el cumplimiento exhaustivo de
Terapia. El tratamiento del estado de mal convulsivo cons- toda una serie de requisitos clínicos. El número de pacientes de
tituye una urgencia clínica y consiste en lo siguiente: edad pediátrica tratados quirúrgicamente es aún pequeño, y los
j Ventilación-oxigenación. Administración de O por vía nasal
2 resultados son escasos y muy variados. Los síndromes epilépti-
o mascarilla. A veces, es necesario intubar al paciente. Se cos susceptibles de corrección quirúrgica son los siguientes:
procederá a la aspiración de secreciones con relativa fre- j Lesiones estructurales aisladas o delimitadas, tumores o
cuencia. malformaciones congénitas.
j Control de la presión arterial y del estado circulatorio. Toma
j Epilepsias del lóbulo temporal, probablemente la forma de
de vía venosa para administración de medicación. epilepsia más común y refractaria al tratamiento, que aparece
j Valoración del estado general. Una adecuada anamnesis,
en la primera década de la vida y se mantiene así durante la
exploración clínica y neurológica pueden aclarar la causa adolescencia.
del EMC. j Crisis epilépticas infantiles catastróficas por su frecuencia y
j Estudios complementarios. Se procederá a la determina-
resistencia al tratamiento, y que conllevan un importante
ción de electrólitos, como glucosa, calcio, urea, magnesio deterioro del desarrollo neurológico.
y hemograma. En algunos casos será necesaria la realiza- Dieta cetógena. La dieta rica en grasas constituye en la
ción de una punción lumbar, pruebas de imagen como actualidad una alternativa efectiva en los niños con epilepsia
tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética refractaria al tratamiento farmacológico. El 19% de los niños
(RM), etc. consiguen mantenerse libres de crisis y un tercio de los que las
j Terapia anticonvulsiva. La finalidad del tratamiento es dete-
mantienen las reducen a la mitad, por lo que se puede disminuir
ner la convulsión. Lo importante es administrar lo más la medicación. La mayoría de los padres comentan, no sólo la
rápidamente posible cantidades suficientes y eficaces de la mejoría de las crisis, sino también el nivel de actividad, atención,
medicación indicada. Cuando el niño llega al hospital con comportamiento y socialización. Ahora bien, dicha dieta com-
una crisis convulsiva, se debe estimar que la crisis ya dura porta una serie de efectos adversos, entre los que destacan: la
unos 10 minutos y, aunque el paciente haya recibido una litiasis renal, una mayor incidencia de gastritis, colitis ulcerosa
dosis de diazepam en casa, se puede administrar otra dosis y hiperlipemia.
por vía rectal o pasar a la vía intravenosa. En aquellos casos
en los que la crisis persista 5 minutos más, estaría indicada
la administración de valproato sódico o hidantoína, entre
otros fármacos. Controles del niño con epilepsia
A las 4 semanas de tomar la dosis total prevista, todos los fár-
macos antiepilépticos (FAES) han alcanzado su nivel plasmático
Terapia antiepiléptica estable, luego es el momento idóneo de efectuar el primer con-
trol del paciente. Para ello se practica una extracción de sangre
La terapia antiepiléptica es un tratamiento sintomático cuya 12 horas después de haber tomado la dosis nocturna. Las revi-
característica esencial es su prolongación durante años. Sus siones suelen realizarse periódicamente cada 3 o 6 meses. En
interrupciones pueden ocasionar una recurrencia de la crisis y, cada revisión se revisan la eficacia, efectos secundarios relacio-
en ocasiones, un estado de mal convulsivo. Ahora bien, existen nados con la medicación, niveles plasmáticos del FAES, hema-
diferencias respecto de la absorción, metabolización y elimina- tología y bioquímica, y se realiza un electroencefalograma.
ción del fármaco en niños. Éstas son: Valoración periódica. Una vez controlada la crisis, las revisio-
j Los niños, salvo el recién nacido, necesitan dosis mayores
nes suelen hacerse periódicamente cada tres o seis meses, en cada
que el adulto para alcanzar los mismos niveles sanguíneos, una de las cuales se verifica lo siguiente: electroencefalograma,
pues su filtración renal es mayor. Asimismo, el metabolismo analítica en sangre y valoración del tratamiento administrado.
hepático es más lento que en el adulto, lo que prolonga la
vida media de los fármacos metabolizados.
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j En el tratamiento con fármacos antiepilépticos, resulta esen- Necesidades familiares y personales


cial valorar su impacto sobre el comportamiento y el estado
cognitivo del niño. En este sentido, deben evitarse los barbi- La epilepsia, como cualquier otro proceso crónico infantil, se vive
túricos y las benzodiacepinas, ya que pueden ocasionar como un acontecimiento vital estresante. Estos acontecimientos
hiperactividad o somnolencia. son capaces de afectar a la salud individual y sobre todo a la vida
j Las reacciones dermatológicas son más frecuentes en el niño familiar. Según esto, tanto el niño con epilepsia como su familia
que en el adulto. van a requerir de apoyo y seguimiento. Es incorrecto limitar
j En los niños menores de 2 años, existe un mayor riesgo de la actuación profesional a comprobar cómo evoluciona la enfer-
hepatotoxicidad grave debida al ácido valproico. medad, sin contemplar cómo integra el proceso la familia, cómo
Con relación a la suspensión total del tratamiento, ésta debe se adapta, qué recursos tiene para ello, qué desajustes han apa-
hacerse de forma individualizada. De modo general, se admite recido y cómo se enfrenta a ellos. En este sentido, conocer el
que después de 3 años sin crisis, puede suspenderse el trata- funcionamiento de la unidad familiar y el manejo de las parti-
miento, período que se reduce a 2 años en niños con ausencias cularidades de la enfermedad debe constituir el centro de nues-
típicas. tra intervención como profesionales de enfermería.
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Actividades terapéuticas y cuidados Características clínicas


j Características del proceso que presenta el niño. j En el 85-90% de las veces, la primera crisis tiene lugar entre
j Factores desencadenantes de las crisis: privación de sueño, los 6 meses y los 4 años de edad.
hiperventilación y los videojuegos fotosensibles. j La crisis suele aparecer el primer día del proceso febril, coin-

j Pronóstico de la enfermedad en la actualidad. cidiendo con la elevación brusca de la temperatura, superior


j Posibles complicaciones durante una crisis como aspiración a los 38 °C.
o accidentes. j Tiene una semiología clínica variable, pero con predominio

j Medicación que recibe. de crisis tónico-clónicas y en menor porcentaje, crisis tónicas


j Periodicidad de los sucesivos controles e importancia de y clónicas y focales o hemicorporales.
acometerlos. j En la gran mayoría, son de duración breve, comprendida

j Indicar cómo deben ser anotadas las características de las entre 1 y 3 minutos.
crisis, utilizando un “calendario de crisis”, cuando sean muy j Motivos de ingreso en el hospital:

frecuentes o de diversos tipos. j Mal estado general y pérdida de conciencia.

j Qué hacer durante una crisis: j Lactante de edad inferior a 12 meses con sospecha de

j Mantenerse cerca del niño en todo momento. infección del SNC.


j Situarlo en la posición más cómoda y segura posible, j Crisis prolongadas que no ceden al tratamiento o varias

tratando de evitarle traumatismos. recidivas dentro del mismo proceso febril.


j No poner objeto alguno en su boca. j Anomalías neurológicas poscríticas.

j Administrar diazepam por vía rectal inmediatamente. j En caso de duda, se debe hospitalizar al niño en observa-

j Anotar las características y la duración de la crisis. ción durante 12 horas.


j Si la convulsión dura más de un minuto, debe ser trasla- Clasificación. De forma clásica, las crisis febriles se han
dado al hospital. dividido en dos grandes grupos, en función de sus caracterís-
ticas clínicas, evolutivas y posibilidades terapéuticas:
Aspectos escolares j Convulsión febril simple, típica o benigna.

j Convulsión febril compleja, atípica o complicada.


j En el ámbito escolar resulta esencial que el profesor del paciente
conozca la situación clínica del alumno, información que puede Evaluación diagnóstica. Es esencialmente clínica y con
ser dada por los padres o por la enfermera que lo atiende. De frecuencia debe orientarse hacia el diagnóstico diferencial con
esta forma, ante el desarrollo de una crisis en horario lectivo, los siguientes cuadros:
j Síncopes febriles, en el curso de procesos infecciosos. Cursan
el profesor debe saber qué hacer. Generalmente, pasada la
crisis, el niño debe volver a su actividad normal en el aula, al con cianosis o palidez, bradicardia y afectación parcial del
tiempo que se deberá informar a la familia de lo sucedido. estado de conciencia.
j Infecciones del SNC, especialmente en los niños menores de

Tipo de vida y actividades 18 meses.


j Delirio febril o escalofríos, aunque sin pérdida de la con-
Como ideas generales que pueden ayudar al paciente a llevar ciencia.
una vida normal están las siguientes: j Encefalopatía.
j No ocultar la enfermedad a los amigos, vecinos, familiares o
j Intoxicaciones medicamentosas.
allegados; una actitud sincera y abierta es un magnífico punto Terapia durante la crisis. Diazepam rectal, 5 mg en niños
de partida para combatir el estigma que sigue lastrando la menores de 2 años y 10 mg en los mayores de dos. Si la crisis no
epilepsia. cede, puede estar indicado el diazepam intravenoso. Por último,
j Evitar actitudes protectoras en pequeñas y grandes situacio-
si la crisis no desaparece en 10-15 minutos, estaría indicado el
nes, ya que de no ser así el niño no desarrollará confianza en empleo de ácido valproico.
sí mismo.
j Transmitir la confianza de que siempre habrá alguien que le

ayude en caso de crisis.


Asesoramiento a los padres
j Dar un trato igual al resto de los hermanos. Las convulsiones febriles producen en la familia una gran
j No restringirle las actividades normales propias de su edad, ansiedad. Sin embargo, y a pesar de la aparatosidad del cuadro,
permitiéndole que participe en todos los deportes, aunque suelen ser benignas. Se debe evitar el tratamiento profiláctico
no en solitario. durante años. Es importante disminuir la temperatura en cual-
quier proceso febril, cuidando las posibles intoxicaciones por
ácido acetilsalicílico, paracetamol o ibuprofeno.
Convulsiones febriles
Se definen como crisis convulsivas aquellos cuadros clínicos
caracterizados por el desarrollo de movimientos tónico-clónicos Episodios paroxísticos
provocados por la fiebre, generalmente en niños de entre 3 meses no epilépticos
y 6 años, y que no están producidos por infecciones intracranea-
les. Afectan aproximadamente a un 5 o un 10% de la población Los episodios paroxísticos no epilépticos (EPNE) son manifes-
infantil. Desde hace tiempo se sabe que las convulsiones febriles taciones de origen brusco, de breve duración, originados por
tienden a ser un trastorno familiar, pues su frecuencia es mucho una disfunción cerebral de origen diverso, que tienen en común
mayor en los padres y hermanos de niños afectados de convul- no ser epilépticos, es decir, que su producción no obedece a una
siones febriles que en la población normal. descarga hipersincrónica neuronal. Afectan a un 5% de la
Capítulo E10 – Alteraciones convulsivas en el niño y en el adolescente. Epilepsias. Cefaleas    e-247

población y son mucho más frecuentes que los episodios j Tortícolis paroxística. Hasta los 3 años; inclinación lateral
paroxísticos epilépticos (EPE). del cuello que provoca dolor al intentar corregirlo, de apa-
rición brusca, generalmente por la mañana, se mantiene
Clasificación según la edad de aparición durante varios días y desaparece espontáneamente.
j Desviación ocular tónica paroxística. Hasta los 3 años;
y las manifestaciones clínicas. Crisis anóxicas
episodios de desviación de la mirada hacia arriba con sacu-
j Espasmos de sollozo. Aparecen hasta los 3 años; tras el llanto didas verticales, a veces con ataxia.
por cualquier motivo se produce una apnea con mirada fija, j Hiperplasia. Hasta los 3 años; respuesta exagerada a estímu-

boca entreabierta, rigidez y caída al suelo con pérdida de con- los auditivos, visuales o de otro tipo con hipertonía y caída
ciencia. Algunos niños llegan a tener espasmos musculares. No al suelo.
son peligrosos y no conducen a epilepsia o lesión cerebral. j Estremecimientos. Hasta los 6 años; movimientos bilatera-

j Síncope febril. De 0-3 años; crisis anóxicas reflejas en las que les y rígidos de cabeza, tronco y brazos de unos segundos de
la hipertermia actúa como factor precipitante de la pérdida duración y repetición a lo largo del día. Ceden espontánea-
brusca de conciencia y tono muscular. La importancia de mente con la edad.
identificar esta situación clínica es la de evitar una sobrecarga j Mioclonus mentoniano. En lactantes; tremulación mento-

de diazepam, lo que podría llevarles a una depresión respi- niana al estímulo, suelen aparecer al desnudarlos o después
ratoria. del llanto.
j Síncope vasovagal. Aparece a cualquier edad con breve

pérdida de conciencia, malestar, sudoración, visión borrosa, Otros trastornos paroxísticos


epigastralgia, parestesias, etc. Se acompaña de palidez y
bradicardia, y a veces de relajación de esfínteres y mordedura Masturbación. Movimientos repetitivos de los genitales, que
de la punta de la lengua. finalizan con rigidez de miembros inferiores, temblor de los
j Síncope cardíaco. Puede ocurrir a cualquier edad; manifes-
superiores, mirada perdida, sudoración y congestión facial, tiene
taciones neurológicas en pacientes con problemas cardíacos. lugar hasta los 3- 4 años.
Vértigo paroxístico. Son episodios bruscos de inestabilidad
que se manifiesta con facies de angustias, palidez y vómitos. Su
Crisis psíquicas duración es de aproximadamente de un minuto y aparece hasta
j Rabietas. De 3-6 años; conducta violenta en forma de crisis los 3-4 años.
bruscas y repetidas ante la menor frustración, con gritos,
llanto, agitación motriz, incluso con agotamiento o somno- Cefaleas en la infancia
lencia posteriores.
j Ataques de pánico. De 6-12 años; estado de ansiedad fóbica La cefalea es un padecimiento muy común en la infancia, y se
que cursa con sudoración, escalofríos, temblores, cefaleas, considera más un síntoma que una enfermedad en sí misma.
dolor precordial, a veces pérdida de conciencia y relajación No supone un riesgo vital mientras dura, aunque sí puede llegar
del esfínter urinario. a ser incapacitante. La cabeza duele por activación de receptores
j Crisis de hiperventilación psicógena. Generalmente propia de nociceptivos extracerebrales situados en la piel, tejido celular
la adolescencia. Cursa con sensación de falta de aire, dolor torá- subcutáneo, músculo, arterias extracraneales y algunas partes
cico, palpitaciones, mareos, cefaleas y parestesias en las manos. de las intracraneales, periostio, duramadre, senos venosos intra-
j Seudocrisis. En niños mayores de 6 años; episodio que craneales, ojos, oídos, senos paranasales, nervios craneales y
intenta imitar una crisis epiléptica de tipo tónico-clónico cervicales. El parénquima cerebral es indoloro. La prevalencia
generalizada, con pérdida de conocimiento, casi siempre muy de la cefalea y sus distintas formas clínicas en la infancia es alta,
teatral. pues oscila del 4 al 20% en los escolares y llega al 50% en niños
mayores y adolescentes. La edad de inicio de la cefalea es también
un factor variable, lo que dependerá de su factor causante.
Trastornos motores paroxísticos Causas. La etiología u origen de la cefalea depende del carác-
j Tics. Entre los 6 y los 12 años; movimientos breves que ter agudo, recurrente o crónico del síntoma. Las causas de
aparecen de forma brusca e involuntaria, intermitente en el cefaleas agudas/subagudas sin historia previa de cefaleas son
tiempo, en un contexto de normalidad. Suelen afectar a la las siguientes: infección sistémica, fiebre, primera crisis de
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cabeza y extremidades superiores y suelen verse favorecidos migraña/estado migrañoso, sinupatía aguda, meningitis/ence-
por el estrés. falitis, cefalea secundaria a una punción lumbar, hematoma
j Mioclonías benignas del lactante. Hasta los 3 meses; apa- subdural, tumor intracraneal, absceso cerebral, seudotumor
recen durante el sueño de las primeras semanas de vida. cerebri, hidrocefalia aguda, hemorragia subaracnoidea, glau-
Bilaterales, repetitivas y en zonas distales de los miembros coma, neuritis óptica y epilepsia.
superiores. El patrón más común de este proceso es el dolor poco intenso,
j Coreoatetosis paroxística familiar. Entre los 6 y los 12 años. intermitente, que empeora con el ejercicio, con los cambios
Se caracterizan por movimientos involuntarios que afectan posturales y suele acompañarse de vómitos, que con frecuencia,
a los músculos de las extremidades y de la cara, con una son matutinos y suelen despertar por la noche. Las cefaleas
duración variable entre algunos minutos y varias horas. recurrentes y crónicas más importantes son las siguientes:
j Mioclonías del velo del paladar. En mayores de 6 años; con- migraña, cefalea tensional episódica, hidrocefalia intermitente,
tracciones rítmicas e involuntarias de los músculos del velo feocromocitoma, cefalea punzante idiopática, cefalea “en raci-
del paladar, que dan lugar a un ruido que, al transmitirse por mos”, hemicránea crónica paroxística, neuralgia del trigémino y
la trompa de Eustaquio, provoca un ruido en ambos oídos. cefalea benigna desencadenada por el ejercicio.
e-248    Capítulo E10 – Alteraciones convulsivas en el niño y en el adolescente. Epilepsias. Cefaleas

Entre las causas posibles de cefaleas crónicas en los niños hay Pruebas complementarias del niño
que destacar la cefalea secundaria al síndrome de apnea obstruc- con cefaleas
tiva del sueño, provocada por la hipertrofia de adenoides o
amigdalar. Suele ocasionar síntomas diurnos, como cansancio, j El hemograma y la fórmula leucocitaria alterada serán indi-
somnolencia, cefaleas y falta de atención. Este síndrome suele ser cativos de procesos infecciosos, anémicos o leucóticos.
j La radiografía de senos en niños escolares puede poner en
igualmente frecuente en niños obesos. Por su parte, las cefaleas
crónicas persistentes son las siguientes: cefalea tensional crónica, sobreaviso de la existencia de una sinupatía como origen de
cefalea por abuso de analgésicos, colapso ventricular por válvula las cefaleas.
j El EEG es de escasa utilidad en el diagnóstico de las cefaleas,
hiperfuncionante, cefalea relacionada con el síndrome de apnea
obstructiva del sueño, tumor y seudotumor cerebri. dada su baja especificidad en este proceso.
j Las pruebas de neuroimagen, como la TC o la RM sólo están

indicadas ante una serie de signos neurológicos, todos anor-


Evaluación clínica del niño males, progresivos o de mala evolución.
La evaluación clínica del niño con cefalea constituye un proceso
complejo en tanto que es el propio niño la principal fuente de
información. Teniendo en cuenta esto, y las limitaciones propias Migraña
de la edad, es conveniente que los aspectos valorados sean ana-
lizados conjuntamente con los padres. Es el tipo de cefalea más frecuente en la edad pediátrica. Su
j Exploración general: incluirá la toma de tensión arterial y la
incidencia varía desde el 3,7 hasta el 15,5%. Se define como un
visualización del fondo de ojo para comprobar si hay signos trastorno transitorio, desapareciendo con la edad en hasta un
de hipertensión cerebral. La medición del perímetro cefálico 50% de los pacientes. En su etiología intervienen factores gené-
es de valor, si éste se ve aumentado, e indica un proceso ticos y adquiridos, los cuales predisponen a los pacientes a sufrir
expansivo intracraneal. crisis de cefaleas, con gran variedad de circunstancias internas
j Exploración neurológica completa: orientada a la búsqueda
y externas que pueden desencadenarla. A continuación se des-
de déficit de algún tipo, aunque sea sutil. A continuación se criben los criterios diagnósticos, según el comité de clasificación
describe la historia clínica del niño con cefaleas. de las cefaleas de la International Headache Society (IHS),
distinguiendo dos grupos: migraña con aura, es decir, con sín­
Historia clínica del niño y el adolescente con tomas previos a la cefalea, y migraña sin aura.
cefalea Aura. Es la sensación o fenómeno subjetivo que precede y
señala el comienzo de un ataque paroxístico, como el epiléptico.
j Antecedentes personales: alergia y asma bronquial, dolor
abdominal crónico recidivante, vómitos cíclicos, mareo,
fiebre recurrente, dolores de crecimiento, vértigo paroxístico, Evaluación diagnostica de migraña con aura
trastornos del sueño y epilepsia. j Al menos dos ataques.
j Antecedentes familiares de migraña.
j Al menos tres de las cuatro características siguientes: uno o
j Antecedentes familiares de cefaleas tensionales.
más síntomas de aura totalmente reversible, que indica dis-
j Lateralización del dolor.
función cerebral cortical o del tronco; al menos un síntoma
j Zona del dolor.
de aura que se desarrolla gradualmente en 4 minutos; o dos
j Frecuencia.
o más síntomas que ocurren sucesivamente; las auras no
j Tiempo de evolución.
duran más de 60 minutos. Si hay más de un síntoma de aura,
j Periodicidad. Carácter continuo o intermitente.
se acepta una duración proporcional, la cefalea sigue al aura
j Aura: visual, auditiva, vértigo, paresia/parestesia, trastorno
un intervalo inferior a 60 minutos.
del lenguaje o del habla, progresión del aura, duración y
relación temporal con la cefalea.
j Desencadenantes de la cefalea: estrés, nerviosismo, exceso de Evaluación diagnóstica de migraña sin aura
trabajo, chocolate, caramelos, frutos secos, pipas, “chuche-
j Al menos cinco ataques.
rías”, productos lácteos, cítricos, exposición al sol, falta o
j Ataques de cefaleas de 2 a 48 horas de duración.
exceso de sueño, viajar, ejercicio físico, menstruación, trau-
j Cefalea que tiene, al menos, dos de las siguientes característi-
matismos leves e infecciones leves.
j Síntomas que acompañan a la cefalea: vómitos, náuseas,
cas: unilateral, pulsátil, intensidad moderada-intensa (impide
las actividades diarias), aumento de intensidad al subir esca-
fotofobia, fonofobia, dolor abdominal, vértigo, incremento
leras o cualquier tipo de actividad similar rutinaria.
con la actividad física, hemiparestesia, hemiparesia, disfagia,
Durante la cefalea se produce al menos una de las siguientes
disartria, alteraciones neurovegetativas, fiebre, estado con-
manifestaciones: náuseas y vómitos, fotofobia y fonofobia.
fusional, cambio de carácter, cambio del aspecto físico,
necesidad de interrumpir actividades habituales y número
de episodios anteriores.
j Duración de los episodios. Aura migrañosa
j Relación con el sueño.

j Otros síntomas: cambio de conducta, disminución del rendi- Actualmente se manejan tres teorías patogénicas, sin que se haya
miento escolar, retraso del crecimiento, síntomas depresivos. llegado a un concepto unitario por parte de los expertos: meca-
j Terapia utilizada anteriormente para aliviar las crisis, trata- nismos vasculares, mecanismos neurogénicos y mecanismos
mientos profilácticos. humorales. Los síntomas prodrómicos o aura más habituales
Capítulo E10 – Alteraciones convulsivas en el niño y en el adolescente. Epilepsias. Cefaleas    e-249

Tabla e10.1  Diferencias entre migraña y cefalea tensional


Migraña Cefalea tensional
Localización Bilatera Bilateral
Tipo de dolor Opresivo Opresivo
Frecuencia Intermitente o continua Intermitente o continua
Cambio del aspecto físico Ausente Ausente
Fotofobia No No
Fonofobia No No
Náuseas/vómitos No No
Intensidad + / ++ + / ++
Síntomas neurológicos Ausentes Ausentes
Aura Ausente Ausente
Antecedentes familiares de migraña No No

son los visuales (escotomas o puntos brillantes, visión borrosa, Las características del dolor, así como las diferencias con la
dolor ocular o visión de un túnel), sensitivos (parestesias) y migraña, se exponen en la tabla e10.1. Empeora en relación con
motores (hemiparesias, con o sin afasia). las actividades escolares, los conflictos personales y el estrés
familiar.
Educación sanitaria de los familiares de niños con cefa-
Terapia leas. Que un niño presente una potencial enfermedad intra-
j Medidas profilácticas. Encaminadas a evitar factores de­­ craneal, constituye una preocupación importante para los
sencadenantes que pueden ser diversos y distintos en cada padres. De ahí que una adecuada educación sanitaria por el
paciente, pero que en líneas generales son los siguientes: personal de enfermería responsable del paciente constituya
j Alimentarios: productos como chocolate, ciertos quesos, una tarea de  imperiosa necesidad, pues sólo así podremos
picantes, productos alimentarios que contengan gluta- disminuir la ansiedad de la familia. Los objetivos que hay que
mato monosódico, intolerancia a la lactosa o hipogluce- conseguir mediante una adecuada educación sanitaria serán
mia, carnes que contengan nitratos (tocino, perritos los siguientes:
calientes, salami o carnes curadas). j Disminuir angustias innecesarias.

j Psicológicos como exámenes, estrés físico o emocional. j Derivaciones a consultas especializadas.

j Ejercicio físico concreto e intenso. j Realización de pruebas complementarias innecesarias.

j Menstruación en las adolescentes. Uso de píldoras anti- Igualmente, para alcanzar estos objetivos se hace imprescin-
conceptivas. dible llevar a cabo lo siguiente:
j Cambios en el ritmo del sueño. j Información sobre la naturaleza del proceso, frecuencia,

j Ambientes con ruido o luces intensas e intermitentes. importancia, síntomas generales y factores desencadenantes.
j Terapia de la crisis. Generalmente, administración de ácido j Necesidad de no limitar o reducir las actividades del niño.

acetilsalicílico y paracetamol, junto a medidas ambientales j Realización de un seguimiento continuado del niño.

de tranquilidad, reposo y oscuridad, suelen ser suficientes. j Incidir sobre la influencia de las causas emocionales o estre-

Si no fuera efectivo, se puede pasar al ácido acetilsalicílico- santes de la cefalea tensional.


codeína, naproxeno o metamizol. j Advertir sobre la necesidad de usar analgésicos sólo cuando

j Terapia profiláctica. No está siempre indicada y se practica la sintomatología lo requiera, dados los efectos secundarios
individualmente, dependiendo de la frecuencia, intensidad, de toda medicación y la tolerancia progresiva a los mismos.
duración de la crisis, síntomas acompañantes y repercusión j Las técnicas de autocontrol y autohipnosis están demos-
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de la cefalea en la vida cotidiana del niño. trando ser muy útiles en determinados pacientes a partir de
los 8 años de edad.

Cefalea tensional
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