La estabilidad laboral reforzada es un mecanismo que se ha
implementado con el objetivo de ofrecer protección laboral a aquellas personas que tienen una condición especial.
Es un derecho que no se encuentra estipulado taxativamente en norma
alguna, pero que atreves del desarrollo jurisprudencial se ha consagrado como un principio fundamental que garantiza que toda persona con deterioro o afectación en su estado de salud física o psíquica que el impida ejecutar su productividad laboral y que conlleve a un circunstancias de debilidad manifiesta o trabajadores con fuero sindical, se vea protegido su derecho fundamental del trabajo, garantizando que no pueda ser despedido sin que exista una causa legal, exigiéndosele inclusive al empleador una previa autorización de la oficina de trabajo para su correspondiente despido, sin desconocer la indemnización a que tenga derecho el trabajador cuando no sea una justa causa su desvinculación, existiendo en algunos casos la obligación de reubicación del empleo de acuerdo a las posibilidades de la empresa, además, la corte constitucional en Sentencia T-320/16 “ha indicado que la estabilidad laboral reforzada es un derecho que tienen todas las personas que por el deterioro de su salud se encuentren en una situación de debilidad manifiesta. Es decir que esta figura opera para cualquier trabajador que por su condición de salud, se vea afectada su productividad, sin que sea necesario que cuente con una discapacidad declarada, certificada y cuantificada por una junta de calificación médica, ni que su origen sea determinado”
En sentencia C-470 de 1997, la Corte Constitucional ha establecido
que: “En general el derecho a la estabilidad laboral consiste en la garantía que tiene todo trabajador a permanecer en el empleo y a obtener los correspondientes beneficios salariales y prestacionales, incluso contra la voluntad del patrono, si no existe una causa relevante que justifique el despido. Una estabilidad reforzada implica que el ordenamiento debe lograr una garantía real y efectiva al derecho constitucional que tiene un trabajador a no ser despedido, en ningún caso, por razón de la maternidad o estado de salud. La protección tiene entonces que ser eficaz, por lo cual su regulación y aplicación está sometida a un control constitucional más estricto pues, la Constitución ordena un amparo especial a la estabilidad laboral de las mujeres que se encuentran en estado de gravidez, por lo cual no es suficiente que el ordenamiento legal asegure unos ingresos monetarios a esas trabajadoras, sino que es necesario protegerles eficazmente su derecho efectivo a trabajar. Dentro de la Sentencia C-531 del 2000 se mencionó: “Con esa estabilidad laboral reforzada se garantiza la permanencia en el empleo del discapacitado luego de haber adquirido la respectiva limitación física, sensorial o psicológica, como medida de protección especial y en conformidad con su capacidad laboral. Para tal fin deberán adelantarse los programas de rehabilitación y capacitación necesarios que le permitan alcanzar una igualdad promocional en aras del goce efectivo de sus derechos. La legislación nacional no puede apartarse de estos propósitos en favor de los discapacitados cuando quiera que el despido o la terminación del contrato de trabajo tenga por fundamento la disminución física, mental o sicológica”
Es por esta razón que mientras la incapacidad o discapacidad no impida
al trabajador desarrollar una actividad similar y/o acorde con sus capacidades, no se le puede despedir, puesto que la empresa para la cual trabajaba quien sufrió un accidente que lo llevó a ese estado, debe garantizarle la recuperación y ocupación si esto es posible. Así mismo para las mujeres en estado de embarazo, no se puede terminar el contrato laboral en razón a su estado, salvo que para ambos casos medie autorización del Ministerio del Trabajo
Algunas de las personas a las cuales protege explícitamente la Estabilidad
Laboral Reforzada son:
Aquellas en situación de debilidad manifiesta: La ley 361 de 1997
introdujo el beneficio de la estabilidad laboral reforzada para las personas discapacitadas, y se entiende por discapacidad a aquella limitación de alguna facultad que imposibilita o dificulta el desarrollo normal de la actividad de una persona, entre las discapacidades más frecuentes encontramos las mencionadas a continuación:
Discapacidad física. Esta es la clasificación que cuenta con las
alteraciones más frecuentes, las cuales son secuelas de poliomielitis, lesión medular (parapléjico o cuadripléjico) y amputaciones. Por regla general, estos trabajadores ingresan a laborar desde la firma de su contrato en este estado, cumpliendo la cuota de discapacitados que algunas empresas requieren para procesos licitatorios contrataciones de cliente. Así mismo, se supone que el empleador tiene que adaptar las entradas, espacios y zonas salubres para que los discapacitados físicos gocen y rindan en su trabajo a plenitud. Discapacidad sensorial: Comprende a las personas con deficiencias visuales, a los sordos y a quienes presentan problemas en la comunicación y el lenguaje
Discapacidad intelectual: Se caracteriza por una disminución
de las funciones mentales superiores (inteligencia, lenguaje, aprendizaje, entre otros), así como de las funciones motoras. Esta discapacidad abarca toda una serie de enfermedades y trastornos, dentro de los cuales se encuentra el retraso mental, el síndrome Down y la parálisis cerebral.
Discapacidad psíquica: Las personas sufren alteraciones
neurológicas y trastornos cerebrales.6 Respecto a esta discapacidad, se puede dar por al llamado “estrés laboral” que comúnmente se presenta cuando el trabajador está bajo una carga laboral excesiva o por que el ambiente laboral con el empleador o jefe inmediato, amerita que no labore en sus condiciones normales, sino al contrario, en estado de presión continuo y recurrente.
En la sentencia T-198 de 2006, la corte constitucional al estudiar el
caso de una persona que había sido desvinculada de la empresa en la que trabajaba, pese a encontrarse en situación de debilidad manifiesta y sin haber sido calificado su grado de invalidez, precisó que el beneficio de la protección laboral reforzada en la Ley36 de 1997, a favor, no sólo de los trabajadores discapacitados calificados como tales, sino aquellos que sufren deterioros de salud en el desarrollo de sus unciones que le impide o dificulta sustancialmente el desempeño de sus labores en las condiciones reglares, sin necesidad de que exista una calificación previa que acredite su condición de discapacitados o de invalidez.
En otro caso, (Sentencia 04122010/2016) se advirtió que si la
incapacidad excede el termino de 180 días y sus prorrogas, se deberá iniciar el procedimiento para determinar el estado de invalidez, sin perjuicio de que el auxilio económico se siga reconociendo al empleado hasta su inclusión en la nómina de pensionados.
En esta misma sentencia, no se autoriza el retiro automático del
servicio del empleado en razón de su incapacidad laboral cuando esta exceda 360 días, sino un límite al auxilio por enfermedad. De ese modo, en el determinado caso en que la incapacidad de un trabajador supere el termino antes mencionado, la entidad empleadora tiene el deber de mantener vigente el vínculo laboral (con el pago de los aportes correspondientes a salud, pensión y riesgos laborales) hasta el momento en que se declare, a través de los mecanismos legales, su estado de invalidez.
Fuero sindical: es la garantía para los trabajadores, de no ser
despedidos ni desmejorados en sus condiciones de trabajo, ni trasladados a otros establecimientos de la misma empresa o a un municipio distinto, sin justa causa, previamente calificada por el jue del trabajo, están amparados por el fuero sindical:
a) Los fundadores de un sindicato, desde el día de su
constitución hasta dos meses después de la inscripción en el registro sindical, sin exceder de 6 meses b) Los trabajadores que, con anterioridad a la inscripción en el registro sindical, ingresen al sindicato, para quienes el amparo rige por el mismo tiempo que para los fundadores c) Miembros junta directiva y subdirectivas, sin pasar de 5 principales y 5 suplentes, y 1 principal y un 1 suplente de los miembros de los comités seccionales, Esta amparo se hará efectivo por el tiempo que dure el mandato y 6 meses mas d) 2 miembros de solo una comisión estatutaria de reclamos por empresa, por el mismo periodo de la junta directiva y por 6 meses mas
Para todos los efectos legales y procesales la calidad del
fuero sindical se demuestra con la copia del certificado de inscripción de la junta directiva y/o comité ejecutivo (ministerio de trabajo) o con la copia de la comunicación al empleador.
Trabajadores con cláusula de reintegro: Los trabajadores que al
momento de entrar en vigencia la ley 50 de 1990 Por la cual se introducen reformas al Código Sustantivo del Trabajo y se dictan otras disposiciones, tuvieron (10) o más años al servicio continuo del empleador, seguirán amparados por el ordinal 5 del artículo 8 del Decreto – Ley 2351 de 1965, salvo que el trabajados manifieste su voluntad de acogerse al nuevo régimen. Ese numeral requiere del permiso previo del Juez de Trabajo para el despido, si ocurre, el Juez de trabajo podrá mediante demanda del Trabajador, ordenar el reintegro de éste en las misma condiciones de empleo de que antes gozaba y el pago de los salarios dejado por percibir.
Mujeres embarazadas: No interesa ni siquiera el tipo de contrato de
trabajo y la estabilidad se extiende inclusive al contrato de prestación de servicio. Si el empleador conoce el estado de embarazo debe pedir permiso al ministerio de trabajo, inclusive, cuando el empleador adujo justa causa y NO conoce el estado de gestación de la empleada igual se ordena el reconocimiento de las cotizaciones durante el periodo de gestación y la licencia de maternidad (contrato a término indefinido).
Cuando el empleador no adujo justa causa y NO conoce el estado
de gestación de la empleada: En este caso la protección consistiría mínimo en el reconocimiento de las cotizaciones durante el periodo de gestación y la licencia de maternidad; y el reintegro solo sería procedente si se demuestra que las causas del contrato laboral desaparecen (Contrato a término indefinido).
No interesa el tipo de contrato de trabajo. Si se conoce el embarazo
y la desvincula antes del vencimiento del contrato sin la previa calificación de una justa causa por el inspector de trabajo, se debe aplicar la protección derivada del fuero consistente en la ineficiencia del despido y el consecuente reintegro (sentencia de la corte constitucionalSU-070-2013)
E igual, no interesa si se trata de un contrato de prestación de
servicio. “(…). Las interesadas pueden acudir a la acción de tutela con el fin de solicitar el amparo a su derecho a la estabilidad laboral reforzada, siempre que cumplan con los requisitos señalados por la jurisprudencia. Adicionalmente, esta protección se halla garantizada en todos los vínculos jurídico, incluido el contrato de prestación de servicio ya sea público o privado.” Según la sentencia T-1097 de 2012.
Personas próximas a pensionarse: Una persona próxima a
pensionarse es una dama cerca hoy a los 57 años de edad o un caballero cercano a los 62 años de edad. Quedar cesante a estas alturas de la vida es prácticamente sentenciar a una persona a no emplearse, porque el mercado, desafortunadamente desprecia la experiencia cuando debería ser exactamente lo contrario.
En reciente sentencia de la corte constitucional (T-357/16) se indicó
que (…). En el caso particular de los pre pensionados, la edad y el hecho de que el antiguo salario sea el único medio de sustento de quien solicita la protección son indicadores de la precariedad de su situación y, en consecuencia, de la necesidad de que su asunto sea tramitado a través de un mecanismo judicial preferente y sumario como lo es el recurso de amparo. (…) Tiene la condición de pre pensionable toda persona con contrato de trabajo que le falten tres (3) o menos años para reunir los requisitos de edad y tiempo de servicio o semanas de cotización para obtener el disfrute de la pensión de jubilación o vejez.
Lo anterior busca darles estabilidad laboral reforzada a los “pre
pensionados”, es decir, a las persona que están a punto de concluir su vida útil laboral y se preparan para el retiro.
¿Qué mecanismos existen para proteger el derecho a la estabilidad
laboral reforzada?
Lo primero que debemos mencionar es que el ordenamiento jurídico
colombiano prevé mecanismos ordinarios tales como la acción laboral o el medio de control de nulidad y restablecimiento del derecho, para la protección del principio a la estabilidad laboral reforzada, cuyo conocimiento le compete a la jurisdicción laboral o a la jurisdicción contenciosa dependiendo de la vinculación del trabajador, no obstante, al estar el derecho a la estabilidad laboral reforzada íntimamente relacionado con derechos constitucionales y fundamentales de protección inmediata, el mecanismo más idóneo y eficaz para garantizar el derecho aludido seria la acción de tutela que puede proceder de manera transitoria o definitivamente dependiendo del caso en concreto, con el ánimo de obtener el respectivo reintegro en caso de vulneración del mencionado derecho.