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EL TIEMPO HEREDADO Y LA SINCRONÍA CON LA VIDA

Muchas personas piensan que por el solo hecho de dejar de portar un reloj en su muñeca, ya
se encuentran desprogramadas de las lógicas productivas y asfixiantes que se proponen
desde el actual modelo de desarrollo; el asunto es más complejo de lo que se pueda
presentar en primera instancia, la concepción temporal que tenemos de nuestra existencia
tiene raíces muy antiguas; por esto, es preciso realizar un recuento histórico de como se ha
construido está estructura mental, que hace pensar que el tiempo es lineal y que debe ser
orientado al aumento de la riqueza.

Al igual que muchas de las ideas que damos por sentadas como algo natural e innato, el
tiempo es una de estas, que escapa en muchas ocasiones a la mirada inquisitiva que
pretende develar los hilos invisibles del poder, que cada vez más se esconde tras una red de
poderosas interconexiones que nos hacen creer que muchas de las cosas que hacemos,
decimos y pensamos, son producto de nuestra propia búsqueda en la construcción de la
“realidad” sustentadas en un esfuerzo individual por acumular conocimiento. Sin embargo,
el tiempo es una supra-dimensión que permite la convergencia entre otros sistemas de
dominación que no permiten que cualquier individuo pueda escapar fácilmente de esta
maraña de segundos, minutos, días, créditos, trabajos, rutina, actividades… como una
inmensa telaraña que permite movilidad de acuerdo al tamaño del tejido, y a su vez, como
una piso fundamental, sin el cual, lo demás no tiene sustento.

El tiempo de la vida es diferente, es tranquilo, no hay presión, todo se da en forma exacta,


como el nacimiento de un rio, que comienza de gota en gota, como la salida del sol, que
ilumina a las estrellas desde muy temprano. En el tiempo natural se vive el instante, ahí
radica la importancia del presente, de la eternidad, este sagrado momento se vibra en
plenitud, sin presiones del ayer y mucho menos del mañana, sin pensar en el resultado de los
actos en el próximo segundo, es expansión de la conciencia que cobija las formas de vida que
interrelacionan en este sagrado juego de la vida. No por hacer más cosas se pueda avanzar
mejor, no, más bien es un asunto de calidad de lo que se hace, no es posible pensar la vida
sin pensar en el propósito del tiempo: ¿En qué estoy empleando mí tiempo? ¿Cuál es
propósito de cada momento de mí día? ¿Hacía donde quiero llegar con las actividad en las
que me invierto?

A continuación se presentan algunas de las representaciones más poderosas del tiempo,


haciendo siempre el contraste entre la visión actual y las diferentes concepciones que tiene
culturas antiguas con grandes secretos que no deben ser olvidados, tal es el caso de los
mayas, toltecas, vedas y ese gran telar de saberes que abundan en la memoria de la Madre
Tierra y que se traen a este tejido, como parte de los caminos que recorren y los que aún
faltan por caminar. Al final, se presentan uno ejercicios prácticos para identificar ciertos
puntos esenciales en nuestra concepción del tiempo, que puedan abrir nuevos horizontes
para entrar en sincronía con los ciclos terrestres, cósmicos y universales, que se han perdido
por la absorción en las pantallas y en una vida de actividades.

Conociendo desde niños su misión en el mundo, sincronía natural

Templo de kukulkan 365 escalones, cada lado tien2 91 escalones, y uno al final

Tiempo es movimiento del espacio, hindes, chinos,

Imagen 1: el tiempo surrealista (Salvador Dalí-Quartz).

Disponible en: https://carlosdelanda.wordpress.com/2012/08/03/el-tiempo-surrealista-dali/

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