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La batalla de Ayacucho fue el último gran enfrentamiento dentro de las campañas terrestres

de las guerras de independencia hispanoamericanas (1809-1826) y significó el final definitivo


del dominio administrativo español en América del sur. La batalla se desarrolló en la Pampa
de Quinua en Ayacucho,14 Perú, el 9 de diciembre de 1824.
La victoria de los independentistas supuso la desaparición del contingente militar realista más
importante que seguía en pie, sellando la independencia del Perú con una capitulación militar
que puso fin al Virreinato del Perú. No obstante, España no renunció formalmente a la
soberanía de sus posesiones continentales americanas hasta 1836. El tratado de paz, amistad
y reconocimiento con el Perú fue firmado el 14 de agosto de 1879 en París.

Índice

 1Antecedentes
o 1.1Los sucesos de 1824
 1.1.1Tregua en Buenos Aires y motín en el Callao
 1.1.2Rebelión de Olañeta
 2La Campaña de Ayacucho
o 2.1Orden de batalla
 2.1.1Ejército Libertador
 2.1.2Ejército Real del Perú
 2.1.2.1Europeos en el ejército del virrey La Serna
o 2.2Desarrollo de las acciones
o 2.3La capitulación de Ayacucho
o 2.4Teorías conspirativas sobre la batalla de Ayacucho
 3El Alto Perú tras la batalla de Ayacucho
o 3.1El nacimiento de Bolivia
o 3.2Declaración de la independencia de Bolivia
 4Reconocimiento a los combatientes
o 4.1Reconocimientos a Sucre
 5Notas al pie
 6Bibliografía
 7Enlaces externos

Antecedentes[editar]
En el año 1820 España entró en una crisis política por el pronunciamiento contra el rey
Fernando VII y la restauración de la Constitución Liberal, apoyada por el general Rafael de
Riego, quien sublevó la expedición de 20.000 soldados para auxiliar a los realistas
de América. Esto acabó para siempre con las expediciones de refuerzos de España, que
desde entonces no se aprestaron para ningún lugar de América, y motivó que los dos grandes
virreinatos, del Perú y de Nueva España, que hasta el momento habían contenido el avance
de la revolución hispanoamericana tomasen caminos opuestos.
En México los monárquicos, afianzados tras destruir a los insurgentes, concluyen su
separación de la España Liberal mediante el Plan de Iguala, los Tratados de Córdoba y el
pacto trigarante. En el Perú, por el contrario, el virrey Pezuela estaba desacreditado por la
derrota de la expedición de Mariano Osorio en Chile y debilitado por la expedición a
Lima de José de San Martín. El virrey absolutista fue derrocado finalmente por el general José
de la Serna el 29 de enero de 1821 en el golpe militar de Aznapuquio, quien proclamó
entonces su adhesión a la Constitución liberal española.
Los independentistas comenzaron en Cerro de Pasco una prometedora campaña para
derrotar al Ejército Real del Perú mandado por el virrey La Serna. Pero los realistas, bajo una
sólida subordinación militar, destruyeron sucesivos ejércitos independientes. El primero en
la batalla de Ica, comandado por los patriotas Domingo Tristán y Agustín Gamarra. Un año
después en las campañas de Torata y Moquegua aniquilaron la Expedición
Libertadora dirigida por Rudecindo Alvarado, retirado José de San Martín tras la Entrevista de
Guayaquil. El año 1823 terminaba con la inesperada destrucción de otro ejército patriota
comandado por Andrés de Santa Cruz y Agustín Gamarra, en otra campaña abierta
sobre Puno, que comenzó con la batalla de Zepita, que ocupó la ciudad de La Paz el 8 de
agosto, consiguiendo llegar a Oruro en el Alto Perú. El virrey La Serna terminó la campaña de
Zepita desbandando las tropas aisladas de Santa Cruz y recuperando Arequipa tras batir
a Antonio José de Sucre, quien reembarcó a los colombianos el 10 de octubre de 1823.
Finalmente, lo que restaba de optimismo se apagaba por las acusaciones de traición contra
los presidentes peruanos José de la Riva Agüero y José Bernardo de Tagle. Riva Agüero
deportó diputados del Congreso del Perú y organizó un congreso paralelo en Trujillo, y luego
de ser declarado reo de alta traición por el Congreso del Perú15 fue desterrado a Chile. En
cambio Torre Tagle buscaba firmar una paz sin batallas con el virrey La Serna, por lo cual fue
a entrevistarse con los realistas. Este acto fue considerado por Simón Bolívar como traición.
Tagle dispuso que todas las fuerzas a su mando apoyaran a Bolívar para hacer frente al
enemigo, mientras éste buscaba capturarlo para fusilarlo.16 José Bernardo de Tagle encontró
refugio con los realistas en la asediada fortaleza del Callao.
Fue así que al culminar el año de 1823, a pesar de sus contundentes triunfos realistas en los
anteriores hechos de armas y mientras el recién llegado Bolívar escribía solicitando refuerzos
de Colombia, y preparaba activamente la que sería la campaña final contra el Ejército Real del
Perú, la situación empezaba a tornarse crítica para los sostenedores de la causa del rey:
"..El virrey la Serna por su parte, sin comunicaciones directas con la Península, con las más
melancólicas noticias del estado de la metrópoli... y reducido por lo tanto a sus propios y exclusivos
recursos pero confiando notablemente en la decisión, en la unión, en la lealtad y en la fortuna de sus
subordinados, aceleraba también la reorganización de sus tropas y se aprestaba a la lucha que miraba
próxima con el coloso de Costa-firme. Un triunfo más para las armas españolas en aquella situación,
haría ondear de nuevo el pabellón castellano con inmarcesible gloria hasta el mismo Ecuador; pero otra
suerte muy distinta estaba ya irrevocablemente escrita en los libros del destino. .."
Gnrl. Andrés García Camba.17

Los sucesos de 1824[editar]


Tregua en Buenos Aires y motín en el Callao[editar]
Artículo principal: Sublevación del Callao

El historiador Rufino Blanco Fombona dice que "Todavía en 1824 Bernardino Rivadavia pacta
con los españoles, estorbando así la campaña de Ayacucho":18 el 4 de julio de 1823, Buenos
Aires concluyó una tregua con los comisionados españoles (Convención Preliminar de Paz
(1823)) que le obligaba a mandar negociadores a los demás gobiernos sudamericanos para
que pueda tener efecto la misma.19 Se estipulaba que las hostilidades cesarían 60 días
después de su ratificación y subsistiría durante un año y medio, mientras se negociaría un
tratado definitivo de paz y amistad. Con este motivo se reunieron en la ciudad de Salta Juan
Gregorio de Las Heras con el brigadier Baldomero Espartero, sin alcanzar acuerdo alguno.
Entre otras medidas tomadas por el virrey para contener su inminente rebelión, el 10 de
enero de 1824 se le ordenó a Olañeta:
Advierto a V.E. que no debe disponer ninguna expedición en dirección alguna sobre las provincias de
abajo sin expresa orden mía pues además de que en Salta están reunidos para tratar de negociar, el
General Las Heras por parte del Gobierno de Buenos Aires y el Brigadier Espartero por la de este
superior Gobierno (...)20

Rivadavia creía que el proyecto establecería la paz y paralizó el esfuerzo de las autoridades
de Salta sobre el Alto Perú, negando auxilios y retirando los puestos avanzados,21 dañando la
causa del Perú.
Al respecto, el historiador y militar de origen irlandés Daniel Florencio O'Leary opinó que con
esa tregua "Buenos Aires se ha retirado implícitamente de la contienda",22 y que "el Gobierno
de Buenos Aires pacta con los españoles, con perjuicio de la causa americana".23
El 1 de enero de 1824 Bolívar cayó gravemente enfermo en Pativilca. En esas fechas llegó
a Lima Félix Álzaga, ministro plenipotenciario de las Provincias Unidas del Río de la Plata para
solicitar al Perú su adhesión a la tregua y que fue rechazada por el Congreso Peruano. Pero
asimismo desde el 4 de febrero de 1824 se sublevó el acuartelamiento del Callao compuesto
por el total de la infantería argentina de la Expedición Libertadora, junto con algunos chilenos,
peruanos y colombianos: cerca de 2000 hombres, que además se pasaron a los realistas,24
enarbolando el pabellón español y entregando las fortalezas del Callao. El regimiento de
granaderos a caballo de los Andes también se amotinó en Lurín el 14 de febrero, dos
escuadrones se dirigieron al Callao para unirse a sublevados, pero al saber que se habían
pasado a los realistas, un centenar de ellos con los jefes del regimiento se dirigieron a Lima
para unirse a Bolívar. El cuerpo fue luego reorganizado por el general Mariano Necochea por
orden de Simón Bolívar..
Ante tales sucesos,25 el ministro de Colombia, Joaquí

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