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CrítiCA de Libros

MAurizio ViroLi, De la Política a la razón de Estado. La adquisición y trans-


formación del lenguaje político (1250-1600), traducción de sandra Chapa-
rro, introducción de rafael del Águila y sandra Chaparro, Akal, Madrid,
2009. 367 páginas.

Maurizio Viroli, profesor de Ciencia Polí- positiva y la negativa de la política”2. Las


tica en la universidad de Princeton, pre- críticas de bobbio llevan a pensar qué es
senta en este ensayo un estudio en profun- una verdadera transición. bobbio parece
didad de la evolución del lenguaje, el entender transición más como ruptura total
discurso y el mensaje político que se pro- que como paso, evolución o hegemonía de
dujo entre los siglos trece y diecisiete en otras ideas. Para Viroli esta transición no
las ciudades-estado italianas. A pesar de consiste en ningún caso en la desaparición,
que el libro se publicó en 1992, la traduc- total o parcial, de la idea de humanismo
ción española no ha llegado hasta el año cívico y su concepción de la política, sino
pasado. entre tanto, Viroli se ha converti- más bien en una nueva hegemonía de la
do en uno de los representantes más cono- idea de razón de estado.
cidos del neorrepublicanismo, especial- La pregunta que subyace tras el análi-
mente tras la publicación de La sonrisa de sis de Viroli es ¿qué es la política? ¿Qué
Maquiavelo1. significa realmente este concepto? y sobre
La influencia de la escuela de Cam- todo, ¿es realmente esto lo que se llevaba
bridge a través de Quentin skinner, a a cabo en las ciudades-estado? Para descu-
quien dedica esta obra, es esencial para brirlo, Viroli nos propone volver a los orí-
Viroli, sobre todo en la manera de plan- genes del concepto mismo de política
tearla. Así, el autor italiano lo hace de una como el arte del buen gobierno. La recu-
forma contextualista, clave para compren- peración de los escritos de Aristóteles (384
der su argumento principal: entre 1250 y a. C.-322 a. C.) y Cicerón (106 a. C.-43
1600 se asiste a la transición de una mane- a. C.) en el siglo trece es el punto de parti-
ra de comprender la política a otra radical- da del desarrollo de esta filosofía cívica,
mente distinta que en realidad supone su sin olvidarnos nunca de la influencia del
negación. esta forma de entender el paso derecho Civil romano. no obstante, el
de la política del humanismo a la razón de apogeo de esta corriente filosófica se ve
estado ha recibido críticas, y Viroli resalta truncado por la novedosa idea de la razón
entre ellas la de norberto bobbio (1909- de estado en la que va a primar, ante todo,
2004), uno de sus maestros, quien consi- la conservación de éste: en el camino hacia
deraba que nunca se dio una transición ello todo está permitido. esta nueva ten-
como tal sino que “en todas las épocas han dencia se adueña del lenguaje político,
coexistido y se han contrapuesto la visión afianzando una nueva ciencia en la que el

1
Maurizio ViroLi, Il sorriso di Niccolò. Storia di Machiavelli, Laterza, roma, 2000.
2
norberto bobbio, “ragion di stato e modernitá”: L’Indice, n.º 5 (1994); citado en p. 28.

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arte del buen gobierno y las virtudes polí- en tiempos de paz como de guerra, de
ticas se dejan de lado para dar paso a una acuerdo con la razón y la justicia (selonc
forma de hacer política mucho más prag- raison et selonc justice) (p. 60).
mática. sus defensores abandonan la retó-
rica y se dedican ahora a analizar el poder y es aquí cuando llegamos a los pilares
y cómo llegar a él sin miramientos. sin de la política: la razón y la justicia. Pero,
embargo, un cambio tan profundo en el ¿cuál es el significado de estas palabras en
lenguaje no puede entenderse sin sumer- aquel contexto? La transformación del len-
girse y empaparse del pensamiento y la guaje político pasa por el cambio en la
filosofía de autores como Francesco Gui- concepción de estas dos ideas: razón y jus-
cciardini (1483-1540) y niccolò Machia- ticia pierden su relación con la prudencia y
velli (1469-1527). la equidad cuando se habla de razón de
de esta manera, en los siglos doce y estado. Las ciudades-estado italianas reto-
trece con la recuperación de los textos de maron aquellos valores, pero también los
Cicerón, la discusión se centra, por un escritos de Aristóteles y su diferenciación
lado, en torno a las virtudes políticas: pru- del buen gobierno y el buen gobernante.
dencia, fortaleza, templanza y justicia. La república se erigía por tanto en el sím-
Por otro, junto con la tradición del dere- bolo del buen gobierno regido por los prin-
cho romano, el objeto de estudio acabó cipios de justicia y razón, convirtiéndose
afianzando la idea de la civilis sapientia en el objeto de la política.
que Cicerón también utiliza como civilis Los siglos catorce y quince se llena-
philosophia y que va más allá de la estric- ron de escritos y publicaciones refrendan-
ta forma de gobierno y administración de do la política, pero los distintos regíme-
los ciudadanos. La sociedad civil y políti- nes republicanos resultaron fallidos y, en
ca es entonces conocedora de su función ese período convulso de Médicis, princi-
en la república: es objeto y parte del pados y repúblicas, las sociedades de
gobierno del pueblo. es por ello que se aquellas ciudades-estado fueron perdien-
tendrá que esperar hasta el siglo trece para do el arraigo y la tradición republicana.
obtener una definición básica del concep- La civilis sapientia se degrada. es enton-
to de política. ésta vendrá dada por bru- ces cuando Machiavelli y Guicciardini,
netto Latini (1220-1294) y ensalza su ya en el siglo dieciséis, manipulan el len-
carácter primordial dentro de las ciencias guaje político, lo amoldan a la nueva rea-
humanas; el espíritu que sacraliza lo polí- lidad. La paradoja de estos nuevos filóso-
tico regresa: fos cívicos y de cómo se debaten entre la
razón de estado y la filosofía cívica es
[Latini] afirma que la ciencia política relatada extraordinariamente por Viroli, y
(politique) es la más elevada de las cien- éste es quizás el punto más valioso del
cias humanas y la más noble actividad a libro. La descripción de la contradicción
la que pueda dedicarse un hombre, por- en la que se sumergieron estos personajes
que su objetivo es enseñar cómo gober- que asientan las bases del lenguaje del
nar a los habitantes de un reino y una ciu- estado es también el reflejo de una socie-
dad (ville), al pueblo y a la comuna, tanto dad perdida. un ejemplo de estas contra-

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dicciones lo encontramos en los escritos política cambia por una visión más realis-
que nos dejó el historiador Guicciardini ta de la naturaleza humana y del posible
en 1529: gobierno de los hombres. el lenguaje de la
política queda obsoleto.
A ningún hombre le desagrada más Por supuesto que siempre ha existido
que a mí la ambición, la avaricia y el la corrupción en las esferas de gobierno y
libertinaje de los sacerdotes, no sólo por- también antes de este predominio del inte-
que cada uno de estos vicios es odioso rés por la conservación del estado a cual-
en sí mismo, sino porque todos ellos son quier precio, como nos recuerdan los estu-
más indecorosos en aquellos que decla- diosos de ciencia política. Pero también es
ran ser hombres en relaciones especiales cierto que con el auge de la razón de esta-
con dios, y también porque son vicios do parece que la corrupción encuentra su
tan opuestos entre sí, que únicamente justificación. en ocasiones ni los propios
pueden coexistir en naturalezas muy sin- autores que defendían este tipo de gobier-
gulares. sin embargo, mi posición en la no eran afines a los métodos de los prínci-
corte de varios papas me forzó a desear pes y papas. Por tanto, ¿es la razón de
su grandeza, por causa de mi propio estado la corrupción de la “buena políti-
interés3. ca”? Los fervientes defensores del huma-
nismo cívico podrían afirmar que sí, pero
Ciudadanos, filósofos, académicos y quizás en estos casos es mejor no ser
gobernantes estaban desubicados y ene- devoto de ninguna de las visiones dado
mistados, y las deficiencias de la filosofía que ninguna de ellas tiene por qué repre-
cívica se hacían cada vez más pesadas. sentar ese bien o esa Verdad que parece-
bertrand russell dirá que “las condiciones mos buscar cuando hablamos de filosofía
políticas del renacimiento favorecían el y de política. La realidad es que con la
desenvolvimiento individual, pero eran razón de estado se vive un importante
inestables; la inestabilidad y el individua- avance en la política ya que ésta comien-
lismo estaban íntimamente ligados, como za a verse como método separado de la
en la antigua Grecia”. y añade: “no puedo filosofía y más unido a la vida de las ciu-
pensar en ningún crimen, salvo la destruc- dades, esto es, se empieza a tratar como
ción de manuscritos antiguos, de los que un arte más práctico que teórico.
los hombres del renacimiento no fuesen Con el humanismo cívico y la escolás-
frecuentemente reos”4. Con todo esto nos tica, al político se le había contemplado
podemos hacer una idea de cómo y por casi como a un ser divino o, al menos, con
qué la razón de estado logra imponerse. y una responsabilidad a la que acompañaba
es que la política deviene un ideal lejano a una gracia especial para desempeñar sus
los intereses de los ciudadanos: la retórica tareas con justicia. Viroli nos hace ver que:

3
Citado en bertrand russeLL, Obras Completas I Historia de la Filosofía, Aguilar, Madrid,
1973, p. 434.
4
ibid., p. 435.

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La hegemonía de la razón de estado esta última es una visión teleológica que


en italia enseñó a la elite política a creer no tiene por qué ser sólo propia de la razón
que podía hacer lo que quisiera y con- de estado, pero que muestra muy bien
vencer a la mayoría de la gente de que no cómo el concepto de conservación ha cala-
se puede juzgar a los líderes políticos do en nuestra sociedad cívica de una
alegando los mismos principios éticos y manera tal que la propia conservación está
legales que se aplican al resto de los ciu- por delante de lo demás.
dadanos (p. 29). Viroli va a criticar la razón de estado
pero a la vez critica el humanismo cívico
el político parece un ser distinto a los al hablar de la necesidad que hay de esca-
demás al que no alcanza la moral gene- par del universalismo así como de analizar
ral. de esta manera, al igual que durante caso por caso. nuestro autor trata de aunar
la edad Media se discute la separación ambas visiones, aunque en estos casos
de fe y razón, aquí se discute la emanci- siempre una termina sobresaliendo:
pación de la moral de la vida política. el
acuerdo entre unos y otros se da en la Creo, con Arendt, que la política es
excepción moral del político: para unos una actividad noble y digna de elogio,
la moral general no es suficiente ya que pero entiendo que también tiene una ver-
él es el auténtico portador de la Verdad y tiente puramente instrumental. es el arte
por tanto el mayor responsable de que de conservar la respublica, la ciudad
esa moral tome forma en sus vidas; para donde podamos vivir en libertad (p. 322).
otros los parámetros y el código moral a
los que el resto de la comunidad está un gran peligro con el que nos encon-
sujeta no son imperativos para el gober- tramos en la actualidad es pensar que la
nante pues es él quien decidirá cuales son democracia está lo suficientemente arrai-
las conductas merecedoras de su sanción gada como para que el estado, entendido
y es ahí donde se afirma su potestad y en el sentido premoderno, no la sustituya.
radica su poderío. Ahora el único punto a tratar es en qué esti-
este debate se convierte en un debate ma tenemos a la democracia y qué vamos a
moral, y es que, en nuestra lengua y según ser capaces de sacrificar por ella. La elec-
el diccionario de la real Academia espa- ción entre ambos conceptos será tarea ine-
ñola, la política hace referencia a lo políti- vitable por su carácter antagónico. el reto
co, esto es, a la “actividad de quienes rigen es buscar el equilibrio entre nuestro actual
o aspiran a regir los asuntos públicos”; modo de vida y una democracia más parti-
también se refiere a la actividad política cipativa. Para ello sólo nos queda apelar a
del propio ciudadano, sobre todo a través la civilis sapientia: esa conciencia demo-
del voto, pero más interesante aún, se la crática de quienes desean vivir en libertad
describe como el “arte o traza con que se según la prudencia, la razón y la justicia.
conduce un asunto o se emplean los
medios para alcanzar un fin determinado”. MAriAnA ViAr y roCío ViCens

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