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Amor líquido es un concepto creado por el

sociólogo polaco Zygmunt Bauman, desarrollado


en su obra Amor líquido. Acerca de la fragilidad
de los vínculos humanos, para describir el tipo de
relaciones interpersonales que se desarrollan en
la posmodernidad.

Éstas, según el autor, están caracterizadas por


la falta de solidez, calidez y por una tendencia a
ser cada vez más fugaces, superficiales, etéreas
y con menor compromiso. Aunque el concepto suela
usarse para las relaciones basadas en el amor
romántico, Bauman también desarrolla el concepto para hablar en
general de la liquidez del amor al prójimo.

Bauman explica cómo en las sociedades del


capitalismo avanzado aparecen algunas
tendencias que afectan a cómo se entienden
las relaciones personales. La tendencia al
individualismo hace ver las relaciones
fuertes como un peligro para los valores de
autonomía personal. A esto se une la
generalización de la ideología consumista
que provoca la mercantilización de varios
ámbitos de la vida. En este sentido el resto
de personas empieza a verse como mercancías para satisfacer alguna
necesidad, y el amor se convierte en una suerte de consumo mutuo guiado
por la racionalidad economicista donde el ethos económico invade las
relaciones personales.

En este contexto los vínculos afectivos estables se convierten en una


hipoteca. La idea del matrimonio católico, el hasta que la muerte nos
separe, deviene un plazo inasumible en una sociedad marcada por el
eterno presente y el usar y tirar de la sociedad de consumo.[cita
requerida]

Vivir juntos – por ejemplo— adquiere el atractivo del que carecen los
vínculos de afinidad. Sus intenciones son modestas, no se hacen promesas,
y las declaraciones, cuando existen, no son solemnes, ni están
acompañadas por música de cuerda ni manos enlazadas. Casi nunca hay
una congregación como testigo y tampoco ningún plenipotenciario del
cielo para consagrar la unión. Uno pide menos, se conforma con menos y,
por lo tanto, hay una hipoteca menor para pagar, y el plazo del pago
es menos desalentador

Z. Bauman (2005)

Para Bauman las relaciones por Internet se convierten en el modelo


que se exporta al resto de relaciones de la vida real. De hecho más que
relaciones se buscan conexiones, ya que estas no necesitan de
implicación ni profundidad, en las conexiones cada uno decide cuándo y
cómo conectarse, y siempre puede pulsar la tecla suprimir.

En una vida de continua emergencia, las relaciones virtuales superan


fácilmente lo real. Aunque es ante todo el mundo offline el que impulsa
a los jóvenes a estar constantemente en movimiento, tales presiones
serían inútiles sin la capacidad electrónica de multiplicar los encuentros
interpersonales, lo que les confiere un carácter fugaz, desechable y
superficial. Las relaciones virtuales están provistas de las teclas
suprimir y spam que protegen de las pesadas consecuencias (sobre todo,
la pérdida de tiempo) de la interacción en profundidad.

Z. Bauman (2011:23)

Bauman describe el amor


actual como producto de un
individualismo exacerbado,
que se ha vuelto un juego, un
juego de riesgos, moderno,
complejo, donde el secreto es
no dejar puertas cerradas a
las demás relaciones; éstas
son consideradas conexiones
que pueden ser desconectadas
ante cualquier signo de
debilidad o aburrimiento, la
única forma de tener al día las relaciones es nunca perder la
frescura.

La tendencia al individualismo hace ver las relaciones fuertes como un


peligro para los valores de autonomía personal.

El posmodernismo del que habla Bauman es producto de las relaciones


capitalistas actuales, donde no existe nada seguro, donde la
incertidumbre es el pan de cada día y la única constante es la falta de
pertenencia, de filiación, el fin de las ideologías. Este posmodernismo
trae como consecuencia el hedonismo. Éste, más que una aberración
minoritaria, se convierte en el camino cada vez más transitado, siendo
la satisfacción inmediata, el narcisismo y las tendencias banales las
características definitorias del individuo actual.

Por ello el amor se ha vuelto líquido, fluye, cambia constantemente y


toma caminos inesperados, de la misma forma en que cambia el individuo.
Ya nada es sólido como lo fue en el pasado – al cual Bauman se refiere
con valores más firmes y menos volubles.

el amor liquido fue avanzando… y ahora es una modernidad, gracias a


este psicólogo y sociólogo zygmunt bauman, que con su libro denominado
“amor liquido” nos ha ayudado. Fue muy inteligente al hacer un medio de
comunicación distinto al que había antes…...con su libro ayudo a mucha
gente.

CANDELA FERNANDEZ, FRANCO SANCHEZ, ALMA PARRILLA PALACIOSY


LUCAS ZEROMSKI 5*B

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