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FRANJA MORADA - REGIONAL CÓRDOBA

CÓDIGO DE FALTAS: ¿POLÍTICA DE SEGURIDAD O DE REPRESIÓN?

La realidad de Córdoba, en materia de seguridad, nos duele. Una realidad que en cifras
nos muestra que en nuestra provincia se llevan a cabo por día entre 40 y 50
detenciones arbitrarias por la Policía. Respaldados por el “Código de Faltas” (Ley
8431), las fuerzas policiales llevan adelante arrestos bajo la figura de “medida
preventiva” que, en la realidad, se traducen en cientos y cientos de detenciones
arbitrarias cada año realizadas sin una figura legal clara. Esto nos lleva a cuestionarnos
si este código realmente apunta a facilitar la convivencia y la vida cotidiana entre los
ciudadanos o si es, en realidad, una manera encubierta y abusiva de reprimir a las
masas.
En mayo de este año, la Policía de la Provincia de Córdoba detuvo en tan sólo dos
días, en lo que se conoce como “razias masivas”, a 342 adultos y 109 menores. La
mayoría de los arrestados no tenía antecedentes y fue acusada bajo figuras
inexistentes como la de “infracción contravencional” que no existe en ningún texto
jurídico, ni siquiera en el mismo Código de Faltas1. Estos datos, resultan sumamente
preocupantes y ponen en discusión, una vez más, las implicancias de la existencia de
este código.
Desde hace tiempo, se viene denunciando la “inconstitucionalidad” del Código de
Faltas, entendiendo que este va en contra de derechos contemplados en la
Constitución Nacional como el de defensa y acceso a la Justicia, y de algunas formas
de ejercer la libertad personal como los derechos constitucionales de circular, de
trabajar y de expresarse, entre otros.
En el primer caso, se establece que no será necesaria la intervención de un abogado
(Art. 15), más allá de que esté en juego la libertad de la persona. Además, quién dicta
la condena que debe cumplir el condenado es un comisario o un subcomisario en vez
de un juez “independiente” e “imparcial” como lo establece la Constitución Nacional
para resolver sobre los derechos y la libertad de cada ciudadano. En relación al
derecho de transitar libremente (Art. 14 de la Constitución Nacional), y en
contraposición a este, se establece en el Art. 98 la figura de “merodeo” que habilita al
personal policial a arrestar a cualquier individuo que circule en “actitud sospechosa”.
Resulta que la determinación de este hecho es totalmente subjetiva y queda librada a
la interpretación de la Policía. Sumado a esto, el Código permite a las fuerzas de
seguridad arrestar a cualquier individuo que no se identifique ante ellos o no responda
a sus preguntas. La lista de injusticias continúa. La Policía puede detener por iniciativa
propia a quienes ejercen el trabajo sexual bajo la figura de “prostitución molesta o

1
Información obtenida a partir de un estudio realizado por el equipo del Programa de Ética y Teoría
Política del Centro de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional de Córdoba en relación a la
aplicación del Código de Faltas en Córdoba.
escandalosa” más allá de que en la realidad no se suscite ningún hecho de esta índole.
Así, queda en evidencia una clara persecución y castigo desmedido a quienes ejercen
este trabajo. Finalmente, el Código de Faltas habilita al personal policial a reprimir y
arrestar a personas que se estén manifestando en una marcha más allá de que no se
produzca un tumulto o situación que afecte el orden social. Este accionar, claramente,
va en contra del derecho de libre expresión que también contempla nuestra
Constitución Nacional. Si bien el Código de Faltas promueve estos abusos a partir de lo
que él mismo establece, este tipo de prácticas se multiplicaron desde hace algunos
años con la “exigencia”, por parte de las autoridades policiales, de un número de
detenciones que cada oficial debe cumplimentar por día.
Más allá de lo particular que se establece en el articulado de este Código, como
militantes sociales y, principalmente, como ciudadanos comprometidos con nuestra
comunidad entendemos que la existencia de este código va en detrimento de los
distintos aspectos que comprende la libertad personal de cada individuo. No
comprendemos cómo puede existir una ley que promueva el ejercicio arbitrario y
abusivo de la autoridad de un grupo social sobre otro, teniendo, en muchos casos,
consecuencias fatales. Es por todo esto que exigimos al actual Gobernador de la
Provincia de Córdoba, José Manuel de la Sota, que ha mantenido durante todos sus
años de mandato una política de seguridad provincial completamente represiva y
neoliberal, la pronta derogación del Código de Faltas. Es necesario terminar de
inmediato y de una vez por todas con los “controles callejeros”, los “arrestos
preventivos” por “portación de rostro” y sobre todo con los casos de “gatillo fácil”, que
se suscitan a diario en nuestra provincia y que ya se han cobrado la vida de un gran
número de personas. Como Agrupación Estudiantil y en consonancia con lo que ya ha
expresado la Federación Universitaria de Córdoba, apoyamos “La Marcha de la Gorra”
y la lucha que se lleva adelante desde distintas organizaciones para acabar con todos
estos hechos de evidente injusticia. A su vez, nos manifestamos en contra de la
profundización de las desigualdades sociales, de verdadera estigmatización y de una
arbitrariedad manifiesta que profundiza y promueve este Código. Es imprescindible,
que como ciudadanos nos cuestionemos qué políticas de seguridad pretendemos para
nuestra comunidad y le exijamos a nuestros gobernantes verdaderos programas y
políticas de contención y seguridad ciudadana que efectivamente respondan a lo que la
realidad de nuestra provincia nos exige.

“La justicia es la reina de las virtudes republicanas y con ella se sostiene la igualdad y
la libertad” Simón Bolivar.

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