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Año 2 Volumen 19
DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina Práctica
o ineficacia
5. La aplicación errónea de la nulidad del negocio en el artículo 315 del
Código Civil por falta de manifestación de voluntad
6. La aplicación errónea de la nulidad del negocio en el artículo 315 del
Código Civil por vulneración de normas imperativas
7. Conclusiones
8. Referencias bibliográficas
* Profesor Ordinario Principal de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Titular de las cátedras de De-
recho de las Obligaciones y de Responsabilidad Civil en la Facultad de Derecho de esta Casa de Estudios.
lugar esto último, según cómo lo trate tación de intereses a que se ha aspirado, la
el sistema jurídico en particular, a una cual resulta de una específica posición del
sanción de invalidez por anulabilidad o sujeto respecto a los intereses que se trata de
a una sanción de ineficacia. regular […]”6. Así entonces son ejemplos
de legitimidad la capacidad dispositiva o
poder de disposición como expresión de
IMPORTANTE
la denominada “titularidad”.
La legitimidad debe ser entendida El problema a dilucidar para cual-
como un requisito de eficacia de quier ordenamiento jurídico, entonces,
los negocios jurídicos; particular- es en dónde se coloca a la legitimidad y
mente si se entiende que siempre
incide sobre el plano de la denomi- a las consecuencias de su afectación. Así,
nada “eficacia funcional” (efectos) por ejemplo, si se coloca a la legitimi-
del negocio y no en la estructu- dad como un presupuesto de validez del
ra misma de este, lo que es clara- negocio, el remedio/sanción no podría
mente apreciable sobre todo en los ser otro que el de la anulabilidad del
sistemas que permiten atribuir a un
mismo acto, efectos obligacionales negocio7.
y efectos reales, como sucede en los Hay quienes, en cambio, siendo el
sistemas consensuales de transmi- poder de disposición expresión del con-
sión de la propiedad.
cepto de “legitimidad”, han considerado
más bien a aquel como la expresión de la
2. El concepto de “legitimidad” y sus propia capacidad jurídica, entendiéndola
contornos como una emanación de esta8. Si fuera
El problema teórico dentro del esto correcto, por ejemplo, cuando fal-
marco general de “carencia de efectos” tara el poder de disposición, el remedio/
indicado en el punto 1) precedente, sanción aplicable sería también el de
la anulabilidad del negocio celebrado
gira en torno al lugar en donde debe
(campo de la invalidez).
ubicarse dentro de este al concepto de
“legitimidad”. Empero, la legitimidad debe ser
entendida, en nuestro concepto, y par-
Por este concepto debe entenderse la
ticularmente dentro de nuestro sistema
competencia o idoneidad para producir,
jurídico, no como un presupuesto de va-
alcanzar o soportar los efectos jurídicos
de la autorregulación de intereses que 6 Cuena Casas, Matilde, Función del poder de
se pretende realizar. La “legitimidad” es disposición en los sistemas de transmisión onerosa
llamada también “legitimación” y es de- de los derechos reales, J.M. Bosch Editor, S.L,
Barcelona, 1996, pág. 492.
finida en forma símil por algunos como 7 Betti, Emilio, cit., pág. 410.
“[…] la competencia para alcanzar o so- 8 Ferrara, Francesco. Citado por: Cuena Casas,
portar los efectos jurídicos de la reglamen- Matilde, cit., págs. 482-483.
Sin embargo, el Código Civil pe- del contrato y la certeza de que el bien
ruano de 1984, como se sabe, al es ajeno no hace sino materializar un
contemplar en su artículo 1409, riesgo que se encontraba en potencia
numeral 2), la posibilidad de que desde dicho momento. El bien ya era
los contratos pueden recaer sobre propio o ajeno del vendedor cuando
bienes ajenos, opta por la validez de se celebró el contrato […]”23.
este tipo de contratos, por lo que no
puede predicarse desde este punto de
IMPORTANTE
vista ningún supuesto de ineficacia
estructural que implique la invalidez Cuando uno de los cónyuges in-
del negocio22. Empero, no hay duda terviene en un negocio jurídico y
también de que existe un elemento declara vender, arrogándose, o una
patológico (extrínseco) al momento representación que no tiene del
de la celebración del contrato. Por otro cónyuge, o una titularidad de
este otro cónyuge que no posee, el
esta razón, refiriéndose a la venta de negocio jurídico se celebra siempre
bien ajeno y la aplicación de la resci- teniendo a sujetos que expresan una
sión como remedio/sanción al mis- voluntad: existe manifestación de
mo, De La Puente y Lavalle señalaba voluntad. Dicho en otras palabras:
lo siguiente: “[…] la razón por la cual hay declaración de voluntad. Lo
la acción concedida al comprador que no existe es legitimidad para la
disposición de un bien común.
sea la de rescisión radica en que la
incertidumbre sobre el riesgo existía
desde el momento de la celebración 5. La aplicación errónea de la nulidad
del negocio en el artículo 315 del Có-
digo Civil por falta de manifestación
22 Señala por esto De la Puente y Lavalle al res-
pecto: “[…] Como se ha visto, el artículo 1370 de voluntad
del Código Civil dispone que la rescisión deja El artículo 219 del Código Civil
sin efecto (no lo invalida) un contrato por causal
existente en el momento de su celebración. De esta peruano contiene los supuestos taxativos
definición resultan las siguientes consecuencias: bajo los cuales se sanciona un supuesto de
entre las teorías de la invalidez y de la ineficacia, el nulidad del negocio jurídico celebrado;
Código se pronuncia por esta última, o sea que se
considera que el contrato se celebró válidamente,
de los cuales son importantes tenerse en
pero que por razón de la rescisión queda sin efecto, cuenta, a los efectos de la discusión del
o sea es ineficaz. El contrato rescindido deja de remedio/sanción aplicable a la violación
dar lugar, por lo tanto, a la creación (regulación, del artículo 315 del Código Civil, los
modificación o extinción) de la relación jurídica
patrimonial, pero se reconoce su validez. Se sigue numerales 1) y 8).
la tesis de Larenz […] […]”. En: De la Puente y
Lavalle, Manuel, El contrato en general. Comen-
tarios a la Sección Primera del Libro VII del Código 23 De la Puente y Lavalle, Manuel, Estudios
Civil, T I, Palestra Editores S.R.L., Lima, Perú, sobre el contrato de compraventa, Gaceta Jurídica
2001, págs. 444-445. Editores S.R.L, Lima, Perú, 1999, pág. 84.
sistema jurídico peruano, existen normas Repárese que siempre las llamadas
que son únicamente dispositivas y que normas de orden público tendrán el ca-
constituyen regulaciones que solo deben rácter de imperativas. Empero, no toda
ser consideradas en ausencia de la auto- norma imperativa tiene el carácter de
rregulación de las partes de sus intereses orden público. Señala bien al respecto
privados; en tanto que, existen también Galgano que “[…] el orden público
normas de observancia obligatoria, las está constituido por aquellas normas
cuales pueden estar referidas a dar “con- imperativas que salvaguardan los prin-
sistencia positiva a los valores dominan- cipios jurídicos y éticos fundamentales
tes en el seno de la comunidad”24. En este del ordenamiento […]”27. Ello significa
sentido, el accionar de los particulares que la noción de orden público supone
se encuentra limitado por las normas siempre un conjunto de principios fun-
imperativas o de ius cogens, así como damentales y la protección de un interés
por las normas de orden público, las general, catalogado justamente como
cuales todos nos encontramos obligados “interés público”, el cual por ello emplea
a respetar. disposiciones jurídicas imperativas. Pero
La doctrina decimonónica del dere- estas últimas normas no limitan su con-
cho continental no predicó con claridad tenido a aquellas. Las normas imperativas
la diferencia entre una norma imperativa pueden, en cambio, responder a un interés,
y una norma de orden público. Empero, inclusive, privado, como sucede precisa-
se trata en realidad de dos tipos de nor- mente con el artículo 315 del Código
mas respecto a las cuales existen claras Civil peruano.
diferencias. Al respecto, señalan Díez- Lo cierto es que una norma jurídica,
Picazo y Gullón, que ambos supuestos sea de carácter imperativo o de orden
constituyen límites diferentes de la au- público, siempre debe imponerse de
tonomía privada25. Los criterios de orden modo absoluto a la voluntad de los par-
público y de buenas costumbres, por ticulares, no pudiendo estos pactar en
ejemplo, “[...] están destinados a operar contra de dichas disposiciones. Esta es
en el campo que las normas imperativas justamente la razón por la cual una parte
dejan libre, como criterios residuales de de la doctrina comparada confunde a la
valoración que encuentran aplicación norma imperativa con la norma de orden
solamente si faltan aquellas [...]”26. público, pues ambas siempre se impo-
nen a la voluntad de los particulares, no
24 Reale, Miguel, Introducción al derecho, Editorial
reparando, sin embargo, que las normas
Pirámide SA, Madrid, 1979, pág. 94. imperativas pueden no estar referidas
25 Díez-Picazo, Luis y Gullón, Antonio, Siste- a la protección de intereses generales o
ma de derecho civil, T. I, 5.ª Edición, Editorial
Tecnos SA, Madrid, España, 1986, pág. 382. 27 Galgano, Francesco, Diritto Civile e Commer-
26 Ferri, Luigi. Citado por Díez-Picazo, Luis y ciale, Casa Editrice Dott, Antonio Milani-CE-
Gullón, Antonio, Ibídem. DAM, Padova, 1990, Volumen II, T I, pág. 273.
interesan al orden público o a las buenas Código Civil peruano de 1984 está
costumbres”31. referida al tratamiento que el sistema
jurídico peruano le da al concepto
de “legitimidad”, entendido como la
IMPORTANTE
competencia o idoneidad para pro-
No hay duda del carácter imperati- ducir, alcanzar o soportar los efectos
vo de la norma contenida en el artí- jurídicos de la autorregulación de
culo 315 del Código Civil peruano; intereses que se pretende realizar.
lo que, sin embargo, no significa b) En términos teóricos generales, un
que necesariamente se haya violado sistema jurídico en particular puede
una norma de orden público; ca-
rácter este que no posee el artículo tratar a la “legitimidad” como un
315 del Código Civil, que se refiere supuesto de “ineficacia estructural” o
a actos en los que subyacen intere- uno de “ineficacia funcional”; y ello
ses privados. depende en exclusiva de una opción
legal.
7. Conclusiones c) Lo que no existe duda es en el tra-
tamiento que al concepto de “legiti-
En vía conclusiva del resumen con- midad” le ha dado el Código Civil
tenido en la presente ponencia, debe peruano de 1984 al prever, por ejem-
señalarse lo siguiente: plo, en los artículos 1409, numeral
a) La problemática que gira en torno 2), y 1539 del Código Civil, que los
al remedio/sanción que corresponde contratos puedan versar sobre bienes
a la violación del artículo 315 del ajenos; con lo que permite la validez
de actos en donde la legitimación no
31 Norma esta, por lo demás, distinta por ejemplo coincide con el poder de disposición,
del artículo 1343 del Código Civil italiano de como emanación del concepto de
1942, que subsume en la causa ilícita la viola- “titularidad”.
ción de normas imperativas. Este dispositivo
legal señala expresamente que “[…] la causa es d) El tratamiento a la “legitimidad”
ilícita cuando es contraria a normas imperativas, como un supuesto de ineficacia es-
al orden público o a las buenas costumbres […]”;
diferenciando correctamente estos dos concep-
tricta en el artículo 315 del Código
tos, pero con una sanción diversa a la que prevé Civil peruano, se manifiesta también
el Código Civil peruano. Nuestra normativa, en función a la naturaleza propia de
al prever la nulidad en el artículo V del Título la actuación de los sujetos (cónyuges)
Preliminar como remedio/sanción a la violación
de normas que interesan al orden público o a quienes se les requiere la inter-
a las buenas costumbres (no así a las normas vención de ambos para disponer de
imperativas), excluye este remedio/sanción para los bienes sociales o gravarlos. Esto
las normas imperativas que no son de orden constituye lo que se denomina una
público, cuyo remedio/sanción será la ineficacia,
a la luz de lo dispuesto por los artículos 1354 y obligación “en mano común” que
1356 del Código Civil peruano. justamente, al ubicarse en el plano
con las normas de orden público, te- Galgano, Francesco, Diritto Civile e Commercia-
niéndose siempre presente que toda le, Casa Editrice Dott, Antonio Milani-CE-
DAM, Padova, 1990, Volumen II, T I.
norma de orden público es siempre
Gonzáles Barrón, Gunther, “Venta por un
imperativa, pero no toda norma solo cónyuge del bien social y otras hipótesis
imperativa es de orden público. similares. Propuesta de solución”. En: Actua-
lidad Jurídica, Tomo N.º 237, Agosto, 2013.
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DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica
Alex Plácido V.
Pontificia Universidad Católica del Perú
1. Introducción
2. Definición y alcances de los regímenes patrimoniales del matrimonio
3. Necesidad de su regulación y contenido de los regímenes patrimoniales
del matrimonio
SUMARIO
afecta sus relaciones de ese orden porque con absoluta separación; lo que consti-
subsiste la situación patrimonial tal cual tuye una penetración de la comunidad
era antes del matrimonio, vale decir, que- de adquisiciones, en cierto modo, en los
dando marido y mujer independientes regímenes de separación.
entre sí en cuanto a sus bienes, como si el
enlace no se hubiera realizado, se tiene el 5. Criterios de clasificación de los regí-
régimen de separación. Por fin, fuera de menes patrimoniales del matrimonio
las concepciones extremas, que no suelen Adoptando distintos criterios se
darse en toda su pureza, generalmente han ensayado diversas clasificaciones de
han prevalecido regímenes intermedios, los regímenes matrimoniales, aunque
que partiendo, bien de la idea de la la generalidad de los autores se limita a
comunidad, bien de la idea de la sepa- enunciar los distintos regímenes legales
ración, han llegado a soluciones menos del derecho de sus países.
radicales. Tipos estos de estructuración
económico-conyugal que participan en Los Mazeaud hacen una división en
diverso grado de las fundamentales di- regímenes de comunidad y regímenes
rectivas que presiden la constitución de de separación, según exista o no una
cada uno de los mencionados, como se masa común de bienes, admitiendo la
puede verificar con los textos que ofrece existencia de un régimen mixto, el de
a este propósito la legislación comparada. participación en las ganancias. Según los
poderes del marido practican la siguiente
Así, sobre la base de la idea de la se- clasificación: no existe poder de aquel
paración, caben además de la separación sobre los bienes de la mujer: régimen de
absoluta, dos sistemas de separación ate- separación de bienes; el marido tiene la
nuada: a) Régimen de la unión de bienes, administración y goce de todos los bienes
también llamado sistema de reunión; y, de la mujer: régimen sin comunidad;
b) Régimen dotal. Llevando a efectos la tiene la administración y parte del goce:
idea de la comunidad; caben, por el con- regímenes dotal y de comunidad8.
trario, además de la comunidad plena,
Castán Tobeñas clasifica los regí-
diversos tipos de comunidades limitadas
menes por razón de su origen, en con-
sobre ciertos bienes, de los cuales son los
vencional o legal. El convencional, en
más típicos los siguientes: a) comunidad
de libertad absoluta y de elección entre
de adquisiciones a título oneroso o de
varios tipos. El legal, en obligatorio o
gananciales; y, b) comunidad de bienes
supletorio. Por razón de sus efectos en:
muebles y de adquisiciones a título
de unidad (o absorción de la persona-
oneroso. Otra dirección que se mani-
lidad de la mujer por la del marido);
fiesta recientemente es la participación
recíproca en las ganancias obtenidas por
8 León, Henri y Jean Mazeaud, Lecciones de
los cónyuges, manteniendo el dominio y derecho civil, Parte IV, Vol. I, Buenos Aires, Ejea,
administración de los bienes de cada uno 1965, N.º 12.
la contribución de cada uno para aten- entre los artículos 297 y 329 del Có-
der al sostenimiento del hogar, etc. Sin digo Civil sobre la legitimación activa.
embargo, la introducción de estos pactos Mientras que el primero establece que
adicionales tiene como límites el orden cualquiera de los cónyuges puede ejer-
público y las buenas costumbres; a partir citar esta pretensión; el segundo reserva
de los cuales será nula toda estipulación el ejercicio de la pretensión a favor del
limitativa de la igualdad de derechos que cónyuge agraviado. La evidente deficien-
corresponda a cada cónyuge. Pero la nu- cia legislativa se resuelve considerando
lidad de tales disposiciones particulares que la sustitución judicial solo permite
no importará la nulidad del contenido la modificación del régimen de sociedad
propio de las convenciones matrimo- de gananciales por el de separación de
niales, pues aquellas serán sustituidas patrimonios con el propósito de eliminar
por las normas imperativas. En cambio, los mayores perjuicios económicos entre
la nulidad de la estipulación principal los cónyuges, por la inconducta de uno
conllevará la de los pactos accesorios de ellos; de lo que se concluye que, la
que se vinculen con aquel; salvo que legitimación activa únicamente corres-
los pactos adicionales se refieran a actos ponde al consorte agraviado.
jurídicos separables y autónomos entre Sin advertir la incongruencia legisla-
sí, en cuyo caso no se ven perjudicados. tiva anotada ni resolverla expresamente,
Adicionalmente, se han previsto los la Corte Suprema admite que el ejercicio
mecanismos de la variabilidad con apro- de esta pretensión corresponde al cónyu-
bación judicial (artículos 297 y 329 del ge agraviado, cuando señala lo siguiente:
Código Civil) y por ministerio de la ley a) “El juez declarará la separación de
(artículos 330 y 332 del Código Civil). patrimonios cuando compruebe
En estas dos últimas circunstancias solo el abuso de facultades del cónyuge
se permiten la modificación del régimen emplazado, o cuando su actuar ha
de sociedad de gananciales por el de se- mediado dolo o culpa en la admi-
paración de patrimonios. Esto responde nistración de los vienes, por lo que
al criterio de eliminar los mayores perjui- resultará procedente la variación del
cios económicos entre los cónyuges, que régimen de la sociedad de ganan-
subsistirían si continuase la comunidad ciales por el de separación ya que
de adquisiciones a título oneroso. la sustitución judicial es establecida
La sustitución judicial se producirá a pedido del cónyuge agraviado de
cuando, a pedido del cónyuge agraviado, conformidad con el artículo 329 del
el juez considere que se ha acreditado Código Civil”20.
abuso de facultades, dolo o culpa en la
20 Considerandos segundo y tercero de la Casación
gestión de los bienes, imputable al otro. N.° 2148-01, Cajamarca, del 12 de Noviembre
Obsérvese la incongruencia que existe de 2001. En: Diálogo con la Jurisprudencia,
Pero la realidad económica permite y por el estrecho ligamen entre los bie-
advertir que la gestión patrimonial se nes y servicios, requiere una dinámica
desarrolla en una multitud de supuestos particular que la torna incompatible
de una manera radicalmente diversa. con la existencia de ataduras o vínculos
Junto con una actividad económica externos34.
“estática”, caracterizada por la manten- Es por ello que, actualmente, la
ción o permanencia en el patrimonio de distinción se realiza sobre la base de la
bienes generadores de frutos, coexiste “trascendencia patrimonial”. Se parte
una concepción más “dinámica” de la de la idea de que el mantenimiento de la
actividad económica. Ello permite inferir “integridad” del patrimonio –en un sen-
la manifiesta insuficiencia del criterio tido económico– supone la mantención
tradicional. A partir del mismo, las per- de su potencialidad económica, con total
manentes enajenaciones y adquisiciones independencia de la subsistencia o cam-
que requiere una ordenada y regular bio de los bienes singulares o individuales
administración de un patrimonio se que lo componen. La permanencia de
deberían considerar actos de disposición, la integridad patrimonial, por lo tanto,
al menos cuando ellas produzcan una no resulta de la subsistencia inalterada
“sustancial” alteración de la composición de bienes individuales que componen el
del patrimonio. También se pueden con- patrimonio, sino de la subsistencia de su
siderar como tales aquellas enajenaciones potencialidad económica, es decir, de su
que conducen a la renovación periódica aptitud para conservar su productividad
y regular de los bienes, como modo ordi- y capacidad funcional. En ese sentido,
nario de resguardar la aptitud funcional los actos que exceden la administración
del complejo de bienes. Empero, como ordinaria –denominados en nuestra le-
se comprenderá, una conclusión de esa gislación civil como de disposición– son
especie resulta decididamente disvaliosa los de “trascendencia patrimonial”. El in-
y susceptible de comprometer seriamen- terés legal, por ello, es el de resguardo de
te el éxito de una gestión patrimonial, la integridad patrimonial, en el sentido
debido a trabas (asentimientos, autori- amplio antes apuntado (mantención de
zaciones judiciales, etc.). El resultado de la potencialidad económica del patrimo-
la gestión está íntimamente vinculado, nio): los actos que la ley rodea de particu-
en esos supuestos, con la “dinámica” de lares resguardos –antes de trascendencia
la misma gestión. Aparece clara, por lo patrimonial– son aquellos que pueden
tanto, la imposibilidad de aplicar a la ges- poner en peligro tal integridad. Surge de
tión de estructuras patrimoniales como todo ello la conclusión de que el criterio
las descritas, la distinción tradicional: la distintivo se sustenta en la existencia del
administración “ordinaria o regular” de “riesgo” o “peligro” de la disminución
esos patrimonios, caracterizados por la
finalidad de lucro, por su funcionalidad 34 Tobías, Op cit. p. 251.
que conducen a la renovación periódica poder expreso, puesto que no puede pre-
y regular de algunos de los bienes del sumirse el consentimiento tácito del otro
cónyuge al no atribuirle la ley expresamente
complejo patrimonial y a la enajenación a dicho silencio el carácter de manifestación
de productos, como modo de conservar de voluntad, conforme lo exige el artículo
su productividad y aptitud funcional o ciento cuarentidós del Código Civil”37.
a aquellas otras enajenaciones y adquisi-
ciones que se realizan regularmente en
una estructura patrimonial cuyo objetivo IMPORTANTE
es el logro de “ganancias” a través de la
Los regímenes patrimoniales del
diferencia entre lo que han costado y matrimonio responden al concepto
lo que se ha recibido. Es por ello, que que cada agrupación tiene sobre el
preferimos utilizar, además, el concepto efecto del matrimonio, no existe un
de “gestión” como el que más se ajusta carácter de uniformidad en el tiem-
a la actuación económica que realizan po y en el espacio, y se presentan
los cónyuges respecto de su patrimonio. con variantes que son fruto natural
de las costumbres, la tradición, la
Acorde con lo expuesto y concordan- organización familiar y todos los de-
do los alcances de los artículos 292 y 313 más factores históricos, económicos
del Código Civil, la Corte Suprema ha y sociales de la realidad de cada país.
establecido lo siguiente:
De las deudas contraídas en el ejerci-
“El artículo doscientos noventidós distin- cio de la potestad doméstica responderán
gue los actos de administración ordinaria los bienes sociales y, subsidiariamente,
y los que no lo son; en el primer caso no
se exige que uno de los cónyuges otorgue
los bienes propios de ambos cónyuges en
poder al otro; en cambio, en el caso de los partes iguales. Este sistema de responsabi-
otros actos si es necesario dicho requisito. lidad por las cargas sociales es una evidente
La asunción de una deuda social 36 es un garantía para el acreedor y también para
acto que excede la administración ordinaria, la propia economía familiar: al fortalecer
requiriéndose por eso el otorgamiento de el crédito familiar, evita la desconfianza
del acreedor sobre la incertidumbre de
36 Son obligaciones sociales las asumidas por cual-
quiera de los cónyuges en el ejercicio del poder los bienes que responderán de la deuda.
doméstico (artículo 292 del Código Civil) y El poder doméstico autoriza a sa-
también las contraídas por ambos por actos de
administración y disposición que exceden de tal tisfacer las necesidades ordinarias de
potestad (artículo 315 del Código Civil). Debe- la familia38, pero no faculta a realizar
mos precisar que, en el régimen de sociedad de
gananciales, el poder doméstico se circunscribe
a las cargas sociales; por tanto, las obligaciones 37 Considerandos Quinto, Sexto y Sétimo de la
contraídas por ambos cónyuges por actos que Casación N.º 911-99 Ica, del 7 de diciembre
sobrepasan tal potestad, son las deudas sociales de 1999. En: El Código Civil a través de la Ju-
propiamente. Vale decir, que en nuestro régimen risprudencia. Tomo III. p. 689.
se distinguen las cargas y las deudas sociales 38 Recuérdese la Casación N.º3053-98, Callao, del
propiamente dichas. 19 de mayo de 1999, según la cual “Por acto de
60 Considerando Tercero de la Casación N.° 3109- En, El Código Civil a través de la jurisprudencia
98, Cusco-Madre de Dios, del 28 de mayo de casatoria. Tomo II, pp. 298-299.
1999. En, El Código Civil a través de la jurispru- 62 Considerando Quinto de la Casación N.° 941-
dencia casatoria. Tomo II, pp. 262-263. 95 La Libertad, del 14 de octubre de 1996.
61 Considerando Cuarto de la Casación N.° En, El Código Civil a través de la jurisprudencia
1895-98 Cajamarca, del 6 de mayo de 1999. casatoria. Tomo II, pp. 310 - 311.
Este fue el criterio de la jurispruden- incapacidad para los cónyuges, sino una
cia española antes de la Ley del 13 de restricción o limitación a su legitimación
mayo de 1981. Se calificó como negocio para disponer de determinados bienes del
de asentimiento al acto dispositivo del matrimonio. “El acto de disposición lo
marido, el consentimiento exigido de realiza el cónyuge titular del dominio,
la mujer: “se rechaza abiertamente que quien adquiere la titularidad del precio o
la exigencia del consentimiento uxorio contraprestación, en su caso. Su consen-
implante un régimen de codisposición timiento será elemento esencial del acto.
a título oneroso para ciertos bienes, En cambio, el cónyuge no administrador,
sino que la potestad de disposición le no titular, prestará asentimiento con el
corresponde al marido, único al que acto, transformándose así dicho asen-
le pertenece la iniciativa para realizar timiento en un elemento de eficacia del
dichos actos, en los que la mujer no es acto, con la fundamental consecuencia
parte, aunque los consienta, y por ello de que este cónyuge no adquirirá ni
este novísimo consentimiento uxorio, administrará la contraprestación, pues
limitativo de las facultades del marido, respecto de él no se opera la subrogación
integra un negocio de asentimiento por real”86. Esta conclusión fluye de la gestión
el que la mujer sanciona la repercusión o administración separada impuesta por
de la disposición en su propia esfera la ley en el régimen patrimonial legal de
jurídica”84. En cuanto a la sanción por no
prestarse el asentimiento conyugal, antes 86 A. Pelosi, Carlos, Cuestiones relativas al con-
sentimiento: artículo 1277 del Código Civil.
de la Ley del 2 de mayo de 1975, la juris- Buenos Aires, Abeledo-Perrot, 1969. p. 26 y
prudencia española precisó que se trataba ss.; Guillermo A. Borda, Tratado de derecho civil.
de una mera anulabilidad, “ya que el acto Familia, Tomo I. Buenos Aires, Perrot, 1962. p.
no carece de ninguno de los elementos 285; Elías P. Guastavino. Modificación al régimen
jurídico conyugal. Ediar, Buenos Aires, 1968. p.
esenciales, pues el consentimiento de la 17; María J. Ménez Costa. Derecho de Familia.
mujer no es creador del acto, al no residir Tomo I. Santa Fe, Rubinzal-Culzoni,1982. p.
en la misma los poderes dispositivos, 375; Belluscio, en Augusto C. Belluscio-Eduar-
sino que implica el asentimiento al acto do A. Zannoni. Código Civil y leyes complementa-
rias. Comentado, anotado y concordado. Tomo
realizado por el marido”85. 6. Buenos Aires, Astrea, 1986. p. 172; Vidal
Por su parte, cuando se comentaba Taquini, Op cit. p. 339. Fassi, en Fassi-Bossert,
Sociedad conyugal. Tomo II, p. 53, no se suma
el artículo 1277 del derogado Código a la observación de que es un asentimiento, pues
Civil argentino se afirmaba que el con- la concurrencia del cónyuge no administrador
sentimiento uxorio no constituye una es la exteriorización de un verdadero derecho de
copropiedad sobre el bien de la administración
del otro cónyuge, puesto que se trata de bienes
84 Sentencias del Tribunal Supremo Español del gananciales, es decir, pertenecientes a la sociedad
13 de marzo de 1964; del 21 de abril de 1964 conyugal, que es una sociedad sui generis, pero
y del 3 de marzo de 1969. Citadas por Espín sociedad al fin. Afirma que en realidad no es que
Cánovas. Op cit. p. 293. el uno enajene y el otro asienta, sino que ambos
85 Espín Cánovas, Op cit. p. 300. de consuno, enajenan.
87 Por esta solución se han inclinado Llambías, Partiendo de que dicha intervención
Borda, Guastavino, Fanzolato, Zannoni, Mén- implica el ejercicio de una facultad domi-
dez Costa, Mazzinghi, Belluscio y Cornejo. En, nical compartida por ambos cónyuges, se
Vidal Taquini. Op cit. p. 360.
llega a la conclusión de que la voluntad
88 Concuerda Cafferata, Pulero, Cichero, López
de Zavalía, Jorge Alterini, Venini, Tobías, Vaz concorde conyugal se requiere como
Ferreira. En, Vidal Taquini. Op cit., p 363. elemento constitutivo necesario para la
tácita96. Será expresa cuando conste en cierto que se han emitido resoluciones de
el acto mismo, sea en cláusula originaria carácter vinculante en cuanto a la manifes-
tación de voluntad expresa o tácita de los
o adicional (de administración o dispo- contratantes, en base al sustento de que en
sición que excede de la potestad domés- el sistema jurídico peruano no resulta posi-
tica); se hubiere otorgado poder al otro ble la atribución del derecho de propiedad
cónyuge o a un tercero; se lo manifieste sin la manifestación de voluntad tanto del
ante el juez. Será tácita cuando por signos transferente como del adquirente, siendo
que para estos efectos resulta de aplicación
inequívocos resulte expresada en virtud lo previsto en el artículo 141 del Código
de la naturaleza del acto realizado en sustantivo, que establece que la manifesta-
presencia del cónyuge no interviniente. ción de voluntad es tácita, cuando de esta
Aun así, es necesario que el asentimiento se infiere indubitablemente una actitud
o circunstancias de comportamiento que
se manifieste en el instrumento para dar revelen su existencia;
seguridad al título. En este sentido, se
Que, en este sentido, si bien es cierto no
ha pronunciado el Tribunal Registral se aprecia de la escritura pública glosada
cuando señala lo siguiente: en el considerando precedente que doña
XXX haya intervenido manifestando su
“La falta de intervención de la cónyuge en voluntad de aceptar la transferencia a
la escritura pública de adjudicación de un favor de la sociedad conyugal que con-
inmueble, se subsana con su intervención forma con don ZZZ no es menos cierto
posterior en la transferencia del bien a que la circunstancia de que aquella y su
terceros, entendiéndose que existe acepta- cónyuge transfieran el inmueble a favor
ción tácita de la adjudicación a favor de la del apelante mediante la escritura pública
sociedad conyugal: de fecha posterior, 1º de octubre de 1997,
Que, en relación al requerimiento de implica que ha manifestado tácitamente
intervención de doña XXX en la escritura su voluntad de aceptar la transferencia
pública de 9 de octubre de 1986, se aprecia anterior a su favor, debiendo desestimarse
que adicionalmente a que esta instancia se en consecuencia este extremo de la obser-
ha pronunciado en reiterada jurisprudencia vación formulada” 97.
en relación a la exigencia de la intervención
de la cónyuge del comprador en la adquisi- Estableciendo el artículo 313 del
ción de bienes inmuebles en aplicación del Código Civil que cualquiera de los cón-
artículo 315 del Código Civil, también es yuges puede facultar al otro para que
asuma exclusivamente la administración
96 Conforme al artículo 141 del Código Civil, “la de todos o de algunos de los bienes so-
manifestación de voluntad puede ser expresa o ciales, será suficiente el otorgamiento de
tácita. Es expresa cuando se realiza en forma oral
o escrita, a través de cualquier medio directo,
manual, mecánico, electrónico u otro análogo.
Es tácita cuando la voluntad se infiere indubi- 97 Resolución del Tribunal Registral N.º 430-98-
tablemente de una actitud o de circunstancias ORLC/TR del 20 de noviembre de 1998. En,
de comportamiento que revelan su existencia. CD Explorador Jurisprudencial
No puede considerarse que existe manifestación 2001-2002, Gaceta Jurídica. También se la
tácita cuando la ley exige declaración expresa o encuentra en Jurisprudencia Registral, Año IV,
cuando el agente formula reserva o declaración Volumen VII. Lima, Oficina Registral de Lima
en contrario”. y Callao, 1999, pp. 62-66.
legislativa a los supuestos en que uno artículos 458 y 460 del Código Civil y
de los cónyuges no pueda o no quiera Comercial103.
intervenir. Estimamos, que ella debe En el aspecto procesal, el juez podrá
encontrarse en el principio rector de autorizarlo previa audiencia de las partes
la gestión de los bienes, cualquiera que a tal efecto. La negativa sin justa causa
sea el régimen patrimonial en rigor: el del cónyuge hará que el juez autorice
interés familiar, el cual está implícito en la venta, autorización que solo deberá
nuestros ordenamientos por el precepto conceder si el bien fuese prescindible y
constitucional de protección de la fami- el interés familiar no resultara compro-
lia. A partir de ello, puede recurrirse al metido. Precisamente, estas deben ser las
órgano jurisdiccional para que autorice bases de la justa oposición del cónyuge,
supletoriamente la realización del acto. sin perjuicio de la alegación de causas
La imposibilidad de intervención de un
cónyuge, que provoca la no atención
de una necesidad de vida, y la negativa prestarlo, podrá el Juez, previa información su-
injustificada del mismo, que constituye maria, autorizar uno o varios actos dispositivos
una omisión abusiva del derecho de cuando lo considere de interés para la familia.
Excepcionalmente acordará las limitaciones o
disposición del bien social, perjudican cautelas que estime convenientes”.
gravemente el interés familiar. Sostener 103 El artículo 458 del Código Civil y Comercial
la posición prohibitiva, en el sentido de argentino señala: “Uno de los cónyuges puede
que si un cónyuge no puede o no quiere ser autorizado judicialmente a otorgar un acto
que requiera el asentimiento del otro, si este
realizar el acto, que nunca se verificará, está ausente, es persona incapaz, está transito-
es contrariar el interés familiar. riamente impedido de expresar su voluntad, o
si su negativa no está justificada por el interés
Este es el criterio que siguen legisla- de la familia. El acto otorgado con autoriza-
ciones como la española y la argentina. ción judicial es oponible al cónyuge sin cuyo
La primera establece, en los artículos asentimiento se le otorgó, pero de él no deriva
1376 y 1377 del Código Civil, el siste- ninguna obligación personal a su cargo”. Por
su parte, el artículo 460 dispone: “Si uno de los
ma de autorización supletoria judicial cónyuges está ausente o impedido transitoria-
tanto para actos de administración mente de expresar su voluntad, el otro puede
como de disposición a título onero- ser judicialmente autorizado para representar-
so102. La segunda, hace lo propio en los lo, sea de modo general o para ciertos actos
en particular, en el ejercicio de las facultades
resultantes del régimen matrimonial, en la
102 El artículo 1376 del Código Civil español extensión fijada por el juez. A falta de mandato
dispone: “Cuando en la realización de actos expreso o de autorización judicial, a los actos
de administración fuere necesario el consen- otorgados por uno en representación del otro
timiento de ambos cónyuges y uno se hallare se les aplican las normas del mandato tácito o
impedido para prestarlo, o se negare injusti- de la gestión de negocios, según el caso”.
ficadamente a ello, podrá el Juez suplirlo si Si alguno de los cónyuges negare sin justa
encontrare fundada la petición”; por su parte, el causa su consentimiento para otorgar el acto,
apartado 2 del artículo 1377 precisa: “Si uno lo el juez podrá autorizarlo previa audiencia de
negare o estuviere impedido para prestarlo para las partes”.
herederos, por no ser un derecho per- italiana. La primera dispone que “cuando
sonalísimo; no siendo admisible que lo la ley requiera para actos determinados
realice el cónyuge infractor ni el tercero que uno de los cónyuges actúe con el
que contrató. A este respecto, se opone consentimiento del otro, los actos reali-
el principio general en materia de anula- zados sin él y que no hayan sido expresa
bilidad, que niega la acción a quienes la o tácitamente confirmados, podrán ser
ocasionaron, conforme al último párrafo anulados a instancia del cónyuge cuyo
del artículo 222 del Código Civil. consentimiento se haya omitido o de sus
Esta pretensión de anulabilidad herederos” (artículo 65 del Código Civil
debería ejercitarse dentro de un plazo español). La segunda establece que “los
de caducidad a fin de eliminar la incer- actos realizados por un cónyuge sin el
tidumbre que ocasionaría la inactividad consentimiento necesario de su consorte
procesal del cónyuge afectado; conse- y por este no convalidados, son anulables
cuentemente, transcurrido el plazo sin si se refieren a bienes inmuebles o a bie-
que se haya interpuesto la respectiva nes muebles registrables”.
demanda, el acto queda convalidado. No es uniforme la doctrina acerca
No será necesario, para el ejercicio de de las consecuencias de la omisión de
la pretensión de anulabilidad, la demos- la intervención uxoria en un acto que
tración del perjuicio causado por el acto: lo requiera. Y es que de admitirse que la
es una facultad de libre apreciación sobre sanción general es la nulidad, podrían
la convivencia u oportunidad del mismo. alegarla todos aquellos que tuvieran in-
Pero si en caso de negativa injustificada se terés para hacerlo y aun declararla el juez
faculta a pedir la supletoria autorización de oficio, cuando en realidad solo cabe
judicial por convenir al interés familiar, la alegación del vicio por el cónyuge o
igualmente ante la demanda de anula- sus herederos. Se afirma que el acto que
bilidad, el cónyuge demandado debería efectúa el cónyuge es válido y eficaz entre
poder alegar la procedencia y utilidad del las partes, pero es ineficaz para el cónyuge
mismo, ante cuya prueba podrá conceder- que debió también intervenir, para quien
se por el juez la autorización convalidato- el acto es inoponible. Si el acto fuese con-
ria, si queda demostrada la inexistencia de siderado nulo, sería inválido e ineficaz;
perjuicio y la conveniencia del acto. si fuese anulable, se tornaría inválido e
ineficaz hasta su anulación. Mas si se lo
Resulta claro que, en cuanto a los considera ineficaz, es inoponible frente a
efectos de la anulabilidad frente a terceros terceros. Inoponibilidad que como forma
adquirentes, a estos debe afectarles salvo de ineficacia se coloca junto a la impug-
que hayan actuado de buena fe y a título nabilidad112.
oneroso.
Este es también el criterio que siguen 112 Betti, Emilio, Teoría general del negocio ju-
rídico, Revista de Derecho Privado, Madrid,
las legislaciones como la española y la 1959. p. 351, sostiene que la inoponibilidad
sa eficacia, “ya que conduce a que el Civil: “En el caso del artículo 1539, si el
problema solo pueda ser planteado en bien es parcialmente ajeno, el comprador
oportunidad de la partición y entre los puede optar entre solicitar la rescisión
esposos o sus sucesores universales, lo del contrato o la reducción del precio”.
que puede hacer ilusorio el derecho del Disentimos de este criterio, por cuanto
cónyuge omitido”114. la alternativa de reducir el precio supone
Dentro de la ineficacia, en nuestra admitir la disposición de una cuota ideal
doctrina, se ha sostenido que la com- del bien social y el surgimiento de una
praventa de un bien social realizado por copropiedad entre el tercero y el cónyuge
un solo cónyuge recae sobre un bien que no intervino en la compraventa; as-
parcialmente ajeno115 y que la falta de pectos que son contrarios a la naturaleza
intervención del otro consorte se debe del régimen de sociedad de gananciales,
sancionar con la rescisión del contrato, en donde los gananciales de cada cón-
conforme al artículo 1540 del Código yuge recién se definen en la liquidación
y no antes. A ello debe agregarse que la
titularidad de los bienes sociales corres-
114 Belluscio. Op cit. p. 91. En idéntico sentido, ponde en conjunto a ambos cónyuges,
Guaglione. Op cit. Tomo II. p. 389 y Jorge
Mosset Iturraspe, Omisión del asentimiento
de manera que la sociedad conyugal se
conyugal: ¿nulidad o inoponibilidad?, JA, 1982- comporta como una entidad abstracta
II-396. “que obra como tercero distinto de los
115 Ramírez Jiménez, Nelson, La venta de bien individuos que la componen”116.
ajeno. El caso de la sociedad de gananciales.
En: El Peruano-sección derecho. Edición del 19 La jurisprudencia actual de la Corte
de mayo de 1993, p. B-15. Ramírez parte de Suprema se inclina mayormente por
considerar a la intervención conyugal como
un acto de autorización o asentimiento y que,
sostener la nulidad del acto por falta de
por tanto, el acto que realiza el cónyuge que manifestación de voluntad. Así:
dispone de un bien social no le será oponible
al consorte que no interviene; quien no ve afec- a) “Conforme lo establece parte del artícu-
tado sus derechos, pues el patrimonio suyo y el lo trescientos quince del Código Civil,
de la sociedad conyugal sigue intacto. Agrega para disponer de los bienes sociales o
que, en todo caso, los derechos del cónyuge gravarlos se requiere la intervención del
no interviniente no han sido objeto de venta marido y la mujer, empero cualquiera
alguno y solo se ha dispuesto de los derechos de ellos puede ejercitar tal facultad, si
del cónyuge vendedor. Aprecia que, en tal acto, tiene poder especial del otro. Como lo
existe la disposición de un bien totalmente han establecido las instancias inferiores,
ajeno (si se considera que los bienes de la so- la demandada XXX al momento de la
ciedad de gananciales integran un patrimonio celebración de la escritura pública de
autónomo de las personas que la componen) constitución de hipoteca con relación
o, la disposición de un bien parcialmente aje-
no (si se considera que se trata de una forma
especial de copropiedad); “sea lo uno o lo otro, 116 Silva Segura, Enrique, Acciones, actos y contra-
caemos en el campo de lo que no es nuestro, y tos sobre cuotas. El problema jurídico y práctico
por tanto, tales conductas se subsumen en la de las acciones y derechos, Editorial Jurídica de
venta de lo ajeno”. Chile, Santiago, 1985. p. 46.
que la motivó, lo que operará en la mis- a que se refiere el artículo 315 del
ma forma en que aquella se constituyó. Código Civil exige establecer el tipo
Sustentándose el régimen de socie- de comunidad según la gestión o
dad de gananciales en la comunidad de administración de los bienes sociales
intereses de los cónyuges, está implícito que se ha asumido en el régimen de
en nuestro sistema jurídico el deber sociedad de gananciales conforme a
conyugal de informarse recíproca y nuestro ordenamiento jurídico. Solo
periódicamente sobre la situación de la de esta manera se podrá identificar
administración y de los rendimientos la respuesta acorde a nuestro propio
de cualquier actividad económica; más sistema, por cuanto los regímenes pa-
aún, si estos últimos constituyen bienes trimoniales del matrimonio respon-
sociales. Todo ello a requerimiento del den al concepto que cada agrupación
cónyuge que no administra los bienes o tiene sobre el efecto del matrimonio,
que no realiza la actividad económica125. no existiendo un carácter de unifor-
midad en el tiempo y en el espacio,
Es claro que la administración trans- y se presentan con variantes que son
ferida no faculta la realización de actos fruto natural de las costumbres, la
de disposición que no estén destinados tradición, la organización familiar y
al levantamiento de las cargas familia- todos los demás factores históricos,
res. Aquellos que excedan la potestad económicos y sociales de la realidad
doméstica están prohibidos, salvo que de cada país.
por causas justificadas de necesidad o
Se trata de identificar el verdadero
utilidad sean requeridos para atender
sentido del término “intervención”
al interés familiar. En tal eventualidad,
contenido en el artículo 315 del
puede recurrirse al juez para que autorice
Código Civil; pues, se la puede
el acto; situación expresamente prevista
considerar como una actuación
para el cónyuge curador del interdicto,
conjunta por la que los dos cónyuges
en su condición de representante legal
intervienen en un pie de igualdad,
de este, supuesto en el que se autoriza la
por un lado; y, por el contrario, se la
transferencia de la administración por
puede estimar como una actuación
ministerio de la ley.
separada en la que los dos esposos no
intervienen en un plano de igualdad.
10. Conclusiones
En el primer caso, la voluntad de dis-
1. La determinación de la naturaleza posición del bien social se conforma
jurídica de la intervención conyugal por la necesaria concurrencia de las
voluntades de ambos consortes. En
125 El artículo 1383 del Código Civil español este caso, la intervención conyugal se
señala que “Deben los cónyuges recíproca y pe- constituye en un elemento esencial
riódicamente sobre la situación y rendimientos de la estructura del acto de disposi-
de cualquier actividad económica suya”.
DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica
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