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B06T02 Construccion España Liberal PDF
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BLOQUE 6. TEMA 2.
REVOLUCIÓN LIBERAL EN EL REINADO DE ISABEL II.
CARLISMO Y GUERRA CIVIL. CONSTRUCCIÓN Y EVOLUCIÓN
DEL ESTADO LIBERAL
1.- INTRODUCCIÓN
Los caracteres principales del programa ideológico político del carlismo se resumían en
su lema: ''Dios, Patria, Fueros, Rey" y eran:
a) Oposición radical a las reformas liberales. Inmovilismo.
b) Defensa del Antiguo Régimen político de la monarquía absoluta.
c) Tradicionalismo católico y defensa de los intereses de la Iglesia en su integridad.
d) Defensa del foralismo vasco-navarro, amenazado por las reformas igualitarias y
centralistas de los liberales: Estos privilegios consistían en el mantenimiento de
las instituciones propias vasco-navarras, exenciones fiscales y exenciones de
quintas, (los vasco-navarros no debían cumplir el servicio militar obligatorio).
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J. Alberto García Historia de España 2º Bach.
Constitución de 1812.
El nuevo gobierno, continuó con la labor de demolición del absolutismo
(eliminación definitiva del régimen señorial y el mayorazgo, supresión del diezmo,
elección popular de alcaldes,…)
Las Cortes elaboraron la Constitución de 1837, en un intento de contentar por
igual a progresistas y moderados. Esta Carta Magna mantenía un poder ejecutivo fuerte,
con competencias legislativas y derecho de veto, y unas Cortes bicamerales, con un
Congreso elegido por sufragio censitario y un Senado de designación real.
Durante tres años, María Cristina eligió jefes de gobierno moderados. Pero en
1840 las medidas reaccionarias del gobierno provocaron una nueva insurrección, que
acabó forzando la dimisión de María Cristina como regente, siendo sustituida por el
general Espartero, el héroe de la victoria sobre los carlistas.
4.- LA REGENCIA DE ESPARTERO (1840-1843)
Sin embargo, desde 1849 el clima se deterioró. Durante cinco años se sucedieron
los gobiernos, salpicados por escándalos financieros y de corrupción. Algunos
progresistas radicales, fundaron el Partido Demócrata, cuyos objetivos eran la defensa
de los derechos individuales y del sufragio universal, al tiempo que en el ejército
volvían a surgir grupos progresistas. A comienzos de 1854 las Cortes son suspendidas y
el gobierno actúa de forma autoritaria. El ambiente político es el propicio para un
estallido revolucionario.
5.3. El Bienio progresista (1854-1856)
La revolución de 1854 se inició con un golpe de Estado fallido, el
pronunciamiento del general O´Donnell (La Vicalvarada). Pero los rebeldes, publicaron
una proclama, el Manifiesto de Manzanares, que consiguió el apoyo popular y provocó
la revolución en julio. Isabel II se ve obligada a entregar el gobierno al general
Espartero, que vuelve del exilio, con O´Donnell como ministro de la Guerra.
Rápidamente se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes.
Se formó una nueva fuerza política, la Unión liberal, liderada por O´Donnell,
con la aspiración de unir a moderados y progresistas en un solo partido, gobernando
durante los dos años siguientes (1854-1856), con el apoyo de los progresistas puros.
Las Cortes elaboraron una nueva Constitución, la de 1856, algo más avanzada,
conocida popularmente como la “non nata” porque no llegó a entrar en vigor; y
aprobaron una serie de leyes económicas encaminadas a asentar las bases de la
modernización del país como la segunda Ley de Desamortización (Madoz), La Ley de
Ferrocarriles, ambas de 1855.
El Bienio transcurrió en un clima de permanente conflictividad social. Las clases
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J. Alberto García Historia de España 2º Bach.
CONCLUSIÓN
En definitiva, el reinado de Isabel II supuso la definitiva estabilización del
régimen liberal o Nuevo Régimen y la formación y creación del Estado Liberal que va a
perdurar hasta la actualidad. Dominó, salvo en el bienio Progresista, el liberalismo
doctrinario o censitario, con el partido moderado, conservador, cuya base social era la
oligarquía, imponiéndose sus conceptos políticos (soberanía compartida, gran poder del
rey, sufragio censitario,…). La debilidad democrática era manifiesta, sucediéndose los
pronunciamientos militares y el protagonismo político de ellos, existiendo una gran
diferencia entre la España real y oficial.