Arqueologia - N.º
y muerte 25 (pp.consideraciones
violenta: 275-292) ISSN: en1139-6609
torno a una -exhumación
M.H.M. Priego de Córdobade 1936 en el cementerio…
de represaliados
Písame,
que ya no me quejo.
Ódiame,
que ya no lo siento.
No me olvides,
que aun te recuerdo
debajo del plomo
que embarga mis huesos.
Miguel Hernández
RESUMEN
Presentamos en las siguientes páginas una panorámica de los resultados del proceso de excavación y exhumación de los
restos humanos recuperados en una fosa común del cementerio de La Puebla de Cazalla, víctimas de la represión militar
posterior al golpe de estado de 1936, iniciativa llevada a cabo por la Asociación Memoria Histórica y Justicia de Andalucía.
Una intervención de estas características requiere de una metodología muy especializada que por un lado permita la identi-
ficación de los cuerpos y por otro clarifique las circunstancias de sus muertes. Ambas exigencias son nuestro compromiso
con la verdad, la justicia y la reparación a las que tienen derecho las víctimas y sus familiares, y constituyen la base del
trabajo que presentamos.
PALABRAS CLAVE: Exhumación, genocidio, crímenes de lesa humanidad, excavación, fosa común, represión militar, Aso-
ciación Memoria Histórica y Justicia de Andalucía, Antropología.
ABSTRACT
We present on the following pages an overview of the results of the excavation process and exhumation of human remains
recovered in a mass grave in the cemetery of La Puebla de Cazalla, victims of military repression after the 1936 coup, ini-
tiative undertaken Association for Historical Memory and Justice of Andalusia. An intervention of this nature requires a very
specialized methodology that on the one hand allows the identification of bodies and other clarify the circumstances of their
deaths. Both demands are our commitment to truth, justice and reparation to which victims are entitled and their families,
and are the basis of the work presented.
KEY WORDS: Exhumation, genocide, crimes against humanity, digging mass graves, military repression, Historical Memory
and Justice Association of Andalusia, Anthropology.
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J.M. GUIJO, I. CARRASCO, C. ROMERO y E. VERA
1) La búsqueda de desaparecidos y represaliados en la Sierra Sur sevillana comenzó gracias a los trabajos de un nutrido grupo de
personas vinculadas tanto al Colectivo de familiares de las víctimas, como a la Asociación Memoria Histórica y Justicia de Andalucía.
Fueron las pesquisas llevadas a cabo por María del Carmen España para encontrar a su abuelo desaparecido en 1936, las que lograron
identificar el cementerio de la Puebla de Cazalla como el lugar exacto donde fueron ocultados los cuerpos de siete personas asesinadas
procedentes de Lantejuela (entre ellos Manuel España Gil), iniciándose así un proceso que aun no ha terminado (ESPAÑA, 2006).
2) Para la ejecución de los trabajos, se han seguido las directrices contenidas en el Decreto 334/2003, de 2 de diciembre, para la
coordinación de actuaciones en torno a la recuperación de la memoria histórica y el reconocimiento institucional y social de las personas
desaparecidas durante la Guerra Civil Española y la Posguerra (publicado en BOJA número 236 de 09/12/2003).
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Arqueologia y muerte violenta: consideraciones en torno a una exhumación de represaliados de 1936 en el cementerio…
3) La delimitación del contorno original de la cantera donde se acumulan las evidencias antropológicas, nos permitió crear áreas de
seguridad para la evacuación de sedimentos con la máxima operatividad posible, habiéndose documentado hasta el momento los límites
norte, este y oeste. El límite sur no pudo ser detectado debido a la existencia de un bloque de nichos construidos en este sector y que hace
inviable, por el momento, la recuperación de todos los cuerpos. La superficie total de la cantera es, por tanto, estimativa.
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J.M. GUIJO, I. CARRASCO, C. ROMERO y E. VERA
METODOLOGÍA
ANTROPOLÓGICA
Consideración de los factores
ambientales distorsionantes
En la caracterización de un depósi-
to antropológico y más aún en los que
muestran una complejidad de constitu-
Fig. 2: Plano general de situación del cementerio de La Puebla de Caza- ción como los colectivos, no podemos
lla con señalización del antiguo cementerio civil. ser ajenos a la influencia de los procesos
postdeposicionales. El entorno del de-
pósito puede haberse visto afectado por
agentes bióticos (fauna, vegetación y hombre) o abióticos
(aire, agua, terreno) que pueden introducir factores distor-
sionantes que nos hagan malinterpretar presuntos episo-
dios de violencia, tratamiento de los cuerpos e influir en la
viabilidad del colágeno de cara a la hipotética identificación
a través de ADN (ALONSO et al., 2012: 118). En el marco
en el que se sitúa esta actuación las mayores distorsiones
podrían venir inducidas por los usos funerarios o por otras
actividades secundarias relacionadas con aquellos.
4) El número de víctimas represaliadas entre 1936 y 1937 enterradas en las fosas del Cementerio de La Puebla de Cazalla, oscila entre
un mínimo de 161 y un máximo de 240 personas, sin que se sepa el número exacto, puesto que no todos los represaliados de La Puebla
de Cazalla están enterrados en su cementerio municipal y muchos de los que están enterrados allí proceden de los municipios cercanos
(GARCÍA MÁRQUEZ, 2007: 202):
5) Contamos ya con una nutrida bibliografía sobre la aplicación de metodología arqueológica a nuestro pasado bélico más cercano.
Una valoración general podemos consultar en GONZÁLEZ RUIBAL, 2008 y más recientemente en ECHEVARRÍA, 2012. Un ejemplo de
exhumación de una fosa de represaliados en esta misma revista: MUÑIZ et al., 2009.
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Arqueologia y muerte violenta: consideraciones en torno a una exhumación de represaliados de 1936 en el cementerio…
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J.M. GUIJO, I. CARRASCO, C. ROMERO y E. VERA
casos están influidas por episodios vitales (lesiones) y otra POSICIÓN DEL CUERPO
parte son el resultado del proceso de esqueletización, so- Decúbito supino
metido a un ambiente determinado y a la intervención de Decúbito lateral izquierdo o derecho
Decúbito prono
factores postdeposicionales.
Transición
Al abordar depósitos múltiples y colectivos ha re- Parcialmente reclinado sobre el dorso
sultado de vital importancia establecer las relaciones de Parcialmente reclinado sobre la zona anterior
causa-efecto entre las diversas unidades estratigráficas DESCRIPCIÓN DE MIEMBROS
que representan las entidades osteológicas. El conoci- En función de la proximidad al tronco
miento de la anatomía y las particularidades anatómicas Extensión o grados de flexión
han representado una argumentación esencial para res- Grado de rotación
Grado de articulación
ponder a una serie de cuestiones que eviten seudointer-
Verosimilitud de las relaciones anatómicas
pretaciones: VALORACIÓN DE DIVERSOS FACTORES EN LA PO-
• Qué tipo de depósito tenemos, ya sea por la lectura SICIÓN DE LOS MIEMBROS Y DEL CUERPO
de cada uno de sus componentes o por la relación Proceso de esqueletización
que se establece entre sus componentes. Agentes ambientales
• Cómo se ha formado en el tiempo. Relaciones de contacto con otros sujetos
• Cuándo se ha formado en base a una cronología re- Efecto de la gravedad
Tracciones
lativa o absoluta.
Fijaciones artificiales
Este camino metodológico nos ha llevado a captar la
sincronía o diacronía de las inhumaciones o, dicho de otro DEFINICIÓN DE LAS RELACIONES ENTRE LOS
modo, las implicaciones temporales que se desprenden de DISTINTOS CONJUNTOS
las relaciones entre los diversos individuos.
El registro gráfico (fotografía y planimetría, tanto de DEFINICIÓN DE LAS DIVERSAS REALIDADES PRI-
conjunto como individuales), la posición y orientación de MARIAS Y DE LAS EVIDENCIAS EN DESCONEXIÓN
ANATÓMICA
las evidencias óseas, la estratigrafía y las compatibilidades
DIFERENCIACIÓN DE LA DINÁMICA DEPOSICIO-
anatómicas nos han ayudado a delimitar las diversas en- NAL Y DE LOS EFECTOS ESTRATIGRÁFICOS DE
tidades y captar cómo se pueden haber transformado las LAS SUPERPOSICIONES-REMOCIONES. RELACIO-
condiciones originales del depósito. NES DE CAUSA-EFECTO
La descripción de cada uno de los cuerpos locali- CRONOLOGÍA RELATIVA
zados tanto si han sido extraídos como no, refleja el Anterioridad
análisis de los datos tomados en campo y en laborato- Simultaneidad
Posterioridad
rio, intentando ser lo más exhaustivo posible para que
RELACIÓN FÍSICA
las características óseas detectadas se conviertan en Cortado o roto por
un elemento que pueda contribuir a la identificación de Desplazado por
cada uno de ellos. Adosado bajo
Las características de los diversos componentes de un Adosado a, junto a
esqueleto nos podrán hablar de una características articu- Corta o rompe a
lares dentro de la normalidad, de anomalías e incoheren- Desplaza a
Adosado sobre
cias de las relaciones anatómicas, elementos que estarán
EFECTO PRODUCIDO
en relación con un determinado grado de estabilidad del Destrucción
depósito, con factores intrusivos, manipulaciones del cuer- Remoción
po o con los episodios históricos de los que se buscan Desplazamiento
pruebas. Se tratará no solo de lecturas en términos indivi- Respeto
duales sino de un análisis de las relaciones que se estable- EVALUACIÓN DE LAS EVIDENCIAS EN DESCO-
cen entre diversos sujetos. NEXIÓN ANATÓMICA PARA LAS REASIGNACIO-
NES INDIVIDUALES
REGISTRO PLANIMÉTRICO DEL ESPACIO, CON
REGISTRO DE LA POSICIÓN DEL ESQUELETO
INDICACIÓN MEDIANTE TRAMAS O DIFERENTES
TIPO DE DEPÓSITO EN RELACIÓN A NÚMERO DE COLORES DE LOS DISTINTOS INDIVIDUOS
INDIVIDUOS
Individual Descripción de las características antropológicas
Doble
Múltiple La caracterización de los diversos individuos no solo
Colectivo persigue la identificación de aspectos como el sexo, la
GRADO DE CONEXIÓN ANATÓMICA edad, etc., sino acometer un registro de evidencias sus-
Primario ceptibles de ser contrastadas y clarificar de la forma más
Secundario rotunda posible los fundamentos diagnósticos empleados.
Mixto
ORIENTACIÓN (E INDICACIÓN EN GRADOS)
Entre las investigaciones de referencia tomamos como
Cráneo base los criterios de Buikstra y Ubelaker (1994), además
Macizo facial de otras investigaciones que reseñamos en el apartado de
Eje principal del cuerpo bibliografía específica que se adjunta.
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Arqueologia y muerte violenta: consideraciones en torno a una exhumación de represaliados de 1936 en el cementerio…
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J.M. GUIJO, I. CARRASCO, C. ROMERO y E. VERA
Lám. 3: Fosa III. Enterramiento 14. Sujetos con las muñecas atadas a la espalda y en la que se percibe la com-
plejidad impuesta por las relaciones entre los diversos sujetos. En imagen adjunta, sujetos diferenciados en
distintos tonos para que las relaciones sean apreciables.
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Arqueologia y muerte violenta: consideraciones en torno a una exhumación de represaliados de 1936 en el cementerio…
blecen entre los diferentes individuos permiten hablar 10. En suma, la variedad de orientaciones, las posiciones
de una secuencia estratigráfica de las inhumaciones, de los cuerpos y la variada morfología que adquiere la
las características de los esqueletos, el modo en que posición de las extremidades, nos remiten a depósitos
se adosan o superponen, nos hablan de sujetos total- en los que los cuerpos responden a estímulos gravita-
mente provistos de tejidos y arrojados o colocados en cionales, a rodamientos en planos de buzamiento o a
la fosa en un mismo episodio. la propia interferencia de otros sujetos inhumados con
4. Densidad de las inhumaciones. No se detectan vacíos anterioridad.
en los espacios definidos por la fosa sino un aprove- 11. En gran cantidad de sujetos detectamos daños esque-
chamiento al máximo nivel de densidad. Tampoco se léticos perimortem, sobre los que nos extenderemos
aprecian compartimentaciones estratigráficas que nos en la validación histórica del depósito analizado.
indiquen una amplía diacronía, sino más bien una sin-
cronía de las inhumaciones. COMPOSICIÓN ANTROPOLÓGICA
5. Distorsiones en la posición de los miembros. Este
Aunque parte de las evidencias identificadas corres-
hecho, contrastado en la mayoría de las inhumaciones
ponden a sujetos solo parcialmente definidos por localizar-
estudiadas, ha sido también una característica que se
se en una zona de imposible excavación en 2009, podemos
ha tenido en cuenta para su adscripción histórica.
hablar de una serie de tendencias como la presencia domi-
6. Variabilidad en la posición del cuerpo. Salvo un caso,
nante de sujetos adultos masculinos, el dominio del grupo
en el que el sujeto presentaba una posición de decúbito
de edad por debajo de los 30 años y la presencia de dos
supino con los miembros ceñidos al cuerpo, los restan-
sujetos subadultos entre los 15 y 17 años (Lám. 4), mos-
tes individuos recuperados presentaban posiciones va-
trando el segundo la existencia de tres orificios de salida de
riables que iban desde el decúbito supino al prono pa-
sando por diversos grados de lateralización. Cualquiera
de estas posiciones se acompaña de abducciones más
o menos marcadas de las extremidades, con diversos
grados de flexión entre brazo y antebrazo y entre fémur
y tibia-peroné, con un dominio de comportamientos
disarmónicos entre los dos lados. Asimismo, toda esta
variedad de posiciones va unida a diversos grados de
flexión o extensión de la zona cervical, rotación de la
cintura pélvica y de las extremidades.
7. Existencia de ligaduras. En depósitos determinados,
como el enterramiento 14, los sujetos presentan la
extremidad superior proyectada al dorso, con los an-
tebrazos en contacto al nivel de las muñecas, con las Lám. 4: Fosa III. Enterramiento 10. Sujeto de 16-17
manos a veces palma contra palma, evidenciando su años, como prueba la ausencia de fusión del cóndilo
fijación mediante algún tipo de ligaduras de la que ha del fémur y de la cresta iliaca de la pelvis.
quedado algún testimonio en forma de impresión en el
sedimento.
8. Volteamientos en la fosa. La presencia de inhumacio-
nes en las que los cuerpos presentan una importante
distorsión de los miembros y una gran variabilidad en
la posición del cuerpo, respondería a volteamientos o
caídas al interior de la fosa. Dicho de otro modo, se tra-
taría de respuestas gravitacionales a los desplazamien-
tos verticales. Es el caso del enterramiento 6, donde la
existencia de un plano de buzamiento en el límite norte
de la fosa, condicionó el rodamiento de los cuerpos.
Estaríamos ante situaciones de total desvinculación de
la forma en que caen los cuerpos. Tabla 1: Distribución de población por sexos y cate-
9. Racionalización del espacio de la fosa. En otros ca- goría de edad.
sos se infiere una colocación de los cuerpos en para-
lelo, alternando orientaciones en diverso sentido, pero
ubicando la extremidad inferior en completa extensión
y alineación con el tórax, en un intento de racionalizar
el espacio. Sin embargo, prosigue la desvinculación
de los enterradores con cualquier tipo de control de la
extremidad superior, que aparece en las más diversas
posiciones y orientaciones. Este tipo de depósitos re-
velan claramente una organización más planificada de
las inhumaciones. Tabla 2: Distribución por grupos de edad.
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J.M. GUIJO, I. CARRASCO, C. ROMERO y E. VERA
1. La inhumación colectiva
Desde la antigüedad la existencia de fosas colectivas
se ha vinculado a mortandades por carestías alimentarias,
epidemias, circunstancias bélicas y por hechos ligados al
genocidio. La ubicación de esta fosa en los años 30 del
siglo XX no indica coincidencia alguna ni con hambrunas
ni con epidemias. Solo los episodios represivos desenca-
Lám. 5: Fosa III. Enterramiento 11. Individuo 1. Pero- denados desde 1936 podrían explicarla.
né de un mismo individuo, con fractura mal consoli- El carácter colectivo del procedimiento supone la to-
dada del derecho, con acortamiento y cojera en vida
tal falta de consideración a la individualidad de cada su-
del sujeto.
jeto, disuelta en un enterramiento en masa, como ningún
procedimiento de inhumación socialmente aceptado en la
proyectil. A uno de los sujetos femeninos se encontraron España del siglo XX toleraba. Se trata de una ruptura de
asociadas evidencias fetales (Tabla 1). la morfología usual de un enterramiento, prescindiendo de
Las lesiones vitales se corresponden en su mayoría los cánones usuales en relación a un grupo de población
a procesos degenerativos e infecciones dentarias. En un determinado (Lám. 6).
caso se ha identificado una fractura mal consolidada en
la zona distal de tibia y peroné, que aportaría una cojera 2. Tratamiento de los cuerpos
significativa al sujeto (Lám. 5). Destaca asimismo la gran
En los enterramientos canónicos lo usual es recurrir
presencia de alteraciones hipoplásicas, presentes en forma
a una disposición normalizada, colocando el cadáver en
de bandas y surcos en diversas piezas dentarias y que de-
posición de decúbito supino, extremidad inferior extendida
notan la existencia de episodios críticos debido a malnutri-
ción o enfermedad durante la infancia (Tabla 2).
6) Hay que considerar que 17 sujetos no han podido ser exhumados, de modo que su estudio podría significar un incremento en la
incidencia de estos daños.
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Arqueologia y muerte violenta: consideraciones en torno a una exhumación de represaliados de 1936 en el cementerio…
3. Existencia de ataduras
Se identifica a siete sujetos masculinos con ataduras
Tabla 4: Distribución en la posición del esqueleto. entre ambos antebrazos, con seis de ellos exhumados en
el enterramiento 14 (Lám. 8) y con la particularidad de apa-
y extremidad superior con los antebrazos flexionados so- recer con las manos atadas a la espalda. El otro sujeto con
bre el tórax, abdomen o cintura pélvica. De este modo, los ataduras entre las muñecas procede del enterramiento 7
miembros estarían fijados al cuerpo, sin que se detectasen (Lám. 9).
desplazamientos (como puedan ser abducciones) de im-
portancia ni anomalías de flexión. Ello implica un control,
un cierto nivel de planificación o una intencionalidad en la
forma en que queda depositado el cuerpo, sancionados por
cuestiones afectivas, ideología religiosa dominante o sim-
ples costumbres legales. Esto se asociará a unos márge-
nes de consideración y respeto a esos cuerpos, que varia-
rán de acuerdo a la carga afectiva, caritativa o de necesidad
sanitaria que rodea a la inhumación, pero en cualquier caso
quedarán fijados unos mínimos requerimientos formales
que no se verán alterados en el enterramiento.
Durante los trabajos en la fosa las posiciones regis-
tradas de los cuerpos revelaron diversas variables entre el
decúbito supino y el decúbito prono del tronco, con todo
tipo de transiciones hasta los decúbitos laterales. Esas po-
siciones se acompañan de marcadas distorsiones de los
miembros, con abducciones (el hueso se aleja del tronco)
de las extremidades y diversos grados de flexión. A veces
los brazos se alejan del tronco, se extienden a los lados
del cráneo, aparecen por detrás del cuerpo o a los lados,
con similitud bilateral o no. El mismo caso ocurre con la Lám. 8: Fosa III. Enterramiento 14. Individuos ata-
extremidad inferior, en la que encontramos un extenso re- dos con las manos a la espalda.
pertorio de flexiones y abducciones. El tronco puede pre-
sentar marcadas cifosis de la columna, hiperextensiones
cervicales, caídas del cráneo hacia uno u otro lado, con el
rostro hacia abajo o hacia arriba (Tabla 4).
No existe intención alguna en seguir procedimientos
normalizados de inhumación, con total desentendimiento
de la forma en que se colocan los cuerpos y de la posi-
ción final que adoptan, salvo la necesidad de adaptarlos a
un espacio. Las posiciones de los miembros reflejan que
los cuerpos han sido arrastrados, sujetados o sometidos
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Arqueologia y muerte violenta: consideraciones en torno a una exhumación de represaliados de 1936 en el cementerio…
CONCLUSIONES
Lám. 13: Fosa III. Enterramiento 6. Individuo 8. Fractura conminuta del
Todas las características expues-
antebrazo izquierdo por el impacto de un proyectil. Las roturas se corres-
ponden a hueso en estado fresco.
tas anteriormente unidas a los datos
aportados por los diversos estudios
realizados sobre las represalias lleva-
das a cabo durante el primer año de la guerra civil, nos
dirigen a identificar a estos individuos como a uno de
los colectivos de personas desaparecidas como conse-
cuencia del golpe de estado de 1936 (Lám. 19).
Adscribimos cronológicamente la fosa excavada en
esta campaña a los fusilamientos acaecidos entre julio
y septiembre de 1936, atendiendo a dos hechos concre-
tos: uno, relacionado con la reutilización de un espacio
que se encontraba abierto fuera de la zona católica del
cementerio, una profunda fosa utilizada como osario y
que no estaba colmatada, por lo que para los represores
suponía el espacio más idóneo para la ocultación de los
cuerpos; el otro, nos sitúan los últimos enterramientos
–los primeros grupos de cuerpos excavados–, a finales
del periodo estival, ante la identificación de semillas de
uva y sandia en la zona torácica de muchos de los cuer-
Lám. 14: Fosa III. Enterramiento 10. Individuo 1 (su- pos recuperados, por lo que los niveles de enterramien-
jeto de 16-17 años). Orificio de entrada de proyectil tos precedentes son anteriores a este momento.
en la zona posterior del parietal izquierdo. Las características de los distintos depósitos, el tra-
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J.M. GUIJO, I. CARRASCO, C. ROMERO y E. VERA
Lám. 17: Proyectil de arma corta. Enterramiento 14. Lám. 18: Fosa III. Enterramiento 4. Individuo 2. Vista
de un sujeto en decúbito prono, con detalle de la zona
posterior del cráneo y cuello, con un proyectil alojado
en la base del occipital.
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Arqueologia y muerte violenta: consideraciones en torno a una exhumación de represaliados de 1936 en el cementerio…
Lám. 19: Fotografía de Manuel España Gil, jornalero ADDENDA: Bibliografía especializada en
de 29 años, vecino de Lantejuela, fusilado el 22 de antropología forense
septiembre de 1936 en La Puebla de Cazalla (foto
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