Está en la página 1de 4

.

(1770 – 1831)
Nace en Stuttgart en 1770, Filósofo idealista objetivo, representante de la filosofía clásica ale-
mana. En su juventud se distinguió por sus ideas radicales, saludo la revolución francesa, se al-
zó contra el régimen feudal de la monarquía prusiana. Fue profesor en las universidades de
Heidelberg en 1816 y de Berlín a partir de 1818, que lo llevaran a asumir una defensa del esta-
do absolutista prusiano. Para Hegel todo cuanto ha existido, existe y existirá tiene su fundamen-
to en la Idea Absoluta o razón Universal y desarrolla un sistema filosófico a través del cual bus-
ca comprender la totalidad mediante el método dialectico.
Concibe el mundo con incesante movimiento que transcurre por necesidad y afirma que es
un movimiento racional, pero este movimiento no es mecánico sino dialectico, lo más impor-
tante es que Hegel diviniza a aquel movimiento o devenir racional, llamándole Idea Absoluta o
Razón Universal, esto significa para Hegel el movimiento de la Idea Absoluta no es mecánico,
sino de forma dialéctica, y afirma que en el interior de cada entidad del universo se encuen-
tra germinando aspectos contradictorios que le van a permitir su desarrollo a partir de su ne-
gación, en ese sentido la idea se hace naturaleza inerte, luego vida, y, después, ser humano,
vida racional productora de cultura, que le hace ser consciente de todo este proceso. En sín-
tesis, si la Idea Absoluta, la razón pensante lleva en si la contradicción, todo lo pensado está
sujeto a contradicción. Por consiguiente, todo lo existente está sujeto a cambio. Nada hay es-
table, absoluto, inmutable. Todo lo que existe debe cambiar, perecer, sin excepción. Pero tal
proceso genera su contrario, es decir, que en lo que perece se engendra lo que nace, en lo
viejo se desarrolla lo nuevo, y, a su vez, cuando lo nuevo llegue al máximo de su desarrollo
engendrara su contrario, es decir, aquello que es lo nuevo y lo ha de superar. Y así, sucesiva-
mente, hasta reencontrarse a sí mismo en un superior estado cualitativo, distinto al estado
cualitativo del cual partió. Todo lo existente está sujeto a esta condición. Por lo que Hegel
considera que la Idea Absoluta se realiza en el pensamiento de los seres humanos, y el deve-
nir de esta Idea Absoluta es dialectico y si se pretende reflejar lo real, se debe de emplear la
dialéctica en la investigación a través de la siguiente triada:
La Afirmación (tesis), la negación de la afirmación (antítesis), y la negación
de la negación (síntesis). Hegel analiza el Espíritu de manera tripartita:
a. Espíritu subjetivo, comprende las manifestaciones particulares del hombre: el alma,
la consciencia y la razón.
b. Espíritu objetivo, Constituye las manifestaciones del espíritu subjetivo que se concretan en
instituciones necesarias para la sociedad: el derecho, la moralidad y la eticidad.
c. Espíritu absoluto, Es la comprensión de todo el proceso de la Idea Absoluta, mediante
las manifestaciones de la humanidad dentro del Estado: arte, religión y filosofía. Para He-
gel la filosofía debe limitarse a explicar el mundo, no tiene que imaginar cómo debería
ser.
En su filosofía política, manifiesta que la historia es el discurrir de la Idea Absoluta, como espíri-
tu y en la humanidad, por lo tanto como racional, es un proceso necesario. La idea desea
desarrollarse libremente, por eso el norte de la historia es el “reino de la libertad” este reino es
inevitable. En la historia no hay regresión, cada etapa es superior a la otra. Al analizar la histo-
ria de la humanidad, Hegel sostiene que las manifestaciones culturales, en tanto manifesta-
ción de la idea en su despliegue hacia la libertad, tienen como punto de inicio los pueblos
asiáticos y su punto culminante en Alemania. En consecuencia, el Estado es la realización de
la libertad que busca el espíritu consciente. Por eso, dentro del Estado el hombre es racional.
El objetivo de la educación es asegurar que los individuos dejen de considerarse individuales
con el fin de alcanzar una conciencia colectiva que se someta al Estado; es decir, que en-
tienda que los ciudadanos existen gracias al Estado. De ahí que para Hegel el hombre es
hombre en virtud del Estado. (Cópleston) 1996
OBRAS: Algunas importantes son:
 Fenomenología del Espíritu (1807)
 Principios de filosofía del derecho (1821)
 Estética
 Lecciones de historia de la filosofía
(1818-1883)
Filósofo, historiador, economista y político judío–alemán. Sus ideas protagonizaron una serie de reac-
ciones a nivel mundial: desarrolló el materialismo histórico y el materialismo dialéctico. Sus principales
obras son “El Capital”, “Manuscrito Económico-filosófico”, “Miseria de la Filosofía”, “La Sagrada Fami-
lia”, entre otros
Su filosofía parte de una crítica al idealismo de Hegel. Para Hegel, "todo lo racional es real y
lo real es racional" y que la realidad es, por tanto, de naturaleza racional. Para Hegel la
realidad es reducible a la idea y da una primacía al sujeto sobre el objeto. Pero Marx afirma
que el saber no es sólo conocimiento teórico sino también acción (praxis). La realidad no es
la idea sino la materia, la naturaleza. Fuera de la naturaleza no existe nada, por tanto, los se-
res superiores son imaginaciones.
Crítica a Feuerbach. El materialismo de Marx es histórico y considera que el materialismo me-
canicista de Feuerbach tiene limitaciones: es incapaz de concebir al mundo como un proce-
so, como materia sujeta a desarrollo histórico. Para Feuerbach, el movimiento engendra
siempre los mismos resultados. No considera al hombre como un ser práctico.
El materialismo histórico es una interpretación de la historia a través de la materia. Lo que
condiciona la historia humana no es el espíritu (Hegel), sino las relaciones económicas de
producción (Marx). Concibe la historia como un proceso dialéctico, como una serie de con-
tradicciones que se dan en la estructura económica. Estas contradicciones se manifiestan en
la lucha de clases. El motor de la historia es, pues, la contradicción entre las fuerzas produc-
tivas y las relaciones de producción. Se da una relación entre la infraestructura (constituida
por las fuerzas productivas y las relaciones de producción) y la supraestructura (conjunto de
ideas que configuran la conciencia social). El fin al que se dirige la historia es la desaparición
de las clases y la instauración del comunismo.
El materialismo dialéctico es una interpretación de Engels, pero Marx no corrige a Engels y, por
lo tanto, debemos suponer que lo acepta. El materialismo dialéctico es la inversión de la dia-
léctica hegeliana: donde Hegel dice espíritu, habrá que decir materia. Se puede definir como
la visión dialéctica de la realidad material. Lo único existente es la materia, que es esencial-
mente dinámica, automotriz (se mueve a sí misma al margen del hombre) y está sometida a
las leyes de la dialéctica (lucha de contrarios, el salto cuantitativo a lo cualitativo y viceversa
y negación de la negación).
Marx detecta a lo largo de la his-
toria tres tipos de alienación:
• Religiosa: Parte de la tesis de Feuerbach que dice que el ser humano es el creador de Dios
y de la religión. El hombre necesita conocerse, entonces se propone a sí mismo como ob-
jeto de su conocimiento y proyecta fuera de sí un conjunto de cualidades que le perte-
necen a él. Todas esas cualidades las sitúa en un ser fuera de sí y le llama Dios (queda
alienado). Dios es simplemente una pura proyección del hombre. El hombre debe volver
a reencontrarse consigo mismo. Por eso, cuando el hombre se dé cuenta que Dios es un
puro ser pensado, negará a Dios y dejará de estar alienado.
• Socioeconómica: Se da porque el hombre por una parte se ve dominado por intereses
egoístas y por otra es una persona pública, un miembro abstracto del estado. El hombre
es como instrumento político de la clase dominante.
• Económica: Se da en el proceso de trabajo del sistema capitalista. Es la raíz de las demás
alienaciones. El trabajo es la esencia y naturaleza humana ya que, a través de él, el
hombre se exterioriza en los productos de su trabajo. El hombre desarrolla su personalidad
dominando la naturaleza mediante el trabajo. Pero si no hay reencuentro, el trabajador
queda alienado, porque atribuye a un ser distinto de él, un conjunto de cualidades
que son su propia personalidad.
El hombre para Marx tiene valor supremo, es fin en sí mismo, y esto lleva consigo la libertad y la con-
dena de todo tipo de esclavitud, como puede ser la alienación. El hombre es un ser dinámico, en
constante desarrollo hacia su plenitud. El hombre es el protagonista de la historia y está llamado a
transformar la realidad mediante la praxis. El humanismo de Marx es ético, ateo, materialista, econó-
mico, comunitario, revolucionario y científico. (Althusser, 1967) (Marx, 2012)

Academia UNI 3
FILOSOFÍA EN EL PERÚ
JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI (1894–1930)
Nació en Moquegua. En 1899 se trasladó a Lima. En 1902, tras un accidente en la escuela, quedó
con una anquilosis en una de sus rodillas. Ello le obligó a abandonar sus estudios escolares y comen-
zar su formación autodidacta con su madre y su hermana mayor. Frecuentó desde entonces la
lectura y la reflexión.
Para contribuir al sostén de la familia en 1909, ingresó como ayudante al diario La Prensa. A pesar de
no haber culminado sus estudios escolares, llegó a formarse en periodismo y empezó a trabajar
como articulista, primero en La Prensa (1914–
16) y luego en el diario El Tiempo (1916–19), entre otros. Ello le permitió conocer la política de su época
desde dentro. Por eso en 1918 fundó la revista Nuestra Época, desde donde criticó el militarismo y la
política tradicional pero sólo salieron dos números

En 1919 fundó el diario La Razón, desde donde apoyó la reforma universitaria y la lucha obrera. Su
línea periodística fue de radical oposición al régimen golpista de Augusto B. Leguía; motivo por el
cual la Imprenta Arzobispal se negó a continuar editando el diario. En este estado de cosas, el
gobierno de Leguía ofreció becas para viajar a Europa. Mariátegui viajó a Europa gracias una beca
entregada por el gobierno como una forma encubierta de deportación. En Europa fue donde hizo
su mejor aprendizaje, en un periplo por Italia, Francia, Alemania, Austria, Hungría y Checoslovaquia,
aprendió varios idiomas y consolidó su formación política e ideológica, adhiriéndose al marxismo y a
la línea de la Tercera Internacional.
De regresó a Lima (1923) se incorporó a la Universidad Popular Gonzales Prada, en donde inició una
campaña de difusión de las nuevas tendencias políticas europeas y de adhesión a la revolución
bolchevique de Rusia, a través de un ciclo de conferencias titulada Historia de la Crisis Mundial.
Poco después que Haya de la Torre fuese deportado a México (mayo1923) Mariátegui asumió la
dirección de la revista Claridad, dándole una nueva orientación, e impulsó la creación de la Edito-
rial Obrera Claridad con el fin de publicar y difundir las nuevas ideas.
Sus actividades se vieron afectadas en mayo de 1924 por una crisis de su enfermedad infantil que
le obligó a la amputación de una de sus piernas, condenándolo a usar una silla de ruedas por el
resto de su vida.
A pesar de ello, Mariátegui reanudó sus colaboraciones en Variedades y en la revista Mundial, bajo
el epígrafe general de "Peruanicemos al Perú". En octubre de 1925 funda la Editorial Minerva y pu-
blica su primer libro: La Escena Contemporánea, sobre la política mundial. A principios de 1926 se
adhiere a la organización de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) impulsada por
Haya de la Torre. En este mismo año fundó la revista Amauta, que cohesionó a una amplia gene-
ración de intelectuales en torno a una nueva apreciación del quehacer nacional y dio impulso al
movimiento indigenista. Para esta revista congregó un grupo de talentos brillantes y de voluntades
mejor templados para la acción, con los cuales sin dogmatismos ni demagogia, impulsó un profun-
do movimiento espiritual orientado hacia la transformación de la sociedad peruana.
En junio de 1927, la revista Amauta fue clausurada por un supuesto "complot comunista" para de-
rrocar al gobierno de Leguía. Apresado en el hospital militar de San Bartolomé, una campaña inter-
nacional abogó por su libertad. Aunque luego le dieron arresto domiciliario, la revista Amauta tar-
daría en aparecer. En 1928, luego de romper ideológicamente con Haya de la Torre por discre-
pancias respecto a la organización del APRA, fundó el Partido Socialista Peruano, convirtiéndose un
año más tarde en su Secretario General. Durante el mismo año, fundó la revista proletaria Labor y
publicó su monumental 7 ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana. En 1929 fundó la Con-
federación General de Trabajadores del Perú. Murió en Lima el 16 de abril de 1930.
Problema del indio:
En su obra 7 ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, sostuvo que las tres fuerzas que
habían modelado alPerú eran el feudalismo, el gamonalismo y el servilismo.
El "gamonalismo" invalida inevitablemente toda ley u ordenanza de protección indígena. El hacen-
dado, el latifundista, es un señor feudal. Contra su autoridad, sufragada por el ambiente y el hábi-
to, es impotente la ley escrita. El trabajo gratuito está prohibido por la ley, sin embargo, el trabajo
gratuito, y aun el trabajo forzado, sobreviven en el latifundio. El juez, el subprefecto, el comisario, el
maestro, el recaudador, están enfeudados a la gran propiedad. La ley no puede prevalecer con-
tra los gamonales. El funcionario que se obstinase en imponerla, sería abandonado y sacrificado
por el poder central cerca del cual son siempre omnipotentes las influencias del gamonalismo, que
actúan directamente o a través del parlamento, por una y otra vía con la misma eficacia. (Mariá-
tegui, 2007)

También podría gustarte