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Árbol

Me he sorprendido a mí mismo mientras trazaba un diagrama de procesos con estructura


arbórea al reflexionar sobre la presencia que el concepto de /árbol/ tiene en nuestra
cultura. Ciertamente, hay árboles en las calles y las plazas con extenso valor simbólico.
Anuncian hogares, regiones, pueblos y naciones. Los hallamos marcando la frontera de
un espacio parquizado o invitando a reunirse en un patio.

Muchos oficios tienen una herramienta a la que llaman árbol: los hay en las prensas de
imprimir, en los órganos de las iglesias, en el taller del relojero. Arquitectos, modistos,
químicos, marinos, mecánicos, orfebres y tipógrafos llaman árbol a cosas bien distintas.
Hay árboles en la jerarquía de las organizaciones, en el crecimiento de la red ferroviaria,
en la genealogía de las familias.

Fue un árbol, el de la Ciencia del Bien y del Mal, el que puso el Señor en medio del
Paraíso. De un árbol salió el madero en el que Jesús fue crucificado y de un árbol colgó
Judas.

Nuestra anatomía también tiene presente a los árboles, en la estructura de los bronquios.
Ramas, troncos y raíces recorren el sistema nervioso, explican el sistema circulatorio, dan
cuenta de cómo la sustancia blanca se relaciona con la materia gris en el cerebelo.

En la plástica, los árboles obsesionaron a los pintores de la Escuela de Barbizón y se


volvieron tortuosos en los lienzos de Van Gogh.

El lingüista ginebrino Ferdinand de Saussure nos explica en el Cours la diferencia entre


significante y significado a través del latín arbor. De hecho, la estructura en árbol es
usada para estudiar el parentesco entre lenguas. Árbol y tree reconocen sus orígenes en el
griego, aunque en el caso de los anglosajones hay un larga ramificación que los llevó por
una variante germánica de raíz indoeuropea. En inglés, puedo transformar la palabra
árbol en un verbo transitivo: treeing es forzar a un animal que estamos cazando a buscar
refugio, y extensivamente, poner a alguien en un aprieto. Up a tree quiere decir estar
acorralado y to be out of one's tree significa estar completamente loco.

Si pudiéramos desandar todo nuestro árbol filogenético, alcanzaríamos a esa inmundicia


primigenia que hace millones de años salió de un arroyo por obra del azar o la voluntad
divina. Inútil sería el ejercicio, a menos que se encuentre en nuestro deseo terminar
enmudecidos en una cama como Funes el memorioso, quien fue vencido por las hojas.

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