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TRATADOS INTERNACIONALES DE DERECHOS HUMANOS

El Derecho internacional de los derechos humanos es una rama del Derecho internacional
desarrollada para promover y proteger los derechos humanos a nivel internacional, regional
y nacional. Como rama del Derecho internacional, se compone de una serie de
instrumentos internacionales obligatorios, en particular diversos tratados sobre derechos
humanos, y de la costumbre internacional. Existen otros instrumentos internacionales de
derechos humanos que, no siendo jurídicamente obligatorios, contribuyen a la aplicación,
comprensión y desarrollo del Derecho internacional de los derechos humanos.

1.- SISTEMAS DE PROTECCION

1.1.- Sistema de protección de las Naciones Unidas

Por las Naciones Unidas:

Carta Internacional de Derechos Humanos

Se conoce como Carta Internacional de Derechos


Humanos1 al siguiente conjunto de instrumentos
sobre derechos humanos, proclamados por las
Naciones Unidas, en diversos momentos:

El Pacto Internacional de Derechos Civiles y


Políticos (PIDCP), adoptado por la Asamblea
General de las Naciones Unidas mediante la
Resolución 2200A (XXI), de 16 de diciembre de
1966, entrada en vigor el 23 de marzo de 1976.

El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC), adoptado


por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante la Resolución 2200A (XXI), de
16 de diciembre de 1948 y entrada en vigor el 3 de enero de 1976.

Los protocolos facultativos correspondientes (el Protocolo Facultativo del Pacto


Internacional de Derechos Civiles y Políticos; el Segundo Protocolo Facultativo del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, destinado a abolir la pena de muerte; y el
Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales, aprobado por la Asamblea General el 10 de diciembre de 2008 y que entró en
vigor el 5 de mayo de 20132)
La Declaración Universal de Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea General de las
Naciones Unidas en su Resolución 217 A (III), de 10 de diciembre de 1948 en París.

La Declaración Universal de Derechos Humanos tiene carácter de derecho internacional


consuetudinario; puesto constituye unas orientaciones o líneas a seguir, aunque es citada
frecuentemente en las leyes fundamentales o constituciones de muchos países y en otras
legislaciones nacionales, no obstante, no tiene el tratamiento de acuerdo internacional o
tratado internacional.

Los dos Pactos Internacionales: el de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y el de


Derechos Civiles y Políticos, constituyen acuerdos vinculantes, aprobados por la Asamblea
General en 1966, desarrollan la Declaración Universal, ya que plasman en obligaciones
jurídicas los derechos que figuran en ella y establecen órganos para vigilar el cumplimiento
por los Estados partes. Estos dos Pactos reciben también el nombre de Pactos de Nueva
York.

Los protocolos facultativos (facultativo en su acepción de opcional) son instrumentos


adicionales a los tratados de derechos humanos que establecen procedimientos (por
ejemplo, de investigación, denuncia o comunicación) en relación con el tratado principal, o
bien, desarrollan aspectos particulares del mismo. Los protocolos facultativos tienen el
estatus de tratados internacionales y están abiertos a una firma y ratificación adicional por
los estados parte de tratado principal. Unos protocolos facultativos requieren ser parte del
tratado principal y otros no, según se establezca en los mismos.

El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (adoptado en 1966)

El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (ICCPR, por su sigla en inglés) es un


tratado multilateral general que reconoce Derechos civiles y políticos y establece
mecanismos para su protección y garantía. Fue adoptado por la Asamblea General de las
Naciones Unidas mediante la Resolución 2200 A (XXI), de 16 de diciembre de 1966. Entró
en vigor el 23 de marzo de 1976 y ha sido ratificado por 167 Estados, siete más que el
PIDESC.1

Fue adoptado al mismo tiempo que el Pacto Internacional de Derechos Económicos,


Sociales y Culturales y se hace referencia a ambos con el nombre de Pactos Internacionales
de Derechos Humanos o Pactos de Nueva York. A su vez, éstos, junto con la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, comprenden lo que algunos han llamado Carta
Internacional de Derechos Humanos.
El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (adoptado en
1966)

El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ICESCR:


International Covenant on Economic, Social and Cultural Rights, por sus siglas en inglés)
es un tratado multilateral general que reconoce Derechos económicos, sociales y culturales
y establece mecanismos para su protección y garantía. Fue adoptado por la Asamblea
General de las Naciones Unidas mediante la Resolución 2200A (XXI), de 16 de diciembre
de 1966 y entró en vigor el 3 de enero de 1976. Se compromete a las partes a trabajar para
la concesión de los derechos económicos, sociales y culturales de las personas, incluidos
los derechos laborales y los derechos a la salud, la educación y un nivel de vida adecuado.
A fecha del mes noviembre de 2017, el Pacto tiene 166 partes.123

El Pacto es parte de la Carta Internacional de Derechos Humanos, junto con la Declaración


Universal de los Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, incluida la última del Primer y Segundo Protocolos Facultativos.4

El Pacto es supervisado por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de


las Naciones Unidas.3

Otros tratados:

La Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio (adoptada en


1948)

La Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio es un documento de


Naciones Unidas aprobado en 1948. Su principal impulsor fue el jurista polaco Raphael
Lemkin que fue el primero en utilizar y definir el delito de genocidio en un libro publicado en
1946 en el que denunció los crímenes nazis cometidos en la Europa ocupada.

La Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de


Discriminación Racial (adoptada en 1965)

La Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación


Racial es uno de los principales tratados internacionales en materia de derechos humanos.
Fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 21 de diciembre de 1965,
y entró en vigor el 4 de enero de 1969, luego de alcanzado el número de ratificaciones
necesario. La misma no debe ser confundida con la Declaración sobre la eliminación de
todas las formas de discriminación racial, proclamada en 1963, que constituyó uno de los
antecedentes de la Convención.

La prohibición de la discriminación racial es considerada una norma ius cogens por


tratadistas de derecho internacional y la propia Comisión de Derecho Internacional.
También se entienden que la prohibición a la discriminación se traduce en obligaciones erga
omnes; así que todos los Estados tienen un legítimo interés de protección y las obligaciones
son hacia la comunidad en su conjunto.

La Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la


mujer (adoptada en 1979)

La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer


o CETFDCM (también conocida por sus siglas en inglés CEDAW) es un tratado
internacional de las Naciones Unidas firmado en 1979, que reconoce expresamente la
discriminación de la mujer por el hecho de serlo. La CEDAW está considerada como el
documento jurídico internacional más importante en la historia de la lucha sobre todas las
formas de discriminación contra las mujeres.1

Es fruto del trabajo de años realizado por la Comisión de la Condición Jurídica y Social de
la Mujer, que fue creada en 1946 por el Consejo Económico y Social de la ONU.

Dicha Comisión, basándose en la Declaración sobre la Eliminación de la Discriminación


Contra la Mujer de Naciones Unidas de 1967, comenzó a preparar la CETFDCM en 1974.
El 18 de diciembre de 1979 fue aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas y
el 3 de septiembre de 1981 entró en vigencia.2

El cumplimiento y aplicación de la Convención por parte de los países adheridos está


supervisado por el Comité para la eliminación de la discriminación contra la mujer.

Es habitual que la prensa confunda la CETFDCM, firmada en 1979, con su Protocolo


Facultativo (Protocolo CETFDCM), firmado en 1999.

La Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o


degradantes (adoptada en 1984)

La Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes


es uno de los principales tratados internacionales en materia de derechos humanos contra
la tortura. Fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de
diciembre de 1984, y entró en vigor el 26 de junio de 1987, al haber sido alcanzado el
número de ratificaciones necesario. Su antecedente más inmediato fue la Declaración sobre
la protección de todas las personas contra la tortura y otros tratos o penas crueles,
inhumanos o degradantes aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas el 9 de
diciembre de 1975.

La Convención:

La Convención está antecedida por una serie de considerandos o motivos, e integrada por
33 artículos divididos en tres partes.

La Convención busca impedir absolutamente el uso de las torturas por parte de los Estados,
sin admitir ninguna excusa ni situación extraordinaria, como la guerra o cualquier otra
emergencia.

La Convención sobre los Derechos del Niño (adoptada en 1989)

La Convención sobre los Derechos del Niño (CDN,


en inglés CRC) es un tratado internacional de las
Naciones Unidas, firmado en 1989, a través del
cual se enfatiza que los niños tienen los mismos
derechos que los adultos, y se subrayan aquellos
derechos que se desprenden de su especial
condición de seres humanos que, por no haber
alcanzado el pleno desarrollo físico y mental,
requieren de protección especial.

Es el primer tratado vinculante a nivel nacional e internacional que reúne en un único texto
sus derechos civiles, políticos, sociales, económicos y culturales. El texto de la CDN al que
suscriben los Estados está compuesto por un conjunto de normas para la protección de la
infancia y los derechos del niño. Esto quiere decir que los Estados que se adhieren a la
convención se comprometen a cumplirla. En virtud de ello se comprometen a adecuar su
marco normativo a los principios de la CDN y a destinar todos los esfuerzos que sean
necesarios para lograr que cada niño goce plenamente de sus derechos.

La convención está compuesta por 54 artículos que consagran el derecho a la protección


de la sociedad y el gobierno.
El derecho de las personas menores de edad a desarrollarse en medios seguros y a
participar activamente en la sociedad.

La Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los


trabajadores migratorios y de sus familiares (adoptada en 1990)

La Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores


migratorios y de sus familiares es un tratado de la ONU que busca el respeto de los
derechos de los trabajadores migrantes y de sus familias, tal como el nombre de dicha
convención lo indica.

Esta convención, que fue adoptada el 18 de diciembre de 1990, tiene como base los textos
97 y 143 sobre los trabajadores migrantes de la Organización Internacional del Trabajo.12
El tratado entró en vigor el 1 de julio de 2003, luego de ser ratificado por al menos 20
Estados según lo dispuesto en el artículo 87 del convenio (Guatemala fue el país 20 en
ratificarlo, el 13 de marzo de 2003). Entre los países que ratificaron el convenio no se
encuentra ninguno perteneciente a la Unión Europea ni a América del Norte (con excepción
de México), principales países beneficiarios de dicha mano de obra. En diciembre de 2018,
el texto había sido ratificado por 54 países.

La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (adoptada en


2006)

La Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CRPD,
por su sigla en inglés) es un instrumento internacional de derechos humanos de las
Naciones Unidas o Derecho internacional de los derechos humanos destinadas a proteger
los derechos y la dignidad de las personas con discapacidad. Partes en la Convención
tienen la obligación de promover, proteger y garantizar el pleno disfrute de los derechos
humanos de las personas con discapacidad y garantizar que gocen de plena igualdad ante
la ley.

El texto fue aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 13 de diciembre
de 2006 en su Sede en Nueva York, y se abrió para la firma el 30 de marzo de 2007.1 Tras
su aprobación por la Asamblea General, la Convención será abierta a los 192 Estados
Miembros para su ratificación y aplicación. La Convención entraba en vigor cuando fuera
ratificada por 20 países,2 por lo que entró en vigor el 3 de mayo de 2008.3 La convención
cuenta con 162 signatarios, 94 signatarios del Protocolo Facultativo, 180 ratificaciones de
la Convención y 96 ratificaciones del Protocolo.4 Se trata del primer instrumento amplio de
derechos humanos del siglo XXI y la primera convención de derechos humanos que se abre
a la firma de las organizaciones regionales de integración.12 Señala un “cambio
paradigmático” de las actitudes y enfoques respecto de las personas con discapacidad.

La Convención está supervisada por el Comité de Expertos de la ONU sobre Derechos de


las Personas con Discapacidad.

La Convención Internacional para la protección de todas las Personas contra las


Desapariciones Forzadas (adoptada en 2006)

La Convención Internacional para la protección de todas las Personas contra las


Desapariciones Forzadas es una convención que se basa en gran medida en la Convención
de las Naciones Unidas contra la Tortura, u otro derecho internacional de los derechos
humanos.

"Desaparición forzada" se define en el artículo 2 de la Convención como:

El arresto, detención, secuestro o cualquier otra forma de privación de libertad por agentes
del Estado o por personas o grupos de personas que actúan con su autorización, apoyo o
la aquiescencia del Estado, seguida de la negativa a reconocer dicha privación de la libertad
o del ocultamiento de la suerte o el paradero de la persona desaparecida, sustrayéndola a
la protección de la ley.

El artículo 1 de la Convención, además, dice que:

No hay circunstancias excepcionales tales como estado de guerra o amenaza de guerra,


inestabilidad política interna o cualquier otra emergencia pública, puede ser invocada como
justificación de la desaparición forzada.

El uso generalizado o sistemático de desaparición forzada se define como un crimen contra


la humanidad en el artículo 6.

Las Partes en la Convención se comprometen a:

Investigar los actos de desaparición forzada y llevar a los responsables ante la justicia;

Asegurar que la desaparición forzada sea tipificada como delito en su legislación penal;

Establecer su jurisdicción sobre el delito de desaparición forzada cuando el presunto


delincuente se encuentre en su territorio, incluso si no es ciudadano o residente;
cooperar con otros estados para asegurar que los culpables sean enjuiciados o
extraditados, y para ayudar a las víctimas de desaparición forzada, o localizar y devolver
sus restos;

Respeten las normas mínimas legales en torno a la privación de libertad, incluido el derecho
de prisión a ser impugnada ante los tribunales;

Establecer un registro de las personas actualmente encarceladas, y permitir que sea


inspeccionado por los familiares y abogados;

Garantizar que las víctimas de desaparición forzada o de los directamente afectados por
ella tienen derecho a obtener reparación e indemnización.

El Convenio se regirá por un Comité contra la Desaparición Forzada elegidos por sus
partidos. Partes están obligados a informar a esta comisión sobre las medidas que hayan
adoptado para aplicar el plazo de dos años de ser sometidos a ella.

El Convenio incluye un sistema opcional de quejas que los ciudadanos de las partes pueden
apelar ante el Comité para la asistencia en la localización de una persona desaparecida.
Las Partes podrán formar parte de este sistema en cualquier momento, pero sólo pueden
optar por que una vez firmado.

1.2.- Sistemas de protección regionales:

1.2.1.- EUROPA

Por el Consejo de Europa:

La Convención Europea de Derechos Humanos (adoptada en 1950), que instauró el


Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

El Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades


Fundamentales, más conocido como la Convención Europea de Derechos Humanos, fue
adoptado por el Consejo de Europa el 4 de noviembre de 19501 y entró en vigor en 1953.
Tiene por objeto proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales de las
personas sometidas a la jurisdicción de los Estados miembros, y permite un control judicial
del respeto de dichos derechos individuales. Se inspira expresamente en la Declaración
Universal de Derechos Humanos, proclamada por la Asamblea General de las Naciones
Unidas el 10 de diciembre de 1948.
El Convenio ha sido desarrollado y modificado por diversos protocolos adicionales que han
añadido el reconocimiento de otros derechos y libertades al listado inicial o han mejorado
las garantías de control establecidas. Por otra parte, el número de Estados miembros se ha
ido incrementando hasta abarcar casi todo el continente europeo. Su antigüedad y
desarrollo lo convierten en el más importante sistema de protección de los derechos
humanos en el mundo.

El Convenio del Consejo de Europa para la protección de los niños contra la


explotación y el abuso sexual (adoptada en 2007)

El Convenio del Consejo de Europa para la protección de los niños contra la explotación y
el abuso sexual es un tratado multilateral del Consejo de Europa mediante el cual los
estados acuerdan criminalizar ciertas formas de abuso sexual contra los niños. Es el primer
tratado internacional que se ocupa del abuso sexual infantil que ocurre en la familia o el
hogar.

1.2.2.- AMERICA

Artículo principal: Sistema interamericano de derechos humanos

Por la Organización de los Estados Americanos:

La Convención Americana sobre Derechos Humanos (adoptada en 1969), que ha


creado la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

La Convención Americana sobre


Derechos Humanos (también llamada
Pacto de San José de Costa Rica) fue
suscrita, tras la Conferencia
Especializada Interamericana de
Derechos Humanos, el 22 de
noviembre de 1969 en la ciudad de San
José en Costa Rica y entró en vigencia
el 18 de julio de 1978.1 Es una de las
bases del sistema interamericano de
promoción y protección de los derechos humanos.
Si el ejercicio de tales derechos y libertades no estuviese ya garantizado por disposiciones
legislativas o de otro carácter, los Estados partes están obligados a adoptar medidas
legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacerlos efectivos.

Además, establece la obligación, para los Estados partes, del desarrollo progresivo de los
derechos económicos, sociales y culturales contenidos en la Carta de la Organización de
los Estados Americanos, como medios de protección de los derechos y libertades,
establece dos órganos para conocer de los asuntos relacionados con el cumplimiento de la
Convención: la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Interamericana
de Derechos Humanos.

A la fecha, veinticinco naciones se han adherido a la Convención: Argentina, Barbados,


Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Dominica, Ecuador, El Salvador, Granada,
Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú,
República Dominicana, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela.

Trinidad y Tobago denunció a la Convención Americana sobre Derechos Humanos por


medio de un comunicado dirigido al Secretario General de la OEA el 26 de mayo de 1998.
Igualmente lo hizo Venezuela en el 20122

Entre otros instrumentos, ha sido complementada con:

Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Protocolo de


San Salvador), de 1988

Protocolo a la Convención Americana sobre Derechos Humanos relativo a la abolición de


la pena de muerte, de 1990

Estos protocolos cuentan con diversos grados de ratificación por parte de los Estados.

Corte Interamericana de Derechos Humanos

La Corte Interamericana de Derechos Humanos (acrónimo: Corte IDH) es un órgano judicial


de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que goza de autonomía frente a los
demás órganos de aquella y que tiene su sede en San José de Costa Rica. Su propósito
es aplicar e interpretar la Convención Americana sobre Derechos Humanos y otros tratados
de derechos humanos a los cuales se somete el llamado
Sistema Interamericano de Derechos Humanos.

Los idiomas oficiales de la Corte son, al igual que en la


OEA, español, francés, inglés y portugués. Los idiomas
de trabajo son los que acuerde la Corte cada año. Sin
embargo, para un caso determinado, puede adoptarse
también como idioma de trabajo el de una de las partes,
siempre que sea oficial

La Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura (adoptada en


1987)

La Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura (de siglas "CIPST") es


un instrumento internacional de los derechos humanos, creado dentro de la Organización
de Estados Americanos con el objetivo de prevenir y sancionar casos de tortura y otras
actividades similares. La Convención Interamericana entró en vigor el 28 de febrero de
1987,1 y, a partir de 2010, 18 países son parte del mismo, con otros dos que han firmado
pero no ratificado aún.23

La Convención Interamericana define a la tortura de una manera más amplia que la


Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura, incluyendo "el uso de métodos sobre
una persona con la intención de anular la personalidad de la víctima o de disminuir su
capacidad física o mental, incluso si no causa dolor físico o angustia mental". La
Convención es parte de una serie de acuerdos de la OEA que busca proteger los derechos
humanos, en el marco de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que prohíbe
la tortura en detalles menos específicos.

La Convención también exige a los Estados el adoptar medidas eficaces para prevenir la
tortura dentro de sus fronteras, y crea una capacidad de extradición de personas acusadas
de tortura

La Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas (adoptada


en 1994)

La Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas es uno de los


principales tratados internacionales en materia de derechos humanos. Fue adoptada por la
Organización de Estados Americanos (OEA) el 9 de junio de 1994, y entró en vigor el 28 de
marzo de 1996, luego de alcanzar la segunda ratificación como está establecido en la
Convención.

1.2.3.- AFRICA

Por la Organización para la Unidad Africana:

La Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos (adoptada en 1981), que ha


creado la Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos en 2004.

La Carta Africana de Derechos Humanos y de los


Pueblos, también conocida como la Carta de Banjul, es
un instrumento internacional cuyo objetivo es promover
y proteger los derechos humanos y libertades básicas
en el continente africano.

El convenio fue auspiciado por la Organización para la


Unidad Africana, en la actualidad reemplazada por la
Unión Africana. En su Asamblea de Jefes de Estado y
de Gobierno de 1979, la O.U.A adoptó una resolución
en favor de la creación de un comité de expertos que redactara el borrador de un
instrumento de derechos humanos de ámbito continental. Éste sería similar a los que ya
existían en Europa, el Convenio Europeo de Derechos Humanos, y América, la Convención
Americana de Derechos Humanos. El comité se constituyó debidamente y redactó un
borrador que obtuvo la aprobación unánime de la Asamblea de 27 de julio de 1981. Según
lo recogido en su artículo 63, por el que entraría en vigor pasados tres meses desde la
recepción por el Secretario General de los instrumentos de ratificación de la mayoría simple
de los miembros de la O.U.A, la Carta entró en vigor el 21 de octubre de 1986, en honor de
lo cual el 21 de octubre se declaró Día de los Derechos Humanos en África

La Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos es el órgano competente


para interpretar la Carta y supervisar su cumplimiento. Fue constituida en 1987 y tiene su
sede en Banjul, la capital de Gambia. En 1998 se adoptó un protocolo a la Carta por el que
se acordaba la creación de una Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos
(CADHP): el protocolo entró en vigor el 25 de enero de 2004. En julio de ese mismo año, la
Asamblea de la Unión Africana decidió que la C.A.D.H.P se fusionaría con la Corte Africana
de Justicia, que había sido proyectada como un órgano de la Unión; pero en julio de 2005,
cuando aún no había entrado en vigor el protocolo que constituía la Corte Africana de
Justicia, se acordó constituir de todas formas la C.A.D.H.P. En la Octava Sesión Ordinaria
del Consejo Ejecutivo de la Unión Africana, que tuvo lugar en Jartum, Sudán, el 22 de enero
de 2006, se eligieron los primeros jueces de la Corte Africana de Derechos Humanos y de
los Pueblos. La relación entre la Corte y la Comisión debe ser concretada en un futuro.

Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos

La Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos es un Tribunal de índole regional


cuya competencia se extiende a los Estados de la Unión Africana de acuerdo con la Carta
Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos. La Asamblea de la Unión Africana acordó
en 2004 su fusión con la Corte Africana de Justicia.

La Corte está situada en Arusha, en Tanzania. Ciudad que también fue la sede elegida en
1996 para el Tribunal Penal Internacional para Ruanda, órgano que aún se encuentra en
funcionamiento.

El 22 de enero de 2006, en la Octava Sesión Ordinaria del Consejo Ejecutivo de la Unión


Africana se eligieron los once miembros de la Corte, que se reunió por primera vez entre el
2 y el 5 de julio de 2006

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