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Escucho voces murmurando algo, trató de agudizar mi oído pero no escucho claro lo que

dicen.
-No es momento de movernos- dice mi hermana menor a mí lado.
No le hago caso y con algo de miedo salgo del closet donde nos escondemos, la puerta de
la habitación está abierta y hay muchas sombras allí y siento que me están mirando, intento
entrar al closet nuevamente pero mi hermana menor no permite que la puerta abra.
-Abre- susurro- creo que me van a hacer daño- le digo sin apartar la mirada de las sombras.
-No seas tonto- dice mi hermana mayor a mí lado- a ti no, a ellos si- dice mirando al frente.
Miro en la dirección pero no veo nada, pero vuelvo a escuchar las voces.
-Violetta por favor danos una señal de tu presencia- dice una voz de mujer- necesito saber
que estás bien. Toca dos veces para saber que estás aquí.
Mi hermana mayor toca el closet dos veces.
-¿Qué haces? Ni siquiera te llamas Violetta- digo susurrando a mí hermana.
-Ellos no lo saben y este es mi boleto para salir de acá- dice mientras me guiña el ojo
derecho- son cinco deberías aprovechar.
De repente mi hermana mayor le hace una seña a las sombras y ellas caminan junto a ella
al centro y en un breve instante logró ver una mesa con una tabla y una muchacha, al
momento que trato de acercarme donde se ve la visión, pero esta desaparece, ya no está
ni mi hermana, ni las sombras y la habitación que antes era oscura ahora vuelve a estar
iluminada.
Mi hermana menor sale del closet y me mira.
-Mallory se fue- le digo
-¿Cuando los vivos aprenderán que la Ouija te comunica con el infierno y no con el paraíso?
No supe qué decir así que solo me encogí de hombros.

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