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TEORÍA EGOLÓGICA DEL DERECHO

La teoría egológica del Derecho fue concebida por el jurista argentino Carlos Cossio. Su desarrollo apareció en su libro titulado
"La teoría egológica del derecho y el concepto jurídico de libertad", cuya primera edición fue publicada en el año 1944 y, veinte
años después, aparece una segunda edición publicada por el sello editorial Abeledo-Perrot, tradicional casa editorial jurídica
de Buenos Aires.
Define al Derecho como "conducta en interferencia intersubjetiva", niega la tradicional identidad kelseniana entre derecho y norma
y establece como axioma jurídico de la libertad que "Todo lo que no está prohibido está jurídicamente permitido". Finalmente,
establece que la norma hipotética fundamental que sostiene a todo ordenamiento jurídico tiene apoyo en el estilo de pensar propio
de jurista.

Desarrollo
La Teoría egológica es un desarrollo fenomenológico del derecho basado en la fenomenología crítica de Edmund Husserl y el
existencialismo de Martin Heidegger. Si bien encuentra apoyaturas en el criticismo kantiano, finalmente radica todo su sustento en
la fenomenología.
«Egológico» se trata de un vocablo que el autor explica en un trabajo anterior "La Teoría Egológica del Derecho. Su problema y
sus problemas", aparecido también bajo el sello Abeledo-Perrot en Buenos Aires en el año 1963. En sus propias palabras: "Parece
oportuno un ilustre paralelo a fin de entender nuestro lenguaje: Fenomenología, voz compuesta de fenómeno y logos, quiere decir
conocimiento de los fenómenos. Pero Hegel, invirtiendo la prelación de las voces componentes, la utilizó para significar la
fenomenalización del logos, siendo este logos en su sistema el espíritu absoluto. Y es sabido que Husserl ha mantenido la inversión
hegeliana de la significación, con la salvedad de que el logos, para él, es el ser de los entes. Por ello,
para Husserl, fenomenología significa la fenomenalización del ser de los entes. En forma similar, egología, en la teoría egológica
del derecho, está significando la egolización del logos jurídico, es decir, la egolización del ser jurídico (dada la equivalencia
fenomenológica entre el logos y el ser). Y como el ego de que allí se habla es el ego trascendental de la acción, el "yo actúo" de
toda acción en vez del "yo pienso" de todo juicio, el "yo actúo" de la conducta en vez del "yo pienso" del intelecto, con egología
hemos podido significar la fenomenalización como conducta del ser jurídico".
Si bien la teoría egológica tiene diferentes campos de acción en el derecho, el prestigioso jurista y columnólogo Daniel Herazo lo
enfoca como una teoría que debe ser complementada con la tesis normativa, ya que no es solo actuar para originar Derecho, debe
haber una serie de normas impero-atributivas que guíen por una senda el actuar humano.

Tesis fundamentales
La síntesis del pensamiento egológico puede expresarse en las siguientes proposiciones: a) el derecho es conducta en
interferencia intersubjetiva; b) el derecho considera todas las acciones humanas; c) el derecho se interesa por el acto humano en
su unidad; d) el derecho supone la posibilidad de actos de fuerza; e) la libertad es ineliminable contenido del derecho; f) las normas
jurídicas conceptualizan la conducta en interferencia intersubjetiva y g) las normas jurídicas imputan sanciones y son juicios
disyuntivos, diferenciándose de [Hans Kelsen] que entendía que la norma era un juicio hipotético.-

Repercusiones
La Teoría egológica ha tenido gran acogida en Buenos Aires tras una célebre polémica entre Hans Kelsen y Carlos Cossio llevada
a cabo en la Universidad de Buenos Aires en 1949. Sus seguidores argentinos más salientes fueron Aftalión, Imaz, Nilve, Spini,
Landaburu, Schmidt, Arístegui, Genaro Carrió, Gioja, Vernengo, Carlos Eduardo Alchourrón, Eugenio Buligyn, Cueto
Rúa, Herrendorf, Presas, Villanova, Raffo, García Olano, entre otros. Fuera de la Argentina se han destacado los egológicos Josef
Kunz (vienés radicado en los Estados Unidos), Abel Naranjo Villegas (Bogotá), Miguel Reale (Brasil), Luis Legaz y Lacambra
(España), Antonio José Brandao (Brasil), Alfonso Ibáñez de Aldecoa (España), Mario García Herreros (Colombia), Jerzy
Wróblewski (Polonia), Nikola Viskovic (Yugoslavia), Otto Brusiin (Finlandia), Antonio Hernández Gil (España), Virgilio Giorgiani
(Italia), Luis Cabral de Moncada (Portugal), Arévalo Menchaca (Basilea), Domingo García Belaúnde (Perú), Carlos Fernández
Sessarego (Perú), Benigno Mantilla Pineda (Colombia), Antonio Pedrals (Chile), Luis Machado Neto (Brasil), entre otros.

La polémica con Hans Kelsen


La relevancia de la teoría egológica en el ámbito del derecho puede advertirse del hecho significativo de que el jurista austríaco
Hans Kelsen visitara en el año 1949 la Universidad de Buenos Aires en la República Argentina y mantuviera con Cossio una
célebre polémica. Su polémica con Kelsen fue reproducida en el libro Teoría egológica y teoría pura. Balance provisional de la
visita de Kelsen a la Argentina, de 1951, Cossio explicó que la metafísica fisicalista de estática y dinámica le ocultaron al profesor
vienés el tránsito pretemático que realizó en ese punto, entre el plano representativo-conceptual y el plano intuitivo-real.
Probablemente no trabajó la obra del francés Michel Foucault, a propósito de la intuición en el conocimiento, pero se adelantó con
esas ideas aplicadas a la Filosofía de la Ciencia del Derecho, a las del francés. Esto le permitió incursionar en la actividad del juez
y realizar una descripción fenomenológica de la sentencia judicial. Entre los elementos constitutivos de la sentencia, Cossio
reconocía tres aspectos:

 Estructura legal: la ley dada a-priori;


 Representaciones contingentes: circunstancias del caso no mentadas y
 Vivencia del Juez: Valoración jurídica.
Ya no se trataba de aspectos idealistas-metafísicos (normativismo mecanicista) sino de las personas, de seres humanos reales (el
derecho como conducta humana). De esta manera la Lógica normativa se insertó en la vida plenaria sin perder por ello su función
significativa. La primera inmanencia del juez en el Derecho, es 'rigurosamente óntica' en cuanto concierne al ser de las cosas
descriptas. Por eso dice Cossio que la creación judicial de la sentencia exige del juez un comportamiento con sentido. La creación
judicial de la sentencia por parte del juez hace ver con evidencia que éste no es un ente extraño y separado del Derecho. 'El juez
-decía Cossio- mira al derecho no como algo concluso y ya hecho, sino como algo que se está haciendo constantemente en su
carácter de vida humana viviente' y agregaba: 'la función judicial es una verdadera analítica a-priori dentro de la noción de una
Lógica del deber ser'. En los últimos años de su vida, durante los años de la dictadura militar (1976-1983), participó junto a Ernesto
Giudice en las actividades de difusión de la Reforma Universitaria organizadas por la Fundación Juan B. Justo. La separación de
Cossio de sus cátedras no le impidió seguir pensando pero sentía un gran dolor por no poder colaborar a la formación de los
estudiantes de derecho. Recibió premios, fue reconocido en el extranjero, se desempeñó como codirector de la Revue
Internationale de la Theorie du Droit, logrando formar una enorme pléyade de discípulos.

LA TEORÍA EGOLÓGICA DE CARLOS COSSIO

Carlos Cossio es el fundador de la Escuela Egológica del Derecho. Profesor argentino. Durante años regentó la cátedra de Filosofía
en la Universidad Nacionalde la ciudad de La Plata.

Tal como lo señala el profesor Juan B. Fuenmayor en su libro: Historia de la Filosofía del Derecho, “la filosofía de Carlos Cossio
acusa la influencia de la Fenomenología de Husserl, de la Escuela Vienesa de Kelsen, del existencialismo de Heidegger y del
Historicismo de Dilthey”. Esta teoría propugnada por el Jurista Cossio, entiende que es necesaria la unión de la Filosofía con la
Jurisprudencia, en razón de que esta requiere para actuar con verdadera conciencia, un mínimo de Conocimiento Filosófico, que
le permitirá afrontar la difícil problemática de la Ciencia del Derecho con mayor amplitud. Se entiende pues, que quien opera la
Jurisprudencia (Jueces, Abogados, Juristas y otros) deberán trabajar en función del Cognoscente (Filosofía), y como participe.

Carlos Cossio, en su Teoría Egológica del Derecho, hace dos distinciones de la Axiología. Una Axiología Pura que es sólo disciplina
filosófica y una Axiología Positiva que estudia específicamente los valores contenidos en el Derecho Positivo. Cossio ubica el
derecho en el campo de los seres culturales, dividiendo los objetos culturales en: Objetos mundanales que son los objetos naturales
y Objetos Egológicos (de ego=yo), en estos últimos el sustrato es la conducta humana.

Señala Cossio, que un libro, una estatua, el cuadro de un pintor, son vida humana objetiva porque el hombre dejó su huella en la
naturaleza física, allí deja la realización de su valor. Pero desde el punto de vista físico se trata de un conjunto de hojas de papel,
de un trozo de mármol, bronce o madera, o de una tela con pintura. Es decir, su naturaleza no ha variado. El valor está en la huella
humana. En su libro: “Teoría Egológica del Derecho y El Concepto Jurídico de Libertad”, Cossio nos dice:” La teoría egológica
acepta la lógica normativa de la Teoría Pura del Derecho, que nos ha demostrado que las normas son precisamente conceptos.
Pero agrega la intuición específica del derecho, que es intuición de libertad y por tanto intuición axiológica, como un plus de
conocimiento que se añade a la estructura lógico-jurídica por cuenta de la experiencia humana”. Para Cossio la norma tiene que
ser valorada por alguien en particular. Porque la valoración hecha por el legislador cuando hizo la ley, se extingue en la letra como
algo que “debe ser” de nuevo vivido por el interprete. “Si el juez al sentenciar adopta una valoración distinta de aquella con la cual
fue concebida, está creando derecho”. Para Carlos Cossio, es el Juez quien pone la valoración en la sentencia. Posición que le
identifica con la corriente jurídico-realista norteamericana, pero al respecto, Cossio dice que el derecho auténtico es el creado por
el Juez, el derecho fuera de la sentencia es sólo un pensamiento.

El papel del pensamiento jurídico en el progreso del Derecho

Otras razones hay que han estimulado a los juristas a reflexionar filosóficamente sobre lo jurídico, las cuales coinciden con aquellas
que determinaron el nacimiento y el desarrollo del Derecho.
Mediante el derecho las personas tratan de conseguir una situación justa de certeza y de seguridad, o bien, de orden y de paz en
sus relaciones sociales o, por el contrario, que descarte sus caprichos y la irrupción fortuita de la fuerza
Las personas que se preocupan por una situación así se formulan filosóficamente la pregunta de cómo se puede conseguir mejor
un orden social firme, seguro, estable y a la vez justo.
Precisamente, aquella pregunta implica el planteamiento de los temas principales de la Filosofía del Derecho, especialmente de la
estimativa.
Suscita dicha preocupación –la de conseguir un orden social firme, seguro, estable y justo– el peligro que se corre por la promoción
de cambios en la ordenación jurídica por efecto del desarrollo y la transformación de las circunstancias históricas y de las
estructuras sociales.
Las meditaciones filosóficas ejercieron un poderoso influjo directamente sobre la formación de las leyes y sobre la práctica de los
tribunales.
Hay tres ejemplos sobre esa influencia: 1) la labor de los jurisconsultos en la formación y el desenvolvimiento del Derecho romano,
su función interpretativa se inspiraba en la idea del Derecho natural y la ratio legis. 2) la influencia del Derecho natural en el
Derecho positivo (XVIII) y la estimulación del Derecho natural en la codificación (XIX); 3) Las diferentes doctrinas de filosofía social
y política del siglo XIX y también del XX contribuyeron a la reforma del Derecho positivo.

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