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Grupo No 109003_15
En la actualidad la ética vista desde la administración pública está sufriendo una crisis
de credibilidad generada por las actuaciones corruptas por parte de sus miembros, creando
entre sus ciudadanos una sensación de traición a sus principios.
Es así que Naessens, H. (2011) afirma que “…la transparencia es un atributo o cualidad
que permite tener más información clara y precisa sobre una persona o algo, lo que redundaría
en el aumento de nuestras capacidades de comprensión, vigilancia y comunicación...”.
El acceso a la información “es el ejercicio de un derecho ciudadano por medio del cual
los gobernados pueden conocer, solicitar y supervisar las acciones de los gobernantes”, por
lo que la información debe ser de dominio público a segunda que es”.
Luego de esta debate reflexivo critico se puede evidenciar que a lo largo de nuestra
vida y en la cual vamos adquiriendo responsabilidades y conociendo más el entorno laboral
de todas las entidades públicas y privadas, vemos que se ven muchos tipos de corrupción que
a lo largo de la vida todo esto afecta a que se realicen procesos limpios en nuestro trabajo,
como pude observar en la lectura de elementos de empleo público, En la actualidad, hay tres
criterios de clasificación de empleos de origen legislativo. El primero, que ya es tradicional,
se estructura a partir de la naturaleza general de las funciones del cargo, los requisitos
exigidos para su desempeño y la índole de las responsabilidades exigibles a sus titulares. El
resultado, la clasificación de empleos por niveles jerárquicos. De manera adicional, la nueva
ley de carrera administrativa, Ley 909 de 2004, aporta dos nuevos criterios de clasificación
de empleos: uno, según la ordenación de la jornada laboral, que los tipifica en empleos de
tiempo completo, de medio tiempo y de tiempo parcial; y otro, que, según la permanencia
prevista para ellos, los agrupa en empleos de carácter indefinido y empleos de carácter
temporal. Es así como se van creando nuevos sistemas de participación ciudadana por medio
de los entes de control ya que se van creando nuevos criterios y cargos que nos van sirviendo
para generar nuevos niveles de empleo y así tener a toda una población en constante
desarrollo, pero también es así como se va observando que estos cargos que muchas veces
son creados para acumular puestos que a la final no son requeridos sino para sacar provecho
de los recursos que se van generando para estos empleos y los recursos se van perdiendo y
muchas veces son puestos invisibles que realmente no son ocupados por nadie sino para
generar ingresos sin tener a quien ofrecérselos.
Por otro lado podemos observar que muchos entes de control público tienen unos
niveles jerárquicos que conllevan a que se deban pasar por muchos filtros los procesos que
se deben aprobar para algún trámite en especial y todo esto hace que los procesos se atrasen
y causen discordia entre las personas que lo están tramitando. A partir de los elementos que
conlleva la organización de un entidad pública, también surgen Clasificación según la
ordenación de la jornada laboral, donde está amparada bajo la ley 909 desarrolla un segundo
criterio de clasificación de empleos públicos a partir de la ordenación de la jornada laboral.
Quiere ello decir que, de conformidad con la permanencia del empleado requerida para el
ejercicio de las funciones del cargo que desempeñe y teniendo como referente la jornada de
trabajo legalmente establecida, los empleos podrán corresponder a una de estas tres
modalidades:
1. Empleos de tiempo completo, que representarán la regla general y cuyo desempeño
exigirá el desempeño de su titular durante la jornada ordinaria laboral prevista.
2. Empleos de medio tiempo, en que el cumplimiento de las funciones asignadas se
llevará a cabo en la mitad de la jornada laboral.
3. Empleos de tiempo parcial, que, se deduce, permitirán la vinculación de empleados
para labores o actividades que exijan laborar por términos inferiores a la media jornada de
trabajo.
Estos tres tipos de clasificación son usados por todas las entidades públicas hacia las
personas que estén aspirando a un cargo de este tipo de índole, de manera muy independiente
al tipo de vinculación laboral que estén pretendiendo alcanzar en las entidades
gubernamentales del estado, es así como cada una de estas personas debe cumplir a cabalidad
el tipo de contrato que se le imparte y no sea explotado bajo ninguna circunstancia ya que se
le da un tipo de contrato único y debe ser cumplido en su totalidad.
Son muchos los criterios que con el pasar del tiempo se van impartiendo ya que las
normas y leyes del estado viven cambiando periódicamente donde muchas veces las personas
salen privilegiadas ente estas nuevas estructuras de contrato o por el contrario son afectadas
por no cumplir muchas veces con los requisitos que se empiezan a impartir en todas las
entidades.
También El artículo 122 de la Constitución alude expresamente a este elemento. Según
esa disposición superior, no habrá empleo público que no tenga funciones detalladas en ley
o reglamento19. En concordancia con aquel postulado, los artículos 6, 121 y 123 de la
Constitución aluden a las funciones de los empleos públicos como presupuesto para exigir
responsabilidad a los servidores públicos. El primero dispone que los servidores públicos son
responsables por omisión o extralimitación en el ejercicio de sus funciones; el segundo que
ninguna autoridad del Estado podrá ejercer funciones distintas de las que le atribuyen la
Constitución y la ley, y el tercero que los servidores públicos ejercerán sus funciones en la
forma prevista por la Constitución, la ley y el reglamento.
En los tres eventos, las funciones son, según el artículo 122, las funciones asignadas al
empleo del cual son titulares. Las funciones son propias de los empleos, no de los empleados,
razón por la cual en las entidades públicas se dispone de un manual de funciones por cargo,
no así de un manual de funciones por empleado. Esta distinción es básica para determinar el
objeto de la delegación, la cual, como se señalará en su oportunidad, recae sobre la
competencia y no sobre las funciones del empleo. Es asi como nacen muchas de las formas
en las que cada persona contratada tiene marcadas cada una de las funciones que tiene que
realizar bajo su contrato, posteriormente cada empleado sin importar la índole de su contrato
debe cumplir dichas pautas ya que es sobre esa persona que recae cada una de las obligaciones
que debe cumplir sin importar su jornada o contrato laboral, no deben violar ninguna de las
pautas que este tipo de contrato se imparte, ya que si no son tomadas en cuenta se les impartirá
los mecanismos propuestos para la sanción por incumplimiento a cada una de las
obligaciones por las cuales fueron contratados. También hay funciones que son asignadas
generales a todos los empleos que hagan parte de un mismo nivel jerárquico, pero que, a
pesar de esa generalidad, son igualmente vinculantes para los servidores públicos que los
desempeñen.
Además, las funciones específicas de algunos cargos públicos pueden estar
contempladas en diferentes leyes. Tal vez el empleo de Alcalde sea el que mejor represente
esta circunstancia, a tal punto de observarse que la casi totalidad de los mandatarios locales
no tienen una aproximación significativa al conjunto de atribuciones legislativas que les
corresponde atender.
También existen muchos tipos de reglas internas que deben seguir cada uno de los
empleados públicos y estas pueden ser asignadas por Las que toma el Presidente de la
República, en ejercicio de la potestad reglamentaria, al expedir el Manual General de
Funciones para los diferentes empleos públicos, o Las que toman las autoridades
administrativas en cada entidad u organismo público cuando adoptan los correspondientes
Manuales Específicos de Funciones por Cargo. Todo esto surge a raíz de que se deben tener
unas reglas internas ya que por ser personal de entidades públicas se debe tener un
lineamiento muy específico y donde cada uno de sus trabajadores cumpla lo mejor que pueda
ya que son como un ejemplo de la nación y proyectar ambiente confortable en cada una de
las áreas de trabajo que se estén realizando en dicha entidad.
También a partir de cada uno de estos reglamentos internos que se llevan se debe tener
una ética y transparencia por ser un empleado de entidad pública, siendo así que la ética se
relaciona con el servidor público y se define como la disciplina que estudia y analiza el perfil,
la formación y el comportamiento responsable y comprometido de las personas que se ocupan
de los asuntos públicos, generando un cambio de actitud en ella al inculcarles valores de
servicio público.
Los valores en la administración pública son fundamentales porque forman parte de la
cultura organizativa, la cual es necesaria para la conducta del personal al ayudarle a crecer y
a desarrollarse en armonía y así tener un estado laboral activo. Donde cada uno de los
empleados deba estar en su debido sitio de trabajo y realizando cada una de las funciones que
se le fueron puestas en su contrato y que antes trabajen de forma ordenada y colaborativa
como el grupo que son en cada una de sus áreas administrativas. Se puede decir que el
servidor público es aquella persona que presta sus servicios al Estado o a la administración
pública. Desempeña una función de servicio por lo que es necesario exigirle el estricto
cumplimiento de sus obligaciones así como el respeto a los derechos e intereses de los
gobernados, porque si no se tiene un debido respeto con las personas, como esperamos que
se nos pueda ser respetado.
Reflexión:
La corrupción en la administración pública: Actualmente los cambios en las actitudes
de gobernantes y servidores públicos hacía una mejora en la calidad de los servicios e
instituciones no se pueden forzar desde fuera, deben surgir de ellos mismos, la razón por la
que la ética es un instrumento necesario en la Política y en la Administración Pública radica
en que ésta orienta las acciones humanas. Cada acto que realiza el hombre tiene su
fundamento o justificación en ella. Cuando los hombres públicos se acompañan de una
filosofía en ésta disciplina actúan bajo el autocontrol al ser responsables de su conducta. De
esta manera, la ética es el mejor instrumento porque conlleva el autocontrol mediante el uso
correcto de la razón y la consciencia sobre la idea de servicio colectivo. “El interés del Estado
no puede depender de las pasiones del príncipe, ni siquiera de su deseo de ser malo o bueno,
sino que exige un profundo autocontrol”. (Cortina, 1998, 65).
Bibliografía
• Hernández, P. A. (2004). Bases Constitucionales de la Función Pública. Bogotá
Colombia. Recuperado
dehttps://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/INEC/IGUB/Bases-
funcion-publica-2004.pdf