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Tribunal de Apelación Civil, Comercial, Laboral y Penal

Circunscripción Judicial de Concepción


R.H.P. en el juicio: Yambay, Abderrada c. Estigarribia de Cuevas, Teresa de
Jesús s/ Rendición de cuentas. (AI N° 86) • 31/03/2015

Publicado en: , La Ley Online;


Cita online: PY/JUR/123/2015
Voces
Hechos

Se interponen recursos de apelación y nulidad contra el auto interlocutorio que aprobó la liquidación del
capital, intereses y gastos, aclarando el saldo acreedor a favor de la ejecutante, y reguló honorarios
profesionales. El Tribunal de Apelación en lo Civil, Comercial, Laboral y Penal de Concepción resuelve
modificar la liquidación de capital, intereses y gastos y confirmar la regulación de honorarios.

Sumarios

1. 1 - Corresponde retirar los honorarios profesionales del Oficial de Justicia de la liquidación de capital,
intereses y gastos cuando la presunción de no gratuidad del trabajo deviene inconsistente a los efectos de
sustentar el derecho a repetir el pago e instrumentar el mismo –arts. 570 y 571 del CC–, siendo la carga
de la prueba de quien dice que el pago ha efectuado, aunque fuere lógico asumir que su contratación es
interés del ejecutante.

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2. 2 - La modificación de la liquidación en la parte de gastos no representa ninguna incidencia sobre la


estimación regulatoria de honorarios, dado que tiene su base regulatoria en el monto de capital e
intereses, que permanece incólume tras la modificación.

TEXTO COMPLETO:

2ª Instancia.- Concepción, marzo 31 de 2015

Visto: El recurso de apelación interpuesto por los Abogs. P. R. D. G. y C. C. E. P., en contra del AI N° 371,
del 17 de octubre de 2014, dictado por el Juzgado Civil, Comercial y Laboral del Segundo Turno de esta
ciudad, y;

Considerando: En la interlocutoria objeto de la apelación, el Juzgado resolvió: “Aprobar la liquidación del


capital, intereses y demás gastos causídicos en los términos expresados en el exordio del presente fallo,
dejando aclarado que resulta un saldo acreedor a favor de la ejecutante que asciende a la suma de
guaraníes doce millones ciento quince mil novecientos uno (Gs. 12.115.901). Regular los honorarios
profesionales de la Abog. S. M. Z. G. (Mat. Prof. N° 8746) en la suma de guaraníes quince millones treinta
y dos mil trescientos setenta y tres (Gs. 15.032.373), en su doble carácter de abogado y procurador.
Establecer el pago del diez por ciento (10 %) sobre el monto establecido, en concepto de Impuesto al
Valor Agregado, que hace un total de guaraníes un millón quinientos tres mil doscientos treinta y siete (Gs.
1.503.237). Anotar...”.

Los apelantes expresan agravios en los términos del escrito agregado a fs. 179/180 de estos autos. En lo
sustancial señalan que irrogan agravio por la inclusión de los honorarios correspondientes al Oficial de
Justicia -Gs. 2.660.023- sin que la profesional ejecutante arrimara las documentales que acrediten haber
abonado en esos conceptos. Aseguran que la repetición de pago de los honorarios de la Oficial de Justicia
por la ejecutante deviene improcedente, en razón de no justificar haber oblado en esos gastos y advierten
que de admitirse la tesis del a quo se correría el riesgo que el auxiliar de justicia en mención reclame
honorarios en el juicio y que su representado tenga que volver a pagarlo por aquello quien “mal paga,
paga doble”, dado que el pago que se efectuara eventualmente a la Abog. Z. G. no tiene fuerza
cancelatoria. Concluyen sosteniendo que la ejecutante solo podía haber demandado los gastos causídicos
fehacientemente acreditados y piden por ello la retasa en la suma de Gs. 9.455.698. Igualmente, se
agravian porque entienden haberse omitido la disposición del art. 21 inc. b) y c) de la Ley 1376/88 y por la
decisión de utilizarse el porcentaje mayor del 20 % en virtud al art. 32 de la Ley de Honorarios. Solicitan
que la regulación establecida por el a quo sea disminuido a Gs. 7.516.18. Protesta costas.

La adversa al contestar el traslado de la expresión de agravios, defiende la determinación del a quo y


refuta los agravios de los apelantes en los términos de su escrito obrante a fs. 181/182, solicitando se
dicte resolución rechazando el recurso interpuesto, con expresa imposición de las costas.

Instalado en el tema sustancial, corresponde a esta alzada, otorgar respuesta jurídica en los límites de los
agravios. En primer término, me avocare a la objeción que hacen los alzados del argumento sostenido por
el a quo para tener por aprobado el rubro de honorarios profesionales del Oficial de Justicia. En efecto,
admitió la pretensión de la ejecución de repetir el pago fundado en el precepto constitucional de la
presunción de no gratuidad del trabajo.

Inobjetable la consagración constitucional, más, ese precepto deviene inconsistente a los efectos de
sustentar el derecho a repetir el pago, así como a los efectos de instrumentar el pago. En efecto, el Código
Civil dispone: Art. 570. “El acreedor que reciba el pago debe librar recibo y hacer anotación de dicho pago
sobre el título, si éste no se restituye al deudor. Los gastos del pago son a cargo del deudor”. A su vez, el
571, dispone: “El recibo designará el valor y la especie de la deuda pagada, el nombre del deudor, o el del
que pagó por su deudor, el tiempo y el lugar del pago, con la firma de acreedor, o de representante.

Y desde la perspectiva del fundamento del derecho a reintegro, la norma ha establecido la carga de la
prueba en el pago, acogiendo el principio procesal que reza “onus probando incumt e quit decit”, es decir,
quien dice que el pago ha efectuado, debe probarlo como recaudo para pretender el reintegro.

Conozco de la jurisprudencia que sustenta innecesario presentar las documentales que acrediten aquellos
gastos ínfimos que irroguen a las partes ciertas diligencias en virtud al principio dispositivo, pero, en
tratando a honorarios de Oficial de Justicia y estando desfasado el arancel estipulado en la acordada
regulatoria con respecto al actual signo monetario, se impone la acreditación instrumental del gasto en
rubro de honorarios profesionales (en el caso del Oficial de Justicia).

En el sub lite, es cierto que la lógica, incuestionablemente, impulsa a pensar que la ejecutante es a quien
interesa la contratación de un Oficial de Justicia a los efectos de ejecutar los embargos contra el deudor,
trabajos por los cuales el auxiliar de justicia tiene el derecho de percibir honorarios y que de hecho habría
convenido; pero, a los efectos de requerir el reintegro por quien dice haber incurrido en esos cortos, ni la
presunción de no gratuidad del trabajo, ni la inferencia lógica en mención tienen la fuerza de superar la
carga probatoria requerida para exigir la repetición de pago y que en función a la naturaleza de la
prestación, el único documento válido lo constituye el “recibo” como legisla la disposición de los arts. 570 y
ss del CC; instrumental ésta que la ejecutante omitió agregar al proyecto de liquidación; por ende, deviene
inexorable desestimar la repetición por el rubro de honorarios del Oficial de Justicia.

Al proseguir en el examen del otro aspecto agravatorio, a prima facie surge lo endeble y alejado de la
verdad motivacional del fallo, pues, el a quo al regular los honorarios profesionales no incurrió en
extralimitación del 20 % en la facultad discrecional conferida por el art. 32 de la Ley 1376/88. Por el
contrario, surge inconfundible el porcentaje aplicado -13.3 %- en observancia a las disposiciones de los
arts. 32 y 34 de la Ley 1376/88, así como el apego irrestricto a la posición jurisprudencial trascripta y
sentada por el Prof. Dr. Raúl Torres Kirmser, que ésta magistratura adhiere plenamente por entender
absolutamente ajustada a la casuística de autos.

La objeción fundada en los términos del art. 21 de la Ley de Honorarios y Procuradores por el Alzado,
carece de trascendencia jurídica, pues, las pautas contempladas allí son generados y no taxativas y éstas
ceden ante clara y especifica disposición como las previstas para justipreciar la labor profesional -tal el
caso de autos. Finalmente, y aunque no ha sido de objeción los demás rubros -tasa judicial; notificaciones
intereses moratorio- significar sucintamente que las disquisiciones realizadas por el inferior en ese sentido,
se perfilan correctamente dentro de los cánones legales, jurisprudenciales que le sirven de sustento, a
más de contar con los respaldos documentales en autos.

En consecuencia, atento a las exposiciones argumentativas se produce una alteración en el monto final de
la liquidación dado que no corresponde incluir el rubro de honorarios del Oficial de Justicia por las razones
explicadas arriba, debiendo por tanto ser objeto de modificación, quedando establecida en la suma de Gs.
75.960.766, al que corresponde restar el monto percibido por la ejecutante conforme a la constancia de fs.
157 vlta.; arrojando de esa operación matemática un saldo favorable de Gs. 9.455.698.

La modificación de la liquidación de capital, intereses y demás gastos casuísticos, no representa ninguna


incidencia sobre la estimación regulatoria de la Abog. S. M. Z. determinada por el Juez a quo, pues, ella
tiene de base regulatoria solo el monto del capital, intereses, que permanece incólume tras la modificación
resuelta por esta instancia en el monto final de liquidación de capital, intereses y demás gastos causídicos.

El Dr. Molinas Ovelar manifestó: Adherirse a la opinión precedente en cuanto a la confirmación de los
honorarios de la profesional beneficiaria, como igualmente en la modificación de la liquidación del capital,
intereses y demás gastos causídicos, pero agrego que habiendo solicitado ambas partes la imposición de
las costas, se ha omitido dicho pronunciamiento, por lo que de conformidad a los arts. 9, 21, 22 y demás
concordantes de la Ley 1376/88 (Arancel de Honorarios de Abogados y Procuradores), es obligatorio
pronunciarse sobre las costas aunque la regulación establezca en otra resolución, en este caso concreto,
de conformidad al art. 203 inc. a) del CPC, corresponde imponer las costas a la parte vencida en esta
instancia y haciendo propio las expresiones del miembro Julio César Cabañas en cuanto dice: “La
modificación de la liquidación de capital, intereses y demás gastos causídicos, no representan ninguna
incidencia sobre la estimación regulatoria de la Abog. S. M. Z. determinada por el Juez a quo,...”. Es mi
voto.

Por tanto, el Tribunal de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Laboral y Penal de la Circunscripción Judicial
de Concepción. Resuelve: Modificar la liquidación de capital, intereses y demás gastos causídicos resuelta
por el Juez a quo, dejándolo establecido en los términos del presente exordio -75.960.766-, con lo que
resulta un saldo acreedor a favor de la ejecutante de Gs. 9.455.698 (Guaraníes nueve millones
cuatrocientos cincuenta y cinco mil seiscientos noventa y ocho). Confirmar la regulación de honorarios de
la Abog. S. M. Z. G., establecido por el Juez a quo, conforme a los fundamentos expuestos. Imponer las
costas en esta instancia a la parte vencida. Anotar, registrar, notificar y remitir copia a la Excma. Corte
Suprema de Justicia.- Julio César Cabañas M.- Eliodoro Molinas Ovelar.- Luis A. Ruiz A.- Sec.: Aldo
Daniel Quevedo O.-

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