La planeación constituye un proceso necesario al interior de las
organizaciones debido a que ayuda a diseñar las estrategias y el camino a seguir conforme a los objetivos y necesidades de la empresa. Los presupuestos permiten diseñar las técnicas a usar para la consecución de metas y ayudan a tener un punto de referencia para la actuación de los directivos. Existen varios tipos de planeación: táctica y estratégica. La planeación táctica es a corto plazo y provee soluciones a situaciones específicas; la planeación estratégica se lleva a largo plazo y provee solución a situaciones generales. Ackoff destaca tres tipos de planeación: de referencia, deseada y planeada. La planeación de referencia consiste en calcular el estado futuro de la empresa si no planifica; la planeación deseada se da al relacionar el futuro de la empresa con sus aspiraciones propias; finalmente, la planeación planeada consiste en analizar las posibilidades de la empresa de alcanzar sus metas. Los presupuestos intervienen al momento de diseñar y controlar los procesos de planificación, de modo que deben ser preparados con precaución y exactitud en lo posible.