II.TÍTULO DE LA SESIÓN:
Identificamos representaciones sociales de la resiliencia en obras literarias y canciones apreciando la estética del grotesco
en la narrativa renacentista y algunos rasgos de la cultura chicha.
Lee diversos - Obtiene información del - Identifica información explicita, relevante -Explica las relaciones Guía de
tipos de textos texto escrito. y complementaria seleccionando datos entre personajes a partir lectura
escritos en - Infiere e interpreta específicos y detalles en diversos tipos de de sus motivaciones,
lengua materna. información del texto. texto de estructura compleja y con transformaciones y
- Reflexiona y evalúa la información contrapuesta y ambigua, así acciones en diversos
forma, el contenido y como falacias, paradojas, matices y escenarios.
contexto del texto. vocabulario especializado. Integra
información explicita cuando se encuentra
en distintas partes del texto, o en distintos
textos al realizar una lectura intercultural.
Los docentes previenen y afrontan de manera directa toda forma de discriminación, propiciando una reflexión
crítica sobre sus causas y motivaciones con todos los estudiantes.
Los docentes y directivos propician un diálogo continuo entre diversas perspectivas culturales, y entre estas con
el saber científico, buscando complementariedades en los distintos planos en los que se formulan para el
tratamiento de los desafíos comunes.
- Participan en el antes, durante y después de la lectura literaria del fragmento de El Lazarillo de Tormes.
Libro MED pág. 90,91 y del fragmento de la longaniza (ANEXO).
- Durante la lectura, se lee en voz alta el fragmento de la longaniza (embutido grande) haciendo
pausas para interrogar al texto y un encargado va apuntando en la pizarra las partes que causan mayor
DESARROLLO impacto (risa, emociones de asco…). ( Ver anexo para el docente)
100” - De manera grupal, deducen las características de la estética grotesca de El lazarillo (narración de
cuestiones escatológicas, uso permanente de exageraciones, humor) y de la novela picaresca
(protagonista de origen humilde, narración autobiográfica, espacios reales p. 90 del libro MINEDU)-
- Comparan las certezas e incertidumbres y los otros rasgos del personaje de Lázaro y del yo poético de la
canción “Soy muchacho provinciano”, así como rasgos de la estética del grotesco con la estética chicha
(protagonista de origen humilde, valores de emprendimiento…).
CIERRE 15 “
- Reflexionan sobre la representación social del sentido de la vida: la resiliencia ante las adversidades
- familiares y sociales en “Lazarillo de Tormes” y en el yo poético de “Soy muchacho provinciano”.
- El docente puede utilizar algunos fragmentos del texto de la resiliencia (anexo) para relacionar el valor del
- emprendimiento presente en la novela picaresca leída y la canción chicha.
Estábamos en Escalona, villa del duque de ella, en un mesón, y diome un pedazo de longaniza que le asase. Ya que la longaniza
había pringado y comídose las pringadas, sacó un maravedí de la bolsa y mandó que fuese por él de vino a la taberna. Púsome el
demonio el aparejo delante los ojos, el cual, como suelen decir, hace al ladrón, y fue que había cabe el fuego un nabo pequeño,
larguillo y ruinoso, y tal que, por no ser para la olla, debió ser echado allí. Y como al presente nadie estuviese, sino él y yo solos,
como me vi con apetito goloso, habiéndoseme puesto dentro el sabroso olor de la longaniza, del cual solamente sabía que había
de gozar, no mirando qué me podría suceder, pospuesto todo el temor por cumplir con el deseo, en tanto que el ciego sacaba de la
bolsa el dinero, saqué la longaniza y muy presto metí el sobredicho nabo en el asador, el cual, mi amo, dándome el dinero para el
vino, tomó y comenzó a dar vueltas al fuego, queriendo asar al que, de ser cocido, por sus deméritos había escapado. Yo fui por el
vino, con el cual no tardé en despachar la longaniza y, cuando vine, hallé al pecador del ciego que tenía entre dos rebanadas
apretado el nabo, al cual aún no había conocido por no haberlo tentado con la mano. Como tomase las rebanadas y mordiese en
ellas pensando también llevar parte de la longaniza, hallóse en frío con el frío nabo. Alteróse y dijo:
‐¿Qué es esto, Lazarillo?
‐¡Lacerado de mí! ‐dije yo‐ ¿Si queréis a mí echar algo?
¿Yo no vengo de traer el vino? Alguno estaba ahí y por burlar haría esto. ‐No, no ‐dijo él‐,
que yo no he dejado el asador de la mano; no es posible. Yo torné a jurar y perjurar que estaba libre de aquel trueco y cambio; mas
poco me aprovechó, pues a las astucias del maldito ciego nada se le escondía. Levantóse y asióme por la cabeza y llegóse a
olerme. Y como debió sentir el huelgo, a uso de buen podenco, por mejor satisfacerse de la verdad, y con la gran agonía que llevaba,
asiéndome con las manos, abríame la boca más de su derecho y desatentadamente metía la nariz. La cual él tenía luenga y afilada,
y a aquella sazón, con el enojo, se había aumentado un palmo; con el pico de la cual me llegó a la golilla.
Y con esto, y con el gran miedo que tenía, y con la brevedad del tiempo, la negra longaniza aún no había hecho asiento en el
estómago; y lo más principal: con el destiento de la cumplidísima nariz, medio cuasi ahogándome, todas estas cosas se juntaron y
fueron causa que el hecho y golosina se manifestase y lo suyo fuese vuelto a su dueño.
De manera que, antes que el mal ciego sacase de mi boca su trompa, tal alteración sintió mi estómago, que le dio con el hurto en
ella, de suerte que su nariz y la negra mal mascada longaniza a un tiempo salieron de mi boca. ¡Oh gran Dios, quién estuviera
aquella hora sepultado, que muerto ya lo estaba! Fue tal el coraje del perverso ciego, que, si al ruido no acudieran, pienso no me
dejara con la vida. Sacáronme de entre sus manos, dejándoselas llenas de aquellos pocos cabellos que tenía, arañada la cara y
rascuñado el pescuezo y la garganta. Y esto bien lo merecía, pues por su maldad me venían tantas persecuciones.
Contaba el mal ciego a todos cuantos allí se allegaban mis desastres, y dábales cuenta una y otra vez, así de la del jarro como de
la del racimo, y agora de lo presente. Era la risa de todos tan grande, que toda la gente que por la calle pasaba entraba a ver la
fiesta; mas con tanta gracia y donaire contaba el ciego mis hazañas, que, aunque yo estaba tan maltratado y llorando, me parecía
que hacía injusticia en no reírselas.
QUÉ ES LA RESILIENCIA ( Elba Garber)
Resiliencia corresponde a la capacidad humana de hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas y salir de ellas fortalecido
e, incluso, transformado.
En este enfoque determinado el término está asociado siempre con tensión, estrés, ansiedad, situaciones traumáticas que nos
afectan durante el curso de nuestra vida. Los expertos señalan que es algo consustancial a la naturaleza humana, pero que no
necesariamente siempre se activa, o aun cuando esté activada, genere una solución positiva. Esta situación misteriosa está basada
también en la evidencia de que los elementos constitutivos de la resiliencia están presentes en todo ser humano y evolucionan a
través de las fases del desarrollo ciclo vital, pasando de ser comportamientos intuitivos durante la infancia, a agudizarse y ser
deliberados en la adolescencia, hasta ser introyectados en la conducta propia de la edad adulta.
La resiliencia es más que la aptitud de resistir a la destrucción preservando la integridad en circunstancias difíciles: es también la
aptitud de reaccionar positivamente a pesar de las dificultades y la posibilidad de construir basándose en las fuerzas propias del ser
humano. No es sólo sobrevivir a pesar de todo, sino que es tener la capacidad de usar la experiencia derivada de las situaciones
adversas para proyectar el futuro.
Los siete factores que caracterizan la resiliencia son:
SESIÓN DE APRENDIZAJE
1) "Insigth" o introspección: capacidad para examinarse internamente, plantearse preguntas difíciles y darse respuestas honestas.
2) Independencia: capacidad para mantener distancia física y emocional con respecto a los problemas sin caer en el aislamiento.
3) Interacción: capacidad para establecer lazos íntimos y satisfactorios con otras personas.
4) Iniciativa: capacidad para hacerse cargo de los problemas y ejercer control sobre ellos.
5) Creatividad: capacidad para crear orden, belleza y objetivos a partir del caos y del desorden.
6) Sentido del humor: predisposición del espíritu a la alegría, permite alejarse del foco de tensión, relativizar y positivizar.
7) Conciencia moral: abarca toda la gama de valores internalizados por cada persona a través de su desarrollo vital.
En los procesos de abordaje familiar, podemos inferir que resiliencia es la capacidad que tiene un sistema para resistir cambios
producidos por el entorno, para persistir a través del cambio, para absorber el cambio cualitativo y mantener la integridad estructural
a lo largo del proceso de desarrollo.
La flexibilidad en la adaptación y en la acción es otro principio básico e inherente a la evolución, tanto a nivel de los componentes
como del sistema total, sabiendo como ya se ha dicho, que la vida expresa su continuidad a través del cambio y de la progresiva
complejización. Por lo tanto, esta capacidad de los sistemas para persistir a través del cambio es lo que varios autores han llamado
resiliencia, para referirse a la posibilidad de absorber el cambio cualitativo y mantener la integridad estructural a lo largo del proceso
de desarrollo.
En condiciones de crisis las familias se reestructuran, se cohesionan para mantenerse y tratar de pasar la tormenta: no saben cuánto
tiempo pueda durar esa sinergia. Deben contar con factores internos y externos que colaboren con ella para dejar de ser vulnerables
e impedir que la crisis adquiera una mayor dimensión, para luego superarla, enfrentar una reestructuración del sistema, salir
fortalecidos de ella y transformarla en elemento de cambio y de crecimiento positivos.
La resiliencia es una capacidad que se puede fomentar en los niños en diferentes etapas del desarrollo, por medio de la estimulación
en las áreas afectiva, cognitiva y conductual, atendiendo a la edad y nivel de comprensión de las situaciones. Dentro del desarrollo
humano, el momento oportuno para activar y desarrollar este potencial que permite hacer frente a la adversidad, corresponde al
período que abarca desde el nacimiento hasta la adolescencia.
- Resumiendo decimos que la resiliencia es la capacidad humana para enfrentar la adversidad y resurgir de los eventos
traumáticos, principio históricamente demostrado por las hecatombes mundiales y los genocidios perpetrados por el
hombre. Existen áreas de desarrollo de la resiliencia, las que se refieren a los recursos personales y recursos sociales
potenciales de un individuo. Entre éstas se pueden citar: la autoestima positiva, los lazos afectivos significativos, la
creatividad, el humor positivo, una red social y de pertenencia, una ideología personal que permita dar un sentido al
dolor, disminuyendo la connotación negativa de una situación conflictiva, posibilitando el surgimiento de alternativas de
solución frente a lo adverso.
Desde una perspectiva psicosocial, se puede concluir que la resiliencia se puede trabajar a nivel de prevención, de
rehabilitación y de promoción en la educación, en la ayuda a las familias y en la labor comunitaria, ya que no depende de
las características personales por sí solas, sino también de un medio facilitador y apoyador.
El objetivo principal de esto es comenzar a difundir el concepto de resiliencia para contribuir a la concientización de que
todas las personas poseen esta característica pero que de todos nosotros depende el despliegue de ella si nos
otorgamos oportunidades mutuas.