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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS.

(UAPA)

ESCUELA DE PSICOLOGÍA.

ESTUDIANTE
LUISA MERCEDES DE LOS SANTOS

MATRICULA
14-5328

FACILITADORA
LIC.
RENATA JIMENEZ.

MATERIA
TEORÍA DE LA PERSONALIDAD.

ACTIVIDAD (II, III Y IV)


ESQUEMA DEL PSICOANALISIS.

JUEVES 21/07/16
PEDERNALES. REP. DOM.
MANDATOS:

Mandato de la tarea 2.

Luego de la lectura del libro de texto básico, del autor, Garver Charles S. y Séller Michael
F.: “Teorías de la Personalidad”.

Realización de un esquema tomando en cuenta:


A) El psicoanálisis en un contexto histórico (pág. 200 del texto básico).

B) Los componentes de la personalidad: El modelo estructural

C) Desarrollo psicosexual.

D) Identifica dos casos de la vida diaria en los que se evidencien los dos subsistemas del
súper-yo. Argumente en ambos casos.

Desarrollo de la tarea no (2).

Garver Charles S. y Séller Michael F: “Teoría de la Personalidad”

Resumen de la ideas principales del tema. Comentario crítico (decir con su propia palabra lo
que entendió)El psicoanálisis: en un contexto histórico (pág. 200 del texto básico)

La teoría psicoanálisis se desarrolló al inicio del siglo XX y durante algunas, esta teoría fue hecha a
diferencia a las demás.

Freud escribió sus primeros trabajos en la última parte de la era victoriana (a finales del siglo XIX) una época en la
que la sociedad de clase media y alta llego a creer que los seres humanos habían alcanzado un alto grado de auto
control racial, de civilización e incluso casi la perfección. En esta época no se podía hablar en público la sexualidad
humana, ni se discutía abiertamente su existencia. Freud hizo notar que la admiración había sufrido tres golpes
traumáticos al desarrollarse la civilización. El primero fue el descubrimiento de Copérnico de que la tierra no era el
centro del universo; la afirmación de Darwin de que el hombre había evolucionado del mismo tronco que otro
animales y el tercero, la aseveración del propio Freud de que la gente está a la merced de fuerza inconsciente que
escapan a su control. Freud sacudió al mundo científico al proponer sus ideas en parte porque esta iban en contra
de las suposiciones generalmente aceptada .Freud también recibió la influencia de científico de otras aéreas, y con
frecuencia incluyo esas ideas en sus propia teoría.

Darwin creía que todas creatura eran dirigidas para sobrevivir y reproducirse.

Los componentes de la personalidad: El modelo estructural: Freud considera que la personalidad tiene tres
componente que al interactuar dan lugar a la complejidad del comportamiento humano los tres componente no son
entidades física, sino etiqueta para tres aspectos del funcionamiento de la personalidad que se conocen como ello
(id) yo (ego)y superyó).
Ello (id):
es el componente original de la personalidad el único que está presente al nacer. Opera por completo en el
inconsciente y está muy vinculado al proceso instintivo biológico de los que obtiene su energía. Y se rige por el
principio del placer.

El yo (ego): los procesos del yo tratan de que los impulsos del ellos se expresen de una manera eficaz que tomen
en consideración la exigencia del mundo externo. El yo operara principalmente a nivel consciente y preconsciente,
también funciona en el inconsciente debido a sus vínculos con el ello. El yo se rige por el principio de la realidad.
Superyó (superego): se desarrolla como una forma de resolver un conflicto particular que ocurre durante el
desarrollo de la personalidad. Es la incorporación de valores paternos y sociales .decide lo que es correcto o
incorrecto y se esfuerza en lograr la perfección que el placer.

Motivación: las pulsiones de la personalidad: estado de tensión pulsiones y urgencias. Al pesar de la motivación
Freud se apropió de algunas ideas prevaleciente en la biología y física veía la persona como un sistema complejos
de energía y creía que la energía utilizada en el trabajo psicológico (por ejemplo al pensar, percibir, recordar,
planificar y soñar) eran liberada por el proceso biológico. La pulsiones tienen dos elemento interrelacionados un
estado de necesidad biológica su representación psicológica innata, (o deseo) psicológica la sed se presenta como
el deseo de beber agua. Estos elementos se combinan para formar la pulsión de beber cuando se necesita el vital
líquido.
La teoría del psicoanálisis fue una de la primera que le dio énfasis al desarrollo de la personalidad, así también fue
donde se descubrió la sexualidad infantil a pesar de las dificultades y contra-tiempo que tuvo donde en esa época
era prohibido hablar eso tema.
Fue uno de lo que tuvo un impacto social.

Través de los tres aspecto de personalidad que son el, “ello, yo y el superyó” ya que son importante para el
desarrollo de todo individuo ya que los tres tiene que está bien equilibrado porque de lo contrario puede provocar
una distorsión en la personalidad

En el desarrollo psicosexual según Freud el desarrollo del infante procede por esta etapa y que la personalidad
adulta está influida por la forma en que resulta la crisis en cada etapa.

La anal, la sexualidad se centra en el ano, en la etapa oral la sexualidad se centra en la boca y por la etapa fálica la
sexualidad se centra en los genitales.

Desarrollo psicosexual.

La etapa oral. Se extiende desde el nacimiento hasta los 18 meses .durante este tiempo el infante ocurre por la boca
y los labios y la gratificación libidinal se concentra en esta área. La boca es la fuente de la reducción de tención
(como el comer) y de las sensaciones placenteras (lamer, comer y el gusto). las etapa oral tiene dos sub-etapa que
son :
Fases oral incorporaría: durante esta etapa que es alrededor de los 6mese el niño está desprotegido y dependiente
por el cual él bebe está limitado para tomar las objetos.

Fase oral sádica: en esta etapa empieza con la dentición, el placer sexual proviene ahora de morder y masticar aquí
el infante es desatentado del biberón o el pecho y empieza a morder y masticar la comida.

La etapa anal:
Se distingue por la gratificación al expeler y retener las heces fecales; aceptación de las exigencias sociales
relativas al control de esfínteres. Abarca del final de la etapa oral hasta los 3 años de edad. Si los padres son muy
estrictos en sus métodos, los hijos pueden reaccionar de 2 maneras:

Retener las heces y desarrollar un carácter obstinado, mezquino y compulsivo


Rebelarse expulsando las heces en un momento inoportuno, presentando rasgos de carácter destructivo,
prepotencia, desorden y falta de higiene.

La etapa facial:
Su preocupación inicial está en los genitales; la diferencia que existe entre un masculino y femenino y la
identificación con el padre o la madre, llevando a cabo exploraciones sexuales o imitando papeles de adultos. En
esta etapa se resuelve el complejo de Edipo que conlleva a la identificación con el progenitor del mismo sexo (para
el Edipo Positivo), con el sexo opuesto (Edipo Negativo), o con ambos (Edipo Completo). Este complejo estructura
la personalidad y el deseo humano y sirve para aceptar las normas sociales por parte del individuo. Acontece de los
tres a los seis años de edad.

EL periodo de latencia:
Dura desde los (5, 6,7), años de edad hasta la pubertad, más o menos a los 12 años. Durante este período, Freud
supuso que la pulsión sexual se suprimía al servicio del aprendizaje. Debo señalar aquí, que aunque la mayoría de
los niños de estas edades están bastante ocupados con sus tareas escolares, y por tanto "sexualmente calmados.
En los tiempos represivos de la sociedad de Freud, los niños eran más tranquilos en este período del desarrollo,
desde luego, que los actuales.

La etapa genital.
A partir de la pubertad. Se reafirma la identidad sexual del hombre o la mujer.Identifica dos casos de la vida diaria
en los que se evidencien los dos subsistemas del súper-yo. Argumente en ambos casos

Del yo.
Ejemplo: cuando los niños pasan buena calificaciones y se por bien y cumplen con toda la regla al niño se le da una
buena gratificación dándoles lo que el más deseaba.

Conciencia
Ejemplo. Cuando un joven le falta el respecto a persona adulta los padres los castigan quitándole lo que más le
gusta y le prohíbe que salga de la casa.
Mandato de la tarea no (3).

Hola estimados este espacio está habilitado para: Lectura del libro de texto básico, del autor,
Garver Charles S. y Séller Michael F.: “Teorías de la Personalidad”.

Realización de un mapa conceptual acerca de las siguientes teorías de la personalidad:

1. Psicodinámica,
2. Fenomenológica,

3. Rogerianas

4. Maslow.
Argumente de manera crítica sobre:

A) Cuáles son sus principales representantes

D) Cuál es el objeto de estudio de cada autor

C) Opinión personal de personalidad la diferencia entre cada teoría.

Desarrollo de la tarea no (3).

Representantes

Teorías Representantes Objeto de estudio Opinión personal de


diferencia entre cada unas

Psicodinámica Sigmund Freud la personalidad y de los


trastornos psicológicos

Fenomenológica Edmund Husserl Son las esencias, dejando


de lado que es
simplemente fáctico o
contingente o singular,
interesándose sólo por ese
centro o unidad de
características que se
entrelazan

Rogerianas Carl Ransom Rogers la tendencia actualizante Esta teoría es diferente a de


Maslow, ya que esta teoría
se opone porque redacta
que la humanidad posee
una tendencia actualizante

Maslow Abraham Maslow la Motivación Humana Esta teoría se opone a la


Rogerianas ya que cree que
el ser humano esta movido
por una motivación

Mandato de la tarea no (4).

Luego de la lectura del libro de texto básico, del autor, Garver Charles S. y Séller Michael F.: “Teorías de la
Personalidad” e investigación en la web, sobre la personalidad humana.

Elaboración de un resumen enfocando los siguientes aspectos:

A-Naturaleza de la teoría de las disposiciones.

B- Componentes de las necesidades y motivaciones.

C-Concepto de sistemas de necesidades.

D- Clasificación de las necesidades.

E- Descripción de las semejanzas de las distintas perspectivas.

Desarrollo de la tarea 4

Teorías Disposiciones:

Primero hay que mencionar que las disposiciones tienen consistencia o continuidad y se refiere a los actos, pensamientos y
sentimientos que construyen la personalidad. Y difieren en cada persona.

Un rasgo se entiende como un constructo que describe una dimensión de la personalidad. Pone énfasis en las diferencias
individuales y la medición.

La teoría de Hipócrates y Galeno en la que se mencionan cuatro tipos de personalidad (colérico, melancólico, sanguíneo y flemático)
puede llegar a ser cuestionable por los fluidos con los que se relacionan las personalidades y su generalidad. En el aspecto positivo
hay que mencionar que a pesar de la época en la que se propuso sigue en vigencia, además de que afirma que hay una de ellas que
predomina en cada individuo.

Luego estos postulados fueron, si cabe la palabra, mejorados al incluir E.A.C que se refiere a los aspectos emotivos y de actividad
conductual. Considero que al agregar estos puntos, puede llegar a ser más fácil la ubicación de los individuos dentro de los
temperamentos.

Encuanto a la teoría de Jung, sabemos que no es tan simple como puede llegar a ser presentada. Él menciona dos clasificaciones,
generalizando como Galeno.

Después Cattell habló de la evidencia empírica dentro de las investigaciones, aspecto que le da más valor científico. Incluyó el
análisis factorial y la aproximación multivariada colaborando con esa cientificidad. Menciona que los aspectos de la personalidad han
sido registrados en el lenguaje, así que realizó un examen sistémico del lenguaje.

Y en el caso de Eysenck no ha valorado el impacto de las situaciones, su manera de entender las situaciones es demasiado global.

La crítica sería tal vez el que sean ambiguos los términos y pueda malinterpretarse, necesita contextualización. Y que son
muchísimos los rasgos que han sido propuestos.

Dentro de la teoría de los cinco grandes se debe mencionar que lograron conjuntar diferentes test de personalidad y posen sólidas
diferencias individuales.

Y una crítica general a la perspectiva, es que la conducta es inconsistente como para suponer rasgos estables. Situacionalidad

Componentes de las necesidades y motivaciones


Necesidades y motivaciones constituyen, por así decirlo, el motor que impulsa a la persona a actuar. De allí la importancia de estos
procesos.

Motivación es un término bastante amplio utilizado en psicología para comprender las condiciones que proporcionan al organismo la
energía para implementar acciones tendientes a obtener algún fin; y ese fin está relacionado directamente con las necesidades. En
otras palabras, la conducta humana se dirige, normalmente, hacia fines u objetivos. En los primeros meses de vida, esos fines están
estrechamente ligados a la satisfacción de las necesidades fisiológicas básicas y no es hasta mucho más tarde que la conducta
tiende a ser dirigida a satisfacer necesidades de naturaleza psico-social.

Veamos cuáles son los elementos que caracterizan lo que se considera, normalmente, una conducta motivada. En primer lugar,
diremos que la conducta motivada es cíclica, es decir, que la motivación tiene una curva de intensidad que no se mantiene pareja.
En una primera etapa, lo que existe es una necesidad insatisfecha, y esa necesidad despierta la energía que impulsa a la persona a
realizar acciones tendientes a satisfacerla. Pero, una vez lograda la satisfacción de la necesidad, el impulso decae, se reduce, o
termina. Por ello decimos, que desde el punto de vista de la energía que despierta, la conducta motivada es cíclica.

En segundo lugar, la motivación opera como instrumento de selección de la conducta. Cuando la persona experimenta una
necesidad, durante algún tiempo orientará su conducta hacia los fines relacionados con esa necesidad y no con otra. Es decir,
siempre las personas tenemos alternativas de acción. Y una manera de decidir es, justamente, a partir de la motivación. Porque lo
que las personas tendemos a hacer es, normalmente, aquello que nos produce mayor satisfacción. En otras palabras, aquello que
satisface necesidades más fuertes y, por ello, genera mayor motivación. Esto no significa que, a veces, la opción se hace con otros
criterios que no son el de la satisfacción. Pero incluso en esos casos, si escudriñamos en nuestro interior, veremos que el
aplazamiento de una satisfacción se hace en beneficio de otra.

Y, finalmente, diremos que la conducta motivada es homeostática. Este rasgo se refiere al hecho de que una necesidad expresa un
estado de desequilibrio del organismo, sea este de naturaleza fisiológica o psico-social. La conducta motivada opera con el objeto de
volver al individuo hacia un estado de equilibrio. Nos detendremos en este rasgo porque de él surgen teorías importantes sobre la
motivación. Que la conducta motivada sea homeostática significa que surge de un estado de desequilibrio entre una necesidad y su
nivel de satisfacción. De allí que para entender la conducta de una persona debemos, frecuentemente, preguntarnos por sus
motivos. Por eso es importante que nos preguntemos, primero, cuáles son las necesidades que provocan conductas motivadas. En
otras palabras, se trata de identificar aquellas necesidades capaces de impulsar a una persona a comprometerse -con mayor o
menor intensidad- en todas las acciones que emprende, en los diferentes ámbitos de su vida. El trabajo, las relaciones humanas, la
familia, etc.

Podríamos iniciar el análisis de este fenómeno recogiendo algunas opiniones que se han ido generalizando en ciertos ámbitos.
Hablamos de quienes sostienen que la lógica del sistema hoy imperante ha llevado a la creación de necesidades cuyo valor ni
siquiera nos preguntamos y cuya satisfacción conduce a comportamientos discutibles y a fines cuestionables. Este ejercicio nos
permite adentrarnos en el problema del consumismo. Se habla mucho de este fenómeno. Pero, ¿qué es, en realidad? Un zapato
satisface una necesidad de protección; pero, ¿qué necesidad satisface el que ese zapato sea de una marca determinada. Porque
eso también satisface otra necesidad. Esto significapreguntarnos qué necesidades hay detrás de una conducta consumista. Y esa
pregunta nos conduce a análisis bastante interesante.

En este ámbito, sería difícil avanzar en el análisis sin recurrir a los aportes que ha hecho Manfred Max-Neef. Vamos a resumir su
pensamiento, en lo que respecta al tema que nos ocupa: necesidades y motivaciones.

Las necesidades, sostiene Max-Neef, existen con una doble naturaleza: como carencia y como potencialidad. Entenderlas sólo a
nivel de subsistencia, sólo como carencia, implica restringir su espectro a lo fisiológico, que es el ámbito en el cual la necesidad
asume con mayor fuerza la sensación de falta de algo; pero esto empobrece la comprensión del rol que juegan las necesidades en la
conducta humana. Por el contrario, dicho rol se puede aprehender con mayor riqueza en la medida que entendemos que las
necesidades expresan una tensión constante entre carencia y potencia que es muy propia de la naturaleza humana. Esto significa
comprender que las necesidades comprometen, motivan y movilizan a las personas; es decir, constituyen una potencialidad y, más
aún, pueden transformarse en un recurso para que las personas puedan realizar cosas. Si entendemos así las necesidades -como
carencia y potencialidad- resulta impropio hablar de necesidades que se “satisfacen” y, luego, dejan de existir como tales. Por el
contrario, la presencia de las necesidades constituyen un proceso dialéctico, un movimiento incesante. Por eso, Max-Neef propone
que hablemos de “vivir las necesidades y realizarlas de manera continua y renovada”. Pero para vivir y realizar sus necesidades, el
ser humano debe estar inserto en el medio. Es éste el que reprime, tolera o estimula dicha realización. Y es en este punto donde
entran lo que Max-Neef denomina satisfactores. Este autor parte de una afirmación que es fundamental. En su libro “Desarrollo a
escala humana” sostiene lo siguiente:
“Se ha creído, tradicionalmente, que las necesidades tienden a ser infinitas; que están constantemente cambiando; que varían de
una cultura a otra, y que son diferentes en cada período histórico. Nos parece que tales suposiciones son incorrectas, puesto que
son producto de un error conceptual…este error es que no se explicita la diferencia fundamental entre lo que son propiamente
necesidades y lo que son los satisfactores de esas necesidades”.

Este es el punto central en la argumentación de este autor y, creemos, es crucial para tener una perspectiva adecuada de este
problema. Existen por un lado, necesidades que han, obviamente, acompañado al ser humano a lo largo de su historia como
especie. Pero lo que ha variado ha sido la forma de satisfacerlas. Y son los satisfactores los que definen el carácter dominante y la
forma de realización que una cultura o sociedad imprime a las necesidades y ellos están referidos no sólo a los bienes económicos
sino a todo aquello que permite al ser humano su realización como tal.

Max-Neef habla de que el ser humano, justamente para realizarse como tal, debe satisfacer necesidades correspondientes a cuatro
categorías existenciales: ser, tener, hacer o estar. Para dar respuesta a esta gama tan amplia de necesidades, los satisfactores
incluyen desde los bienes económicos hasta las estructuras y prácticas sociales, pasando por los valores, normas, espacios,
contextos, comportamientos y actitudes. En un sentido último, satisfactor es el modo a través del cual se expresa una necesidad.
Entendidos así, los satisfactores son productos históricamente constituidos y, por lo tanto, susceptibles de ser modificados. Esto nos
conduce a la conveniencia de rastrear el proceso de creación, mediación y condicionamiento entre necesidades y satisfactores.
Ciertamente, carecemos de evidencia empírica para sostener que las necesidades humanas fundamentales son permanentes. Pero
nada nos impide hablar de que existen necesidades cuya realización ha sido, desde siempre, deseable y cuya inhibición ha sido
desde siempre indeseable. Lo que ha variado ha sido el conjunto de satisfactores que las expresaron. Volviendo al ejemplo que
planteamos: el consumismo. Quizás sea el ejemplo más claro del carácter social que tienen los satisfactores. Porque el consumismo
es la directa consecuencia de la lógica de un sistema socio-económico cuyo desarrollo -e incluso existencia como tal- descansa,
justamente, en un crecimiento permanente de la demanda de bienes y servicios. Entendido así la relación entre necesidades y
satisfactores, Max-Neef sostiene que las necesidades son atributos esenciales que han variado al ritmo de la evolución biológica del
ser humano en tanto que los satisfactores son formas de ser, estar, tener y hacer que han variado al ritmo de la evolución histórica.
Ambos, obviamente, muy distintos.

Finalmente, este autor propone una clasificación que resulta de enorme utilidad para comprender el rol de necesidades y
satisfactores en el condicionamiento del comportamiento humano. Por un lado, parte de los cuatro estados básicos en los cuales se
realiza la vida y de ellos deriva cuatro necesidades básicas, como habíamos mencionado: ser, tener, hacer y estar.

Por otro lado, reconoce nueve tendencias hacia la realización del ser humano, que van desde lo biológico a lo ético; de allí deriva
nueve necesidades básicas: subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación, ocio, creación, identidad y libertad. Con la
ayuda de una matriz, Max-Neef combina estas categorías, y va definiendo tanto los satisfactores como los inhibidores de estas
necesidades.

A modo de ejemplo, tomaremos la necesidad de entendimiento. A nivel de la categoría “ser”, la necesidad de entendimiento se
realiza a través de los siguientes satisfactores: desarrollo de la conciencia crítica, receptividad, curiosidad, capacidad de asombro,
disciplina, intuición y racionalidad. A nivel de la categoría “tener”, la necesidad de entendimiento se realiza a través de satisfactores
como la literatura, los maestros, el método, las políticas educacionales y de formación, y las políticas comunicacionales. A nivel del
“hacer”, para entender las personas requieren de investigar, estudiar, experimentar, educar, capacitar, analizar, meditar e interpretar.
Y, finalmente, a nivel del “estar”, el entendimiento exige ámbitos de interacción formativa, espacios de reflexión colectiva, grupos e
instituciones cuyo propósito sea el desarrollo del proceso de aprendizaje. La matriz de satisfactores que propone Max-Neef es sólo
una propuesta. Más aún, el autor sostiene que un excelente ejercicio para cada grupo es diseñar su propia matriz de manera tal que
puedan identificar tanto los satisfactores que mejor se adaptan a su realidad, a sus valores y a los estilos de vida que creen más
adecuados, como los factores que están inhibiendo la realización de dichas necesidades.

En síntesis, desde el punto de vista de los factores psicológicos que condicionan la conducta humana, la motivación juega un rol
esencial porque es ella la que proporciona la energía y la direccionalidad a esa conducta. Pero la direccionalidad no se expresa a
través de las necesidades sino a través de sus satisfactores. Y estos son histórica y socialmente definidos. Por lo tanto, están sujetos
a manipulación y cambio.

Hasta aquí, hemos intentado explicar de dónde surge la energía que nos lleva a actuar tras ciertos objetivos. Pero no podemos
terminar este artículo sin preguntarnos lo que sucede cuando una persona motivada no logra conseguir los fines deseados. Es decir,
cuando la conducta desemboca en una situación de frustración. El término frustración se aplica a las circunstancias que dan por
resultado la falta de satisfacción de una necesidad o logro de un motivo. Cuando sucede esta circunstancia, son innumerables los
procesos que se pueden desatar en una persona; y todos ellos afectan, indudablemente, su comportamiento. En primer lugar, cabe
destacar que las personas difieren considerablemente en sus reacciones frente a la frustración. Una persona puede dar pasos
constructivos para superar los obstáculos mientras otra sigue soñando con el éxito; una puede volverse enérgica y otra apática. En
general, unas pueden resistir bien y otras no. El término tolerancia a la frustración se utiliza, justamente, para designar el grado y la
duración de la ansiedad o estrés que acompaña a una situación de frustración. Este es un elemento fundamental para entender el
comportamiento de una persona.
Pero, ¿Cuáles son los factores que determinan la tolerancia a la frustración? Nombraremos sólo algunos que creemos son los más
importantes. En primer lugar, la fuerza con que la persona vive el motivo, siente la necesidad; obviamente, mientras más motivado se
ha sentido alguien, más fuerte será su estrés al no conseguir lo deseado. En segundo lugar, la disponibilidad de metas sustitutivas;
es decir, la facilidad con que una persona encuentra maneras alternativas de satisfacer su necesidad. En tercer lugar, la experiencia
previa. Las investigaciones psicológicas han mostrado hasta qué punto las experiencias traumáticas de frustración que se viven en la
primera infancia obstaculizarán, más tarde la capacidad de una persona para soportar las frustraciones. En cuarto lugar, el nivel en
que se ve afectada la autoimagen. Las frustraciones que ofrecen menoscabo o amenaza directa sobre la imagen que tenemos de
nosotros mismos son sentidas con mayor intensidad que las otras. Estas son reacciones a la frustración que tienen que ver con la
intensidad de la emoción que conlleva. Pero también la forma, el tipo de conducta reactiva puede variar. En general, se habla de dos
posibilidades de conducta frente a la frustración: conductas orientadas hacia la realidad externa y conductas orientadas hacia el
propio individuo que experimenta la frustración; en este último caso estamos en presencia de lo que se denomina “mecanismos de
defensa”.

Las conductas orientadas hacia el exterior son todas aquellas reacciones de la persona tendientes a modificar la realidad que generó
la frustración. Pueden ser conductas constructivas, si ellas significan superar los obstáculos sin herir a terceros o a sí mismo; por
ejemplo la sustitución de fines o la negociación. Pero también pueden ser destructivas y en este caso estamos frente al fenómeno de
la agresión. Dada la fuerza que la agresividad ha ido tomando en la sociedad moderna, es importante no olvidar que, en términos
generales, la agresividad tiene su origen en situaciones de frustración. Los mecanismos de defensa, en cambio, implican
distorsiones de la realidad que tienen como función el defenderse de la ansiedad resultante de la frustración. El uso de este tipo de
mecanismos es muy frecuente y, por la importancia que tiene en la definición de nuestra conducta, hablaremos un poco de ellos.

En general, podemos decir que este tipo de conducta no resuelve el problema planteado por la frustración porque no tienen ningún
efecto sobre los obstáculos que la provocaron. Simplemente nos protegen contra la ansiedad. Su rasgo esencial es que operan a
nivel inconciente. Veremos cuáles son los más utilizados. En primer lugar, la racionalización. A través de este mecanismo lo que la
persona hace es buscar razones lógicas, pero falsas, que explican la frustración de tal manera que las responsabilidad nuestra en la
situación se diluye. En general, la racionalización nos conduce a ubicar la culpa, la responsabilidad de lo sucedido, en los demás. No
nos confundamos. Si las razones son falsas, estamos en presencia de una racionalización. Si efectivamente el motivo de la
frustración fue ajeno a nuestra responsabilidad, la conducta que desplegamos es otra: de aceptación, de sustitución o de
modificación de los factores externos. Estas son conductas conscientes. Otro mecanismo de defensa muy utilizado es la represión;
esta implica que la persona, ante la frustración, sabe que experimentará sentimientos, emociones o impulsos que considera
inaceptable expresar -generalmente por razones sociales- y por ello los encierra en su inconsciente. No permite que ellos afloren, ni
siquiera a su conciencia. En la teoría Freudiana, este mecanismo tiene un gran peso explicativo. La sustitución es otro mecanismo
de defensa y consiste en reemplazar los impulsos originados en la frustración y que se consideran socialmente inaceptables por
otros impulsos que sean aceptados. Un ejemplo muy recurrido es el de reemplazar la agresividad por una expresión de humor
descalificatoria. Finalmente, destacamos el mecanismo de defensa denominado proyección que consiste en atribuir a otros las
emociones y sentimientos de dolor o agresividad que nos produjo una frustración, porque en nosotros mismos lo consideramos
inaceptable. Como vemos -y es importante repetirlo- los mecanismos de defensa operan a nivel inconsciente y con el sólo propósito
de evitarnos el dolor, la tensión que provoca la frustración. Pero, a pesar de ello, tienen un fuerte peso en nuestro comportamiento.
Y, lo que resulta más grave, es que sus consecuencias no son positivas. Eso es importante de considerar. No son positivas porque
no apuntan a cambiar la realidad en la que se originó la frustración. Por lo tanto, la necesidad donde se generó la motivación sigue
estando insatisfecha. Al recurrir a los mecanismos de defensa, lo único que hacemos, en el fondo, es postergar una situación de
dolor que más tarde, casi con seguridad, volverá a aparecer, en otra situación, bajo otra fachada, frente a otro estímulo, pero
reaparecerá. Como el uso de estos mecanismos es inconsciente, sólo una gran capacidad de introspección o una adecuada acción
terapéutica puede sacar a luz esos mecanismos.

Concepto de sistemas de necesidades

La Jerarquía de necesidades de Maslow. Aplicaciones y evaluación de la jerarquía de necesidades. En segmentación. En


posicionamiento. Versatilidad de la jerarquía de necesidades. Una alternativa a la jerarquía de necesidades. El trío de necesidades
es una alternativa más sencilla de necesidades que se puede aplicar al mercado. Poder: deseo de los individuos de controlar su
ambiente (necesidades del ego) Afiliación: la conducta está muy influida por la necesidad de tener amistades, aceptación y sentido
de pertenencia (necesidad social). De logro: Las personas con este tipo de necesidades consideran que los éxitos personales son un
fin en si mismos (necesidades de autorrealización).

La Jerarquía de necesidades de Maslow (1954). Autorrealización Secundarias Ámbitos social De Status y económico (Prestigio,
estima, auto-respeto) Pertenencia (afecto, amistad, sociales) Seguridad (protección física, orden, estabilidad) Primarias Fisiológicas
(alimento, agua, aire, desplazamiento, abrigo, sexo).

Clasificación de las necesidades

Clasificación de las necesidades:

La idea básica de esta jerarquía es que las necesidades más altas ocupan nuestra atención sólo cuando se han satisfecho las
necesidades inferiores de la pirámide. Las fuerzas de crecimiento dan lugar a un movimiento ascendente en la jerarquía, mientras
que las fuerzas regresivas empujan las necesidades prepotentes hacia abajo en la jerarquía. Según la pirámide de Maslow
dispondríamos de:

Necesidades fisiológicas

Son necesidades fisiológicas básicas para mantener la homeostasis (referente a la salud); dentro de estas, las más evidentes son:
Necesidad de respirar, beber agua, y alimentarse.

Necesidad de mantener el equilibrio de la temperatura corporal.

Necesidad de dormir, descansar, eliminar los desechos.

Necesidad de evitar el dolor

Necesidades de seguridad y protección

Estas surgen cuando las necesidades fisiológicas se mantienen compensadas. Son las necesidades de sentirse seguro y protegido;
incluso desarrollar ciertos límites de orden. Dentro de ellas se encuentran:

Seguridad física y de salud.

Seguridad de empleo, de ingresos y recursos.

Seguridad moral, familiar y de propiedad privada.

Necesidades de afiliación y afecto

Están relacionadas con el desarrollo afectivo del individuo, son las necesidades de asociación, participación y aceptación. Se
satisfacen mediante las funciones de servicios y prestaciones que incluyen actividades deportivas, culturales y recreativas. El ser
humano por naturaleza siente la necesidad de relacionarse, ser parte de una comunidad, de agruparse en familias, con amistades o
en organizaciones sociales. Entre estas se encuentran: la amistad, el compañerismo, el afecto y el amor.

Necesidades de estima

Maslow describió dos tipos de necesidades de estima, una alta y otra baja.

La estima alta concierne a la necesidad del respeto a uno mismo, e incluye sentimientos tales como confianza, competencia,
maestría, logros, independencia y libertad.

La estima baja concierne al respeto de las demás personas: la necesidad de atención, aprecio, reconocimiento, reputación, estatus,
dignidad, fama, gloria, e incluso dominio.

La merma de estas necesidades se refleja en una baja autoestima y el complejo de inferioridad.

Auto-realización o auto-actualización

Este último nivel es algo diferente y Maslow utilizó varios términos para denominarlo: «motivación de crecimiento», «necesidad de
ser» y «auto-realización».

Son las necesidades más elevadas, se hallan en la cima de la jerarquía, y a través de su satisfacción, se encuentra un sentido a la
vida mediante el desarrollo potencial de una actividad. Se llega a ésta cuando todos los niveles anteriores han sido alcanzados y
completados, al menos, hasta cierto punto.

Descripción de las semejanzas de las distintas perspectivas

Tanto Marx como Weber toman como criterio general para distinguir las clases el criterio de la económico en general y el de la
propiedad en particular, pero no hacen lo mismo al definir el papel de las clases como actores partícipes de esa sociedad Para Marx
las clases constituyen un factor decisivo en la historia - su “motor” - y esto no se refleja en la postura de Weber. Para Weber las
clases no son actores ni agentes de transformación centrales en la sociedad; la multiplicidad de categorías y sub categorías que
Weber incorpora en su análisis termina por diluir su papel (el de las clases) en la economía y en la sociedad. Respecto del
capitalismo Marx lo caracteriza como un sistema de explotación donde la sociedad terminaría por agruparse en dos clases: los
propietarios de los medios de producción y quienes no cuentan más que con su fuerza de trabajo (es decir la distinción entre
burgueses y proletarios), Weber en cambio creía en un aumento sostenido de los sectores medios. Esta diferencia se funda en la
visión diferente que ambos tenían del capitalismo. Mientras Marx sostenía la contradicción de clase, Weber resaltaba la tendencia a
la burocratización del sistema a saber, entre otras cosas, a la diferenciación funcional entre las ocupaciones y como consecuencia a
la movilidad social resultante. Weber afirma también que debe distinguirse en clase en sí y clase para sí donde sólo bajo
determinadas condiciones los que comparten una situación de clase común toman conciencia de ello y actúan en orden a sus
mutuos intereses económicos, diferenciándose de esta manera de la postura marxista que reconoce a los lazos entre clase (clase en
sí) y conciencia de clase (clase para sí) como directos e inmediatos.

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