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En cada empresa se utilizan diferentes productos, cada uno de ellos con sus propias
características, por lo tanto, cada uno de ellos necesita de un manejo particular,
dependiendo de su importancia en los procesos de la compañía y de
las posibilidades de adquisición. El pensar que todos los productos se deben
controlar de la misma manera, es una visión limitada de la realidad, que implica
desgaste y sobrecostos innecesarios.
El análisis ABC es una manera de clasificar los productos de acuerdo a criterios
preestablecidos, la mayor parte de los textos que manejan este tema, toman como
criterio el valor de los inventarios y dan porcentajes relativamente arbitrarios para
hacer esta clasificación. Por ejemplo, el 10% de los productos representan el 60%
de las compras de la empresa por lo tanto esta es la zona A, un 40% de los
productos el 30%, que serian los que están ubicados en la zona B, el resto (50% de
los productos y 10% de las compras) son productos C. Los valores anteriores son
arbitrarios, cada empresa tiene sus particularidades, si alguien decide utilizar este
criterio debe ser consciente de las realidades de su empresa. Se debe pensar no
solo en los costos, es importante ver otros criterios, lo que es sin duda la principal
dificultad en este tipo de análisis. Es innegable, sin embargo que un pequeño
porcentaje de productos, de s de cualquier criterio, es indispensable para
el funcionamiento de la empresa y/o para mejorar su rentabilidad, estos serian
clasificados como productos Atípicos, y de acuerdo a este punto de vista se
van seleccionando los productos de las demás zonas; si uno considera oportuno
podría pensarse en la posibilidad de agregar una zona D, para productos realmente
intrascendentes yde costo muy bajo.La siguiente gráfica nos da una visión de la
clasificación ABC, no se utilizaron porcentajes en forma explícita, para no caer en
la tentación de dogmatizar sobre un valor en particular, la idea es que a los
productos de la zona A se le busquen modelos que permitan un control muy fuerte
sobre el criterio clave que se esté manejando y a medida que se alejen los
productos de esta zona, los modelos puedan ser más flexibles; esto no quiere
decir que se descuide el control físico de los inventarios, ya que como se mencionó
en la introducción ese no es el objetivo del presente fascículo.
El inventario representa una inversión considerable por parte de las empresas
manufactureras, es por ello que se hace indispensable prestarle atención especial
a su manejo. Para realizar una eficiente administración los responsables de esta
área deben controlar todos los niveles del inventario y considerar que este es una
inversión
Un conjunto pequeño de ítems concentran el costo mayor en el total de los inventarios. Este es el
principio de Paretto aplicado a los inventarios, es decir, existen prioridades en inventario.
CLASIFICACIÓN ABC
Estos artículos no son necesariamente ni los de mayor precio unitario, ni los que se consumen en
mayor proporción, sino aquellos cuyas valorizaciones (precio unitario x consumo o demanda)
constituyen % elevados dentro del valor del inventario total.
Generalmente sucede que, aproximadamente el 20% del total de los artículos, representan un 80%
del valor del inventario, mientras que el restante 80% del total de los artículos inventariados, alcanza
el 20% del valor del inventario total.
El gráfico ABC (o regla del 80/20 o ley del menos significativo) es una herramienta que permite
visualizar esta relación y determinar, en forma simple, cuáles artículos son de mayor valor,
optimizando así la administración de los recursos de inventario y permitiendo tomas de decisiones
más eficientes.
Según este método, se clasifican los artículos en clases, generalmente en tres (A, B o C), permitiendo
dar un orden de prioridades a los distintos productos:
La designación de las tres clases es arbitraria, pudiendo existir cualquier número de clases. También
el % exacto de artículos de cada clase varía de un inventario al siguiente. Los factores más
importantes son los dos extremos: unos pocos artículos significativos y un gran número de artículos
de relativa importancia. Esta relación empírica formulada por Vilfredo Paretto, ha demostrado ser
una herramienta muy útil y sencilla de aplicar a la gestión empresaria. Permite concentrar la atención
y los esfuerzos sobre las causas más importantes de lo que se quiere controlar y mejorar.
• Las ventas de la empresa y los clientes con los que se efectúan las mismas (optimización de
pedidos).
• El valor de los stocks y el número de ítems de los almacenes.
• Los costos y sus componentes.
Los beneficios de la empresa y los artículos que los producen (determinar aquellos productos que,
teniendo una alta penetración en el mercado -facturación-, disponen de baja rentabilidad; detectar
por prioridades aquellos productos que, teniendo una baja penetración- comercialización- disponen
de alta rentabilidad).
Ejemplo de aplicación
A continuación se desarrollará un ejemplo que permitirá visualizar cómo se determinan las tres
zonas (A-B-C) en un inventario constituido por 20 artículos:
Resolución
1. Se debe determinar la participación monetaria de cada artículo en el valor total del inventario. Para
ello se debe construir una tabla de acuerdo a lo siguiente:
Columna nº 4: Nos muestra el % que representa cada una de las valorizaciones en el valor
total del inventario.
3. Ahora se deben reordenar las columnas 1 y 4, tomando las participaciones de cada artículo en sentido
decreciente, lo que dará origen a la tabla nº 3:
Se ve claramente en la gráfica que el 15% del inventario justifica el 60% del valor, mientras que
el 30% del mismo justifica el 82% de dicho valor; a su vez, el 70% del inventario justifica el 18% del
valor. Si se tiene en cuenta los costos de mantenimiento y de control de estos últimos, se llega a la
conclusión que no es necesario controlarlos estrictamente, ya que son de poca valorización, y que
debe mantenerse el mínimo stock posible de los mismos.
1. INTRODUCCIÓN
Como norma general, puede decirse que los dos primeros grupos deben ser objeto de un
control de existencias sistemático, con incluso una mayor frecuencia para los artículos del
grupo A. Por el contrario, en la clase C se suele establecer un sistema más sencillo en el que
quizá sea suficiente con un sistema de revisión periódica. Para un artículo de este grupo con
"valores anuales" pequeños en comparación con el resto, es interesante mantener stocks
de seguridad suficientemente grandes como para evitar roturas de inventario que puedan
provocar paros en la producción, dado que el coste en que se incurre es pequeño. Si se
dispone de medios informáticos adecuados, debería clasificarse en el grupo C el menor
número posible de artículos para así, tener establecido un mejor seguimiento.
Nótese que un artículo quedará clasificado en el grupo A bien porque sea de un elevado
coste, porque tenga muchos movimientos anualmente, o bien por ambas razones.
Evidentemente, según sea por una u otra causa, su control deberá ser de un tipo u otro.
CLASIFICACIÓN A-B-C
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
Nº de artículos
Valor anual (%)
ABC
20% 70% 100%3
Ésta es la clasificación más usada tradicionalmente, lo cual no excluye otras clasificaciones
más sencillas, como por ejemplo ordenar los artículos según su importancia para el proceso
productivo, o simplemente por la facilidad para conseguirlos.
A continuación se expone un ejemplo con datos numéricos reales para corroborar lo
anterior. Supongamos para simplificar, que se trata de realizar una clasificación ABC para
un sector de un almacén en el que se dispone de
10 artículos {a1, a2, ... a10} cuyos costes unitarios y volúmenes demandados en el último
año son los indicados en la tabla adjunta (Tabla 1), en las columnas (1) y (2). En la misma
tabla, en las columnas siguientes se calculan los valores anuales totales de cada artículo, y
el porcentaje que estos representan sobre el total, y en la siguiente tabla (Tabla 2) los
artículos ordenados decrecientemente según dicho valor anual:
Como se ha observado en el ejemplo anterior, los datos que tuvimos que suministrar eran
únicos tanto para el coste unitario como para el volumen de la demanda. Esto conlleva tener
un alto grado de certeza en los datos que se van a utilizar para el análisis. Además, dichos
datos estaban referidos a estadísticas pasadas, que no tienen porqué repetirse con certeza
en el futuro.
Consideraremos que tanto los costes unitarios como la demanda de cada artículo para el
futuro son imprecisamente conocidos y que pueden considerarse como números borrosos
triangulares (se opta por esta forma de números borrosos para facilitar las operaciones).
Supongamos que los datos para el futuro, una vez incorporadas las informaciones
adicionales de que disponemos, son los dados en la Tabla 3:
Clasificación ABC
0,00
10,00
20,00
30,00
40,00
50,00
60,00
70,00
80,00
90,00
100,00
a5 a3 a9 a4 a2 a10 a1 a8 a7 a6
Artículos
Frecuencias
%
% acumulado
AB C5
El carácter borroso de los costes y volúmenes demandados puede apreciarse en los
números borrosos asociados a estos parámetros para cada uno de los artículos. Por
ejemplo, para el artículo "a1" tendremos:
En la Tabla 3 anterior, se puede apreciar que los artículos a1, a2, a6, a7, a8 y a10 apenas
varían su coste unitario y el entorno de “posible” demanda para el futuro es pequeño
respecto a los valores “crisp” dados en condiciones de certeza total en el apartado anterior,
si bien ya introducimos cierto grado de incertidumbre en ambos parámetros. La
información relevante para la clasificación que se ha introduce en el nuevo modelo podría
ser la siguiente:
a) En el artículo a5, novedoso el año anterior, se va a conseguir una disminución notable del
coste unitario gracias a la introducción de mejoras en su proceso de fabricación; asimismo,
la demanda de este artículo para el próximo periodo se prevé mucho menor, con una
oscilación pequeña entorno a 700 uds.
b) Por otra parte, los artículos a3 y a9 van a subir notoriamente su coste unitario (debido a
un previsible aumento del coste de las materias primas), pero mientras que la demanda del
artículo a9 se prevé casi
d) Por último, se van a introducir nuevos artículos para la venta: (a11, a12, a13), donde la
verdadera novedad la presentan el artículo a13 (sustituto del a3, aunque con mejoras
tecnológicas, lo que hace que tenga un coste unitario mucho mayor).
[C1, C2] · [D1, D2] = [C1·D1, C2·D2] α a1(Coste) a1 (Demanda) a1(Valor anual)
En el anexo 1 pueden observarse los resultados para la obtención de los valores anuales
borrosos de todos los artículos.
a1, a10, y a5
0
0,2
0,4
0,6
0,8
1
0
200
400
600
800
1000
1200
1400
alfa
a6 a8
a1
a7
a5
a10
Valores anuales borrosos de los artículos a2, a12,
a4, a9 y a11
0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0,9
1
600
1600
2600
3600
4600
5600
6600
7600
8600
9600
10600
11600
12600
13600
14600
15600
alfa
a2
a11 a4
a9
a12
Valores anuales borrosos de los artículos a3 y a13
0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0,9
1
4000
14000
24000
34000
44000
54000
64000
74000
84000
94000
104000
alfa
a3 a138
Pese a que los valores anuales borrosos obtenidos no son números triangulares podemos
hacer la aproximación a los mismos sin demasiado error y una vez obtenidos estos valores
anuales para todos los artículos, tendremos que realizar la ordenación de los mismos para
establecer la nueva clasificación "ABC".
d(X) = X
+ + 2 2 3 •X X
Una vez obtenidas estas valuaciones para el “valor anual” de cada artículo, se procede a su
ordenación, al igual que en el ejemplo ya visto, y se obtiene la gráfica de clasificación ABC
requerida.
Para los valores anuales borrosos (aproximados a N.B.T) de nuestro ejemplo obtenemos,
una vez ordenados decrecientemente según la valuación anteriormente expresada, los
valores de la Tabla 5: a partir de ellos, ya podremos realizar la clasificación "ABC"
correspondiente a dichos porcentajes acumulados:
Clasificación ABC
0,0%
10,0%
20,0%
30,0%
40,0%
50,0%
60,0%
70,0%
80,0%
90,0%
100,0%
a13
a3
a11
a9
a4
a12
a2
a5
a10
a1
a7
a8
a6
Artículos
Frecuencias
%
% acumulado
ACB
Artículo Valuación anual % % acumulado
a13 56787,5 63,2% 63,2%
a3 12187,5 13,6% 76,7%
a11 7142,5 7,9% 84,7%
a9 3206,25 3,6% 88,2%
a4 3105 3,5% 91,7%
a12 1775 2,0% 93,7%
a2 1392,375 1,5% 95,2%
a5 1040 1,2% 96,4%
a10 829,75 0,9% 97,3%
a1 792,5 0,9% 98,2%
a7 612,25 0,7% 98,8%
a8 599,875 0,7% 99,5%
a6 436,25 0,5% 100,0%
Tabla 59
Como puede observarse, la clasificación resulta totalmente diferente según se introduzca o
no la información adicional de que disponíamos. Aunque esta información también podría
introducirse con datos “ciertos”, lo lógico es trabajar con números borrosos, ya que nos
permiten trabajar directamente con la incertidumbre de manera sencilla.
En la clase "C" tendríamos los artículos a5, a10, a1, a7, a8 y a6.
Como se dijo anteriormente el control más exhaustivo habría de realizarse sobre las clases
"A" y "B", de manera que respecto a la clasificación inicial se obtienen principalmente los
cambios siguientes: El artículo a5 pasa de la clase "A" a la clase "C", debido a la reducción
notable de su coste unitario y de su demanda previsible. El artículo a10 pasa de la clase "B"
a la clase "C" debido a la inclusión de nuevos productos (a11, a12 y a13) que pasan a cobrar
mayor importancia que el a10 en esta ocasión. Por último los artículos nuevos a11 y a13
pertenecen a la clase más relevante "A" y el a12 a la clase "B".
3. CONCLUSIONES
"crisp" anuales de cada artículo (producto del coste unitario por su volumen de demanda
en el año precedente), se formula un nuevo modelo que permite introducir previsiones
respecto a los valores de la demanda y coste de cada artículo para un periodo futuro. La
introducción de esta información puede realizarse en forma de números borrosos
triangulares para ambos parámetros (coste y demanda). El valor anual de cada artículo, en
este segundo modelo, se consigue mediante el producto del coste borroso y la demanda
borrosa de cada artículo. Finalmente se ordenan los valores anuales borrosos de los
artículos de este nuevo modelo previa valuación de los números borrosos triangulares más
cercanos a los mismos. La clasificación obtenida en este segundo modelo, permite obtener
unos criterios de control sobre los artículos a tratar mucho más cercanos a la realidad,
gracias a la introducción de la información relevante que nos permite predecir con cierto
grado de incertidumbre entre qué valores se moverán los costes unitarios y la demanda
futura