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CLASIFICACIÓN ABC

En cada empresa se utilizan diferentes productos, cada uno de ellos con sus propias
características, por lo tanto, cada uno de ellos necesita de un manejo particular,
dependiendo de su importancia en los procesos de la compañía y de
las posibilidades de adquisición. El pensar que todos los productos se deben
controlar de la misma manera, es una visión limitada de la realidad, que implica
desgaste y sobrecostos innecesarios.
El análisis ABC es una manera de clasificar los productos de acuerdo a criterios
preestablecidos, la mayor parte de los textos que manejan este tema, toman como
criterio el valor de los inventarios y dan porcentajes relativamente arbitrarios para
hacer esta clasificación. Por ejemplo, el 10% de los productos representan el 60%
de las compras de la empresa por lo tanto esta es la zona A, un 40% de los
productos el 30%, que serian los que están ubicados en la zona B, el resto (50% de
los productos y 10% de las compras) son productos C. Los valores anteriores son
arbitrarios, cada empresa tiene sus particularidades, si alguien decide utilizar este
criterio debe ser consciente de las realidades de su empresa. Se debe pensar no
solo en los costos, es importante ver otros criterios, lo que es sin duda la principal
dificultad en este tipo de análisis. Es innegable, sin embargo que un pequeño
porcentaje de productos, de s de cualquier criterio, es indispensable para
el funcionamiento de la empresa y/o para mejorar su rentabilidad, estos serian
clasificados como productos Atípicos, y de acuerdo a este punto de vista se
van seleccionando los productos de las demás zonas; si uno considera oportuno
podría pensarse en la posibilidad de agregar una zona D, para productos realmente
intrascendentes yde costo muy bajo.La siguiente gráfica nos da una visión de la
clasificación ABC, no se utilizaron porcentajes en forma explícita, para no caer en
la tentación de dogmatizar sobre un valor en particular, la idea es que a los
productos de la zona A se le busquen modelos que permitan un control muy fuerte
sobre el criterio clave que se esté manejando y a medida que se alejen los
productos de esta zona, los modelos puedan ser más flexibles; esto no quiere
decir que se descuide el control físico de los inventarios, ya que como se mencionó
en la introducción ese no es el objetivo del presente fascículo.
El inventario representa una inversión considerable por parte de las empresas
manufactureras, es por ello que se hace indispensable prestarle atención especial
a su manejo. Para realizar una eficiente administración los responsables de esta
área deben controlar todos los niveles del inventario y considerar que este es una
inversión

INVENTARIOS, CLASIFICACIÓN ABC


REGLAS DE LOS INVENTARIOS

1. Toda entrada y salida de inventario debe ser debidamente documentada.


2. Todo ítem debe estar debidamente codificado. (código de ubicación y localización).
3. En cuanto sea posible todos los ítems deben estar guardados en el mismo lugar.
4. Nunca jamás recibir comisiones de un proveedor (código de ética).
5. En cuanto sea posible el lugar físico donde se realiza la recepción de materiales
debe ser diferente al lugar de salida de los mismos.
6. Los ítems de mayor peso deben ser almacenados de abajo hacia arriba y de mayor
a menor peso.
7. Ningún miembro del equipo del almacén se puede ir hasta que no haya un conteo
físico de los ítems que tuvieron movimiento en el día.
8. Se deben contar los mismos ítems con tres auditores y se consignan los dos
resultados iguales.
9. En un lugar más lejano de cualquier otro lugar debe haber un extintor.
10. Los reportes de inventarios deben estar como máximo 3 días después del
inventario.

Un conjunto pequeño de ítems concentran el costo mayor en el total de los inventarios. Este es el
principio de Paretto aplicado a los inventarios, es decir, existen prioridades en inventario.

CLASIFICACIÓN ABC

Un aspecto importante para el análisis y la administración de un inventario es determinar qué


artículos representan la mayor parte del valor del mismo - midiéndose su uso en dinero - y si justifican
su consecuente inmovilización monetaria.

Estos artículos no son necesariamente ni los de mayor precio unitario, ni los que se consumen en
mayor proporción, sino aquellos cuyas valorizaciones (precio unitario x consumo o demanda)
constituyen % elevados dentro del valor del inventario total.
Generalmente sucede que, aproximadamente el 20% del total de los artículos, representan un 80%
del valor del inventario, mientras que el restante 80% del total de los artículos inventariados, alcanza
el 20% del valor del inventario total.

El gráfico ABC (o regla del 80/20 o ley del menos significativo) es una herramienta que permite
visualizar esta relación y determinar, en forma simple, cuáles artículos son de mayor valor,
optimizando así la administración de los recursos de inventario y permitiendo tomas de decisiones
más eficientes.

Según este método, se clasifican los artículos en clases, generalmente en tres (A, B o C), permitiendo
dar un orden de prioridades a los distintos productos:

ARTICULOS A: Los más importantes a los efectos del control.

ARTICULOS B: Aquellos artículos de importancia secundaria.

ARTICULOS C: Los de importancia reducida.

La designación de las tres clases es arbitraria, pudiendo existir cualquier número de clases. También
el % exacto de artículos de cada clase varía de un inventario al siguiente. Los factores más
importantes son los dos extremos: unos pocos artículos significativos y un gran número de artículos
de relativa importancia. Esta relación empírica formulada por Vilfredo Paretto, ha demostrado ser
una herramienta muy útil y sencilla de aplicar a la gestión empresaria. Permite concentrar la atención
y los esfuerzos sobre las causas más importantes de lo que se quiere controlar y mejorar.

El método o gráfico ABC puede ser aplicado a:

• Las ventas de la empresa y los clientes con los que se efectúan las mismas (optimización de
pedidos).
• El valor de los stocks y el número de ítems de los almacenes.
• Los costos y sus componentes.

Los beneficios de la empresa y los artículos que los producen (determinar aquellos productos que,
teniendo una alta penetración en el mercado -facturación-, disponen de baja rentabilidad; detectar
por prioridades aquellos productos que, teniendo una baja penetración- comercialización- disponen
de alta rentabilidad).

Ejemplo de aplicación

A continuación se desarrollará un ejemplo que permitirá visualizar cómo se determinan las tres
zonas (A-B-C) en un inventario constituido por 20 artículos:
Resolución

1. Se debe determinar la participación monetaria de cada artículo en el valor total del inventario. Para
ello se debe construir una tabla de acuerdo a lo siguiente:

 Columna nº 1: Corresponde al nº de artículo.

 Columna nº 2: Los porcentajes de participación de cada artículo en la cantidad total de


artículos. Para nuestro ejemplo, como tenemos un inventario constituido por 20 artículos, cada
artículo representa el 5% dentro del total (100%/ 20 art.= 5%)

 Columna nº 3: Representa la valorización de cada artículo. Para obtenerla, multiplicamos


su precio unitario por su consumo. Al pie de la columna obtenemos el valor de nuestro inventario
de los 20 artículos.

 Columna nº 4: Nos muestra el % que representa cada una de las valorizaciones en el valor
total del inventario.
3. Ahora se deben reordenar las columnas 1 y 4, tomando las participaciones de cada artículo en sentido
decreciente, lo que dará origen a la tabla nº 3:

4. Trazado de la gráfica y determinación de zonas ABC:


A partir de los datos de la tabla 3 y la gráfica se puede observar que unos pocos artículos son los
de mayor valorización. Si solo se controlaran estrictamente los tres primeros, se estaría controlando
aproximadamente el 60% del valor del inventario. Asignamos la zona A para estos artículos.
Controlando también los art. 3, 6 y 11, se estaría controlando, en forma aproximada, el 82% del valor
del inventario. (Zona B)

Se ve claramente en la gráfica que el 15% del inventario justifica el 60% del valor, mientras que
el 30% del mismo justifica el 82% de dicho valor; a su vez, el 70% del inventario justifica el 18% del
valor. Si se tiene en cuenta los costos de mantenimiento y de control de estos últimos, se llega a la
conclusión que no es necesario controlarlos estrictamente, ya que son de poca valorización, y que
debe mantenerse el mínimo stock posible de los mismos.

UNA REVISIÓN DE LA CLASIFICACIÓN "ABC" CLÁSICA: INTRODUCCIÓN DE

INFORMACIÓN ADICIONAL RELEVANTE.

1. INTRODUCCIÓN

La necesidad de establecer un programa de entrega de materiales para evitar situaciones


de inactividad que repercutan negativamente en los costes de los factores productivos,
hace preciso realizar una discriminación de artículos con el fin de determinar de entre todos
ellos cuáles son los que por sus características, precisan un control más riguroso. Esto último
se consigue con la clasificación "ABC" de los "valores anuales pasados" de cada artículo.
Sin embargo, para acercar a la realidad el criterio de dicha clasificación, es posible introducir
información adicional de carácter incierto en este proceso mediante el tratamiento borroso
de los costes unitarios y/o las demandas futuras.

De esta manera, el nuevo proceso clasificatorio, si bien aumenta su complejidad


matemática de tratamiento, permite tener en cuenta mediante un conocimiento a priori,
factores relevantes que pueden incidir en las decisiones sobre el mencionado control.

2. CLASIFICACIÓN ABC CLÁSICA

En toda empresa productora o comercializadora, se hace necesaria una discriminación de


artículos con el fin de determinar de entre todos ellos cuáles son los que, por sus
características, precisan un control más riguroso.

Evidentemente, existirá un pequeño número de productos que tengan un alto coste


unitario en comparación con el resto, y de los que normalmente habrá menor existencia. Es
en estos productos en los que el control debe ser más riguroso. Pero no sólo es el coste
unitario la variable que debe tenerse en cuenta para realizar la discriminación, ya que
productos de pequeño coste pero con un fuerte volumen de demanda pueden hacer que
se paralice la fabricación (o la distribución) si no existe disponibilidad de los mismos en el
momento oportuno. Así, un buen indicador de la importancia que cada artículo tiene en el
almacén es el producto de las dos variables anteriores, esto es, el “coste unitario” por su
“volumen anual demandado”. Dicho producto nos determina el “valor anual” de cada
referencia, y2 la clasificación que en el almacén debe realizarse para discriminar los
productos que precisan de un mayor control, se regirá según este parámetro.

Cuando se ordenan los artículos según magnitudes decrecientes acumuladas de su valor


anual, se suele obtener una representación típica como la adjunta: en ella puede observarse
como aproximadamente un 20% de los artículos representa alrededor del 80% del valor
anual total del almacén considerado. El siguiente 50% de artículos otro 15% de valor anual.
El último 30% de artículos sólo representa, por lo general, un 5%. Esto da lugar a una
clasificación de los artículos, que por realizarse tradicionalmente en tres grupos, se
denomina ABC. Los artículos en el grupo A son los que representan un mayor coste anual
para la empresa, mientras que los del C son los de menor importancia.

Como norma general, puede decirse que los dos primeros grupos deben ser objeto de un
control de existencias sistemático, con incluso una mayor frecuencia para los artículos del
grupo A. Por el contrario, en la clase C se suele establecer un sistema más sencillo en el que
quizá sea suficiente con un sistema de revisión periódica. Para un artículo de este grupo con
"valores anuales" pequeños en comparación con el resto, es interesante mantener stocks
de seguridad suficientemente grandes como para evitar roturas de inventario que puedan
provocar paros en la producción, dado que el coste en que se incurre es pequeño. Si se
dispone de medios informáticos adecuados, debería clasificarse en el grupo C el menor
número posible de artículos para así, tener establecido un mejor seguimiento.

Nótese que un artículo quedará clasificado en el grupo A bien porque sea de un elevado
coste, porque tenga muchos movimientos anualmente, o bien por ambas razones.
Evidentemente, según sea por una u otra causa, su control deberá ser de un tipo u otro.

CLASIFICACIÓN A-B-C
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
Nº de artículos
Valor anual (%)
ABC
20% 70% 100%3
Ésta es la clasificación más usada tradicionalmente, lo cual no excluye otras clasificaciones
más sencillas, como por ejemplo ordenar los artículos según su importancia para el proceso
productivo, o simplemente por la facilidad para conseguirlos.
A continuación se expone un ejemplo con datos numéricos reales para corroborar lo
anterior. Supongamos para simplificar, que se trata de realizar una clasificación ABC para
un sector de un almacén en el que se dispone de

10 artículos {a1, a2, ... a10} cuyos costes unitarios y volúmenes demandados en el último
año son los indicados en la tabla adjunta (Tabla 1), en las columnas (1) y (2). En la misma
tabla, en las columnas siguientes se calculan los valores anuales totales de cada artículo, y
el porcentaje que estos representan sobre el total, y en la siguiente tabla (Tabla 2) los
artículos ordenados decrecientemente según dicho valor anual:

Artículo Precio unitario


(1)
Volumen demandado
(2)
Valor anual
(3) = (1) x (2)
%
a1 63 12000 755918 1,60
a2 882 1500 1322857 2,80
a3 57 260000 14740408 31,20
a4 1890 1000 1889796 4,00
a5 2315 10000 23150000 49,00
a6 28 15000 425204 0,90
a7 6142 100 614184 1,30
a8 441 1500 661429 1,40
a9 22678 125 2834694 6,00
a10 850 1000 850408 1,80
TOTAL 47244898 100,00
Tabla 1
Artículo Valor anual % % acumulado
a5 23150000 49,00 49,00
a3 14740408 31,20 80,20
a9 2834694 6,00 86,20
a4 1889796 4,00 90,20
a2 1322857 2,80 93,00
a10 850408 1,80 94,80
a1 755918 1,60 96,40
a8 661429 1,40 97,80
a7 614184 1,30 99,10
a6 425204 0,90 100,00
TOTAL 47244898 100,00
Tabla 24
Al representar los porcentajes acumulados anteriores, se obtiene la clasificación "ABC" de
esos productos: de lo que se deduce que los artículos a5 y a3, al pertenecer a la clase A,
deben ser los que sufran un control más riguroso.

3. CLASIFICACIÓN ABC CON DATOS BORROSOS

Como se ha observado en el ejemplo anterior, los datos que tuvimos que suministrar eran
únicos tanto para el coste unitario como para el volumen de la demanda. Esto conlleva tener
un alto grado de certeza en los datos que se van a utilizar para el análisis. Además, dichos
datos estaban referidos a estadísticas pasadas, que no tienen porqué repetirse con certeza
en el futuro.

La mayoría de las decisiones empresariales se toman en condiciones de incertidumbre, lo


que hace pensar que la teoría de subconjuntos borrosos, mucho más cercana a estas
condiciones de incertidumbre, pueda ayudarnos también en este tipo de clasificaciones.

Imaginemos que para realizar la clasificación ABC de los 10 artículos propuestos en el


apartado anterior, no utilizamos los datos del pasado año sin más, sino que a ellos les
incorporamos nuevas informaciones que serán de cierta relevancia para el periodo que
viene.

Consideraremos que tanto los costes unitarios como la demanda de cada artículo para el
futuro son imprecisamente conocidos y que pueden considerarse como números borrosos
triangulares (se opta por esta forma de números borrosos para facilitar las operaciones).
Supongamos que los datos para el futuro, una vez incorporadas las informaciones
adicionales de que disponemos, son los dados en la Tabla 3:

Clasificación ABC
0,00
10,00
20,00
30,00
40,00
50,00
60,00
70,00
80,00
90,00
100,00
a5 a3 a9 a4 a2 a10 a1 a8 a7 a6
Artículos
Frecuencias
%
% acumulado
AB C5
El carácter borroso de los costes y volúmenes demandados puede apreciarse en los
números borrosos asociados a estos parámetros para cada uno de los artículos. Por
ejemplo, para el artículo "a1" tendremos:

En la Tabla 3 anterior, se puede apreciar que los artículos a1, a2, a6, a7, a8 y a10 apenas
varían su coste unitario y el entorno de “posible” demanda para el futuro es pequeño
respecto a los valores “crisp” dados en condiciones de certeza total en el apartado anterior,
si bien ya introducimos cierto grado de incertidumbre en ambos parámetros. La
información relevante para la clasificación que se ha introduce en el nuevo modelo podría
ser la siguiente:

a) En el artículo a5, novedoso el año anterior, se va a conseguir una disminución notable del
coste unitario gracias a la introducción de mejoras en su proceso de fabricación; asimismo,
la demanda de este artículo para el próximo periodo se prevé mucho menor, con una
oscilación pequeña entorno a 700 uds.

b) Por otra parte, los artículos a3 y a9 van a subir notoriamente su coste unitario (debido a
un previsible aumento del coste de las materias primas), pero mientras que la demanda del
artículo a9 se prevé casi

Prec. unitario Volumen demandado

a1 60 65 70 10500 12000 14000


a2 875 885 890 1500 1500 1800
a3 75 80 100 130000 150000 150000
a4 1900 1950 2000 800 1000 3500
a5 1400 1500 1700 500 700 800
a6 25 30 35 10000 15000 17000
a7 6000 6145 6200 100 100 100
a8 425 445 480 1100 1200 1800
a9 27500 28000 30000 70 125 130
a10 800 850 890 800 1000 1100
a11 4900 5000 5100 1000 1500 1700
a12 90 100 150 15000 16000 17000
a13 275 300 390 130000 150000 260000
Tabla 3
65
0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0,9
1
50 60 70 80 90 100
Coste unitario borroso
alfa
10500 14000
12000
0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0,9
1
0 5000 10000 15000
Demanda anual borrosa
alfa6 constante respecto al año anterior, para el artículo a3 no se cree que su demanda
supere la mitad del año anterior, debido al grado de madurez del mismo.
c) El artículo a4 aumenta mucho su posibilidad de demanda por la derecha (hasta 3500
uds.), debido a una fuerte campaña publicitaria y a un escaso incremento de su coste
unitario.

d) Por último, se van a introducir nuevos artículos para la venta: (a11, a12, a13), donde la
verdadera novedad la presentan el artículo a13 (sustituto del a3, aunque con mejoras
tecnológicas, lo que hace que tenga un coste unitario mucho mayor).

Como vemos, gracias a la utilización de los números borrosos, el planteamiento del


problema nos permíte la introducción de todas estas informaciones, mucho más cercanas
a la situación real de los productos en el mercado.

La operativa a seguir para el cálculo de la clasificación ABC es idéntica a la del apartado


anterior, pero ahora, se ha de operar con números borrosos triangulares. Así, para calcular
el valor anual de cada artículo han de multiplicarse en cada caso dos números borrosos
triangulares (N.B.T). Esta operación, no produce un número borroso triangular por lo que
debe efectuarse mediante producto de los intervalos de confianza interceptados en ambos
números borrosos, para cada nivel (en el ejemplo se han supuesto 10 α-cortes). El borroso
resultante

"valor anual" se conseguirá mediante la composición de los "intervalos producto"


resultantes a cada nivel. A continuación pueden observarse los resultados para el valor
anual del artículo "a1" (Tabla 4):

El producto de dos intervalos (correspondientes al coste [C1, C2] y la demanda de un


artículo [D1, D2] ) a cada nivel α, y dado que los extremos de ambos intervalos siempre
serán positivos puede calcularse como:

[C1, C2] · [D1, D2] = [C1·D1, C2·D2] α a1(Coste) a1 (Demanda) a1(Valor anual)

0 60 70 10500 14000 630000 980000


0,1 60,5 69,5 10650 13800 644325 959100
0,2 61 69 10800 13600 658800 938400
0,3 61,5 68,5 10950 13400 673425 917900
0,4 62 68 11100 13200 688200 897600
0,5 62,5 67,5 11250 13000 703125 877500
0,6 63 67 11400 12800 718200 857600
0,7 63,5 66,5 11550 12600 733425 837900
0,8 64 66 11700 12400 748800 818400
0,9 64,5 65,5 11850 12200 764325 799100
1 65 65 12000 12000 780000 780000
Tabla 47

En el anexo 1 pueden observarse los resultados para la obtención de los valores anuales
borrosos de todos los artículos.

A continuación se representan los borrosos correspondientes a todos esos valores anuales


(se exponen en tres gráficas debido a las diferencias de valores anuales encontrados entre
el borroso más pequeño y el mayor):

Valores anuales borrosos de los artículos a6, a8, a7,

a1, a10, y a5
0
0,2
0,4
0,6
0,8
1
0
200
400
600
800
1000
1200
1400
alfa
a6 a8
a1
a7
a5
a10
Valores anuales borrosos de los artículos a2, a12,
a4, a9 y a11
0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0,9
1
600
1600
2600
3600
4600
5600
6600
7600
8600
9600
10600
11600
12600
13600
14600
15600
alfa
a2
a11 a4
a9
a12
Valores anuales borrosos de los artículos a3 y a13
0
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
0,6
0,7
0,8
0,9
1
4000
14000
24000
34000
44000
54000
64000
74000
84000
94000
104000
alfa
a3 a138
Pese a que los valores anuales borrosos obtenidos no son números triangulares podemos
hacer la aproximación a los mismos sin demasiado error y una vez obtenidos estos valores
anuales para todos los artículos, tendremos que realizar la ordenación de los mismos para
establecer la nueva clasificación "ABC".

Existen gran cantidad de métodos de ordenación de números borrosos; nosotros


utilizaremos la mitad de la distancia de Hamming de cada borroso (X1, X2, X3) al real "0":

d(X) = X

+ + 2 2 3 •X X

Una vez obtenidas estas valuaciones para el “valor anual” de cada artículo, se procede a su
ordenación, al igual que en el ejemplo ya visto, y se obtiene la gráfica de clasificación ABC
requerida.

Para los valores anuales borrosos (aproximados a N.B.T) de nuestro ejemplo obtenemos,
una vez ordenados decrecientemente según la valuación anteriormente expresada, los
valores de la Tabla 5: a partir de ellos, ya podremos realizar la clasificación "ABC"
correspondiente a dichos porcentajes acumulados:

Clasificación ABC
0,0%
10,0%
20,0%
30,0%
40,0%
50,0%
60,0%
70,0%
80,0%
90,0%
100,0%
a13
a3
a11
a9
a4
a12
a2
a5
a10
a1
a7
a8
a6
Artículos
Frecuencias
%
% acumulado
ACB
Artículo Valuación anual % % acumulado
a13 56787,5 63,2% 63,2%
a3 12187,5 13,6% 76,7%
a11 7142,5 7,9% 84,7%
a9 3206,25 3,6% 88,2%
a4 3105 3,5% 91,7%
a12 1775 2,0% 93,7%
a2 1392,375 1,5% 95,2%
a5 1040 1,2% 96,4%
a10 829,75 0,9% 97,3%
a1 792,5 0,9% 98,2%
a7 612,25 0,7% 98,8%
a8 599,875 0,7% 99,5%
a6 436,25 0,5% 100,0%
Tabla 59
Como puede observarse, la clasificación resulta totalmente diferente según se introduzca o
no la información adicional de que disponíamos. Aunque esta información también podría
introducirse con datos “ciertos”, lo lógico es trabajar con números borrosos, ya que nos
permiten trabajar directamente con la incertidumbre de manera sencilla.

En la clase "A" tendríamos los artículos a13, a3 y a11

En la clase "B" tendríamos los artículos: a9, a4, a12 y a2

En la clase "C" tendríamos los artículos a5, a10, a1, a7, a8 y a6.

Como se dijo anteriormente el control más exhaustivo habría de realizarse sobre las clases
"A" y "B", de manera que respecto a la clasificación inicial se obtienen principalmente los
cambios siguientes: El artículo a5 pasa de la clase "A" a la clase "C", debido a la reducción
notable de su coste unitario y de su demanda previsible. El artículo a10 pasa de la clase "B"
a la clase "C" debido a la inclusión de nuevos productos (a11, a12 y a13) que pasan a cobrar
mayor importancia que el a10 en esta ocasión. Por último los artículos nuevos a11 y a13
pertenecen a la clase más relevante "A" y el a12 a la clase "B".

3. CONCLUSIONES

En este trabajo se ha puesto de manifiesto como el uso de la teoría de subconjuntos


borrosos permite la introducción de incertidumbre en los modelos de clasificación
empresariales, acercando dichos modelos (en concreto el de la clasificación de artículos
"ABC") a la realidad empresarial en el mercado. Para mostrar este acercamiento, se parte
de información estática (referida a un periodo pasado) sobre el coste unitario y demanda
anual de los productos que se pretenden clasificar. Tras efectuar la clasificación
correspondiente a los valores

"crisp" anuales de cada artículo (producto del coste unitario por su volumen de demanda
en el año precedente), se formula un nuevo modelo que permite introducir previsiones
respecto a los valores de la demanda y coste de cada artículo para un periodo futuro. La
introducción de esta información puede realizarse en forma de números borrosos
triangulares para ambos parámetros (coste y demanda). El valor anual de cada artículo, en
este segundo modelo, se consigue mediante el producto del coste borroso y la demanda
borrosa de cada artículo. Finalmente se ordenan los valores anuales borrosos de los
artículos de este nuevo modelo previa valuación de los números borrosos triangulares más
cercanos a los mismos. La clasificación obtenida en este segundo modelo, permite obtener
unos criterios de control sobre los artículos a tratar mucho más cercanos a la realidad,
gracias a la introducción de la información relevante que nos permite predecir con cierto
grado de incertidumbre entre qué valores se moverán los costes unitarios y la demanda
futura

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