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A DVIENTO M ISIONERO 2014

Presentación
La propuesta que hace este año Infancia Misionera para vivir el Adviento Misionero con los
niños está pensada para utilizarla tanto en la eucaristía,como en la catequesis o en los centros esco-
lares. Si se hace durante la eucaristía, la "ambientación" puede usarse a modo de monición de
entrada; el "gesto", en el momento de la celebración que se indica; y el "compromiso" se puede
proponer en la homilía o al final de la celebración. Si se utiliza fuera de la eucaristía, puede resul-
tar útil para un breve encuentro de oración con los niños, realizando las adaptaciones necesarias.

Objetivos
Proporcionar a los agentes de pastoral una ayuda para que los niños descubran la naturaleza
del Adviento como tiempo de preparación personal y comunitaria para recibir a Jesús en Navidad.
Desde una perspectiva misionera, podemos integrar esta actividad en el proceso de preparación
de la Jornada de Infancia Misionera,teniendo presente el lema de este año,"Yo soy uno de ellos".
Colaborar con los educadores para que los niños se familiaricen con la Palabra de Dios,se ini-
cien en la oración y asuman algún compromiso misionero.

S EMBRADORES DE E STRELLAS
Para que los niños se sientan pequeños misioneros, se les propone participar en esta activi-
dad, que se lleva a cabo justo unos días antes de la Navidad. Se trata de poner a los transeúntes
una estrellita en la solapa,para compartir la alegría navideña y recordar a todos la Buena Nueva:
el nacimiento de Jesús. Con este gesto, los niños también transmiten esa alegría en nombre de
los misioneros repartidos por el mundo. Que el anuncio de la Navidad y su esperanza inunde las
calles y llegue a todos con gratuidad. Es bueno recordar que no se pide nada, solo una sonrisa.

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PRIMER DOMINGO (30 de noviembre)
“VIGILAD”
AMBIENTACIÓN
Comenzamos hoy el Adviento, el tiempo de preparación para la Navidad. Y lo hacemos
encendiendo la primera vela de la corona de Adviento. Estas velas nos irán recordando que lo
primero que necesitamos para prepararnos bien y poder celebrar el nacimiento de Jesús es
"vigilar", estar muy atentos, para darnos cuenta de que Él quiere estar entre nosotros, y para
descubrir los lugares y las personas en las que Él va a nacer.

GESTO (en el ofertorio)


(Proponemos presentar el pan y el vino y una cartulina con la palabra "Vigilad". La cartuli-
na estará escrita con colores vivos y por las dos caras, de modo que al presentarla se lea desde
todos los puntos. Se sugiere acercarla al altar desde el fondo de la iglesia y llevándola elevada,
para que llame la atención a los presentes).
"Vigilad": Esta es la invitación que Jesús nos hace al comienzo del Adviento. Esta palabra
permanecerá durante este tiempo junto a las velas que componen la corona,recordándonos que
tenemos que estar vigilando, para que cuando llegue Jesús nos encuentre bien preparados.
Pan y vino: Presentamos el pan y el vino que se transformarán en el Cuerpo y la Sangre de
Cristo. Este es el alimento que nos permitirá mantenernos muy atentos durante el tiempo de
Adviento para preparar bien la llegada de Jesús en Navidad.

COMPROMISO
Estar atentos a todo lo que tenemos a nuestro alrededor: lo que sucede en nuestras calles,
en la casa, en la iglesia...Mirar las caras y los gestos de la gente; observar la naturaleza, los ani-
males, la luz...
Estar alerta por si alguien necesita nuestra ayuda.
Rezar esta semana por los niños del mundo que no saben que Jesús va a nacer.

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SEGUNDO DOMINGO (7 de diciembre)
“PREPARAD EL CAMINO”

AMBIENTACIÓN
Encendiendo la segunda vela descubrimos que vamos avanzando en el camino del Adviento.
Estamos preparando la senda que conduce a la Navidad. Ello supone que tenemos que apartar
todos los obstáculos que nos puedan impedir acercarnos a Jesús y abrirle las puertas de nuestro
corazón. También en la vida de los demás puede haber dificultades que les impiden acoger a
Jesús. A nosotros nos toca ayudarles a vencerlas.

GESTO (en el momento de rezar el padrenuestro)


En el padrenuestro nos dirigimos a Dios como Padre de todos, con las palabras que Jesús nos
enseñó.Esto quiere decir que todos somos hermanos y,por tanto,hemos de amarnos,de ayudar-
nos, de cuidarnos, de hacer posible que Él se haga presente en cada corazón.Todos los niños del
mundo son amados por Dios, y nosotros somos "uno de ellos". Por eso, vamos a unir nuestras
manos, y como una única familia, le decimos con mucha confianza: Padre nuestro...

COMPROMISO
La semana pasada hemos vigilado para descubrir las necesidades de los demás, acordándo-
nos también de los niños de los países de misión. Esta semana, como preparación a vivir plena-
mente la Navidad,proponemos llevar a cabo alguna acción concreta:ayudar en casa,ir a ver a los
abuelos, visitar a un niño enfermo en un hospital, dar tu bocadillo a un mendigo... Nos ayudará
pensar en el lema de Infancia Misionera 2015, "Yo soy uno de ellos".
(Entregar la revista Gesto a los niños).

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TERCER DOMINGO (14 de diciembre)
“ESTAD ALEGRES”
AMBIENTACIÓN
Próximos ya a la Navidad, la Palabra de Dios de este domingo nos invita a estar alegres.
Quien espera la visita de Jesús en su corazón no puede estar triste, y quien anuncia el Evangelio
lo tiene que hacer con alegría.También nos tiene que llenar de alegría saber que por el mundo
entero los misioneros y misioneras están entregando su vida para llevar el Evangelio a todos,
para anunciar que Dios es amor. Al encender la tercera vela se nos invita a participar alegres,
escuchando atentamente lo que Jesús nos va a decir.

GESTO (al finalizar la eucaristía)


Al concluir la celebración, el sacerdote invita a los niños, acompañados por los catequistas, a
distribuirse por las puertas de la iglesia y a ir dando la paz a todos los que van saliendo, rega-
lándoles una sonrisa como signo de nuestra alegría cristiana.
El sacerdote también les anima a participar en la actividad de "Sembradores de Estrellas",
poniendo en práctica el ser un niño misionero.

COMPROMISO
Conocer la labor que hacen los niños misioneros,que siempre muestran con alegría que son
amigos de Jesús. Leer el Decálogo del Niño Misionero y elegir las tres propuestas que más les
gusten y ponerlas en práctica.
Buscar el nombre de un misionero y conocer su labor y entrega.En cada número de la revis-
ta Gesto encontrarán la vida de uno de ellos. También pueden llevar a cabo esta acción recor-
dando la vida de san Francisco Javier, Patrón de las Misiones.

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CUARTO DOMINGO (21 de diciembre)
“HÁGASE EN MÍ”

AMBIENTACIÓN
Encendemos las cuatro velas de la corona de Adviento.Todo nos indica que estamos ya muy
cerca de la Navidad. Hoy nos unimos a la Virgen María, que acogió el anuncio del ángel Gabriel y
aceptó con fe ser la Madre de Dios.De Ella nacerá Jesús en Belén.También nosotros queremos aco-
ger a Jesús en nuestro corazón, y por eso decimos, como María, "hágase en mí según tu palabra".

GESTO (en la acción de gracias)


Después de la comunión, tras un momento de silencio, se reza el magníficat. Brevemente se
explica a los niños qué es el magníficat; lo puede recitar alguno de ellos, o dividirlo por estrofas,
o entregarlo fotocopiado para rezarlo en común. Es buena ocasión para recordar a los niños que
María es la Reina de las Misiones.

COMPROMISO
Animar a los niños a realizar algún pequeño sacrificio como muestra de amor al Niño Jesús
que va a nacer.Podemos utilizar la "Hucha del Compartir" de Infancia Misionera, y poner en ella
lo que hemos ahorrado en estos días de Adviento privándonos de algún capricho. Explicar a los
niños el sentido de la hucha y para qué se empleará el dinero que depositen en ella.

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Canto: Villancico
Saludo:

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Queridos niños y niñas (queridos jóvenes, queridos padres...):
Todos los que hoy nos encontramos aquí somos Sembrado-
res de Estrellas, porque queremos transmitir a los demás la ale-
gría que supone ser amigo de Jesús. Por eso, vamos a salir por las
calles y, con nuestros cantos y nuestra sonrisa, sembraremos estrellas en el
corazón de las personas que se crucen con nosotros.Y lo haremos en nombre de
todos los misioneros que están llenando tantos rincones del mundo con la ale-
gría del Evangelio.
En un momento de silencio, pedimos a Dios la fuerza necesaria para empren-
der con ilusión la misión de anunciar que Jesús nace para todos en Navidad.

Cuento: MISTERIO (Autora: Laura Magdalena Miguel)


Melchor había dejado preparadas todas sus cosas para salir de noche. Entonces podría
volver a ver aquella estrella que tanto le intrigaba y que parecía querer indicarle algo.
Al terminar la tarde, Melchor subió a su camello acompañado de sus sirvientes, que no
hacían más que preguntar: "¿Dónde vamos, alguien lo sabe?". Pero ni siquiera el propio
Melchor, con toda su sabiduría, era capaz de averiguarlo; sólo respondía: "Esa estrella nos
guiará hasta nuestro destino". Y confiando en el sabio, los pajes no volvieron a preguntar.
Gaspar y Baltasar, otros dos sabios, también habían abandonado sus reinos con la misma
intención. Cierto día los tres se encontraron en un oasis. Entre todos descubrieron que la
estrella quería indicarles el lugar en el que nacería un gran rey, el Rey de Reyes. Fueron así
aproximándose a su destino, imaginando el reino al que la estrella les guiaba, seguramen-
te un reino poderoso, con un gran ejército y lujosos palacios.
Pronto advirtieron que nadie más se unía a su viaje. Parecía que solo ellos conocían
la noticia del nacimiento del Rey de Reyes. Solo la última jornada encontraron compañía:
humildes pastores y campesinos. Baltasar les preguntó a dónde se dirigían.
–Un ángel del Señor nos dijo que ha nacido el Salvador. Es un niño envuelto en paña-
les y acostado en un pesebre -contestó un pastorcito con voz temblorosa.
Baltasar quedó desconcertado. Parecía extraño que un rey, el más importante que la
humanidad vería nacer, esperara la llegada de los sabios acostado en un pesebre.
De pronto Melchor anunció: "La estrella ha parado". En el horizonte se distinguía un
pueblo, pero ninguna torre de ningún palacio suntuoso presagiaba la presencia en aque-
lla aldea del Rey de Reyes. Entonces Gaspar habló:
–El pastorcito dijo la verdad. El rey que estábamos esperando es un niño acostado en
un humilde pesebre; no será el más rico entre los hombres, pero su vida será la más gran-
de entre los hombres.

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Admirados por este misterio, llegaron hasta un portalillo. Allí, emocionados, con las
manos temblorosas, conscientes de que su sabiduría no había sido capaz de compren-
der aquel misterio, ofrecieron sus regalos al niño.
–Solo al escuchar al pastorcito hemos entendido que el Rey de Reyes ha renunciado
a las riquezas y al poder de este mundo para nacer entre los humildes –comentó Gaspar.
Los sabios regresaron a sus reinos sin detenerse a explicar a nadie todo lo sucedi-
do. El Señor había querido que ningún hombre en la tierra del Rey de Reyes, excepto
los pastores, supiera del gran acontecimiento: el nacimiento de Jesucristo.
Desde aquel día, todos los años recordaban a Jesús, preparando sus corazones para
celebrar aquella fecha y dando gracias a Dios por haber sido elegidos para adorar a un
niño que dormía en un pesebre.
También a ti Dios te llama para adorar a su Hijo, el niño Jesús. Y tú, ¿qué puedes
ofrecerle?

Peticiones: (Respondemos todos: "Ayúdanos a llevar tu luz a los demás").


Para que nadie se quede sin saber que en Navidad Tú naces para todos.
Ayúdanos a llevar tu luz a los demás.
Porque muchos hombres y mujeres viven tristes sin descubrir la alegría de tu amistad.
Ayúdanos a llevar tu luz a los demás.
Por todos los niños del mundo que sufren a causa del hambre, de la guerra, de la enfermedad.
Ayúdanos a llevar tu luz a los demás.
Para que, sembrando estrellas, seamos auténticos misioneros y llenemos el mundo de amor y paz.
Ayúdanos a llevar tu luz a los demás.

(Se explica cómo sembrar las estrellas).


Envío:
Antes de salir a sembrar estrellas, presentamos a Jesús nuestro propósito de ser auténticos misione-
ros. Lo hacemos diciendo: "Sí, quiero".
¿Queréis llenar las calles de alegría, de amor y de ilusión? SÍ, QUIERO.
¿Queréis anunciar a todos que Jesús viene a nacer en nuestro corazón? SÍ, QUIERO.
¿Queréis llevar el amor de Dios a todos los que viven tristes, solos y olvidados? SÍ, QUIERO.
En nombre de Dios os bendigo.Salid a las calles y a vuestras casas, y llenadlas con la alegría de vues-
tra fe. Sembradores: ¡a sembrar estrellas!

Gesto final: (Como despedida al final del recorrido por las calles, se propone concluir todos
juntos formando una estrella gigante, cogidos de la mano, y cantando un villancico. La estrella se forma
colocando a cinco personas a modo de puntas de la misma y otras cinco en el interior; el resto de los pre-
sentes se les van uniendo, haciendo así los brazos de la estrella).

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