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cualguice momento uns gran tormenta iba esalar, y no habia
ningin lugar donde protegere. Ni una casa. Ni un drbol, Ni un
snimal. Tavo miedo.
Seria mejor que nos volsiramos —le dijo a su mujer. Ense-
guide se dio cuenta de que era una propuestaabsurda: Manco se
habia ido (ni siquietadivsaba el negro escarbajo el taxi lejindo-
se) retroceder,en Ia nmensay solitara vatedad, de donde wenia
la torment, parecia tan inapropiado como seguir hacia adelante
—Apresieate mis —rezongé ella « modo de respuesta, Llevs
‘bala maleta joel brazo y mitaba hacia delane, hacia aguela cla
ridad en medio de las nubesvioleasy ila, cada vex mis amenaz
docas.
Eltercertrveno estallé mucho mis cera, precedido por un re
limpago que describié una Kinea quebrada en el cel, Elite ahors
patecia un poco mis fro, un poco mis himedo, Sin embrgo, alo
Iejs, lina del camino, la clarided resplandecia las nubesamari
Iles se mezclaban con la Has y un bord dorado las nimbaba, co
‘mo.una borla de oro.
Ells dos eguian eaminando, la mujer varios pasos por dean
te de marido,
‘Rezagado,ansicso, jadeane (haba fumado toda la vida, a pe-
sar delos consejor del mésico, com lla siempre lereprochaba) el
hombre, aturdido,bulbuces
—Pero sadinde vamos?
—Hacia ef Apocalipsis —contet6 Josefa, apurando el pas.
ope bakran de ten
J
Uncuento para Euriice
Enel museo vaco, Eurdiceaburtia
‘Tenfamos todo el tempo por delane
Grandes extensiones de tempo vac.
“ole comencé a contr, por aficién, historias dulees def
bulosy de efimerasdesichas,
Sabiamos que fbamos a mort, no sabiamos cuind.
Bridie ya no comis; slo mirabaelgsl enorme, manso, des
smollindoge sobre la ciudad deserts como una aan bana desple-
‘da, como una mano abierta que opvimiers el enue velo dels co™
12s, los blancos caiveres dels srs. EL sal grande, magnifico,
ahogando con sz la dl cles cidade
“Para ao mirarlo —desde la terrtza—, Euridice, desnuda, vol:
‘va los ojos hacia mi, y me suplicaba, en medio del horror del so
aque crete fee -
—Cuéntame, Cuéstame por favor. Cuéntame ago.
panos
Sa— 460 7
wll cio de episodio ttre; cuentas de azaasy de oven
tury; dereitenciy eid historias mens comanes decane
tuna de genio, agotames a unos das oe grandes amo, ls
2 tmionessubyogune, ls recuerdos de os places seers, ft
7 mo, exists, reserdos, que ilaban en strechos enon
priv recondamos el ela dela ceca dea psa pol
ca sabi los eos. Taio me esos por invena lida
de los medictes, de los oscues, de os qe no saianos, los que
so tavern gusto de vivir os misticoy, lox pobladores, bs iasem.
"adores lasmuees que precrearon, stim, dloross os
tbs, los diendos, os exrbiemes los potas eros a sl
1 lot que no escibieron poesia, ls alain decaberets los
bombs curse lg hombre muse aunque a pale et
ba pri ne Eure y elo hombres hot lor a
lores, somes lgrata Toles os lefonisas li
subs, ls hombres plants, ls sires, os enenios, log
sspetotes, los mesurades, los dicretoy, los modes, los bien.
‘eoturados, lo also, los galeria, ato y los pias
0s. La vide en ef museo nos habia vuelto tan sensibles que csi to:
das las cosas que se podian contar, nos producian horror, vé
‘Spano, conf, lat, nse, ister, ml memoria
urdieclamabs, implorae, pata evita i} dlce, me
a
nao